OO1 | Universidad.
-¿Estás seguro de que es aquí?
Felix preguntó echándole un vistazo al panorama frente a él, a lo lejos varios edificios lujosos se alzaban hasta lo más alto. Su hermano, quien iba al lado suyo, también observó todo a su alrededor, desde la ruta principal a unas cuadras hasta los complejos de departamentos, que suponía, era endonde se hospedaban los alumnos.
El lugar le traía muchos recuerdos de cuando, en su momento, asistió a la universidad, a pesar de que esta estuviera ahora completamente restaurada y más moderna. Casi irreconocible.
-¿A caso dudas de tu hermano, Felixie?-bromeó haciendo así reír almenor, quien sólo se encogió de hombros sin darle mucha importancia-. Vamos, tengo que entregarle esto al director.
El menor sujetó la mano del más grande cuando este se la tendió. Caminó junto a su hermano, más absorto en analizar todo el inmenso campus, desde lo más mínimo e insignificante hasta lo más asombroso que sus bonitos ojos azules llegaban a percibir.
Tropezó torpemente un par de veces con sus propios pies al no estar pendiente de su camino por lo que recibió, obviamente, varios regaños por parte del mayor, que con cautela buscaba el edificio en donde debía estar la oficina del director. Hasta que finalmente lo encontró como media hora después.
El campus era muy grande, y fácilmente podían perderse ya que no conocían bien el sitio y habían rechazado la oferta de unos de los trabajadores del lugar que se había ofrecido a llevarlos.
-Disculpa-la voz de ChangBin hizo al rubio mirar al frente, encontrándose con su hermano junto con una mujer que parecía mayor-. La oficina del director Jo Hanchul ¿Dónde se encuentra?-preguntó.
-En el séptimo piso, en la puerta está escrito su nombre con un pequeño letrero-indicó amablemente la mujer-. Pueden ir por las escaleras, pero les recomiendo que usen el ascensor-les sugirió señalando detrás de ellos, ambos hermanos sevoltearon y vieron el ascensor a unos pocos pasos de ellos.
-Ahm, de acuerdo. Muchas gracias-agradeció el pelinegro con un tono de voz dudoso, haciendo una leve reverencia luego. Felix hizo lo mismo.
-No es nada-sonrió la mujer mayor, volviendo a retomar su camino alejándose de los menores.
Una vez que la mujer desapareció del campo visual de ambos hermanos, el rubio comenzó a tironear del bordillo de la camiseta del más grande insistentemente, llamando la tención.
-No quiero ir en el ascensor-se apresuró Felix en decir antes que el contrario dijera algo cuando se giró a verlo.
-¿Prefieres subir las escaleras hasta el séptimo piso?-preguntó sarcásticamente viendo a su hermano jugueteando ahora con sus largos dedos, creyendo mentalmente que el menor no elegiría las escaleras.
-Sí-con los labios fruncidos respondió.
-No puedo creerlo, Lix-bufó ChangBin, cruzándose de brazos-. ¿Aún le tienes miedo a los ascensores?-cuestinó con una ceja alzada-. Te recuerdo que en tu edificio también hay, y varios, y si no te acostumbras tendrás que subir y bajar las escaleras todo el día-trató de hacerlo recapacitar.
Pero no lo consiguió.
-Podre ejercitar mis piernitas-fue lo que dijo el menor, elevando una de sus piernas como si nada de forma alegre, restándole importancia a lo que su hermano había dicho momentos atrás.
-No importa, no tienes remedio-suspiró ChangBin y con resignación comenzó acaminar en dirección a las escaleras deteniéndose antes de poner un pie en el primer escalón para mirar directamenteal rubio quien se había quedado atrás-.¿Vienés o no?.
-¡Sí!-Felix reaccionó y rápidamente corrió hacia el más alto para luego subirlas escaleras juntos. Hasta llegar al séptimopiso.
ChangBin pensaba en qué clase de hechizo le habría lanzado Felix como para no poder ser capaz de negarse a cumplir sus caprichos, mientras que Felix pensa baque tenía al mejor hermano mayor de todo el mundo. Sólo por cumplir sus caprichos, claro.
