𝟏𝟑 | Me gustas mucho
ㅡ¡Ten más cuidado por dónde caminas!
Heng, Richard y Babe se miraron entre sí consternados luego de que Becky le gritara a un chico que tropezó accidentalmente y terminó chocando con ella en medio de todo el pasillo.
ㅡL-Lo siento ㅡel pobre chico se disculpó haciendo varias reverencias para luego desaparecer entre la multitud.
ㅡOye, BeckyㅡHeng se acercó con sigilo, viendo como ese chico se iba corriendoㅡ. ¿Qué fue todo eso?ㅡpreguntó aún sorprendido.
Becky soltó un suspiro girando hacia su casillero para terminar de sacar sus libros. Estos últimos días se ha estado comportando más cortante de lo que normalmente es. Sus amigos ya sospechaban que algo pasó con ella pero simplemente no mencionaron nada para no incomodar por si se trataba de algo personal.
Pero como la última vez su actitud estaba siendo preocupante. O bueno, para sus amigos lo era.
ㅡ¿Becky?ㅡvolvió a insistir Heng tomándole del hombro para tener su atención.
ㅡ¿Acaso no vieron que chocó conmigo?ㅡrespondió con enojo, lo que provocó que sus amigos volvieran a mirarse entre sí con interrogantes en sus rostros.
Los tres se encogieron de hombros.
ㅡSí, lo vimos, pero fue un accidente. No fue razón para que actuaras asíㅡRichie tomó la palabra esta vez colocándose frente a Rebecca.
ㅡPero me golpeóㅡsu voz fue haciéndose pequeña y apenas perceptible.
ㅡDe igual forma—le restó importancia—, ya se disculpó contigoㅡBabe le sonrió dándole una palmadita en el hombro, pero la mayor bajó la cabeza apoyándose de espaldas al casillero, su semblante era triste y cabizbajo.
Los demás se preocuparon, acercándose a ella para tratar de comprender lo que le sucedía.
ㅡ¿Becky, te encuentras bien?ㅡHeng preguntó.
La chica no dijo nada y pocos segundos después sólo se limitó a negar con la cabeza para luego sorber por la nariz preocupando aún más a sus amigos.
Babe vio una lágrima solitaria deslizarse por su mejilla para luego ser eliminada con rapidez.
ㅡ¿Estás llorando?ㅡse atrevió a preguntarㅡ. ¿Por qué lloras?
ㅡNo estoy llorandoㅡlevantó finalmente la cabeza, esquivando el contacto visual con los otros. Sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas.
ㅡSí estás llorandoㅡlo señaló entonces Babe, afirmando el hechoㅡ. No mientas.
ㅡBecky, dinos que pasa ¿si? Estamos preocupados por ti ¿ocurrió algo malo? ㅡRichie preguntó queriendo sonar lo más tranquilo posible.
Becky parecía pasar por un mal momento y no quería empeorar las cosas para ella.
ㅡEs complicado...ㅡdijo y se llevó las manos al rostro con frustraciónㅡ. No sé cómo explicarles.
ㅡ¿Qué cosa?
ㅡBesé a Freenㅡconfesóㅡ. Y ahora me ignora.
ㅡ¡¿Qué?! ㅡel grito de Babe resonó por todo el pasillo llamando la atención de muchos.
Heng rodó los ojos por la reacción del menor, y Richie le dio un golpe en el hombro para que a la próxima aprendiera a controlar sus emociones.
ㅡ¿Por ella estás así? ㅡcuestionó Richie. Becky asintió levemente al saber a quién se referíaㅡ. Esa chica te hace mal querida.
ㅡNo digas tonterías, Richie ㅡHeng hablóㅡ. Sea lo que sea deben hablar y resolver lo que sea que haya sucedido entre ustedes ㅡesta vez se dirigió a Beckyㅡ. No puedes seguir comportándote como una niña pequeña Becky, tienes casi veinte años.
