Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• Capítulo 2 •

Todoroki Shōto de segundo año —se presentó guardando las llaves del gimnasio en su bolsillo—, ¿quién eres tú? —ahora cuestionó él.

Eso no te incumbe —chasqueó la lengua y camina hacia el mayor algo amenazante.

Tienes razón, pero si quieres que te dé las llaves del gimnasio al menos dime tu nombre.

¿Por qué? ¿eres acaso el capitán del club de gimnasia? —cuestionó Katsuki quedando frente al bicolor.

No —respondió sin inmutarse por la cercanía del ajeno.

¿Entonces?

—Soy el mánager —los ojos del rubio ceniza se abren ligeramente.

     ¿De verdad era el mánager? Traga saliva un poco nervioso y desvía la mirada, seguro que lo vio el día anterior y por eso lo iba a regañar por ingresar al gimnasio sin permiso ni supervisión de nadie, pero un pensamiento en específico lo hizo empezar a temer por lo que podría ocurrir.

"No me dejarán entrar nunca más"

Oye... Podemos llegar a un acuerdo ¿Verdad? —la vista del de menor altura está clavada en el suelo, estaba preocupado y no quería dejar ese deporte por nada del mundo.


Primero quiero verte.

¿Ah? —levanta la mirada, estaba confundido por lo que dijo y espera a que el manager aclare sus palabras.

¿Sabes usar todos los elementos? —Katsuki asiente, ¿acaso quería probarlo?— Usa las barras paralelas.

¿Qué? ¿Por qué?

¿Quieres seguir entrando al gimnasio o no?

—¿Tengo que responder eso? —frunció el ceño pensando en que la respuesta era demasiado evidente y aceptó a lo que dijo el bicolor.

     Ambos ingresan al gimnasio y encienden las luces, el rubio ceniza tenía una rara sensación en el estómago, estaba algo nervioso pero aún así no se dejaría intimidar por la presencia de ese chico tan extraño.

Puedes prepararte el tiempo que quieras —avisó haciendo que el de mirada carmesí soltara un pesado suspiro.

     Apenas lo conocía, pero ya le caía bastante mal, deja su mochila en una banca y de ahí saca las prendas que normalmente usaba para practicar ese deporte, se quita la polera negra que llevaba dejando su torso desnudo.

      Por otro lado, Todoroki se le quedaba viendo fijamente, analizaba su cuerpo y notaba que tenía bastante potencial al menos para soportar su propio peso, aún tenía que ver su flexibilidad y agilidad.

     La primera impresión que tuvo del rubio ceniza fue que parecía ser un tipo nada delicado, muy tosco y con solo una pizca de disciplina pero empezó a quitarse esa idea de la cabeza cuando lo vio colocarse las cintas para las muñecas y las muñequeras, le sorprendió la paciencia que usaba para asegurar que estén bien colocadas, su mirada era completamente diferente que la de hace unos momentos.

—¿Cuánto tiempo has estado entrando a escondidas? —cuestionó el heterocromático.

     Katsuki se queda pensando, los primeros días de preparatoria los usó para conocer todo el lugar y memorizar salones.

     Recuerda haber visto un anuncio sobre los clubes que habían y entre ellos estaba la gimnasia con unos quince o más integrantes, no sabía si ingresar o no pero cuando fue a ver que tal era se quedó paralizado, los gimnastas eran bastante buenos y pensó que se le haría imposible llegar a su nivel, el que más destacaba de ahí era un rubio bastante alto y fornido, sus movimientos eran exactos y su fuerza lo ayudaba a tener un mejor impulso, probablemente era alguien de tercero.

     No tuvo el valor de hacer la prueba para ingresar al club pero quería entrenar, al principio usaba el pasamanos de los juegos del parque pero eso limitaba demasiado lo que podía hacer y no era nada seguro. Fue después de dos semanas que empezó a escabullirse en las tardes después de los entrenamientos.

Tal vez dos meses —dijo terminando de colocarse bien las muñequeras.

Entonces has de ser bueno ocultando las evidencias de haber estado aquí.

—En realidad no, solo a veces me aseguro de que todo esté como lo dejaron y me voy —suspiró sacando de su mochila una bolsa con tiza en polvo—. Últimamente me he descuidado bastante... ¿Cómo me descubriste?

Ayer me quedé hasta tarde en la biblioteca y cuando iba saliendo noté que el gimnasio tenía las luces encendidas, creí que se trataba de algún chico del club hasta que de la nada se apagan y sales tú —explicó cruzándose de brazos—, tengo que admitir que sentí mucha curiosidad y por eso ocurrió lo de hoy.

¿Cómo sabías que vendría hoy? — arqueó una ceja y se puso un poco de tiza en las manos y en las barras paralelas.