-Hyung, ¿estás enfadado?-preguntó repentinamente el menor, provocando que los pasos del mayor se detuvieran.
-¿Por qué estaría enfadado? -cuestionó, mirándolo con ternura.
-Porque no quise ir en ascensor -bajó la mirada apenado-. Sé que es ridículo el temor que tengo hacia ellas, pero no puedoevitar pensar...
ChangBin lo interrumpió rápidamente.
-Lo entiendo, Lix-le dijo, bajando un escalón para estar más cerca de él-. Solo estaba tratando de molestarte. Sabes que no me enfadaría contigo por eso-el menor sonrió ante sus palabras-. Ahora vamos, que estamos llegando tarde. Vamos, apresurate -le dijo haciendo un gesto rápido con sus manos para luego subir nuevamente las escaleras.
Definitivamente para Felix, ChangBin era su persona favorita.
Luego de un par de minutos llegaron hasta el séptimo piso, Felix, aún lleno de energía, jaló del brazo a su hermano para que se apresurara cuando visualizó al fondo del pasillo la puerta con el pequeño letrero en donde estaba escrito el nombre del director en letras grandes.
El pelinegro estaba muerto del cansancio, sentía sus piernas temblar como si hubiera estado corriendo una maratón hace doce horas. Subieron como doscientos escalones, y... ¡Dios!. Ahora sentía que sus piernas estaban hechas de gelatina y no de carne y hueso.
-¡Hyung, date prisa!-Felix dió pequeños saltitos en su lugar esperando por el mayor que no se movía, aferrado a la barandilla.
ChangBin extendió una mano frente al menor, frenando lo que sería uno de sus tan conocidos berrinches. Felix se cruzó de brazos haciendo un puchero.
-Dame un momento de respiro, por favor-suplicó el mayor irguiéndose de a poco, tratando de regular su respiración-. S-Solo necesito, ah -suspiró, haciendo su mayor esfuerzo al subir el último escalón que le faltaba.
-Me sorprende como a tus veintiocho años no puedas subir las escaleras-se burló de él el rubio-. ¡Hasta la abuela Suny puede subir las escaleras! -carcajeó.
-¡Fueron más de cien escalones! -exclamó ChangBin, mirando el más bajito con el entrecejo fruncido.
-¿Los contaste?-el rubio cuestionó, esperando el momento indicado para burlarse nuevamente del mayor-. Admite que ya estás viejito para estas cosas.
-Sigue burlándote... adelante-el más alto fue quien lo miró con cierta aura divertida-. Veremos quien te llena de regalos en tu cumpleaños. Sigue burlándote-amenazó señalándolo con el dedo índice en modo advertencia..
-¡Ok! Ya me callo -exclamó rápidamente.
No quería quedarse sin regalo de cumpleaños. ChangBin lo había malcriado demasiado, y ahora debía atender a las consecuencias,
Cinco minutos después, más o menos, ChangBin se recuperó de su pequeño -gran aceleramiento por subir más de -según élcien escaleras. Era un exagerado -según elmenor-, pero Felix igual lo quería así.
Caminaron nuevamente juntos por el largo pasillo, Felix aferrado como en muchas ocasiones, al brazo del mayor, hasta que se detuvieron frente a la oficina del director.
ChangBin dió varios golpes en la puerta, recibiendo poco después respuesta del otro lado con un adelante.
-Buenos días señor Jo-saludó el pelinegro una vez que ambos estuvieron adentro de la oficina haciendo una leve reverencia.
El hombre mayor que se encontraba sentado en su silla giratoria del otro lado de su escritorio bastante pulcro y ordenado, sepuso de pie, arreglando superficialmente su traje negro mientras se acercaba a los hermanos.
-Buenos días jóvenes. Supongo que ustedes son los hijos de la señora Lee y el señor Seo ¿o me equivoco? -saludó a ambos chicos estrechando sus manos.
