Capítulo 23.

Oh, sometimes I get a good feeling, yeah
Get a feeling that I never never never never had before, no no
I get a good feeling, yeah
Oh, sometimes I get a good feeling, yeah
Get a feeling that I never never never never had before, no no
I get a good feeling, yeah

Flo Rida - Good feeling

-¿Qué te ha dicho?- Kelsey aparece acelerada en cuanto entro por la puerta de su casa, con las manos en los bolsillos delanteros y un gesto de tranquilidad flipante.

-Que le perdone.- le respondo entrando en la cocina. Los chicos siguen allí, expectantes de que les cuente algo.

-¿Te ha montado un numerito?- pregunta Louis apoyando su mejilla sobre el puño cerrado.

-No.- miento- Simplemente me ha llevado en el coche y me ha soltado un discurso de disculpa. Me ha preguntado que si le perdonaba.

-¿Y?- me incita Kelsey.

-Le he dicho que si.

-¿Pero?-sigue.

-He mentido.- concluyo.

-Y señores, aquí está la Heather que conozco y quiero, pero, ¿por qué le has dicho que le perdonabas si luego sigues enfadada?

-Porque si no le perdonaba le iba a dar el coñazo.- explica Niall. Exactamente.

Y es verdad, únicamente le he dicho que si para que me dejara marcharme de una vez, no me gusta estar en el cementerio y mucho menos acompañada por alguien. Giro mi cabeza hacia la ventana, tras la cual sigue lloviendo a cántaros.

-Esto es deprimente, ¿cuándo en la puta historia de Phoenix ha llovido?¿están de coña?- pregunto totalmente frustrada.

El silencio se hace entre nosotros, cada cual está a lo suyo. Kelsey, apoyada en la encimera de la cocina, con los brazos cruzados y la mirada en ninguna parte, Zayn esconde su cara entre los puños, parece que duerme, Louis me mira con gesto ausente, bueno, no sé si realmente me mira a mi porque en un gesto de aburrimiento extremo le paso la mano por delante de la cara varias veces y ni se inmuta, Niall está tecleando algo en su móvil y Liam, bueno, Liam está dándose golpecitos contra la mesa en la cabeza, notablemente aburrido.

-No sé qué tenéis pensado hacer ahora pero yo quiero fumar.- dicho esto me levanto de la silla y robo un cigarro del paquete de Kelsey. De camino a la terraza, alcanzo el mechero de la mesa del salón y me quedo mirando una foto de la familia de Kelsey. El señor y la señora Monroe son un cielo, si, extraño de mi que diga que una persona es un cielo, pero son como mi segunda familia. La señora Monroe ayudó a mi tía cuando sucedió lo de mi madre y se convirtió en mi segunda madre. Ahora están de viaje de negocios y le han dejado la casa a Kelsey, puta suertuda. Me entra rabia al pensar que yo tengo que ocuparme de un padre alcohólico y entonces se me ocurre que podría sacar las cosas mejor si tuviera un trabajo o algo. Nota mental, conseguir trabajo. Sé que no lo voy a hacer porque soy una puta vaga pero en fin.

Enciendo el cigarro y le doy la primera calada, abro la puerta del jardín y me quedo bajo la tejabana. No le he dado ni dos caladas al cigarro cuando escucho la puerta detrás mío y a alguien encendiendo un cigarro. Se sienta al lado mío y giro la cabeza.

Louis.

-Hola Heather.

-Hola.

Miro hacia el frente y le doy otra calada al cigarro, dejando parte del humo en la boca y abriéndola levemente, dejando salir el humo e inhalándolo con la nariz. Lo que muchos llaman una inhalada francesa.

-Oye, no te cabrees pero creo que deberías reconsiderar el perdonarlo de verdad.- Louis rompe el silencio y me giro hacia él como si hubiera dicho la mayor chorrada del mundo. Y la ha dicho.

Me giro hacia él, apoyándome en el barrote de metal que sostiene la tejabana, mientras subo mi pie derecho de una de las escaleras dejando la rodilla a la altura de mi barbilla y apoyando el brazo en esta.

-¿Por qué?- sostengo el aire en los pulmones y las palabras me salen ahogadas.

-No te voy a dar el por qué completo, pero si un pequeño resumen.

Hago un gesto con la mano que sostiene el cigarro, incitándole a que siga.

