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O17 | Consejo.

-Entonces... básicamente lo que estás diciéndome es... ¿que MinHo te defendió de Dongyul y su hermana la loca? -cuestionó muy sorprendido el castaño.

-Eh, sí -asintió chiquito en el sofá.

-Vaya... -expresó mirando hacia el frente sin un punto fijo, -de todos los chicos de la universidad MinHo al parecer no es el más tonto -dijo entonces el castaño sacándole una risa al rubio.

-Ya ves. No todo es lo que aparenta.

-Creo que dejaré se juzgar a las personas sin antes conocerlas- mencionó, llevándose una mano bajo la barbilla para apoyarse de ella.

-Deberías hacerlo -concordó el ojiazul.

Ambos chicos se encontraban el dormitorio del rubio, los dos sentados viéndose de frente y con las piernas cruzadas, conversando sobre sus vidas y de los sorpresivos acontecimientos de aquella semana.

Nuevamente las clases acabaron y ellos decidieron pasar la tarde/noche juntos, mientras que HyunJin y MinHo hacían quien sabe qué cosas fuera del campus.

-Oye... -llamó Felix. JiSung lo miró expectante-. No me has contado lo que pasó entre MinHo y tú.

La expresión tranquila y relajada que mantenía el castaño cambió drásticamente a una más nerviosa de un segundo a otro. ¿Por qué Felix siempre lo agarraba desprevenido?

-E-Es porque no hay nada interesante que contar-simplificó, mintiendo descaradamente. Y su expresión lo delataba en ello.

Felix no le creyó, por supuesto.

-No seas mentiroso -le recriminó el de ojos azules propinándole un manotazo en la pierna. El castaño se quejó falsamente -. Vamos... yo siempre te cuento todo lo que me pasa, no seas malito -lloriqueó haciendo un berrinche muy adorable.

JiSung rendido soltó un suspiro. Felix era consciente de lo que causaba en los demás al actuar lindo.

-Bien, te contaré todo -accedió finalmente -. Pero esto quedará solo entre tú y yo -le dijo entonces levantando su dedo meñique frente al rubio-,¿Ok?.

-Ok... -respondió entrelazando su dedo meñique con el del castaño con una gran sonrisa.

-Más te vale -lo señaló mirándolo con los ojos entrecerrandos apoyando su espalda completamente en el sofá. Felix permaneció sentado con sus piernas cruzadas, viendo atentamente a su amigo expectante a lo que diría. -¿Recuerdas la semana pasada, cuando te dije que me había olvidado algo en el dormitorio? -preguntó.

-Sí, lo recuerdo -dijo el rubio-. Volviste muy enojado y no supe porqué.

-Sí, bueno-se rascó la nuca con nerviosismo-. Resulta que encontré a MinHo con una de sus compañeras -dijo finalmente. -Ambos parecían muy cercanos así que pensé que si no llegaba a interrumpirlos terminarían follando en el sofá -su expresión pasó a ser una de completo asco.

-Pero, HanJi...-alarmado dijo el rubio- ¿estás seguro?-le preguntó.

-No sé qué relación tiene con esa persona -dijo-, pero me enojé tanto que terminé regañandolos, a ambos.

-Pero...

-Sé que actúe mal, lo sé perfectamente, no necesitas decírmelo -admitió jugueteando con sus dedos. -Pero no sé qué fue lo que me pasó, actúe sin pensar y desde aquella vez ya no hablo con MinHo, o al menos no como lo hacía antes.

-Todo un drama con ustedes...

-Y que lo digas-sonrió.- Él al fin de cuentas tiene todo el derecho de hacer lo que quiera con su vida, pero que sea fuera del dormitorio, no me gustaría llegar un día y presenciar algo desagradable -hizo una mueca-. Sería... traumante.

Y doloroso, quiso añadir, pero no lo hizo.

Felix asintió a las palabras de su amigo sin decir nada por unos largos segundos. Se cuestionó a sí mismo aquella situación y algo no le cuadraba del todo.

-¿Seguro que todo eso fue porque no quieres salir traumado? -preguntó de repente, tomándolo por sorpresa.

-¿Qué quieres decir? -cuestionó confundido.

-Quiero decir que MinHo te gusta -dijo mucho más serio esta vez.

El castaño lo miró sorprendido para luego de unos segundos en los cuales reinó el silencio, estalló en carcajadas. Felix se cruzó de brazos indignado viendo como su amigo se desconjonaba de la risa.

-¿Qué era tan gracioso?-Se cuestionó asimismo.

-¿De qué te ríes pedazo de tonto? -espetó con una expresión fingida de tristeza.

-¿Tú... de verdad piensas que MinHo me gusta? -cuestionó limpiándose una falsa lágrima.

-Sí. Y no lo niegues que desde hace tiempo te comportas raro con MinHo.

-Estás loco... -negó entonces dejando de reír.

