08
— SooBin... SooBin...
El menor se removió entre las cobijas mientras estiraba un poco sus brazos por sobre su cabeza. Poco a poco abrió sus ojos notando que todo estaba oscuro, pero, aún así, consiguió ver a YeonJun parado a un lado suyo.
— ¿YeonJun? — preguntó sentándose en la cama, tomó su celular que reposaba junto a su almohada y lo encendió para ver la hora. Eran las 3:28 de la madrugada. — Es muy temprano aún, ¿pasa algo?
El mayor mantenía su mirada fija en el suelo, y así continuó incluso cuando se arrodilló junto a la cama.
— Lo siento. Me comporté como un imbécil hace unas horas... No era mi intención gritar ni nada... Es solo que... yo no...
— Está bien, YeonJun. Habíamos quedado en algo. Fue mi culpa por no respetar ese tiempo.
— Aún así no debí reaccionar de esa forma.
— ¿Podrías... verme? — Pidió, el mayor levantó la mirada con algo de confusión sin entender del todo esa petición. Pero, en cambio, SooBin se sintió más tranquilo al ver los ojos de YeonJun como normalmente solían ser.
No sabía si lo que había visto en la tarde había sido real o no, pero estaba aliviado de ver que ya no era así.
— Lo siento. No quería despertarte, pero he escuchado que no debes irte a dormir estando molesto con alguien... No pude resistirme...
— Está bien, me fui a dormir muy temprano. Y, a decir verdad, tengo algo de hambre... — confesó con una sonrisa mientras llevaba una de sus manos hacia su vientre.
El menor se levantó, se colocó sus pantuflas y, tras estirarse nuevamente, acabó por bajar a la cocina siendo seguido por el mayor que mantenía silencio.
YeonJun estaba realmente apenado. No sabía qué le había pasado para haberse alterado así. Atribuía ese bochornoso error al haber sentido que SooBin podría alejarse, pues su mayor miedo en ese momento era volverse a sentir solo.
Sabía que sonaba egoísta, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.
— ¿Te parece si ponemos música?
El mayor elevó un poco sus hombros mientras se colocaba junto a la mesa de la cocina. SooBin se dirigió a la sala que estaba a unos pasos del comedor –pegado a la cocina– y buscó entre los discos a alguno que le llamara su atención.
Cuando dio con uno, encendió la grabadora, insertó el disco en la sección para CD 's y buscó una pista de su interés. A un volumen considerado –para no despertar a nadie en el piso de arriba– empezó a moverse al ritmo de Mr. Blue Sky de Electric Light Orchestra mientras caminaba hacia el congelador.
Sacó lo necesario para hacer un sándwich sin dejar de mover sus hombros y su cadera al ritmo de aquella canción que le ponía de tan buen humor. Incluso observaba con una sonrisa a YeonJun, quien solo se mantenía en su lugar observando con una sonrisa de medio lado y sus cejas fruncidas por el ligero bochorno que sentía al ver al menor moverse así.
SooBin se veía bastante gracioso, sobre todo cuándo empezó a imitar aquella conocida escena de Groot que acabó por sacarle una carcajada al mayor.
Sin poder evitarlo, YeonJun empezó a mover sus hombros contagiado por el ritmo del menor que se mantenía colocando las rebanadas con jamón sobre el pan ya embarrado con mayonesa.
SooBin se apoyó de la cuchara sucia del mismo contenido para fingir que era su micrófono y, con el índice de su mano libre, señaló a YeonJun mientras coreaba "Hey, you, with the pretty face, welcome to the human race" quien no podía dejar de reír mientras caminaba hacia el menor para bailar con él.
Sin que ninguno lo hubiera notado, aquel momento incómodo ya había terminado para darle paso a una de las situaciones más divertidas que ambos habían pasado.
SooBin olvidó por completo su hambre y, en vez de eso, se enfocó únicamente en cantar a todo pulmón junto a YeonJun; aunque, claro, solo su voz era la que retumbaba entre los muros de la casa, pero eso no le importaba.
SooBin podía escucharlo y, mientras fuera así, YeonJun estaba ahí, existiendo como el ser maravilloso que él consideraba que era.
Cuando las voces de la canción se silenciaron para darle paso al final melódico de la canción, ambos empezaron a moverse como si estuvieran tocando el piano cual artistas profesionales y, cuando la canción finalmente acabó, fue cuestión de unos segundos para que ambos se echaran a reír con fuerza.
