Hazel

- ¿Pero que demonios se cree?- pregunte impulsándome con todas mis fuerzas para salir de su agarre y salir de la bañera.

No me importaba que mi vestido mojara el piso, pero yo tenía que salir de ahí antes de que otra cosa pasara.

-¿Que puede reclamarme suya? No lo creo alteza.- dije.

- Pues créelo.- dijo.

Camine hacia la puerta para dejarlo solo y me lleve una toalla conmigo para no mojar el piso, pero para mi mala suerte el principe Edward me miró.

-Hazel...¿Porque estás mojada?- pregunto.

- Lo siento alteza...la lluvia de afuera me ha estropeado.- dije mientras que el miraba hacia las ventanas que daban al patio.

- Pero si afuera está soleado.- dijo.

Pase por su lado avergonzada; no quería que me siguiera preguntando para luego enterarse que estuve con su hermano gemelo en una situación...muy cercana.

Entre a mi habitación y me quite la ropa mojada para ponerme un uniforme nuevo; al salir me entretuve limpiando las escaleras. Cuando de la nada escucho a la reina hablando con el principe Edward.

- No se que hacer con Harry; he tratado de hacerlo feliz pero su actitud no quiere el sabe que no es mi culpa lo que paso con su padre.- dijo la reina.

- Mamá sabes cómo es Harry, pero no te preocupes pronto cambiará ya verás.- Dino el principe Edward usando una voz muy dulce con su madre.

- Gracias hijo.- dijo.

¿Lo que pasó con su padre?

No se a lo que se refiere la reina pero...¿Entonces Harry se comporta así con su madre por rencor?

Al terminar las escaleras guarde todo lo que use para limpiar y me dirigí a la cocina para hacer la cena. Esta noche la familia real comería pollo con espárragos y papa majada; al terminar y poner los platos en la mesa las sirvientas nos quedamos mirando como la familia real comía.

- ¿Escucharon como el duque de Italia hizo una nueva ley? No puedo creerlo ¿Cuantas leyes más pondrá?- dijo la Condesa Yanet.

- No lo se pero tiene demasiadas leyes son como cien.- dijo Esteban.

- Eso es ridiculo.- dijo Robert.

- En fin, hablemos sobre otra cosa.- dijo la reina.

El principe Harry no decía ni una palabra; solamente se concentraba en su comida. No miraba a nadie...ni siquiera a mi, y me sentía rara al respecto.

¿Pero Porque? ¿No se supone que no me importará lo que el piense de mi?