lix. IGUAL.
RUDE.
( LIBRO DOS. )
— X es igual a... — Harry murmuraba para si mismo viendo el cuaderno frente a él, gruñó frustrado tomando el cuaderno y metiéndolo en su mochila al no saber la respuesta, se levantó del pequeño sofá y fue a sentarse a la silla junto a Jade con su libreta en mano.
Eran las siete de la noche y se encontraba haciendo las tareas de ese día, ya iba a terminar pero llevaba más de dos horas haciendo todos los temas así que decidió sentarse junto a Jade y terminar algunas de las canciones que tenía en su libreta de cuero, el cual llevaba a todos lados.
— Poopey, escucha esto, es una canción que llevo hace tiempo, aunque aún no la he terminado pero espero que te guste lo que llevo — se aclaró la garganta mientras se acomodaba en su lugar, tomó la mano de la chica y comenzó a cantar bajo, pero suficientemente alto como para que la chica escuchara. — Loving can hurt, loving can hurt sometimes, but is the only thing that I know — sonrió ligeramente apretando su mano. — And when it gets hard, you know that it can get hard sometimes, it is the only thing that makes us feel alive — esa canción iba dedicada a su ya perdida inocente Jade, ya que cada palabra escrita, le recordaba a ella. — We keep this love in a photograph, we made these memories for ourselves, where our eyes are never closing , hearts are never broken and times are forever frozen still — un tembloroso suspiro salió de sus labios, quería parar de llorar, y ni siquiera había comenzado su llanto. — So you can keep me inside the pocket, of your ripped jeans, holding me closer till our eyes meet, you won't ever be alone, wait for me to come home.
Recostó su cabeza en sus manos entrelazadas sintiendo los ojos arder, esta vez no era por lágrimas, sino por sueño, ese día no durmió ya que Jade se la pasó hablando dormida en susurros, y él no quiso dormir ya que podía despertar en cualquier momento. Se levantó de la silla mientras arrastraba los pies hasta el sofá para luego guardar su libreta en su mochila, tomó su manta y su almohada y volvió a su silla, se cubrió con la manta y comenzó a ver detalladamente el rostro de Jade ya con la almohada detrás de su cabeza, su novia era tan hermosa que parecía irreal, sus labios no tan gruesos ni tan delgados, su color rosado no podía ser visto a causa de la palidez que traía sus labios fríos, sus pestañas eran algo largas y un poco caídas, pero seguían siendo perfectas para Harry, sus ojos cafés —que no pueden ser vistos— eran tan hermosos con su hermoso brillo siempre presente, llenos de curiosidad y alegría, él amaba la forma en que traía su cabello, rizado o lacio, le daba igual, cada uno de sus cabellos eran perfectos para él, ella siempre seguirá siendo la chica más hermosa ante sus ojos.
Al rato, el sueño comenzó a invadirlo, y sin darse cuenta, ya había caído en sueño quedándose inmóvil, sosteniendo la mano de la chica. Sin darse cuenta, su mano fue apretada ligeramente.
— ¿Hazz?
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