No lo sé, solo tenía la esperanza de que vendrías, gracias por no decepcionarme —dijo con una ligera sonrisa en su rostro.

Tch —rodó los ojos y ajustó las barras—, no esperes mucho de mí, no soy como los de tu club —él sentía que no era tan impresionante como ellos...

—¿Vas a calentar?

—Lo hice mientras esperaba a que terminaran su entrenamiento.

—Ya veo, entonces adelante.

     Finalmente la hora llegó, tenía que demostrar que tan bueno era en ese deporte, si fallaba no sabía lo que le pasaría a él o a su ingreso al gimnasio.

     Soltó un suspiro y luego se sube a las barras cerca de la punta, pensó en usar la rutina que había planteado la noche anterior pero ni siquiera lo había ensayado, si lo hacía ahora estaba muy seguro de que no lo lograría.

     Empezó con un "felgue" a parado de manos, algo que no era muy complicado pero hacía que se viera bastante bien, tenía que mostrarle ocho elementos y ese apenas era el primero, sus manos sujetaban con fuerza las barras, mortal hacia al frente en escuadra al apoyo a manos, la mirada fría del bicolor lo distraía bastante, su corazón amenazaba con salirse de su pecho, "peters", sus piernas y brazos tenían que siempre estar bien extendidos. Su cuerpo por alguna extraña razón se sentía más pesado de lo normal, pero aún así no se rendiría tan fácilmente, frunce el ceño y hace el mortal hacia atrás a parada de manos.

     Su vista se desvía y observa al medio albino, no parecía nada sorprendido por lo que estaba haciendo, aunque se lo esperaba un poco, después de todo en el club de gimnasia habían mejores deportistas que él. Su corazón no dejaba de latir con velocidad, no era necesario mostrarle elementos difíciles a ese tipo, pero sentía esa necesidad de tener que impresionarlo con algo.

     No sabía de dónde había sacado la decisión de hacer un "tipel" a la punta, tal vez fue demasiado repentino porque su mano izquierda resbaló de la barra haciendo que cayera, haber impactado contra el colchón lo hizo llenarse de frustración.

     Se empezó a levantar mientras contenía el enojo consigo mismo, ni siquiera observa al heterocromático, sintió demasiada vergüenza y sabía que el ajeno lo estaba criticando con la mirada.

—¿Estás bien? —pregunta el bicolor pero no recibe respuesta.

     Katsuki vuelve a subirse a las barras y comienza nuevamente con la rutina, el elemento en el que anteriormente había fallado ahora lo había hecho algo decente, se rehusaba a quedar como un novato por lo que al final termina con un doble mortal al frente con medio giro y un clavado completo, inconscientemente había estado conteniendo el aire, alza los brazos en señal de haber terminado con su demostración y luego voltea sin muchas ganas hacia la dirección del mánager.

     Este estaba con los ojos ligeramente más abiertos, pero esa expresión desapareció a los segundos cuando sus miradas se cruzaron.

¿Y bien? —cuestionó el rubio ceniza empezando a quitarse los guantes y las cintas de las muñecas.

Tienes mucho que mejorar —se cruzó de brazos mientras soltaba un silencioso suspiro.

     Bakugō chasqueó la lengua y camina a la banca en donde estaba su maleta, se acabó, ya no volvería a ese gimnasio.

Pero esa salida... —siguió hablando haciendo que el de mirada carmesí detuviera sus pasos— fue impresionante.

—¿Entonces? —continuó caminando hacia sus pertenencias.

—¿No pensaste en unirte al club de gimnasia?

—Ya me viste, no soy suficientemente bueno —deslizó el cierre de su mochila.

     Esa opinión sobre él la tenía muy clara, unas simples palabras halagándolo no lo harían cambiar de parecer. En un momento se encontraba tan distraído acomodando su equipo que no se dio cuenta del acercamiento del bicolor.

¿Quién te dijo eso? —Katsuki da un pequeño salto por haberlo escuchado tan cerca.

Yo pienso eso —se volteó para enfrentarlo cara a cara tratando de ocultar el susto que acababa de tener.

No deberías, nunca vi a un chico de primero clavar una salida de esa manera.

Yo nunca dije que era de primero.

Lo supe apenas dijiste que llevabas dos meses entrando sin permiso —el de menor altura se sorprende, el mánager le había sacado un poco de información sin que él se diera cuenta— ¿Qué es lo que realmente te hace querer entrenar solo?

Es más fácil, nadie me distrae.

Querrás decir "nadie te critica" —la cercanía entre ambos era cada vez más corta, los ojos heterocromáticos del más alto lo dejaban petrificado y sin habla—. En tu demostración ni siquiera querías verme, fingías que no existía y solo eras tú con las barras paralelas... ¿o me equivoco?

Sí, tienes razón.

continuará...

NarikoHN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro