Hazel

Estaba preparando el desayuno para la familia real. Cuando termine coloqué los platos en la mesa y todos se sentaron en sus lugares para comer. Disfrutaba ver cómo les gustaba mi comida; Zaara recogió los platos y yo me dirigí a dejar la ropa en los cuartos de la familia real.

Estaba doblando la ropa cuando vi como Ytzel de la nada salía de el cuarto de la tía Juliette y camino hacia otra parte de el palacio. Luego de unos minutos salió el Señor Robert acomodándose sus pantalones...Ay no.

-Hola Hazel.- dijo una voz inesperadamente.

Me asuste levemente al ver al principe Edward a mi lado. El comenzó a reír y yo llevé mi mano a mi corazón para comenzar a reír.

- No fue mi intención asustarte.- dijo.

- Espero que no Alteza.- dije.

- Déjame ayudarte.- dijo.

- No su majestad yo puedo hacerlo.- dije.

- Tranquila Hazel, puedo ayudar...ademas estoy aburrido.- dijo tomándome dos de las canastas de ropa para luego llevársela.

Lleve la ropa hacia las habitaciones; al entrar a la habitación de Harry y dejar su ropa guardada miré a través de el balcón podía verlo como estaba sentado recostando su espalda por uno de los árboles.

De la nada veo cómo la reina se acerca a él y trata de hacer conversación con Harry. El comienza a negar y la reina Anne se aleja de el lentamente. Camine hacia la habitación de la Condesa Yanet; ella abrió la puerta y se quedó observándome.

- Pasa niñata.- dijo.

Que tonta; entre a la habitación y comencé a guardar la ropa mientras que la condesa estaba probándose sus joyas.

- Que pena que nunca podrás compárate a mi Hazel. Se que quieres ser como yo; una de la realeza, pero jamás lo serás.- dijo.

En vez de contestarle como debí hacerlo solamente la miré y las palabras salieron de mi boca.

- Con permiso.- dije simplemente para irme.

Se que ella quería que le respondiera agresivamente para acusarme pero no le di el placer de darle gusto. Camine hacia el la habitación que estaba al frente de la cocina para dejar la puerta medio abierta para poder respirar y sacar todo mi enojo por la condesa.

De la nada escuché unas pisadas que entraban a la cocina; me asomé por la puerta entreabierta quien estaría dando esas pisadas tan escandalosas.

- Robert estoy harta.- dijo Ytzel.

- Ya se que no te gusta Ytzel pero debes esperar.- dijo.

- Estoy haciendo mucho trabajo; no tengo descanso jamás. Me prometiste que si trabajaba aquí podría tener un título y un lugar en la realeza.- dijo molesta.

- Lo se pero tienes que esperar a que mi esposa muera a menos de que yo muera primero ya que pronto cumpliré mis setenta y dos años.- dijo.

- No puedes morir; me prometiste...

-Ya se lo que te prometí, pero ya todo vendrá a su tiempo...ahora que te parece si te portas bien y me complaces.- dijo.

- Está bien, pero debes cumplir tu promesa.- dijo mientras rodaba los ojos.

Robert asintió y beso a Ytzel; comenzaron a besarse con más deseo. Robert sento a Ytzel en la mesa mientras que deslizaba su ropa interior por sus piernas y el se quitaba sus pantalones. Ytzel no podía controlar sus gemidos mientras que Robert se movía. De la nada vi como la tía Juliette caminaba tranquilamente hacia la cocina y abría la puerta para encontrar un escenario que imagino que jamás quiso encontrar.

- !!!AAAAAHHHH QUE CARAJOS ES ESTO ROBERT!!!- gritó la tía Juliette.

Oh no.

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Holiiiiiiiiii♥️♥️♥️♥️

Voten y comenten porque esta novela se pondrá cada vez mejor.

Los amo 💙💙💙💙