-Tal vez. Pero no voy fingiendo por ahí las cosas que son más que obvias- le dijo manteniendo su expresión seria. Jodidamente estaba hablando en serio.

-¿Y eso es? -levantó ambas de sus cejas.

-Que te gusta MinHo, duh -rodó sus ojos.

-Tú de verdad eres...

-¡Vamos, ya admitelo! -bufó ante la posibilidad de que su amigo volvería a negarse- Soy tú amigo, y puedes confiar en mí, vamos...

-Bien tu ganas -rendido dijo.

-¿Si? -levantó sus cejas expectante.

-Tal vez me guste MinHo -confesó. Solo un poquito.

-¡Lo sabía!.

[...]

-No bebas demasiado porque luego andas llorando -Chan le arrebató la botella de alcohol al menor del grupo. MinHo bufó.

-Yo no lloro cuando bebo -negó el castaño cruzándose de brazos.

-¿Ah, no? -cuestionó JeonGin.

-¿Recuerdas esa vez en la que lloraste porque Chan no quiso darte el beso de las buenas noches?-HyunJin le preguntó aparentemente muy divertido en avergonzar al menor.

-Mentiroso. No recuerdo nada de lo que dices.

-Eso es porque estabas borracho, tontín- el rubio le dió un ligero golpe en la cabeza-. Y tú tampoco te quedas atrás, eh -se dirigió a HyunJin esta vez.

-¿Yo qué hice? -preguntó casi lamentándose.

-La vez que saliste al campus medio desnudo...

-¡Ya! -lo interrumpió antes de que concluyera con su anécdota-. No hace falta que me lo recuerdes cada vez que bebo y menos dar detalles -le dijo.

-Dejen de atacarse- el castaño interfirio-. De lo contrario esto va a terminar mal.

-Sí-concordó el pelinegro-. Es mejor dejarlo aquí -dijo tomando la botella que Chan le había arrebatado al menor.

Los cuatros estuvieron molestándose entre sí, siendo el más afectado MinHo y siguiéndole por poco HyunJin. Los más grandes parecían felices al recordarles sus anécdotas más vergonzosas de cuando estuvieron ebrios.

Pero eso fue antes, ahora HyunJin ya no hacía el ridículo. O bueno, eso es lo que creía.

-Hyung... -tras el llamado del menor los mayores lo miraron- HyunJin -aclaró.

-¿Por qué no simplemente lo llamas por su nombre? -I.n dijo. Me confundes niño.

-Bueno... -se encogió de hombros- Quiero preguntarte algo -se giró levemente en su silla para poder ver mejor al pelinegro que despreocupado bebía su cerveza escuchándolo con atención-. Tú... y Felix... ¿ustedes ya son algo, oficial? -preguntó entonces llamando también la atención de los más mayores.

HyunJin casi escupe su bebida en el rostro de Chan, atragantándose con su propia saliva sintió las palmaditas que el rubio le daba en la espalda.

-Muy rudo que se cree y le preguntas por Felix y está que se nos muere -bromeó el rubio recibiendo una mirada oscura por parte del pelinegro-. Solo estaba bromeando... -aclaró entonces levantando sus manos en señal de paz.

-Más te vale -le señaló-. Y respondiendo a tu pregunta... -miró al menor-. No, aún no somos nada más que amigos que se dan besos y esas cosas. Pero he estado pensando mucho en ello -dijo finalmente. -¿Por qué?

-Bueno, yo... -se rascó la nuca un poco nervioso- Me gusta JiSung -confesó.

-¿Deberíamos sorprendernos? -preguntó JeonGin en medio del silencio que se creó- ¿Sí o sólo vamos a...?.

-Has silencio por sólo cinco segundos, ¿quieres? -Chan lo interrumpió.

-Malos-bufó recostandose en su silla.

-El caso es que quiero ser cercano a él, pero cada vez que lo hago él se aleja dejándome con la palabra en la boca -dijo ignorando a Chan y JeonGin que comenzaron a discutir por tonterías.

-¿Ya hablaste con él? -preguntó el pelinegro.

-Lo hice muchas veces, pero desde aquella vez... -pausó. HyunJin sabía a lo que se refería.- No hemos vuelto a hablar.

-No debes presionarlo, recuerda eso -dijo HyunJinnie-. Solo debes buscar el momento adecuado y hablar con él, dile en el primer momento lo que quieres antes de que se vuelva a escapar de ti-le aconsejó a la vez que terminaba su bebida.

-¿Y luego? -cuestionó.

-Has lo que te diga el corazón.

-¿Qué clase de consejo de amor barato es esto?-la voz de I.n se hizo presente, de nuevo. Los tres le fulminaron con la mirada -Esta bien, esta bien. Ya no digo nada.

-¿Estás seguro? -preguntó un poco dudoso.

-Por supuesto- asintió-. A mi me funcionó -dijo orgulloso de sí mismo.

Aunque MinHo no confiaba mucho en la palabra del pelinegro, seguiría su consejo.

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