ㅡ¡Becky! ㅡescuchó una voz aguda a sus espaldas.

Se giró lentamente sobre sus talones, viendo a Caroline acercarse a ella con su grupito de amigas ruidosas.

Becky lloriqueó internamente cuando al lado contrario de donde las chicas se acercaban, divisó a Freen, sentada en un banco de madera, balanceando sus piernitas de adelante hacia atrás mientras leía un libro tranquilamente.

Se veía tan pequeñita. Lo único que quería hacer en esos momentos era correr hacia ella y llenarlo de besos.

ㅡ¡Becca! ㅡuna de las amigas de Caroline dijo detrás de ella, cuando ladeó la cabeza para mirar al grupo todas sonrieron en grande—. Hola.

ㅡHola, chicasㅡsaludó tratando de no sonar groseraㅡ. ¿Puedo ayudarlas en algo? ㅡpreguntó, manteniendo en todo momento un semblante serio y desinteresado, tan típico de ella cuando a la hora de socializar con otros se trataba.

ㅡQueríamos invitarte a pasar el receso con nosotras. Aún tenemos espacio en nuestra mesa para una más ㅡcomentó Caroline acomodándose un mechón de cabello detrás de sus orejas. Las demás chicas asintieron con efusividad a sus palabras.

ㅡLo siento ㅡse disculpóㅡ. Ya tengo con quien pasar el receso, la próxima será ㅡles dijo formando una línea con sus labios.

ㅡ¡Pero, Bec! ㅡchilló Caroline, pateando el suelo con sus pies en un arranqueㅡ. ¡Siempre tienes cosas que hacer! ㅡlloriqueó falsamente. Becky largó un suspiro.

ㅡSoy una persona con responsabilidades ㅡdijo encogiéndose de hombrosㅡ. Ahora, si me disculpan...

ㅡ¡No! ㅡla rubia gritó, logrando que muchas personas pusieran atención en ellasㅡ. ¡Vas a comer con nosotras o si no...!

ㅡ¿O si no qué, Caroline? ㅡla voz de Heng interrumpió haciendo que permaneciera en silencio con el rostro hirviendo en iraㅡ. Es mejor que dejen de acosar a Becky si no quieren que le cuente al director ㅡles dijo cruzándose de brazos.

ㅡNo lo harías ㅡlo retó la menor, adquiriendo un aire de superioridad.

ㅡ¿Por qué piensas eso? ㅡel chico elevó sus perfectas cejas esperando por su respuesta—. ¿De verdad piensas que no puedo hacerlo? —inquirió.

ㅡVoy a decirle a mi hermano ㅡdijo con orgullo Caroline, mirándolos con burla se cruzó de brazos.

ㅡTu hermano es sólo un idiota más del montónㅡsoltó Becky sin atajosㅡ. Y no me molestaría en acusarlo con el director también ㅡañadió.

No era secreto para todos en la universidad que Becky y el hermano de Caroline, Charles, no se llevaban del todo bien. Y todo aquello había iniciado cuando la castaña decidió formar un equipo de fútbol femenil quitándole el foco al mayor, quien desde ese entonces hasta la actualidad se creía superior a todos sus compañeros de equipo, por lo que ambos cargaban una gran tensión cada vez que cruzaban miradas.

Becky no tardó mucho en conocer a Caroline, de hecho, la había conocido en una situación muy incómoda en las duchas de la universidad luego de un entrenamiento, pero esa era otra historia, la cual prefería no recordar.

Ambos hermanos compartían la misma personalidad y carácter, por lo que la castaña no podía convivir con ellos más de cinco minutos.

ㅡSon unos idiotas ㅡescupió la chicaㅡ. Esto no se va a quedar así ㅡdijo como último para luego desaparecer con sus amigas por donde habían llegado echando humo.

ㅡUy, que miedo ㅡHeng se giró viendo a Rebeccaㅡ. Esa niña está obsesionada contigo ㅡle dijo.

ㅡ¿Crees que no me di cuenta de eso? ㅡrodó sus ojosㅡ. El problema es que no puedo quitármela de encima y ya estoy harta ㅡse frotó la cara con frustración.

ㅡLo lamentoㅡHeng colocó una mano sobre su hombro a modo de apoyo, fingiendo penaㅡ. Pero mira... ㅡBecky levantó la cabeza para mirar a su amigaㅡ. Ahí viene tu chica para alegrarte el día ㅡseñaló con la cabeza hacia el frente.

Inmediatamente Becky miró a la misma dirección que el de hoyuelos viendo a Freen y su amigo -todavía no recordaba su nombre- acercándose hacia ellos. Una sonrisa estiró de sus labios cuando la pelirroja le sonrió a los lejos

ㅡHolaㅡsaludó Billy una vez que llegaron.

ㅡHola, Billyㅡrespondió Heng con una sonrisaㅡ. Hola a ti también, Saroㅡse dirigió esta vez a la chica

Freen tuvo la intención de saludar a sus mayores cuando llegó, pero Becky la tomó desprevenida y en menos de un cerrar y abrir de ojos la mayor ya la tenía entre sus brazos, rodeándola por completo e impidiendo que saludara adecuadamente.

ㅡH-Hola, phi Hengㅡsaludó como pudo debido a que su mejilla permanecía presionada contra el pecho de Becky.

ㅡArmstrong, ya déjala respirarㅡel pelinegro la sujetó de los brazos para alejarla de la tailandesa, pero sólo consiguió que la chica la apretara con más fuerza.

ㅡMíaㅡdijo apoyando su barbilla sobre la cabellera rojiza.

ㅡSi, si, ya todos sabemos esoㅡel castaño hablóㅡ. Pero todos saben que yo la vi primeroㅡse burló recibiendo una mirada escalofriante por parte de Rebecca, la sonrisa se le borró al instante.

ㅡMentiroso... ㅡentrecerró sus ojosㅡ. Yo la vi primero, ¿verdad, Saro? ㅡesta vez sus ojos bajaron hasta la menor

ㅡB-Bec ㅡdijo con esfuerzo.

ㅡ¿Qué?

ㅡN-No puedo res-respirar...

ㅡOh, lo siento ㅡdicho esto la dejó libre, o bueno, más o menos.

Freen se colocó al lado suyo lo que le dio el pase libre para pasar su brazo alrededor de sus hombros, manteniéndola cerca suyo en todo momento.

ㅡQue posesiva resultaste ser, Becky ㅡHeng dijo viéndolas con diversión.

ㅡ¿A caso quieres que te patee el trasero? ㅡsiseó entre dientes la castaña. Billy hizo una mueca ante aquella amenaza.

ㅡ¡Phi Nong, tengo hambre! ㅡla voz de Freen llamó la atención de los otros tres que bromeaban entre ellos.

ㅡYo también ㅡBilly se sobó la barriga.

ㅡDile a Babe que venga a alimentarte ㅡHeng dijo confundiendo a las chicas

ㅡ¿Qué? ㅡla pelirroja inquirió.

ㅡNada ㅡBilly se acercó a Freen para alejarla de la castañaㅡ. Vamos al comedor, me estoy muriendo de hambre ㅡdijo rápidamente antes de que alguien volviera a hablar sobre ese tema.

ㅡPero... ㅡLa castaña calló en el momento en que Freen fue arrebatada de sus brazos.

ㅡVamos ㅡla pelirroja lo sujetó del brazo y comenzaron a seguir a los menores.

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Envuelto en el completo silencio que había en todo el pasillo Freen rebuscaba en su casillero su libro de biología. Sus clases ya habían culminado pero las de Becky todavía no, le había prometido a la mayor ir al dormitorio juntas por lo que perdería el tiempo en la biblioteca.

Una mano pasó a un lado de su cabeza, cerrando con fuerza la puerta de su casillero causando un fuerte eco en todo el lugar. El libro que había sacado cayó al suelo debido a causa del susto.

Con el ceño fruncido se giró sobre sus talones, viendo a un chico muy cerca. Detrás de este pudo ver a una chica, también desconocida para ella, de cabello rubio quien permanecía de brazos cruzados y una sonrisa tétrica en el rostro.

No estaba entendiendo nada.

ㅡHola, bonita, ¿eres Freen Sarocha? ㅡel de cabello teñido preguntó sin perder tiempo, viendo directamente a sus ojos poniéndola cada vez más nerviosa.

ㅡTe he dicho unas mil veces que es ella ㅡla mujer dijo detrás del más alto.

ㅡCállate, se lo pregunté a ella ㅡladeó un poco la cabeza para poder ver a la pelirrojaㅡ. ¿Y bien? ㅡsus ojos se encontraron de nuevoㅡ. ¿Eres Freen Sarocha? ㅡvolvió a preguntar, ya sin pacienciaㅡ. Habla —golpeó el casillero con fuerza, sobresaltando al tailandesa.

ㅡS-Sí, soy yo ㅡlogró formular como pudo.

ㅡOh... es una pena ㅡel desconocido comenzó a tocar su pecho, empuñando entre sus dedos su camisaㅡ. Tenía esperanza de que no fueras tú ㅡfingió tristeza.

ㅡ¿Qué? ㅡlas palabras usadas por el contrario la confundieron.

ㅡYa hazlo de una vez ㅡCaroline volvió a interrumpir.

ㅡNo quisiera hacer esto, Freenky... ㅡel chico ignoró a su hermana, como si no estuviera con ellosㅡ. Pero Becky me debe demasiado y creo que es buen momento de que aprenda a que meterse conmigo no termina en nada bien, y mi hermana... bueno, no hago esto por ella realmente.

ㅡ¡Oye! ㅡchilló la chica

ㅡEs una pena ㅡuna sonrisa cínica se instaló en los labios de ese chico para luego acariciar su barbilla lentamente.

Freen cerró con mucha fuerza sus ojos, tenía mucho miedo, su cuerpo entero comenzó a temblar desde que la acorralaron contra el casillero. No los conocía y eso sólo aumentaba más su miedo.

Pronto sus ojos se llenaron de lágrimas, en estos momentos lo único que quería era desaparecer de ese lugar.

Tenía demasiado miedo.

ㅡ¡Ya hazlo!

Escuchó nuevamente la voz de aquella chica y resignada espero pacientemente aquello que tanto querían hacerle.

ㅡ¿Freen?

Una voz más se hizo presente. La voz de su posible salvador.