La siguiente canción comenzó, pero ellos estaban tan ensimismados en reír que ni siquiera le prestaban atención. Ambos compartían una risa de –en su mayoría– vergüenza. Nunca antes se habían presentado así con alguien que no fuera familia y SooBin era el más apenado por haber movido sus pies imitando al adorable Groot. Seguro debió haberse visto tan chistoso para que YeonJun se animara a unirse a él.
Poco a poco las risas se fueron calmando. Ambos llevaron sus manos hacia sus estómagos, uno por estar adolorido de tanto reír, y el otro por mero instinto.
— Joder, creo que siento mi corazón latir en mis oídos de la risa — comentó YeonJun con una sonrisa mientras recobraba la calma.
— Eso es posible. ¿Sabías que existe una palabra para describirlo? — Respondió el castaño mientras tomaba asiento en una de las sillas del comedor. Finalmente, ya estando más relajado, se dispuso a comer su sándwich aun si su rostro seguía ardiendo de la pena.
— ¿En serio? Ilumina mi ignorancia por favor.
— Rubatosis — dijo mientras cubría con su diestra su boca pues había dado un bocado a su alimento. Cuando finalmente lo tragó, continuó: — Puede entenderse como la conciencia de sentir nuestros propios latidos del corazón.
— No había escuchado de eso.
— Es una palabra inventada por John Koenig. Él le dio un nombre a varias cosas que sentimos, pero no sabemos cómo explicar. Lo que sientes ahora es eso: Rubatosis. ¿No es inquietante? — Preguntó —. Poder ser consciente del latido de tu corazón…
— SooBin, mi corazón no late — contraatacó YeonJun frunciendo el ceño.
— Lo sé, pero debe ser una especie de recordatorio de tu cuerpo: una sensación grabada en ti. Como cuando por accidente te haces un corte en el dedo con un cuchillo, la siguiente vez que lo tomas, tienes cuidado porque recuerdas lo doloroso que es. Debes estar pasando por algo así.
— En ese caso, gracias, SooBin. Gracias por hacerme sentir vivo.
Ambos se observaron en silencio con una sonrisa plasmada en sus rostros hasta que YeonJun decidió dejarlo comer a gusto e irse hacia la sala para esperarlo en lo que terminaba.
El menor estaba feliz con la situación que se había dado pues, pese a lo vergonzoso que fue, había acabado con la incomodidad del momento. Estaba seguro de que YeonJun se sintió tan culpable por actuar así, cuando, en realidad, fue él quien había fallado entre los dos.
Después de todo, antes de MinHyuk, tenía por sobre cualquier persona a YeonJun estuviera vivo o no, porque, desde el instante en el que se presentaron, fueron ellos dos contra las situaciones.
Los dos estaban para apoyarse en lo que pudieran y eso era algo que no se olvidaba. YeonJun se había ofrecido a cuidarlo sin siquiera conocerlo, siempre lo apreciaba y nunca dejó que esa chispa que tenían muriera.
YeonJun era más que especial.
Tras terminar con su comida, SooBin bebió un vaso con leche y se dirigió hacia la sala para decirle al mayor que subieran a dormir. Ya en la mañana lavaría lo que utilizó, pues, a esas horas, el agua estaba tan fría como la noche misma.
Ambos subieron más relajados, hablaban de otras canciones que debían escuchar juntos. Estaban tan inmersos en ellos que no eran conscientes de que la señora Choi estaba despierta, con su frente pegada en la puerta desde el interior de su propia habitación mientras se preguntaba con quién hablaba su hijo.
El menor llegó hasta su recamara, dejó todo en orden y, bajo los reclamos de YeonJun por no haberse ido a cepillar sus dientes, acabó por decirle un "Descansa", ignorando por completo los argumentos del mayor sobre el porqué aquello era malo para su salud dental.
A regañadientes, el mayor acabó por guardar silencio en cuanto se percató de que SooBin volvía a dormir. Ya quedaba poco para que el menor tuviera que despertar, y YeonJun no quería molestarlo, así que solo respondió un "Lindos sueños" mientras permanecía a su lado viendo a través de la ventana.
Fue el 23 de octubre cuando YeonJun murió. Fue el 17 de agosto cuando SooBin desapareció.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro