Capítulo 6.

I can feel the heat rising
Everything is on fire
Today's a painful reminder of why
We can only get brighter
The further you put it behind ya
And right now I'm on the inside
Lookin out, cause

I found her in the flames
There's a beautiful kind of pain
Setting fire to yesterday
Find the light, find the light, find the light

Eminem ft. Sia - Beautiful pain

Respiro el aire con felicidad mientras tomo salida del edificio al lado de Kelsey, que no deja de manosearse la cabellera morena.

-¿Quieres pararte? Me pones nerviosa.

Me echa una mirada asesina y me da un pequeño golpe en el hombro.

-En serio, parece que tienes piojos.

Me sigo mofando de ella hasta que llegamos a la salida. Unas pequeñas gotas de agua provenientes del cielo me hacen callar, ¿en serio? ¡Pero si aquí nunca llueve! Bufo mientras me echo la capucha de la sudadera hacia delante. Vislumbro a Rude apoyado en su coche negro, con la típica música heavy y su mirada clavada en mi. Me entra un escalofrío alucinante, pero prefiero pensar que es ocasionado por el frío.

Emprendo el camino a casa levantado la cabeza al cielo de vez en cuando y mojándome la cara de vez en cuando con las gotas que caen. Dejo de hacer eso a medio camino, justo cuando descubro un coche negro a unos cuantos metros de mi. En serio, empiezo a pensar que este tío tiene problemas mentales o es gilipollas o algo así. Ando a un ritmo más rápido mientras me hago la loca conectando los auriculares y eligiendo una canción al azahar. Cuando la voz de Bob Dylan llena mis canales auditivos, me relajo instantáneamente y desacelero el paso. El coche sigue ahí, a unos metros de distancia, pero ya me da igual porque estoy llegando a casa.

Verdaderamente me la suda por completo que sepa dónde vivo, en definitiva, ¿qué me va a hacer? ¿Quemar la casa?
Averiguaría dónde vive y se la quemaría yo. Con él dentro.

Mis instintos se ponen alerta cuando ayo la puerta principal de la casa semi abierta y paro la música inmediatamente. Acelero el paso hasta situarme en el jardín y el ronroneo del motor del coche negro se silencia. Estoy por ir y tirarle una piedra para que deje de hacer el gilipollas y se marche por donde ha venido pero entonces escucho unos gritos dentro de la casa y corro preocupada al interior. El silencio es sepulcral cuando cierro la puerta detrás mío.

Entonces Roger baja las escaleras rápidamente, con los ojos enrojecidos y una botella de alcohol en la mano.

-¿Pero se puede saber por qué gritabas imécil?

Me acerco a él amenazadoramente con intención de arrebatarle la botella de la mano, pero entonces su puño se plasma con determinación en mi cara.

-Tú.- brama mientras tira la botella al suelo y me sostiene por el cuello de la sudadera- estúpida y puta niñata. Me has jodido la puta vida.- otro golpe- por tu puta culpa y tus caprichos de adolescente gilipollas estoy así, ¡hija de puta!- otro más. Siento la sangre brotando por mi nariz y creo que el ojo no tardará en ponerse morado- ¡De no ser por tus caprichos y tus gilipolleces ahora estaríamos superando esto junto con tu tía y yo no me hubiera deprimido por tu marcha!¡Niñata!- me lanza al suelo con fuerza y me golpeo la cabeza contra una escalera. Duele. Duele la hostia, pero soy incapaz de moverme del sitio.- Yo me voy. Ojalá tú no te de muevas aquí capulla. Espero la cena lista cuando vuelva.

Sé que está borracho por la forma en la que arrastra las palabras, pero nunca me hubiera esperado que hiciera esto. Escucho la puerta cerrarse estruendosamente y sigo tirada en el suelo, asimilando lo ocurrido y sintiendo las lágrimas pesadas y saladas mojando mis mejillas.

No sé cuánto tiempo me paso así, llorando en silencio y mirando al techo, pero cuando me levanto -cuidadosamente y con un mareo de cojones- son las siete y media de la tarde. Me muevo lentamente, ya que me duele todo, hacia el baño y mi reflejo en el espejo hace que me den todavía más ganas de llorar. La sangre que brotaba de la aparente herida en la cabeza se ha coagulado, dejando mi pelo ensangrentado y desastroso. Lo mismo ha pasado con la de la nariz y la de el corte en la mejilla. Estoy pálida, muy muy pálida y el ojo está hinchado y exageradamente amoratado, tengo marcas en el cuello que costarán cubrir y las lágrimas han causado un destrozo en mi cara, corriendo el maquillaje. Parezco un puto monstruo.

¿Por qué cojones me está pasando esto a mi? Acabo de llegar hace una semana y ya tengo problemas en todas partes.

Me desvisto con una lentitud agonizante y me adentro en la ducha. Dejo que el agua tibia caiga sobre mi cuerpo y me seco los restos de sangre de la cara y cabello. Cada movimiento que hago duele horrorosamente y no dejo de llorar, ¿por qué no puedo tener una vida normal?¿por qué no puedo tener una vida como la de Kelsey? Incluso me contentaría teniendo una vida como la de Darcy.

