Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

22


— ¿Qué diablos haces? — le preguntó YeonJun, bastante exaltado, al menor mientras lo seguía.

SooBin no supo qué responder. Le había dicho eso a James porque quería darles tiempo a Kai y JongSeong de huir, pero, tras escuchar el "de acuerdo, vamos a mi estudio a charlar" sintió que lo había arruinado.

¿Estar a solas con MinHyuk? Ni siquiera podía verlo sin sentir que su estómago se revolvía del coraje.

Por su parte, MinHyuk estaba de lo más encantado. ¿SooBin empezaba a aceptarlo? Sentía que su estómago cosquilleaba de tan solo de pensarlo; realmente, deseaba sentir el amor del menor y que él ya no se apartara de él.

Estaba seguro de que tenía mucho por ofrecer; solo necesitaba la confianza del peli-morado, y sus vidas cambiarían.

Podría enumerar sus virtudes, en ese mismo momento, si SooBin se lo pedía: era fiel y atento; era romántico y jamás le daría algún problema, porque él no era una persona violenta.

La verdad es que el rubio deseaba enormemente sentir algo de amor. En toda su vida, solo había sido capaz de sentir el afecto de Oliver y Elizabeth; sin embargo, su trabajo no le permitía siquiera enamorarse, pero no fue así con SooBin.

Desde un inicio, se mostró transparente con sus emociones; sí, le había mentido con una cosita, pero ¿qué más daba?

Independientemente de eso, todo él era honesto. Desde que vio fijamente a los ojos del menor, supo que había algo en él que necesitaba: pureza.

SooBin era tan inocente, tan blando, tan jodidamente adorable. Ni siquiera se dio cuenta cuando sus labios pronunciaron " MinHyuk" en vez de "James" al presentarse, no debía decir su nombre real, pero de algo estaba seguro: cuando SooBin lo repitió con su voz, fue como si aquel niño australiano tuviera una identidad por primera vez.

Esa noche, el rubio pensó en qué habría sido de su vida si nunca se hubiera metido en ese negocio tan turbio. Deseaba algo normal, salir, tener amigos, ir de fiesta y ser feliz, pero siempre la misma frase lo traía a tierra.

"Es mejor ser el victimario, que la víctima'".

Había visto los horrores del ser humano desde la comodidad de su sala, y estaba seguro que era mucho mejor estar en matryoshka liderando, que siendo mercancía.

¡Pero no SooBin! Él no iba a ser manejado como todos ahí, y eso lo dejó claro desde un inicio. SooBin no iba a ser víctima sexual de alguien en ese lugar, y aquel que se atreviera a profanar al chico no tendría tiempo ni siquiera de pensar en el día de mañana, pues James se encargaría de hacerlo desaparecer de la peor forma posible.

— Ponte cómodo.

Mencionó con entusiasmo mientras ingresaban a su estudio. Las paredes eran rojas, como todas en ese lugar; había un escritorio de madera y, únicamente, una silla que pertenecía al rubio; sin embargo, al otro lado de la habitación, había un sofá a juego con el color del ambiente.

No había ventanas, pero MinHyuk había incluido una con una luz que simulaba a la luz natural filtrarse; era el mejor modo de mantenerse tranquilo en una habitación cerrada, porque él era claustrofóbico.

Junto al escritorio, había dos archiveros con cuatro espacios en cada uno.

SooBin tomó asiento en el sofá. MinHyuk notó que estaba algo tenso, así que intentó hacer ameno el ambiente yendo a sentarse en su propia silla para darle espacio al menor. No podía evitar mantenerse sonriendo, estaba con el chico que le gustaba, podía tener un momento a solas para hablar luego de tanto tiempo desde su última salida.

— Ha pasado bastante, ¿no? — con ese pensamiento en mente, MinHyuk preguntó sin poder evitar apoyar su codo izquierdo en el escritorio y su mentón sobre su mano. Admitía que se sentía estúpido, pues seguro lucía completamente enamorado, pero no podía hacer otra cosa.

