Hazel

Nuestra boda fue hermosa; fue más de lo que había soñado, Harry tenía una sonrisa radiante en su rostro y yo era la mujer más feliz de el mundo. En nuestra ceremonia Harry tenía una silla vacía entre todos los invitados en honor a su madre y yo tenía dos sillas vacías en honor a mis padres...a ellos les hubiera encantado estar en la boda de su hija. Mi vestido era blanco y era suelto ya que mi estómago estaba creciendo y no quería usar nada ajustado, y Harry me apoyo totalmente con eso. El tenía puesto ropas azules con oro y se veía muy elegante, esa noche hubo un gran baile para ambos mientras festejábamos nuestra boda. Los dos nos escapamos por la parte de atrás de el palacio mientras el baile continuaba.

- Eres mi esposa.- dijo Harry sonriendo para luego besarme.

- Te amo Harry.- dije.

- ¿Nuestra historia comenzó un poco mal no lo crees?- pregunto mientras que yo ponía mi cabeza en su hombro y ambos mirábamos el lago.

- Si, pero terminó siendo una buena locura.- dijo.

El comenzó a reír y me dio un beso en la cabeza, y nos quedamos así solamente el y yo juntos. Los últimos meses pasaron volando...es como si el tiempo pensara igual que nosotros y llegó la noche que ambos esperábamos con tantas ansias...el nacimiento de nuestros hijos.

- Vamos alteza lo está haciendo muy bien.- dijo una de las empleadas.

- !!!NECESITO A HARRY!!!- grite mientras que pujaba.

Harry estaba afuera de la habitación mientras que los guardias no lo dejaban entrar ya que usualmente el rey no podía entrar a la habitación si la reina estaba dando a luz.

- Su majestad no puede pasar.- dijo uno de los guardias frente a la puerta.

- Maldición apártense de mi camino.- dijo Harry mientras los empujaba y entraba a la habitación.

- !!!AAAAAAHHHHHHH...HARRY!!!- grite mientras que Harry camino hasta la cama, el tomo mi mano y se colocó detrás de mi para sostenerme.

- Estoy aquí...ya estoy aquí y nadie me va a separar de ti.- dijo mientras me daba un beso en la cabeza.

- ¿Lo pro...metes...

- Te lo prometo mi amor vamos puedes hacerlo.- dijo mientras que sostenía mi mano más fuerte y yo asentía para volver a pujar.

- Su majestad ya casi logra salir el primer bebé vamos puede hacerlo.- dijo Zaara.

Después de dos pujadas más el primer bebé logró salir, ya uno estaba afuera, Las empleadas lo limpiaron y revisaron que estuviera bien. El segundo bebé fue un poco más facil, Harry me repetía cuantas veces me amaba y que tendríamos a nuestros bebés muy pronto con nosotros.

- Vamos su alteza una vez más, un pequeño puje y ya su majestad.- dijo la empleada.

Volví a pujar lentamente y sentí un alivio ya que el segundo bebé estaba afuera. Cuando los bebés estaban listos los trajeron con nosotros el primer bebé fue un niño y el segundo bebé fue una niña. Yo sostenía al niño mientras que Harry sostenía a la niña y miraba a ambos con orgullo.

- Mis hijos.- susurro Harry sonriéndole a ambos.

- Mis amores.- dije sonriéndoles.

- ¿Como los llamarán sus majestades?- pregunto Zaara.

- Les presentamos a Mason y Anneliese, los Príncipes de Vermont.- dijo Harry con una sonrisa en su rostro.

Todas las empleadas hicieron una reverencia ante los bebés. Días después cuando ya estaba recuperada estábamos los cuatro en el jardín.

- Mi hija es hermosa y mi hijo es el más fuerte de todos los hombres de el palacio.- dijo Harry haciéndole cosquillas a Anneliese.

La bebe de ojos verdes y pestañas grandes río hacia su padre. Harry tomo a Mason en brazos, el beso su pequeño pie un poco torcido por el ataque que sufrió por Edward y comenzó a hacerlo reír también, mientras que yo sostenía a mi hija.

- Te amo Hazel y te amare hasta el final de mis días.- dijo Harry, yo me le quede mirando y me le acerqué para besarlo y al separarme de el le sonreí.

- Yo también te amo mi príncipe y siempre te amare.- dije.