RUDE.
( LIBRO DOS. )

— ¡Hazz, Pezz, Zaynie! — exclama Jade saltando por el pasillo dirigiéndose a sus amigos y su novio quienes voltearon sonrientes al oír la voz de la castaña que siempre les regalaba una sonrisa.

Perrie ríe enternecida al ver como Harry se acerca a ella y la envuelve en sus brazos besando su cabeza, Zayn bufa haciendo que la rubia golpeara su hombro. — No seas... — bajó la mirada buscando una palabra mientras el moreno la miraba con una ceja alzada. — Puto — cubrió su boca con sus manos al recordar que Jade se encontraba presente.

— Pezz — alarga la rizada frunciendo el ceño mientras un puchero se dibujaba en sus labios, la rubia sonrió apenada mientras que ella se cruzaba de brazos. — No debes decir groserías — Perrie rodó los ojos divertida. Harry sonrió tontamente viéndola, la chica de ojos azules sonrió al notar como el rizado miraba a Jade. — Una vez Zayn... — el moreno abrió sus ojos como platos, comenzó a hacerle ceñas a la castaña para que no hablara pero ella no lo notó y siguió mirando a la rubia fijamente mientras Harry aún tenia la vista en ella. — Comenzó a cantar un rap pero era de muchas groserías y Louis se reía porque yo me puse a llorar y Zayn dijo que no te dijera pero... — frunció el ceño al darse cuenta, Perrie rió mirándola con ternura. — ¡Ouh! Lo dije sin querer, Zayno — se acerca a él para abrazarlo, zafándose de los brazos de Harry provocando que este frunciera el ceño.

Perrie se acercó a él mientras Zayn y Jade hablaban dirigiéndose a la cafetería dejándolos atrás. — ¿Cómo te fue anoche? — la rubia había ayudado al rizado con la cena para poder pedirle a Jade que sea su novia, Harry arrugó la nariz.

— No muy bien, todo fue un desastre anoche, el auto se averió a mitad de la carretera, las calles estaban solas. Pero cuando me bajé Jade bajó también y yo estaba a punto de llorar pero ella me tranquilizó, se lo pedí ahí mismo y... — sonrió mirando al suelo recordando la reacción de su novia. — Comenzó a llorar, saltó, se colgó de mi, besó todo mi rostro — Perrie lo codeó con una sonrisa, este despegó la vista del suelo a mirarla confundido. — ¿Qué pasa?

— No debo pedirte que cuides a Jade, sé que lo harás y muy bien — el rizado sonrió ampliamente. — Cuando estaba hablando tú la mirabas sonriendo como si fuera tu mundo entero — las mejillas del chico enrojecieron provocando una risa de Perrie.

— Lo es, enserio lo es. Te prometo que no te defraudaré, ni a ti ni a Zayn, y si llego a hacerlo lo arreglaré como pueda — la rubia alza una ceja pasando su brazo como pudo sobre los hombros de Harry, ya que era muy alto.

— Tranquilo, que si lo haces te golpearé un poco y luego te ayudaré — ambos chocaron puños mientras trataban de alcanzar a sus parejas.

Perrie sonrió cuando ese recuerdo llegó a su mente, con esa sonrisa en sus labios se adentró a la escuela, ayer no pudo asistir ya que su madre estaba enferma y había decidido quedarse a cuidarla.

No pudo pasar nada malo, ¿no?