-¡HyunJinnie! -el mencionado escuchó una voz chillona a sus espaldas.

Se giró lentamente, viendo a Wooyoung acercarse a él con su grupito de amigas. HyunJin lloriqueó internamente cuando al lado contrario de donde las chicas se acercaban, divisó a Felix, sentado en unos bancos de madera, balanceándo sus piernitas de adelante hacia atrás mientras comía un sándwich.

Se veía tan pequeñito. Lo único que quería hacer en esos momentos era correr hacia el chico y llenarlo de besos.

-Oppa-una de las amigas de Wooyoung habló atrás de él, cuando ladeó la cabeza para mirar al grupo todas sonrieron.

Para HyunJin fue escalofriante.

-Hola chicas -saludó con una ligera mueca. ¿Puedo ayudarlas en algo? preguntó, manteniendo en todo momento un semblante serio y frío, tan típico de él cuando a la hora de socializar con otros se trataba.

-Queríamos que vinieras a sentarte con nosotras. Aún tenemos espacio en nuestra mesa-comentó Wooyoung acomodándose un mechón de cabellos detrás de sus orejas. Las demás chicas asintieron a sus palabras.

-Lo siento -se disculpó. Ya tengo con quien pasar el receso -les dijo formando una línea con sus labios.

-¡Pero, Oppa! -chilló Wooyoung, pateando el suelo con sus pies-¡Siempre tienes cosas que hacer! -lloriqueó.

-Soy una persona con muchas responsabilidades -dijo encogiendose de hombros.- Ahora, si me disculpan...

-¡No! -la pelirroja gritó, logrando que muchas personas pusieran atención en ellos -¡Vas a comer con nosotras o si no...!

-¿O si no qué, Wooyoung? -la voz de Chan interrumpió a la pelirroja haciendo que permaneciera en silencio con el rostro hirviendo en ira-. Es mejor que dejen de acosar a HyunJin si no quieres que tus padres se enteren de lo que estás haciendo -les dijo cruzándose de brazos.

-No lo harías -lo reto la menor.

-¿Por qué piensas eso? -el rubio elevó sus perfectas cejas esperando por su respuesta.

-Porque voy a decirle a mi hermano y él no lo va a permitir -dijo con orgullo la pelirroja, mirándolos con superioridad se cruzó de brazos.

-Tu hermano es solo un idiota más del montón, nada especial -soltó HyunJin-. Y no me molestaría en decir algunas cosas de tu hermano-espetó.

No era secreto para nadie en la universidad que HyunJin y el hermano de la pelirroja, Dongyul, no se llevaban del todo bien. Y todo aquello había iniciado cuando el pelinegro formó parte del equipo de baloncesto quitándole el puesto al mayor, quien desde ese entonces hasta la actualidad se creía superior a todos.

Pero HyunJin llegó para bajarlo de su nube por lo que ambos cargaban una gran tensión cada vez que se miraban.

HyunJin no tardó mucho en conocer a Wooyoung, de hecho la había conocido en una situación muy incómoda en las duchas de la universidad luego de un entrenamiento, pero esa era otra historia, la cual quería olvidar.

Ambos hermanos compartían la misma personalidad, por lo que el pelinegro no podía compartir espacio con ellos por más de cinco segundos.

-Son unos idiotas -escupió la pelirroja-. Esto no se va a quedar así, HyunJinnie... -dijo como último la pelirroja, para luego desaparecer con sus amigas por donde habían llegado.

-Uy, que miedo -Chan se giró viendo al pelinegro-. Esa niña esta obsesionada contigo-le dijo.

-¿Creés que no me di cuenta de eso? rodó sus ojos- El problema es que no puedo quitármela de encima se frotó la cara con frustración.

-Lo lamento -el rubio colocó una mano sobre su hombro a modo de apoyo-. Pero mira...-HyunJin levantó la cabeza para mirar a su amigo-, ahí viene tú chico para alegrarte el día señaló con la cabeza hacia el frente.

Inmediatamente HyunJin miró a la misma dirección que el de hoyuelos viendo a Felix y su amigo -todavía no recordaba su nombre- acercándose hacia ellos. Una sonrisa estiró de sus labios cuando el rubio le sonrió a los lejos.

-Hola, hyungs-saludó JiSung una vez que llegaron.

-Hola, Sungie... -correspondió el de hoyuelos con una sonrisa- Hola a ti también, Lix-se dirigió esta vez a rubio.

Felix tuvo la intención de saludar a sus mayores cuando llegó pero HyunJin lo tomó desprevenido y en menos de un cerrar y abrir de ojos el mayor ya lo tenía entre sus brazos, rodeándolo por completo.