— ¿De qué hablas?

— Desde que salimos, no habíamos podido estar juntos a solas — su sonrisa se torció con algo de amargura mientras empuñaba sus manos. — Realmente deseaba llevarte por helado para celebrar...

SooBin desvió la mirada hacia los archiveros. Era lo único que podía mirar, no deseaba entablar una charla incómoda con el rubio, pero sí deseaba ganar tiempo para que sus amigos escaparan.

— ¿Qué hay ahí?

— Documentos — respondió con más entusiasmo mientras se acercaba hasta uno de los cajones para sacar diferentes folders; unos amarillos y otros azul cielo. — Los amarillos son los empleados de matryoshka; todos los que han pisado este lugar el último año, es información que se obtuvo en el periodo de caza.

— ¿Periodo de caza?

— ¡Claro! Solo secuestrar es estúpido, así no tienes control de la víctima. Cuando nosotros seleccionamos a alguien para que trabaje aquí, nos presentamos con una excusa y luego los vigilamos un tiempo para extraer información con la cual amenazar en caso de que quiera hacer alguna estupidez: su familia, antecedentes, cosas así.

SooBin frunció sus labios en una mueca mientras recordaba su primer encuentro con MinHyuk, así que de eso se trataba.

— ¿Y los azules?

— Son las personas que no acaban aquí. Estos folders almacenan la información de gente que fue vendida para diferentes fines, ya sea servicios o venta de órganos; a estos últimos les ponemos un post it rojo al inicio para diferenciarlos. Ellos almacenan menos información, solo la necesaria luego del secuestro: tipo de sangre, si presenta enfermedades o los órganos extraídos. Es para mantener un control de la mercancía, así el comprador luego no puede reclamar que el tipo de sangre es otro o algo.

El menor sintió que su estómago se revolvía tan solo de pensarlo. Pensó que ese sitio era únicamente un lugar turbio de entretenimiento, pero ahora descubría lo que realmente alimentaba el lugar. Lo peor era ver la calma con la que el rubio hablaba de eso, como si no tuviera realmente arrepentimiento.

Quiso preguntarle si era feliz con lo que hacía, pero el sonido de la puerta le interrumpió. Fueron dos golpecitos antes de que la misma se abriera con lentitud, dejando ver a la mujer que había conocido hace poco, Elizabeth. La mujer se mostró genuinamente sorprendida al ver que James estaba acompañado, así que le pidió que saliera para poder hablar en privado.

MinHyuk salió cerrando la puerta tras él y siguió en calma a Elizabeth, sabía que la presencia de Oliver la ponía mal.

Por su parte, SooBin esperó unos segundos antes de acercarse hacia los folders para tomar unos cuantos. YeonJun le miró con curiosidad, pero de igual forma se acercó a ojear lo que podía conforme el menor movía cosas.

— ¿Qué haces?

— Me llevaré un par como evidencia, no sé cómo, pero yo voy a salir de aquí, y llevaré pruebas para poder hundirlos.

— MinHyuk notará todo antes de que te vayas. Se ve que tiene todo bien ordenado aquí y, cuando sepan de la fuga de JongSeong y Kai, estará muy atento a ti.

— No me importa. ¿Crees qué aguantaré más aquí? Todos lo dejan claro: JongSuk será el nuevo encargado del lugar. ¡Kai y JongSeong apostaron su vida! No les importaba morir, mientras no se quedaran aquí para ver a ese demente al frente.

Frunció el ceño mientras rebuscaba entre los expedientes los que fueran más fáciles de llevar. Necesitaba aquellos con menos información para poder sacarlos bajo su uniforme sin que destaquen mucho.

YeonJun resopló sin ganas. Seguro no podría quitarle esa idea al menor, así que acabó murmurando un "iré a vigilar que no venga" antes de caminar hacia la puerta, solo teniendo que atravesar su cabeza para obtener una buena vista del pasillo vacío.