ㅡLo sé —dijo—. Pero ella se aleja de mi cada vez que quiero acercarme y no quiero obligarla a hablar conmigo.
ㅡEntonces déjalo ㅡsimplificó Richard.
ㅡ¡Richie! ㅡlo regañó Babe dándole un golpe en el hombro, aprovechándose del momento para devolverle el golpeㅡ. No estás ayudando en nada.
ㅡBueno, lo siento.
ㅡDe seguro está avergonzada ㅡHeng volvió a hablarㅡ. No la conozco mucho, pero con lo poco que sé sobre ella estoy seguro de que es una buena persona.
ㅡ¿Eso crees? ㅡpreguntó la inglesa.
ㅡEstoy seguro ㅡle sonrióㅡ. Sólo deben hablar y resolver sus problemas como personas razonables.
ㅡEstá bien. Trataré de hablar con ella.
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Becky escuchó el sonido tan familiar de la puerta principal siendo abierta por lo que dejó a un lado lo que hacía y se giró viendo a Freen caminar despreocupada, pero cuando sus ojos hicieron contacto visual la pelirroja casi sale corriendo, otra vez.
La castaña apenas y tuvo tiempo de abrir la boca pero antes de mencionar alguna palabra Freen ya se había encerrado en su habitación en menos de un parpadeo dejándola sola.
Triste y un poco decepcionada volvió a su labor de cortar verduras, tratando inútilmente de alejar a la pelirroja y su rechazo de su mente.
La tailandesa por su parte quería llorar, pero no lo hizo. Un sentimiento desagradable se instaló en su pecho al haber actuado de esa manera, Becky no tenía la culpa de nada. Nadie realmente la tenía, pero su miedo por aquello que sentía por la mayor era tan grande que no se daba cuenta del daño que se causaban ambas.
Freen nunca se había enamorado. Y mucho menos Becky. Las dos eran nuevas en eso pero no iban a poder evitarlo toda la vida.
Siempre había una primera vez para todo. Tarde o temprano el momento llegaba.
Sintió una lágrima traicionera deslizarse sobre su mejilla por lo que rápidamente llevó sus manos en su rostro, eliminando cualquier rastro de tristeza.
Se forzó a sí misma a sonreír y se dispuso a darse una ducha. Y ya luego hablaría con Becky, debía hacerlo.
Cuando estuvo completamente lista salió de su habitación para dirigirse a la cocina en donde encontró a la mayor sentada en una silla revolviendo sin ganas la comida en su plato.
ㅡPhi ㅡla llamó apenas audible
Rebecca levantó la cabeza de inmediato al escuchar la tan conocida voz de la pelirroja.
ㅡFreen ㅡse levantó de su asiento cuando la vio, y no tardó en acercarse rápidamente a ellaㅡ. ¿Qué ocurre? ¿Estás bien?
La menor sonrió ligeramente. Becky era tan lindo con ella.
ㅡEstoy bien, phi ㅡla tranquilizóㅡ. Pero, quiero hablar contigo ㅡla tranquilidad que había abordado a Becky se esfumó de un momento a otro.
ㅡ¿D-De qué quieres hablar? ㅡpreguntó tragando saliva pesadamente.
Freen bajó la cabeza mirando sus pies. Se estaba poniendo muy nerviosa. No podía hablar si Becky la miraba tan fijamente, hasta sentía sus piernas temblar.
ㅡY-Yo, bueno... ㅡbalbuceó con torpeza jugueteando con sus deditosㅡ. Yo quería disculparme —dijo finalmente. Prosiguió antes de que la inglesa dijera algo—. Quería disculparme por evitarlo estos días.
—Freen, no... —La menor lo interrumpió.
—No tengo una razón coherente del porqué hice lo que hice, supongo que me superó todo lo que pasó esa noche —Becky escuchó atentamente, notaba lo nerviosa que estaba y lo mucho que le costaba expresarse—. Creo que fui un poco tonta, y-yo sólo quiero disculparme.
