Sus latidos iban con velocidad, estaba algo ansiosa observaba todo el campo buscando con la mirada al chico que la había citado para ese momento. Por alguna razón repasaba una y otra vez en las primeras técnicas de defensa que había aprendido las primeras semanas del club de artes marciales, intenta calmarse y respira profundamente.

—Hey, cara redonda —escuchó detrás suyo y se volteó confundida por el apodo, era el chico explosivo—, pensé que no vendrías, hace rato parecías un ratón apunto de ser devorado.

     Traga saliva y aprieta la mandíbula, teniéndolo nuevamente de frente se da cuenta de que en realidad no parecía tener malas intenciones. Tal vez su mente de chica adolescente exageró por completo lo que había pasado en el receso.

—Necesitabas hablar ¿cierto? Aquí estoy para escuchar... —dijo manteniéndose firme ignorando las anteriores palabras del ajeno.

—De acuerdo, pero tienes que procurar no hablar de esto con el desgraciado de Deku ¿oíste?

—¿Eh? ¿Por qué? ¿Es algo malo? —cuestiona muy confundida— Si es algo en su contra no puedo ayudarte...

—No tiene nada que ver con él, simplemente aborrezco la idea de que él sepa más cosas sobre mí —chasqueó la lengua— si no eres capaz de cumplir ese detalle entonces no me sirves.

—Pero... ¿En qué necesitas ayuda?

—Necesito una mánager.

—¿Eh? Pero... tú no estás en ningún club... ¿Verdad? —según lo que había oído de su amigo pecoso Katsuki no participaba en ninguna actividad extra de la academia.

—Es cierto, parece que ese maldito nerd no se guarda ninguna información para él solo, en fin, lo que quiero es una mánager fuera de la academia.

—No comprendo...

—Voy a participar en el campeonato de primavera —confesó cruzándose de brazos.

     La fresca brisa de primavera les hizo llegar algunos pétalos de cerezo y un agradable aroma a naturaleza, el campo estaba vacío ya que la mayoría de estudiantes se encontraba almorzando tranquilamente en sus salones u otros lugares.

     Uraraka abrió los ojos sorprendida, sintió la determinación que aquel chico poseía, esa energía le sacó una sonrisa, sabía perfectamente que ese campeonato de primavera era muy importante para clasificar a las regionales.

—¿De qué mierda te ríes? ¿Crees que no voy en serio?

—No, no, no es eso, es solo que... tu vibra me recuerda mucho a alguien.

—Si dices que es Deku te golpearé —dijo con un gesto de desagrado, la castaña siente un pequeño escalofrío recorrer su espalda pues efectivamente estaba pensando en él—, entonces... ¿Aceptas o no?

     Baja la mirada y observa sus manos, no estaba participando mucho en su club por lo que estaba algo libre, además, él dijo que quería que fuera su mánager mientras no estén dentro de la academia por lo que no chocaría con sus actividades una vez se recupere de su lesión, podía ayudarlo pero no sabía si sería capaz de seguirle el paso.

     Katsuki por otro lado, sólo se la quedaba viendo pacientemente, no le interesaba quedarse sin almuerzo mientras tuviera la oportunidad de conseguir rápido a una mánager e inscribirse ese mismo día y quitarse ese peso de encima.

—Puedo ayudarte —confirmó con seguridad.

—Espero que no te arrepientas —suspiró mientras pensaba que esa chica no duraría ni una semana—. Necesito que vengas conmigo hoy en la salida, nos vamos a inscribir.

—¿Eh? ¿Tan pronto?

—¿Algún problema con eso? Además, yo no soy el que decidió cerrar las inscripciones mañana.

—Oh... ya veo, e-entonces te veo en la entrada de la academia —dijo decidida.

—No te haré esperar —comentó caminando de vuelta a las instalaciones de la academia—. Y más te vale no olvidar mi única condición...

     La ajena asiente en silencio y se queda observándolo hasta que lo pierde de vista, estaba un poco nerviosa, nunca había hablando con alguien con esa vibra tan aterradora. Aunque en esa ocasión tuvo suerte de tener una conversación decente y todo sin la necesidad de alzar la voz.

     Caminó de vuelta a su salón de clases para almorzar con sus amigos, no sabía qué cosas les diría sobre lo que acababa de ocurrir. No podía hablar sobre la participación de Katsuki en el campeonato, pero... ¿Qué le diría Midoriya si de casualidad se encuentran por ahí?

—¿Uraraka san? —un par de ojos color esmeralda se le quedan mirando con curiosidad, hace unos segundos que comenzó a llamarla pero al parecer ella no estaba consciente de lo que sucedía a su alrededor.

—Ah, Deku kun —dijo ella en respuesta aún sin reaccionar del todo.

—¿Estás bien? ¿Hablaste con Kacchan?

—Eh... no, me dejó plantada. Estoy un poco aliviada pensé que era algo malo, pero al parecer no es tan importante después de todo —comentó mostrando una sonrisa.

     Se sintió mal al mentirle a uno de sus mejores amigos, pero quería ayudar al rubio ceniza, quería conocerlo más y comprender la razón de porqué no estaba en el club de gimnasia artística a pesar de amar ese deporte.

     La castaña pensaba que si ella se hacía amiga de Bakugō tal vez al momento de encontrarse con Izuku las cosas no se saldrían tanto de control, quizá podría ayudarlos a reconciliarse y formar un grupo más grande de amigos.

—Eso es raro... —habló el pecoso, conocía bastante bien a su compañero de infancia y sabía que si no hubiera sido nada importante probablemente no habría hecho nada desde un inicio.

     Negó un poco con la cabeza tratando de pensar en otras razones, pero nada tenía lógica. Tal vez debería intentar hablar con él y ver si se encontraba bien, Katsuki lo mandaría a la mierda sin dudarlo pero no le costaba nada acercarse unos tres minutos.

—Mejor no pensemos en eso ¿sí? —insistió la más bajita— ¿Ya almorzaste?

     El día transcurrió como se lo esperaba, Kirishima le contó sus sospechas y teorías a los demás chicos del grupo y entre todos lo empezaron a cuestionar con cosas absurdas, obviamente negó todo y en cierto punto dejó de responder porque ya estaba cansado, los demás reían y hacían bromas e interpretaciones de cómo creían que era la chica que le gustaba, cuando en la mente del gimnasta solo había lugar para las inscripciones y los mensajes del mánager, cualquier vibración que hacía el celular lo hacía revisar sus mensajes, la mayoría eran falsas alarmas.

     "Perdón por no poder acompañarte a las inscripciones, las actividades del club han aumentado desde que se enteraron del campeonato y el entrenador no me dejará retirarme tan fácilmente."

     Ese fue el último mensaje que envió, no le molestaba ese hecho, más bien odiaba la idea de ser acompañado por el más alto, lo hacía sentirse dependiente a él, sentimiento nada agradable para el rubio ceniza.

—¡Ya te vi! —acusó Denki arrebatándole el celular de las manos, no se angustió ni nada, sabía que hacerlo solo provocaría más caos en la mesa.

—Si no quieres morir será mejor que me lo devuelvas —amenazó mostrando su puño cerrado.

—¿Quién es Todoroki? —pregunta el rubio viendo los mensajes que se enviaban.

—¿Es chica? —comentó Hanta ladeando levemente la cabeza.

—No lo sé, pero al parecer habla mucho con esta persona, ¡incluso durante la clase! —siguió deslizando su dedo para llegar a los primeros mensajes pero parecía que tardaría un rato.

—¿Tú conoces a alguien con ese apellido? —cuestionó el pelinegro mirando a Kirishima.

—Nunca lo escuché, al menos no en nuestro salón.

—Ya cálmense idiotas —gruñó quitándole su móvil al rubio—, no tiene nada que ver con ustedes.

—¿Desde cuándo conoces más personas? —preguntó el pelirrojo—. Que yo sepa aún no te unes a ningún club y después de la salida siempre vas directo a tu casa.

—Fue en la biblioteca —rodó los ojos, lo que dijo Kirishima era cierto, pero de vez en cuando iba a la biblioteca de la academia para estudiar o leer algo.

—Oh, eso tiene un poco más de lógica —bajó la mirada.

—Kacchan, no nos estás ocultando nada más ¿Verdad? —Kaminari se le queda viendo, puede que de lo poco que leyó haya visto que se trataba de un mánager...

—Es todo lo que tengo que decir, de verdad que ustedes son muy tóxicos —suspiró mientras la daba otro bocado a su sándwich.

     Esas últimas palabras le sacaron unas cuantas carcajadas a sus amigos, finalmente cambiando un poco el tema de conversación a algo más común.

     Tenía que admitir que se asustó un poco al no tener su celular en la mano, pensó que el idiota de Denki leería algún mensaje completo, pero al parecer no se tomó el tiempo para leer los complicados sinogramas que el bicolor le mandaba, agradecía intensamente a Todoroki por ser un chico culto y no escribir mucho hiragana como lo hacían la mayoría.

     Otro mensaje de Shōto le llega y nuevamente de forma disimulada abre la aplicación para leer su contenido.

"¿Tienes algo que decirme sobre lo de ayer?"

     Un poco extrañado frunce el ceño y se percata de que la persona que le escribía no era el mánager, el mensaje era corto a comparación de los demás y la escritura que usó no era muy complejo... ¿De quién demonios se trataba?

Continuará...

NarikoHN

Solo quería aclarar que la historia obviamente como se ubica en Japón y a pesar de que ustedes leen todo en español ellos se comunican en japonés.