Cierro el grifo y salgo de la ducha, con mucha dificultad me envuelvo en una toalla y chorreando agua me dirijo a la cocina. Preparo dos sándwiches y dejo uno en la nevera, con lágrimas contenidas amenazando con salir. Subo las escaleras en dirección a mi cuarto y una vez allí, me pongo el pijama gimoteando por el dolor y me siento en la cama, comiendo a bocaditos el sándwich. Me doy cuenta de que estoy llorando cuando una lágrima cae sobre mi pierna desnuda. Me odio por ser tan débil.

La puerta se abre y me levanto aterrorizada. En un acto de reflejo agarro en objeto más próximo a mi. Una silla. Mi corazón se encoge dolorosamente cuando Roger asoma la cabeza por la puerta. Parece sobrio pero es obvio que ha estado llorando.

-Heather...

-¡Vete!- le chillo- ¡Vete y no vuelvas a dirigirme la palabra!

-Pero déjame...

Arrojo la silla con fuerza en su dirección, soltando un chillido histérico. La puerta se cierra con fuerza y me derrumbo en la cama llorando.

No sé que hora es, pero ya llevo bastantes cigarrillos consumidos y muchas lágrimas derramadas cuando me sumo en un sueño inquieto.

Me levanto con dolor de cabeza y las mejillas pegajosas por las lágrimas, y me maldigo setecientas veces por haber sido tan débil. Sin fuerza alguna y con mucho dolor, me visto y me tapo el enorme moretón del ojo con base de maquillaje, hago los mismo con los cortes y las marcas del cuello. Cuando decido que el maquillaje tapa lo suficiente, me delineo los ojos y me echo la mochila al hombro, bajando las escaleras con sumo cuidado.

Me enciendo un cigarro mientras cavilo qué excusa podré inventarme en caso de que Kelsey descubra alguna de mis marcas o moretones. Le diré que me caí por las escaleras, si.

Espero pacientemente en la entrada a mi amiga, que no tarda en aparecer aproximándose con aire feliz hacia mi.

-Buenos días Heather.- me da un abrazo y reprimo un grito de dolor.

-Buenos días Kels.- contesto con un hilo de voz. Me mira extrañada.

-¿Te pasa algo?

Me hago la desinteresada, encogiéndome de hombros.

-No, nada. Simplemente no he dormido mucho.

Deja escapar un ah no muy convencida y prosigue el camino a mi lado. Caminamos hasta nuestras taquillas y saco los libros correspondientes. Bufo con amargura al saber que mi primera clase es biología y que nos toca hacer una especie de proyecto por grupos. Genial, no hay nada mejor que hacer un proyecto de una materia que odias con gente que odias. Me despido de Kelsey con un abrazo que me duele horrores y me encamino la clase, sentándome como siempre, en la fila de atrás.

Únicamente presto atención cuando el final de la clase llega y el profesor empieza a hacer los putos grupos. Me pongo alerta cuando dice mi nombre.

-Heather Barks, Michelle Williams, Jason Cox y Zayn Malik.

Paso la mirada por toda la clase, identificando a los compañeros y mi mirada se congela en el último tío, Zayn Malik. Se me hiela la sangre al saber que es uno de los coleguillas de Rude. Joder.

Cuando da finalizada la clase, cojo la mochila con rapidez y pese al dolor salgo a zancadas de allí. Los pasillos aún están vacíos así que me acerco a mi taquilla y saco el paquete de tabaco. Estoy por darme la vuelta cuando un cuerpo me aplasta contra la taquilla y esta vez no reprimo un chillido de dolor, que se detiene en cuanto veo al culpable de mi aplastamiento.

Rude.

Joder, este tío es un puto pesado.

-¿Qué quieres ahora?

-¿Tú vives allí?- su cara sólo mostraba seriedad y determinación.

-Vamos, no seas gilipollas pelirrosa, se que sabes que ayer te perseguí en coche hasta tu casa.

-Bueno si, vale, ¿y qué?

Se queda serio unos momentos, con su mirada fija en la mía y me agarra las mejillas con una mano, fuertemente. Suelto un gemido de dolor y un par de lágrimas traicioneras se escapan de mis ojos. Me las seco con rapidez y entonces él fija su mirada en mi ojo. Mierda.

-¿Qué es esto?

-E-el... ¿El qué?¿Q-Qué quieres decir?

Putos nervios.

-¿Ese cabrón te tocó?

-¿Q-Quién?

-Sabes de sobra quién.

-N-no. Fui yo. Me caí por las escaleras.

Le pega un puñetazo a una taquilla, claramente asqueado.

-Mientes.

Le empujo lejos de mi, con fuerza.

-De todos modos, ¿qué te importa?

Se acerca a mi lentamente, y coloca una mano cuidadosamente sobre el moretón de mi ojo, apenas rozándolo. Deja caer la mano poco a poco, bordeando mi mejilla y rozando mis labios con el pulgar, para después dejar una caricia sobre mi cuello. Después sacude la cabeza y ríe irónico.

-Tienes razón. No me importa nada.

Y se aleja a paso rápido.

¿Qué coño acaba de pasar?

Hola, aquí os traigo un nuevo capítulo, ¿por qué? Básicamente por que me siento generosa y porque me ayudáis a seguir, me alegra el recibimiento que tuvo ayer el capítulo V, así que he decidido subir el VI porque os ka eme (vale no)

Este capítulo está dedicado a mi querida Reich, porque hoy es su santo so... Rubia este capítulo va por ti.

Y por cierto, me haríais muy muy muy feliz si os pasarais por mi nuevo fic Brutal. Os lo agradecería mogollón.

Lots of kisses.

Ginger xx