Ambos Ichinose, Tepes y Hiragi miraban a un demonio encadenado y tras las rejas. Claro, nada podía ser tan feliz, aún quedaba solucionar el maldito asunto que tan tensa tenía a la pareja.

— Okay, entonces, el ataque que su banda armó, fue exclusivamente para ir en contra de Nagoya —el demonio asintió— ¿Qué ganaban al inmovilizar a Mikaela Tepes en una Laguna con el agua purificada del santuario... ¿Como sabían ustedes la ubicación de algo tan intimo en los Ichinose? —era Shinya quien hacía las preguntas, un general a su costado anotaba todo lo que decían—.

— Muchos de los sirvientes de este tipo hablaron en cuanto vieron dinero —señaló con la nariz a Guren, Yuu parecía enfurecido— Decían que harían cualquier cosa con tal de que el Rey haga algo por su pueblo, o que alguien intervenga —sonrió y miró a Yuu— Al parecer piensan que el pobre príncipe Yuuichiro aún no está capacitado para asumir el mando que el inepto de su padre. Pero bueno, al menos ahora eres un demonio completo —.

Mikaela sostuvo a Yuu por el hombro cuando intentó acercarse a la celda.

— Un grupo rebelde tan pequeño como ustedes no habría planeado un atentado contra mi familia, todos saben lo fuerte que es el ejército de Sanguinem... y si son lo suficientemente grandes como para atacarnos, ya deberían haberte liberado, a no ser que no seas tan importante como dices ser —Mikaela intervino, el demonio sonrió aún más—.

— Príncipe Mikaela, tan inteligente y apuesto como todos dicen. Es cierto, no pensábamos atacarte ni hacer las cosas así. El plan era asesinarte, más bien, no sé aún cómo ustedes dos se ven tan bien después de estar en ese lugar —hablo mirando a Mikaela y Yuuichiro— la reina estaría furiosa de que en el castillo de los Ichinose, debido a la terrible y tan pobre seguridad, su hijo haya sido asesinado por un simple grupo organizado —soltó una risita— entonces, rompería cualquier relación con ustedes, y por lo tanto, Nagoya estaría expuesta al no tener nada de ayuda. Más bien, tú —señaló a Yuu— estás vivo gracias a un mal cálculo por parte del idiota del arco, realmente nadie pensó que pudieses superarlo, así que ese idiota se tomó su tiempo para atacarte. Cuando logro hacerlo entonces te convertiste en un demonio —.

— Entonces, ustedes pensaban matar a mi hijo y luego buscarme un conflicto —Guren por primera vez intervino y el demonio asintió—.

— Mi jefe pensó que sería una buena idea tomar tu puesto, así que reclutaron a demonios y algunos humanos, el reino de los demonios es un lugar tan hostil —bostezó mientras seguía hablando— Aunque en este tiempo no creo que quiera hacer algo más, aún aquí dentro, sé que moviste bien tus cartas Ichinose, tu hijo ahora es un demonio poderoso, puedo sentirlo, y no solo eso, si no que ahora no hay posibilidad de atacarlos ya que esos dos son pareja—.

Todos incluso el guardia miraron a Mika y Yuu, Yuu enrojeció totalmente, Mika se veía sereno y tranquilo, sin apartar su mirada del demonio atado.

— Te recuerdo, demonio, que nosotros tenemos la decisión de ponerle fin a tu vida. Esta es la última vez que escucho algún comentario que no tenga que ver con la verdadera intención de esta reunión —sus hijos helados miraban al demonio fijamente, Yuu tembló un poco, no le gustaba ver a Mika así de serio, Shinya y Guren tuvieron recuerdos de reuniones y conferencias con Krul en algún momento, ella era igual de frívola cuando se trataba de esas cosas—.

— Ustedes no van a matarme, lo hubiesen hecho desde el primer día si no me necesitasen —canturreo feliz, meneando la cabeza. Mikaela por primera vez mostró una emoción al fruncir el ceño, claro que él deseaba matarlo y darse un festín con toda su sangre, pero Yuu tenía razón sobre eso— Aún no les digo cómo capturar al líder

Shinya y Guren se miraron, Guren intervino esta vez.

— Reduciré tu condena, ya estamos llevando una investigación para encontrar a ese tipo. Tú vas a pasar menos tiempo aquí que tus compañeros, así que dime, ¿Por qué decides hablar? —.

— Yo sabía que esto iba a salir mal, pero el cobarde del jefe solamente nos ordenó venir aquí y lograr el cometido —suspiró— quiero verlo muerto —miró al de ojos morados— él y sus estrategias de mierda, no le interesa en lo más mínimo quien muera, solamente quiere hacerse con el trono... él fue el causante del ataque al príncipe Yuuichiro de hace unos meses, cuando debía ir con los Sangu y acabó en el bosque de Sanguinem. Insistí en que debíamos llevar un armamento especializado, aún si estaba desprotegido, estaba bien asegurarnos, pero él se confió, los llevó mal armados y su escolta tenía armas especiales... acabaron con la vida de mi familia y amigos —era la primera vez que bajaba la vista— no tenía nada que perder, y ahora tampoco, me da igual estar muerto o estar encerrado, pero no quiero que siga engañando a personas inocentes, que solo buscan una mejor vida —.

Para concluir la reunión, el demonio acabó explicando todo el tema, su líder, un tal Saito, parece que había tenido un conflicto con Mahiru hace años, y ante su resentimiento, solo quería hundir a Nagoya, que se vayan al carajo y él poder administrarlo, porque obvio, conocía sobre lo que comentaban de la terrible gestión de Guren. Shinya y Guren agradecieron al sujeto, Mika y Yuu se retiraron detrás de ellos.

— Te dije, no todos son malas personas —Yuu le sonrió a Mika, habían vuelto a su lugar privado en el castillo y disfrutaban un té—.

— Admito que conocí otro lado de la justicia gracias a tus aportes —sonrió y dio un último sorbo a su té— no creo que sea necesario admitir a todos que estamos juntos... ya sabes, si hasta un prisionero lo sabe, quiere decir que todo mundo lo sabe —.

Yuu rió y se levantó para tomar un grande mapa de una de las estanterías, dejó el mapa en la mesa, no sin antes robarle un largo beso al rubio.

— ¿Qué veremos hoy? —sonrió, Yuu se sentó a su lado y recargó su cabeza en su hombro—.

A diario, desde hace dos semanas, Yuu se sentaba con Mika en el salón de astronomía a diario, a realizar pequeños hechizos, todos con la finalidad de ilustrar constelaciones, planetas o estrellas, mientras le explicaba del tema. Para Mika los astros no eran de su interés, ya que en Sanguinem casi siempre estaba nublado no se podía apreciar del todo el cielo, pero Nagoya tenía el cielo despejado siempre, y además, que Yuu sienta interés en el tema hacia todo más interesante.

Yuu le sonrió y logró que el gráfico de uno de sus mapas se proyecte como un holograma en el techo, ambos jóvenes se acostaron en el suelo, mirando al techo grande con ahora bastantes estrellas, casi como si fuese en cielo. Mikaela miro a su acompañante y se preguntó si en algún momento se acostumbraría a mirar su rostro todos los días. Se relajó tanto mirando estrellas y escuchando a Yuu que no supo en qué momento quedó dormido a su lado, solo para ser acompañado de él.