-Sé que tú también. Pero Harry lo ha pasado como las putas de pequeño. De niño, ¿sabes? Es el peor trauma que un niño puede tener, confío en que te lo contará y lo entenderás, aunque es difícil de asumir al principio.- se queda callado unos momentos, que me parecen largísimos, mira a ambos lados y entonces habla- Intentó suicidarse varias veces después de escapar de casa, hasta que una mujer lo adoptó. Ahora vivimos todos juntos y todos sabemos la historia de Harry.- suspira pasándose la mano por el pelo y le doy otra calada al cigarro, tratando de imaginarme a un Harry débil, llorando, con pensamientos propios de un suicida, pero no puedo- Mira Heather, básicamente, la vida de Harry ha sido una mierda hasta ahora, le han hecho daño, mucho daño, no confía en nadie, ni siquiera confía plenamente en nosotros, sus mejores amigos, Harry tiene el corazón roto, está triste, trata de ocultarlo pero no sabe cómo, se pasa los días con el ceño fruncido y no sé cuándo fue la única vez que lo vi sonreír, pero cuando apareciste tú, se volvió loco, -se ríe pensando en algo- dice que te odia pero en serio Heather, no sabes cómo se puso cuando os vio entrar a ese tío y a ti en el baño. Está claramente celoso, y tiene miedo, él no sabe cómo controlar esto y se pone nervioso, su única manera de controlar cosas que no conoce es saltar a la defensiva. Él, él está empezando a sentir cosas, cosas que le dan miedo Heather, no sabe cómo controlarlas.

Me quedo colpasada unos segundos, ¿sentir cosas por mi? Y una mierda.

-Joder, pues si que lo conoces.

-Llevo años viviendo en la misma casa que él.

Le doy otra calada al cigarro antes de contestar.

-Pobrecito.

-Oye pero ya en serio, habla con él. Hoy es sábado, vamos a salir y claramente él va a estar. Habla con él.- dicho esto se levanta no sin antes sonreírme con simpatía y me quedo sola con mis pensamientos y un cigarro a medio consumir.

***

-¿¡Heather estás ya!?- la voz de Kelsey suena desde fuera del baño.

-¡Espera joder!- grito delineándome el párpado. Qué putas prisas tiene.

Termino mi trabajo y me miro satisfecha al espejo. Como la temperatura ha refrescado y mi cabeza no está en buenas condiciones aún, me he puesto uno pantalones negros largos rasgados por las rodillas, una camiseta ancha gris y unas converse blancas, total, sólo vamos a tomar cerveza a un descampado.

-Estoy.- anuncio bajando las escaleras.

Kelsey se levanta de la silla y ambas salimos de su casa. Hace algo de frío, el aire está húmedo y estoy algo cansada. Esta va a ser una noche larga.

Nos montamos en la chatarra de Kelsey y arranca, en dirección a las afueras de la ciudad. Me concentro en el ruido que hacen las ruedas del viejo coche y en cómo tiemblan los muñequitos que tiene colocados Kelsey en el salpicadero, de estos que tienen la cabeza que se les mueve a la mínima.

-Tu mierda de muñecos me ponen nerviosa Kels.

Larga una carcajada y me mira brevemente antes de devolver la mirada hacia la carretera.

-¿Por qué crees que los he puesto allí?

-Serás puta.

Nos pasamos el viaje riendo por chorradas sin sentido y me doy cuenta de cuánto la había echado de menos. Mi único amigo en la clínica era Devon, del que por cierto, no sé nada de nada. Cuando llegamos al descampado, vislumbro la ya tan conocida camioneta de Niall estacionada al lado del coche de Zayn y un coche más alejado del resto, en frente del acantilado que da a la ciudad. Me bajo de un salto y espero a que Kelsey aparque y baje del coche.

-¡Chicas!

Nos giramos cuando otra voz se hace presente detrás nuestro. Es Louis, que viene con un pack de cervezas en la mano y su inseparable chupa de cuero.

Los cuatro emprendemos un camino silencioso hacia donde están el resto de chicos, que tienen montado una especie de chiringuito en la parte trasera de la furgoneta de Niall. Kelsey saluda a Zayn con un beso en los labios y lo abraza, mientras que yo me limito a sentarme en el borde de la furgoneta con la pierna colgando. Louis me pasa una botella de cerveza y aprovecha para lanzarme una mirada de advertencia. Bufando, le doy un trago largo y le ignoro, asomo la cabeza girando la dirección de ésta hacia el coche, donde vislumbro una figura sentada en el capó. Tiene que ser Harry por cojones. Vuelvo a mirar a Louis.

-Ve a hablar con él.- susurra.

-Joder, no quiero.

-Heather vamos. Voy a estar dándote la chapa toda la noche si no vas.

Ruedo los ojos y me enciendo un cigarro antes de dar un pequeño salto y empezar a andar por la húmeda tierra hasta el coche. Las voces y la música se quedan atrás a cada paso que doy. Harry mira a ninguna parte mientras le da vueltas a un mechero entre sus manos. Me acerco lo suficiente y me siento de un salto en el capó, junto con él.

-Hey.- murmuro.

-Hola.

Me quedo callada unos momentos y le doy una calada al cigarro. Bueno, es un buen comienzo.

-¿Qué haces aquí?La fiesta es allí.- señalo con la cabeza la furgoneta, desde la cual se escuchan risas lejanas.

Me mira durante unos instantes y se encoge de hombros rápidamente como si se riera.

-A veces está bien estar solo.

Le doy la razón asintiendo y esta vez bebo de la botella, con aire ausente.

-Louis te ha obligado, ¿verdad?

-Sip.- asiento haciendo ahínco en la 'p'.

Otro silencio incómodo. Recorro con la yema del índice el círculo que conforma la boquilla de la botella lentamente. Después levanto la vista hacia la ciudad iluminada por las luces y me cruzo de piernas sobre el capó.

