RUDE.
( LIBRO DOS. )

Harry sonrió débilmente vendo a su madre acercarse a él con el papel que contenía sus notas en sus manos.

—¿Y bien? —Habló en un tono juguetón, pero el cansancio era fácil de notar. Trataba de parecer lo mejor posible enfrente de su madre, no quería preocuparla por su estado, ya que aún así supiera que ella sabía su malestar, quería fingir no notarlo.

Anne sonrió ampliamente apartando la vista de la hoja, Harry alzó ambas cejas aún sonriendo débilmente, lo que le causo ternura a su madre—. Lo lograste, cielo, felicidades —exclamó poniéndose de puntillas para alcanzarlo y abrazarlo, este correspondió su abrazo.

—¿Crees que haya entrado a la universidad? —Cuestionó con un poco de inseguridad, rascando su nuca. Anne ríe tendiéndole sus calificaciones, sonriente.

—Hijo, a pesar de aquella nota que me mostraste el otro día, tu promedio es muy bueno, te aseguro que entrarás a la universidad —Harry despegó la vista de lo papel y la alzó para contestarle a su madre, pero apenas pronunció una sílaba, ya que su garganta se cerró completamente al ver una cabellera castaña a metros de él.

Su cabello ahora de su color natural estaba atado en una coleta alta, traía su amado parka puesto junto con un short y un top blanco, su mirada estaba clavada en el suelo y su expresión estaba destrozada, caminaba a paso apresurado para —según Harry suponía— buscar sus calificaciones, no venía sola, Niall iba a su lado con su brazo en los hombros de la castaña y le susurraba algo, pero esta solo le respondía sin mover casi sus labios.

—Uh, mamá. —Apenas pudo llamarla, ambos se miraron—. ¿Podemos irnos? —el tono que usó hizo que Anne entendiera lo que ocurría, así comenzó a mirar a todos lados buscando a Jade, al encontrarla, sus labios formaron una ligera sonrisa.

—Harry...

—Por favor —la interrumpió en una suplica, su madre suspiró.

—No puedes escapar de esto toda tu vida, tanto como todos tú quieres volver a estar con Jade, todos quieren que vuelvan a estar juntos, cielo, por favor ve —él niega apartando la mirada.

—Debe de estar enojada conmi...

—¡No lo está! —Harry calló y la miró atento y algo sorprendido—. No quieres escucharnos, ella no esta enojada contigo, Harry, solo esta confundida por todo lo que ha pasado cuando para ella no ha pasado.

—¿Has hablado con ella? —ella asiente con media sonrisa.

—Está muy confundida, es todo, y la entiendo, es como si te duermes hoy y al despertar estas en el año 2019 —acarició el brazo del rizado—. Ve a hablar con ella, cielo —ambos se miraron—. Los dos lo necesitan.

(...)

El timbre sonó por toda la casa Horan-Thrilwall-Badwi, Niall se encontraba tomando una ducha, Norma y Phil se encontraban en el trabajo y Jade estaba tranquilamente viendo la serie que Niall le había dicho que ella amaba, pero obviamente ella no recordaba haberla visto en ningún momento, así que comenzó a verla.

—¡Yo voy! —Escuchó a su hermano, segundos después el rubio bajó las escaleras ya vestido con su cabello mojado, corrió a la puerta y fue a ver quién era, mientras Jade seguía viendo Game of Thrones con atención.

Tomó una cucharada de su helado y la llevó a su boca tratando de ignorar las voces que venían de la entrada, sus ojos le ardían, ya que siempre que Harry venía a su mente, no podía evitar llorar, lo quería de vuelta, pero no sabía si ella debía ir a verlo, por suerte su hermano le habló de esta serie y eso lograba mantener su mente alejada del tema, le gustaba tanto eso que ya iba por la cuarta temporada.

—Jade... —Despegó la mirada del televisor encontrándose con Niall en la entrada de la sala, segundos después apareció Harry a su lado, con una expresión similar a la de ella.

La castaña se levantó lentamente dejando todo lo que tenía en manos en el sofá, ambos conectaron sus miradas aún sin decir una sola palabra, los ojos de Jade se cristalizaron al ver su estado, sin poder soportarlo, corrió hacia él decidida a abrazarlo, este al notarlo abrió sus brazos y la abrazó con fuerza, alzándola un poco.

Y por primera vez en mucho tiempo, Harry sintió como todo en su vida tenía sentido, ya tenía todo lo que necesitaba, todo el dolor para llegar ahí, valió la pena.