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OO7 | Bipolar.


HyunJin ya se encontraba despierto a las seis de la mañana, para así poder tener todo listo antes de ir a la universidad, ya que Felix y él prácticamente pasaban la mayor parte del día allí, viendo series y muchas películas.

Preparó también el desayuno, y luego aprovechó de darse una larga ducha de agua fría, necesitaba relajarse. Le esperaba un día muy largo de estudios y de entrenamiento.

Cuando terminó de alistarse, salió de su habitación en dirección a la cocina, pero eliminó sus planes cuando pasó frente a la habitación de Felix que aún seguía cerrada y ya eran poco más de las siete de la mañana.

La clases comenzaban a las ocho.

Debió de haber apagado el televisor anoche cuando fue a dormirse y no dejar sólo a Felix viendo películas hasta altas horas de la noche.

Con un poco de duda se acercó y golpeó con sus nudillos la superficie de madera, pero nadie respondió del otro lado.

Soltando un suspiró volvió a golpear, esta vez un poco fuerte que la primera vez, pero nada. Resignado optó por abrir la puerta, encontrándose con una escena que por lejos podría describir simplemente con la palabra "linda".

El rubio se encontraba boca abajo, con la boca ligeramente abierta. Una mano colgaba fuera de la cama, y una de sus piernas flexionadas mientras que la otra estaba completamente estirada, la manta blanca que debía estar cubriéndolo, se encontraba en el suelo, toda arrugada.

HyunJin no pudo evitar sonreír, aquella imagen del rubio durmiendo plácidamente hizo que su corazón se sintiera cálido.

Un sentimiento de tristeza lo invadió al recordar que debía despertarlo para ir a la universidad.

Se acercó sin mucho más hasta la cama, sentándose en el borde de esta cerca del rostro del contrario, que por estar de lado, presionaba su mejilla contra la blanda superficie, haciendo que sus labios estuvieran fruncidos.

‐Vamos, HyunJin. Solo despiértalo -se ánimo, pero cuando levantó la mano para moverlo, el chico se removió, estirándose.

HyunJin se quedó congelado, con la mano alzada y con la boca levemente abierta cuando pequeña parte de la piel del estómago de Felix quedó al descubierto cuando este se removió quedando boca arriba.

Soltó un suspiro. ¿Por qué es tan difícil?.

Quizás porque Felix se veía tan lindo durmiendo, que a cualquiera le daría pena despertarlo.

-Felix...

Llamó suavemente, pero este no se movió.

-Lix...

Volvió a llamar, llevando una de sus manos al hombro del chico para moverlo un poco.

-Felix.

Habló más fuerte, haciendo más presión sobre el hombro del rubio para zarandearlo con un poco más de fuerza.

Eso pareció funcionar, porque el chico se comenzó a remover sin abrir los ojos, y antes de que se acomodará para volver a dormir, el pelinegro lo volvió a zarandear consiguiendo esta vez que los ojos azules del rubio chocaran con los suyos.

-¿Hyung? -una voz suavecita acarició sus oídos, Felix estaba visiblemente confundido al verlo ahí.

-Sí, soy yo -dijo con una sonrisa, ayudando al chico a que se incorporará en la cama, sentándose y tallándose los ojitos -. Vamos, levántate, son pasadas las siete -avisó.

Felix asintió chiquito sin ser del todo consciente de lo que el mayor le estaba diciendo. Volvió a cerrar con lentitud sus ojos, las ganas de dormir pudiendo con él.

-No, no, no. No te vuelvas a dormir -lloriqueó el pelinegro poniéndose de pie, y tirando de los pies al menor para dejarlo sentado en el bordillo de la cama. Por el movimiento el rubio volvió a abrir sus ojos, mirando al más grande con confusión.

-¿Qué hace, Hyung? -preguntó cuando este lo rodeó entre sus brazos y lo elevó, dirigiéndose con él fuera de la habitación y llevándolo al cuarto de baño.

-Quédate aquí le dijo, dejándolo frente a la puerta. No te muevas, voy a traer algunas cosas -dijo, volviendo a entrar en la habitación del rubio.

Felix se quedó quieto, sin moverse, como se lo había dicho el pelinegro, tambaleándose de vez en cuando tallando sus ojos en el proceso. Bostezo más de una vez.

HyunJin no tardó en aparecer nuevamente, trayendo consigo ropa. Una vez estuvo frente a él se lo tendió.

-Toma -dijo. Felix aún confundido y más dormido que despierto lo agarro-. Ve a darte una ducha, yo voy a terminar de preparar el desayuno, ¿bien? -el rubio asintió girando sobre sus talones para abrir la puerta del baño. -Y no te vuelvas a dormir, sino llegaremos tarde a la universidad - HyunJin le dijo antes de que cerrara la puerta.

El rubio se tallo con más fuerza los ojos cuando se vió sólo en el cuarto de baño, y al parecer lo último que dijo el pelinegro lo termino de despertar.

-¡Chispas! -jadeó comenzando a sacarse

el pijama para luego adentrarse a la ducha, lloriqueando por largos segundos al sentir el agua muy fría caer por su cuerpo.

HyunJin por otro lado se apresuró en volver a la cocina, para terminar de preparar el desayuno antes de que el rubio estuviera listo.

No pasaron más de treinta minutos y Felix apareció por el pasillo completamente aseado y muy bonito, como todos los días. HyunJin sonrió una vez que el chico se acercó a la isla de la cocina, subiéndose como podía sobre las sillas altas viendo al mayor.

-¿Qué haces? -quiso saber cuando el mayor le dió la espalda para seguir con lo que hacía hace unos momentos.

HyunJin no respondió, sin embargo, se giró para acercarse al menor, dejando un plato con tostadas y huevos frente a él, junto con una taza de café negro.

Felix no tardó en fruncir el ceño.

-Hyung... este, yo...

-¿No te gusta? -preguntó HyunJin con preocupación alargando la mano para tomar el plato-. Voy a prepararte otra cosa, solo dame unos minutos y voy a...

Felix lo interrumpió agarrándolo de la mano con tanta suavidad que el pelinegro chilló internamente. HyunJin alejó su mano, pero el rubio no tenía intenciones de soltarlo.

Debía hacerlo, de lo contrario HyunJin creía que se le saldría el corazón de lo rápido que latía.

-No, hyung, está bien -tranquilizó, mirándolo directamente a los ojos-. Es solo que no me gusta el café -aquello último lo dijo casi en un susurró, como si lo avergonzara confesar aquello.

-¿No te gusta el café? -inquirió con una ceja alzada.

Felix negó quedito en su lugar dejando libre la mano del pelinegro, quien sin pensarlo mucho le revolvió los cabellos haciendo que el rubio lo mirase de vuelta.

-¿Solo eso? -el rubio volvió a asentir Está bien, haré una nota de eso.- Voy a prepararte un jugo de naranja, ¿eso está bien?

-Sí, pero deja lo preparó yo -dijo el rubio, bajando de un saltito de la silla alta, acercándose al mayor quien moría de ternura por cada pequeña e insignificante cosa que el rubio decía o hacía.

-No tengo problema en hacerlo- HyunJin le dijo con sinceridad cuando el pequeño paso detrás de él en dirección al refrigerador, decidido en hacerlo.

-Pero yo quiero hacerlo -abultó sus labios, viéndolo esta vez con una naranja en manos.

-De acuerdo -suspiró rendido, dirigiéndose esta vez él hacia las sillas altas, comenzando a degustar su desayuno mientras veía atentamente al menor moverse de un lado a otro. Ten cuidado de eso, está muy afilado -le dijo cuando lo vió agarrar un cuchillo muy afilado.

-Sé cuidarme sólo -balbuceó a penas el rubio. Pero HyunJin lo entendió a la perfección, pero no dijo nada más.

Estuvo atento a cada movimiento del menor como por cinco minutos hasta que terminó de preparar su jugo, a lo que Felix volvió a las sillas altas y con mucho esfuerzo se subió en una de ellas.

HyunJin lo felicitó por haber hecho un buen trabajo, por lo que el menor respondió con fingido desinterés.

-¿Hace unos días dijiste que no lo soportas y ahora lo traes a la universidad? -la voz de JeonGin llamó la atención de HyunJin quien se despedía de Felix y lo veía alejarse poco a poco.

Una vez que el rubio desapareció de su campo de visión, HyunJin se giró encarando a sus amigos. HyunJin mantenía una enorme sonrisa en el rostro, tan grande que asustaría a cualquiera que no lo conociera y lo viera en ese estado.

-Quien te viera, HyunJin... -se burló de él Chan.

Automáticamente el mencionado borró la sonrisa que tenía, para cambiarla por una expresión de molestia, volviendo a ser el mismo HyunJin de antes.

-Esto se queda entre nosotros, ¿vale? -el pelinegro los señaló con el dedo índice, como advirtiéndoles que si decían algo les iba a ir mal.

-A veces de verdad me da miedo- MinHo dijo viendo al pelinegro alejarse a su próxima clase.

Sus otros dos amigos simplemente asintieron de acuerdo, sin imaginar aún la razón del porqué HyunJin cambiaba de personalidad cada que le diera la gana.

Maldito bipolar.

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