-H-Hola, Chan hyung-saludó como pudo debido a que su mejilla permanecía presionada en el pecho de HyunJin.

-Hwang, ya déjalo respirar -el de hoyuelos lo sujetó de sus brazos para alejarlo del ojiazul pero solo consiguió que el chico lo apretara con más fuerza.

-Mío-dijo apoyando su barbilla sobre la cabellera rubia.

-Si, si, ya sabemos- el castaño habló-. Pero todos saben que yo lo vi primero -se burló recibiendo una mirada escalofriante por parte del más alto.

-Mentiroso... -entrecerró sus ojos-. Yo lo vi primero, ¿verdad, Lix?-esta vez sus ojos bajaron hasta el mencionado.

-H-Hyung-murmuró.

-¿Qué?.

-N-No puedo respirar.

-Oh, lo siento -dicho esto lo dejó libre, o bueno, más o menos.

Felix se colocó al lado suyo lo que le dió el pase libre para pasar su brazo alrededor de sus hombros, manteniéndolo cerca suyo.

-Que posesivo resultaste ser HyunJin- Chan dijo viéndolo con diversión.

-¿A caso quieres que te patee el trasero?- siseó entre dientes.

-¡Hyungs, tengo hambre! -la voz de Felix llamó la atención de los otros tres que bromeaban entre ellos.

-Yo también -el castaño se sobó la barriga.

-Dile a MinHo que venga a alimentarte -el de hoyuelos dijo confundiendo a los demás.

-¿Qué? -el rubio inquirió.

-Nada -el castaño se acercó al rubio alejándolo del pelinegro-. Vamos al comedor, me estoy muriendo de hambre -dijo rápidamente antes de que alguien volviera a hablar.

-Pero... -el pelinegro calló en el momento en que Felix fue arrebatado de sus brazos.

-Vamos -Chan lo sujetó del brazo y comenzaron a seguir a los menores.

[...]

Entre el completo silencio en todo el pasillo Felix rebuscaba en su casillero su libro de biología. Sus clases ya habían culminado pero la de HyunJin todavía no, le había prometido al mayor ir al dormitorio juntos por lo que perdería el tiempo en la biblioteca.

Una mano pasó a un lado de su cabeza, cerrando con fuerza la puerta de su casillero causando un fuerte eco metálico en todo el lugar. El libro que había sacado cayó al suelo debido al susto repentino.

Con el ceño fruncido pero comenzando a temblar se giró sobre sus talones, viendo a un chico muy alto, mucho más que él, muy cerca suyo. Detrás de este pudo ver a una chica, de cabellos rojos quien permanecía de brazos cruzados y una sonrisa tétrica.

-Hola bonito, ¿eres Lee Felix? -el de cabellos negros preguntó sin preámbulo, viéndole directamente a los ojos poniéndolo cada vez más nervioso.

-Te he dicho unas mil veces que es él -la mujer habló detrás de el más alto.

-Cállate, se lo pregunté a él -ladeó un poco la cabeza para poder ver a la pelirroja. -¿Y bien? -sus ojos recayeron de nuevo en los azules del menor- ¿Eres Lee Felix? -volvió a preguntar- Habla.

-S-Sí, soy yo -dijo como pudo.

-Oh... es una pena -el desconocido comenzó a tocar su pecho, empuñando entre sus dedos su suéter azul-. Tenía esperanza de que no fueras tú -fingió tristeza.

-¿Qué? -las palabras usadas por el contrario lo confundieron en demasía.

-¿De verdad vas a ponerte a hablar con el bicho este? -la pelirroja volvió a interrumpir, pero se calló cuando su hermano le dió una mirada irritada.

-No quisiera hacer esto Felixie -el de cabellos negros ignoró a la chica, como si no estuviera con ellos.- Pero HyunJin me debe demasiado, es buen momento de que sepa que meterse conmigo no termina en nada bien, y mi hermana... bueno, no hago esto por ella realmente.

-¡Oye! -chilló la pelirroja.

-Es una pena... -una sonrisa cínica se instaló en los labios del pelinegro para luego acariciar la barbilla de Felix lentamente.

Felix cerró con mucha fuerza sus ojos, tenía mucho miedo, su cuerpo enteró comenzó a temblar desde que lo acorralaron en el casillero. No los conocía y eso sólo aumentaba más su miedo.

Sintió sus ojos llenarse de lágrimas, en estos momentos quería desaparecer de ese lugar y estar con sus padres, con su hermano.

-¡Ya hazlo!

Escuchó nuevamente la voz de la chica de cabellos rojos, y resignado espero pacientemente aquello que tanto querían hacerle.

-¿Felix?

Una voz más se hizo presente. La cual podría ser su salvación.