Becky sonrió ligeramente, por un momento guardó silencio y poco después Freen levantó la mirada, sus ojos hicieron contacto.
—No tienes que disculparte —le dijo—. Perdóname tu a mí por haberte besado, no debí hacerlo.
Freen parpadeo varias veces, confundida—. A mí... a mí me gustó que lo hicieras —y apartó nuevamente la mirada. Sus mejillas para ese momento debían estar muy rojas.
A Rebecca Armstrong le gustó escuchar aquello salir de los labios de Freen, pero entonces decidió jugar con poco con ella.
ㅡ¿Por qué no me miras, Freen? ㅡdijo la mayorㅡ. Mírame ㅡluego sintió los dedos contrarios contra su mejilla, bajando luego lentamente a su barbilla para que levantara la mirada.
Cuando sus ojos hicieron contacto como por décima vez, Becky sonrió brindándole tranquilidad para que así ya no estuviera nerviosa.
Los ojos de la menor se movieron en todas direcciones, admirando cada pequeño detalle de su compañera. Desde el tierno lunar bajo sus labios hasta la cicatriz en uno de sus pómulos, viéndose en ella muy adorable y único.
Becky se perdió en sus ojos. Tan profundos que no le importaba perderse en ellos por toda su vida. Sus ojos bajaron entonces hasta los labios de la pelirroja, apreciando tontamente cómo la menor se los remojaba en una clara señal del nerviosismo, que sabía, le generaba.
Becky iba a decir algo, pero se quedó estática en su lugar cuando fugazmente unos suaves labios hicieron presión sobre los suyos.
Estaba sorprendida, mucho en realidad. Nunca hubiera imaginado que Freen tendría la suficiente valentía para darle un beso, y ahora se dio cuenta de que la había subestimado.
Clavó su mirada en la pelirroja que se cubría el rostro con ambas de sus manos.
ㅡFreen...
ㅡPerdón ㅡla escuchó murmurar.
ㅡNo te disculpes por eso ㅡsonrió alzando su mano para apartar las de la menor y así poder ver su rostroㅡ. Está bien. Me gustó que lo hicieras.
ㅡ¿E-En serio?
ㅡSí ㅡasintióㅡ. De hecho, quiero que lo vuelvas a hacer.
Las mejillas de Freen se tiñeron de un adorable color rojo intenso. Becky pensó que no la volvería a besar, pero se dio nuevamente cuenta de que estaba equivocada.
Freen se acercó un paso más, poniéndose de puntitas para acercarse al rostro de su phi y presionar así sus labios con los contrarios fugazmente. Pero Becky tenía otros planes, por lo que al sentir los labios de la pelirroja llevó una de sus manos a la nuca de Sarocha y otra a su cintura, acercándola más a su cuerpo.
La castaña besó su labio inferior con fervor, había extrañado tanto sentir esos labios. Sonrió en medio del beso cuando las delgadas manos de la tailandesa se empuñaron en su playera por lo que en respuesta presionó ligeramente su cintura.
Becky fue la primera en separarse, dejando un último beso en su frente para luego estrecharla entre sus brazos con cariño.
ㅡLo siento ㅡdijo Freen con su mejilla presionada en el pecho de Becky
ㅡ¿Por?
ㅡPor ignorarte todos estos días ㅡaclaró, disculpándose de nuevo—. Perdón si te hice sentir mal en algún momento.
Becky suspiró aliviada
ㅡEstá bien, no te preocupes más por eso ㅡla tranquilizó apartándola sólo un poco para poder apreciar su hermoso rostro—. Ahora estamos bien.
ㅡSí, lo estamos ㅡdijo con una sonrisa.
Con esas últimas palabras Becky le sonrió con calidez, atrayéndola a su cuerpo de nuevo para dar inicio así a otro beso.
Y de esa forma siguieron toda la noche.
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