-Para nada-habló el más alto-. Me presento, soy Seo ChangBin, estudié aquí hace algunos años, y él es mi hermano menor, Lee Felix-señaló almencionado quien salió de su mini escondite-detrás de su hermano-para saludar al hombre frente a ellos con timidez.
-Encantado de conocerte Felix-sonrió amablemente hacia el rubio-. A ti sí te recuerdo-se dirigió esta vez al pelinegro caminando hacia su lugar y sentarse nuevamente-. Estudiaste aquí en mis primeros años de director.
-Exactamente -asintió con una sonrisa.
-Tomen asiento porfavor-señaló las dos sillas negras frente a su escritorio-. Y bien, ¿en que los puedo ayudar?-entrelazó sus manos sobre el escritorio viendo a ambos menores.
-Veníamos a entregar los documentos deinscripción, Felix formará parte de esta universidad, y dijeron que para validar la inscripción usted debía de firmarlo-ChangBin sacó un folio en donde permanecía todos los documentos académicos del menor que la coordinación de la Universidad les había pedido, entregándoselo al director.
-Déjame ver...
El director estuvo revisando todos los documentos de Felix, desde el primer grado hasta el último. Haciendo de vez encuando muecas de sorpresa que ponían de los nervios al rubio.
-Veo que eres muy aplicado Felix-el mayor volvió a guardar los documentos teniendo en sus manos solo el de inscripción para poder firmarlo-. Me sorprendieron tus notas, eres un chico muy inteligente y responsable. Sigue así.
-Gracias-Felix se removió un poco en su lugar. Siempre le avergonzaba que lo elogiaran o le dijeran cosas lindas.
-Seria un honor tenerte en esta universidad-dejó su bolígrafo sobre el escritorio entregándole al pelinegro los papeles-. Bienvenido Felix. -sonrió hacia el mencionado.
El rubio le devolvió el gesto poniéndose de pie al igual que su hermano. Ambos se despidieron del director para seguidamente salir de la oficina.
Ahora debían entregar los documentos al edificio de facultades, y ahí le darían la llavey el número del que sería su habitación en ese primer año. También quizás conozca a su compañero.
Bajaron las escaleras entre risas y molestándose entre ambos. Felix siguió burlándose del mayor por no poder bajar las escaleras y este siguió amenazándolo con no darle regalos en su cumpleaños por lo que el rubio terminaba disculpándose.
-Ve a comprar un poco de comida-ChangBin sacó dinero de su pantalón para luego darle al menor-. Yo iré mientrasa entregar esto. Cuando vuelvas solo espérame aquí, ¿bien?.
-Ajam.
Y sin más Felix se alejó dando saltitos alegres hasta llegar al otro lado de la calle. ChangBin negó con la cabeza y se dirigió sin más preámbulo al edificio de facultades que estaba a unos metros de distancia.
En medio de su recorrido chocó con alguien, provocando que casi cayera al suelo, un chico de la misma contextura corporal que él pero no demasiado alto era el responsable. El pelinegro se giró visiblemente cabreado para encarar al otro cuando este ni siquiera le dirigió un lo siento, pasando de largo.
-¡Hey! ¡Ten más cuidado por donde caminas!-le gritó al desconocido-.¡Podrías causar un accidente!.
El contrario ni se molesto en voltear a verlo, simplemente siguió caminando con rapidez soltando de paso un:
-¡Me importa una mierda!.
Y sin más se fue alejando hasta que lo perdió de vista en el complejo de partamentos.
ChangBin soltó un suspiro de puro cansancio, verificando que los documentos no se hayan estropeado y afortunadamente no sucedió tal cosa.
No le hubiera hecho mucha gracia que los documentos de su hermano, que tanto les había costado conseguir, se estropearan acausa de un simple desconocido prepotente y grosero.
-Estos jóvenes de hoy en día...-murmuró para sí mismo.
Esperaba que su hermano en su estadía en esa universidad no se involucrase con chicos como aquel. Porque nada bueno debían de tener.
O eso creía...
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