-Sienta bien estar así.- suelta Harry de repente.

-¿Así como?- levanto las piernas dejando las rodillas a la altura de mi barbilla y lo miro apoyando la mejilla en ellas.

-Sin pelearnos.

-Ya.

Jugueteo con el cordón de mis zapatillas y le doy una calada a mi cigarro, mirando a las luces y pensando. La verdad es que ahora mismo, tal y como estamos, es mil veces mejor que estar peleando cada dos por tres. Pelear aburre al final. No es que le vaya a perdonar, pero es la primera vez que me siento a gusto con Harry al lado.

-No me has perdonado.- suena más a afirmación que a duda.

No respondo. No porque no quiera hablarle, simplemente no tengo nada que decir, tiene razón, ¿qué más quiere?

-Puedo hacer que me perdones.

-No voy a follar contigo Harry.

Me mira con una ceja levantada y se ríe.

-Pero mira que eres pervertida. Me refería a hablar, simplemente hablar.

-Si, y seguro que descubro que eres un cacho de pan con chocolate y nos vamos felices de la mano, ¿no?

Niega con la cabeza efusivamente y se me escapa una risa tonta de los labios. Le doy otra calada al cigarro y un trago largo a la cerveza. Estoy a gusto, bien, y es raro.

-De verdad que lo siento, ahora sin numeritos. No he debido de levantarte la mano, me dan ganas de pegarme un puñetazo.

-No te sofoques Harry. No es como si hubiera recibido pocas hostias en la vida.

Me mira durante unos instantes y enrolla un mechón de mi pelo entre sus dedos.

-Me mola tu pelo.- murmura concentrado en el mechón.

-Gracias, a mi tus tatuajes.

Sonríe despacio y luego frunce el ceño.

-¿Tú no tienes?

-Uno.

Giro mi antebrazo izquierdo mostrándole mi tatuaje, una rosa.

-¿Qué significa?

-Es en honor a mi madre.

Se queda callado unos segundos y toma mi mano repentinamente.

-Perdona lo del cementerio, en serio que fue penoso.

Me encojo de hombros.

-Más penosa fui yo que me puse a llorar.

-Llorar no es malo.

-Llorar es de débiles Harry.

Niega con el ceño fruncido.

-La gente llora, yo lloro y no soy débil Heather.

Suelto su mano y le doy suavemente con el puño en el hombro.

-Claro señor me-noquean-al-primer-asalto.

Se ríe de nuevo y mira hacia abajo.

-Oye no te burles, ¿te recuerdo la que montaste señorita me-meto-en-las-peleas-porque-si?

Finjo indignación llevándome una mano al pecho.

-Vamos, tendrías varios puntos de sutura de no ser por mi.

-Bastante tengo con el dolor de cabeza que me supones.

Le doy una última calada al cigarro y lo lanzo lejos.

-Vaya gracias. Eres un cielo.

Se ríe otra vez. Me gusta cuando se ríe, es algo de Harry que nunca había visto. No queda nada de Rude, el tío más hijo de puta del lugar cuando se le marcan los hoyuelos al reírse, y parece que la vieja Heather vuelve en ocasiones.

-Está bien que hablemos sin querer matarnos para variar.- Harry rompe el silencio y asiento mirándole.

-A todo esto, ¿de quién es este coche?

-No lo sé, yo he venido en moto.- señala con la cabeza una moto al otro lado de la furgoneta, por eso no la había visto.

-¿Entonces...?- me giro lentamente hacia el interior.

A través de la luna del coche no se ve nada, siento que Harry se inclina al lado mío mirando dentro del coche. Al principio no se ve nada, y justo cuando me voy a apartar porque no he visto una puta mierda un movimiento me llama la atención. Es rápido, hacia arriba y hacia abajo.

-¿Qué coño es eso?- pregunta Harry.

Me encojo de hombros y guardo silencio. Entonces escucho un casi inaudible gemido femenino y Harry y yo saltamos del capó descojonándonos.

-¡No puede ser!- grito riéndome.

-Esos dos follando en la parte trasera mientras hablábamos tranquilamente.- comenta Harry entre risas.

Nos quedamos callados mirándonos y entonces se escucha otro gemido y nos empezamos a reír de nuevo, algo más alto que antes.

Al fin y al cabo la noche no pinta mal.

SOOO HERE IS. PENSABA QUE IBA A HABER PELEA BUT NO, QUEDA BIEN QUE NO SE PELEEN POR UNA VEZ, ¿NO?

PREGUNTAS.

¿QUÉ OS HA PARECIDO QUE TENGAN ESA ACTITUD ENTRE LOS DOS? QUIERO DECIR, EN PLAN "AMIGOS". SIN PELEAS.

¿QUIÉNES CREÉIS QUE SON LOS DEL COCHE?

¿QUE ESPERÁIS DEL SIGUIENTE CAPÍTULO?

OS DEJO LOS ASKS POR SI QUERÉIS Y PORQUE ME ABURRO.

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