Hazel POV

Estaba llevando la canasta con la ropa limpia a los cuartos cuando de repente me encuentro con el principe Edward.

- ¿Que estás haciendo Hazel?- pregunto.

-Trabajo alteza.- respondí.

- Ven conmigo.- dijo y me tomo de la mano.

- ¿Porque? Principe Edward.- dije.

El siguió caminando y riendo hasta llegar a una pared; abrió la pared revelando un pasillo secreto. El principe Jalo mi mano haciendo que ambos quedáramos encerrados aquí.

-¿Que es este lugar?- pregunté.

- Es un pasillo; aquí vengo cuando voy a pensar o a crear.- dijo.

Seguíamos caminando y en las rocas habían pinturas hermosas. Dignas de un artista; el principe Edward sabía este pasillo de memoria. Parece que caminamos por mucho ya que al abrir una puerta daba directo hasta el jardín.

- ¿Que te pareció?- pregunto.

- Fue una buena caminata.- dije sonriendo.

- Cierto...bueno nos vemos después.- dijo sonriendo y se fue.

- Adiós.- dije.

Estuve tendiendo y doblando la ropa de la familia real. Era tanta que ya se había hecho de noche y la última que faltaba era la ropa de Harry. Al llegar a su puerta toque esperando escuchar su voz pero no lo escuché así que entre. Puse la ropa en una silla y comencé a guardarla; una de sus camisas se habían caído al suelo así que me agaché para tomarla y volver a doblarla. No se porque pero hacer que la camisa a mi para abrazarla y sonreír; olía a él .

- Hazel.- dijo alguien detrás de mi.

Me di un leve susto ya que entro sin hacer nada de ruido; llevaba unos pantalones negros y su camisa blanca medio desabrochada.

- Harry...no esperaba...

El se acercaba lentamente a mi con una mirada seria ¿Como alguien puede lucir tan bien?

- No esperaba verte ya que no estabas aquí cuando llegue a dejar tu ropa.- dije.

Harry termino de caminar cuando llegó frente a mi y se me quedó mirando. Creo que no le gusto la idea de que estuviera en su habitación en este momento.

- Ya me voy.- dije.

Hice el intento de pasar por su lado pero el me tomo de la cintura y me beso. Me separo de la pared mientras ambos caminábamos por la habitación.

- No puedo dejar de pensar en ti Hazel...te pienso día y noche.- dijo mientras besaba mi cuello.

- Harry...esto...no está bien.- dije.

-¿Porque no?- pregunto.

- Soy sirvienta.- respondí.

- ¿Y?- pregunto.

Me quede callada ante su pregunta; sentía su mirada sobre mi y no me atrevía a mirarlo.

- ¿Hazel me quieres?- pregunto.

Mis ojos se abrieron mientras levantaba mis ojos hacia los suyos. Las palabras no salían de mi boca y volví a mirar el suelo pero su mano levantó mi mentón para que lo mirara.

- Me quieres.- dijo.