xxix. COSQUILLAS.
RUDE.
( LIBRO DOS. )
Jesy soltó un bufido nuevamente mientras ella y los demás veían a Harry dar vueltas sin parar, inquieto.
—¡Styles cálmate! —exclama—. ¡Ella estará bien! Niall dijo que nos llamaría si nos necesitaba, por favor solo... —la pelirroja fue interrumpida por la canción Lego House de Ed Sheeran, proveniente del teléfono del rizado, este lo sacó de inmediato, al leer "La Divaza" supo de inmediato que era Niall, ya que él siempre toma su teléfono sin su permiso.
—¡Niall! —exclama al contestar recibiendo un quejido al otro lado de la línea.
—¡No grites! —Lo regaña en susurro—. Mira, te necesito aquí en casa, más bien, Jade te necesita —eso hizo que su corazón se acelerara con fuerza, preocupándose.
—¿Tan mal está? —susurra, triste. Se oyó un suspiro al otro lado de la línea.
—No quiere abrirme, no para de llorar y enserio me preocupa, ¿puedes dejar de preguntar y venir a casa? Me estoy asustando.
—Ya voy para allá, estamos en el parque a unas cuadras de tu casa, llámame por si pasa algo.
—No tardes —colgó y miró a los demás quienes tenían expresión preocupada, miré a Louis quien había caminado hasta mí.
—Ve —dicho eso, Harry comenzó a correr en dirección a la casa de los Horan Thirlwall Badwi.
(...)
Harry miró a Niall al momento que se había parado enfrente de la puerta de la castaña, donde se podían escuchar leves sollozos desde afuera, él soltó un suspiro y se apegó silenciosamente a la puerta. Dio tres suaves golpes—. ¿Jade? —Ella soltó un sollozo—. Hermosa, ábreme. Sabes que para mí lo peor en el mundo es que llores —no obtuvo respuesta—. Pequeña —insistió.
—Está abierto —escuchó su voz en susurro, haciendo que su corazón se encogiera más. Le mandó una última mirada a Niall y entró en silencio, sonrió a medias al ver el bulto en la cama de Jade, escondida dejando escapar varios sollozos.
Él se acercó a la cama con pesadez, al llegar se sentó a su lado—. Jade —la llamó tratando de descubrirla de la manta—. Hermosa —ríe aun intentando. Segundos después se cansó haciendo que soltara un bufido—. No me hagas llamar al Sr. Cosquillas, sé que lo recuerdas —se escuchó una ligera risa por lo que él sonrió—. Me pareció ver a una pequeña chica por aquí algo triste —dice con voz extraña mientras metía sus manos dentro de la manta—. Y... ¡Aquí está! —al conseguirla comenzó a hacerle cosquillas recibiendo miles de risas de parte de la castaña.
De un momento a otro, el rizado ya se encontraba tumbado a su lado riendo, con ella entre sus brazos. Segundos después al parar de reír se quedaron mirándose a los ojos. Harry notó que ella jugaba con sus rizos, rodeando su cuello con sus brazos, así que comenzó a acariciar su cintura con la punta de sus dedos.
Jade bajo su mirada sonrojándose, ya que ella estaba con su espalda apegada a la pared con el brazo derecho de Harry a un lado de ella, y el brazo izquierdo, estaba acariciando con sus dedos su cintura.
—Está bien —susurró Jade, luego lo miró—. Pero eso me da cosquillas —río sonrojándose más. Harry bajo la mirada a la cintura de la chica y retiro su mano de inmediato sonrojándose pero más que ella, luego cubrió su rostro con sus manos haciendo que Jade riera.
—¡Para de reír! —exclamó Harry avergonzado a lo que sus risas aumentaron—. Me haces ver como tonto —Jade sonrió retirando las manos de él con cuidando dejando a su vista sus mejillas sonrojadas.
—No te vez tonto —se miraron—. Te ves lindo.
Una ultima lagrima recorrió la mejilla de la castaña, este sin dejar de acariciarla, la secó con su mano libre—. No llores, sabes que odio que lo... —ella posó uno de sus dedos sobre los labios de él.
—Yo lloro por él, porque él medio un poco de amor cuando lo necesitaba —eso hizo sentir mal al rizado—. Pero tú me alegras mas en un día, que él en dos años.
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