SooBin consiguió dar con el expediente de un chico que anteriormente había estado en Matryoshka , pero cuya estadía duró poco, pues acabó muriendo pronto porque sufría de asma; leyó rápidamente el corto expediente de inicios de año, y supo que el chico tuvo un ataque nocturno del cual nadie se enteró.

También dio con el expediente de una chica usada para tráfico de blancas, solo venían cosas básicas y la información del comprador; el caso era de hace apenas cinco meses.

El peli-morado sentía como si nada de aquello fuera real, como si fuera solo un sueño bizarro. Era la peor de las pesadillas que pudo tener y como una mala broma de la vida, aquella a la que tanto rencor le había tomado.

Todo empeoró cuando, al querer guardar el resto de los folders que tomó en el archivero, la etiqueta blanca en la pestaña de uno, con el nombre "Choi YeonJun" en él, hizo que su cabeza diera vueltas.

Su mano, completamente temblorosa, se dirigió a tomar el folder azul. El cual, desde que salió del montón, le provocó un escalofrío cuando vio el post it rojo pegado en él. Pero había muchos Choi YeonJun, ¿cierto? Podía ser cualquiera.

Su cabeza intentaba eliminar el que fuera su YeonJun, pero, cuando abrió un poco el folder y consiguió ver la foto del mayor que tomaron en ese sitio, con una cara demacrada de cansancio, acabó por arrojar el folder al suelo antes de apartarse.

Su estómago daba vueltas al igual que su cabeza. No había notado el momento en que las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, pues no era siquiera consciente de que estaba llorando.

Poco a poco, y con algo de miedo, levantó su mirada hasta que dio con YeonJun, viendo con una amarga sonrisa el expediente en el suelo. No debía preguntar más: SooBin estaba alterado luego de haberlo visto, definitivamente era él.

Fue como una bomba de emociones para YeonJun. Luego de ver eso, había conseguido recordar absolutamente todo respecto a él; el día de su desaparición y de su muerte.

SooBin quiso decir algo, pero las palabras no salían. Fueron segundos largos e incómodos, hasta que la puerta se abrió.

MinHyuk cerró tras de él, lucía agitado, molesto; sus ojos estaban llorosos y aunque, al principio, se sorprendió por ver a SooBin en el suelo con algunos expedientes a la mano, su cara volvió a transmitir furia mientras se acercaba a levantar al peli-morado del piso, sujetándolo por los brazos con fuerza.

— ¡Me mentiste, SooBin! — gritó. — ¡Ibas a huir también! ¡¿Cierto?!

— ¡Suéltame, James! — el menor se removió entre los brazos del rubio, pero este solo apretó más su piel, causando que soltara un quejido porque lo estaba lastimando.

— ¡¿Cómo pude ser tan idiota al pensar que podrías quererme?! ¡Ni siquiera Kai era honesto conmigo! ¡No le importo a nadie!

— ¡¿Cómo mierda quieres que nos importes?! ¡¿Estás enfermo?! — gritó, mirando con rabia al mayor directamente a los ojos. En ese momento, sentía tanto coraje e impotencia que nada le importaba. — ¡Nos secuestraste! ¡Esperas honestidad, ¿cuándo tú nos trajiste con mentiras?!

MinHyuk soltó con brusquedad a SooBin, haciendo que este cayera al suelo sobre sus codos.

YeonJun se mantenía en trance, porque, en ese momento, deseaba nunca haber descubierto qué fue de él. Sí, su deseo se cumplió, pero fue más turbio de lo que esperaba.

SooBin se puso de pie y, aún mirando con atención a los ojos llorosos de James, quien se sentía herido y traicionado, habló.

— Vas a decirme ahora mismo qué hiciste con el cuerpo de mi novio.

MinHyuk lo miró con sorpresa, antes de formular una sonrisa dolida. Dio un último vistazo a los expedientes fuera de su lugar y, finalmente, regresó su mirada al menor.

— Te traté mejor que a nadie porque te quería, Bin, pero ya no más.

¡Gracias por leer! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro