Capitulo 6
Hazel
Estaba entrando a mi habitación para ponerme mi ropa para dormir. Al hacerlo y estar lista me acosté en la cama para ponerme cómoda pero de repente escuché unas pisadas afuera. Levante un poco la cortina y vi a uno de los príncipes alejándose de el palacio. No pude fijarme cuál de los dos era ya que estaba de espaldas a mi pero supe que era uno de ellos por su cabello y sus ropas. veía como se adentraba al bosque y me quede despierta por un rato más hasta que volví a mirar y vi como volvía al castillo. Al fijarme bien era el principe Harry; lo supe por su mirada fuerte y con carácter. El principe Edward es más Gentil y amable que hasta en su rostro puedes notarlo.
Me aleje de la cortina y puse mi cabeza en la almohada para quedarme dormida.
A la siguiente mañana estaba preparando tostadas francesas para el desayuno. Use una de crema y azúcar y sobre ellas puse frutas para luego llevarlas a la mesa. Comenzaron a llegar la familia real y comenzaron a comer; me gustaba ver cómo disfrutaban la comida. Todos excepto el principe Harry que su mirada no era muy placentera que digamos. Camine fuera de el castillo con una canasta para ir a recoger frutas ya que las use todas en el desayuno. Salude a él granjero que mantenía todas las frutas frescas. Comencé a cortar algunas fresas y las puse en las canastas cuando de repente siento a alguien detrás de mi.
- ¿Que haces?- pregunto el principe Harry con sus brazos cruzados en su pecho.
- No es obvio.- respondí.
- Oh no si se lo que estás haciendo ahora plebeya te pregunto porque te comportas como una interesada.- dijo.
Me levante de el suelo y lo observé con furia.
- No vuelva a hablarme de esa manera.- dije.
- No te hagas como la que no sabes lo que estás haciendo; ayer te observé espiándome desde tu ventana mientras regresaba de el bosque.- dijo.
Se acercó más a mi rostro; sus ojos eran hipnotizantes de una manera que no puedo explicar. Trate de alejarme de el pero la planta de fresas no me permitía. Lo que quería era callarlo en este momento con una golpiza en su rostro ya que estaba muy cerca de mi.
- Estás observándonos a cada uno para saber cuál es nuestro punto débil; pero no lo vas a conseguir.- dijo.
- Si quiere una respuesta su majestad...no; no quiero observarlos si es lo que piensa.- dije calmada; no iba a darle gusto de que estuviera molesta.
- Eso veremos.- dijo.
Me miró de pies a cabeza lentamente y luego se alejó de mi. Lo miraba mientras se alejaba de mi, el hará lo que sea para que me despidan y me saquen de aquí.
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