La confianza
Senku apretó mucho la mandíbula, viendo a la princesa mirar a Chrome con evidente nerviosismo.
"¿Y luego te atreves a decirme que no sientes nada por él? ¿Por qué más estarías nerviosa, leona?", pensó, rencoroso.
—C-Chrome, yo, la princesa Ruri, te presento a mi prometido, Ishigami Senku —dijo ella de repente, señalándolo con una mano y hablando en tercera persona por alguna razón.
—¡OH! —Chrome de repente pareció entender algo y se enderezó como regla, también luciendo nervioso—. ¡V-vaya, que... inesperado? ¿Qué está haciendo él aquí? —preguntó en un "susurro" a la princesa, que rodó los ojos.
—Permíteme, Senku, debo decirle algo importante a Chrome. —De repente, lo tomó de la oreja como si fuera un niño y lo arrastró fuera de la casa.
Senku parpadeó, confundido, antes de acercarse a la ventana para ver a dónde iban, notando que solo se alejaron varios metros y entonces ella empezó a gritarle algo, aparentemente regañándolo, y Chrome empezó a pisotear en el piso como niño, pareciendo reclamarle algo también, hasta que finalmente ella le dio un coscorrón y él se quedó callado, hincándose en el suelo y sujetando su cabeza.
Senku volvió a parpadear, aturdido.
¿Así trataba al tipo al que supuestamente le entregó su corazón apenas conocerlo?
"En ese caso tal vez debería agradecer que no se enamorara de mí... con uno de esos golpes y esa fuerza de leona me mataría al diez billones por ciento", pensó, estremeciéndose.
Finalmente, luego de que ella le dijera otro par de cosas, lo jaló de la oreja para volver a la granja.
—Bien, Chrome ya dijo lo que tenía que decir y ahora lo siente mucho pero tiene que volver a la herrería —masculló la princesa con los dientes apretados en evidente furia contenida—. Fue lindo que se conocieran pero ya se va, ¿no es así, Chrome? —Lo miró mal.
—Sí, sí... —Frotó su nuca incómodamente, pero entonces fijó su mirada en Senku—. Oye, eh... sé que tú salvaste la vida de Ruri, así que... —Sonrió sinceramente—. Gracias.
Senku suspiró.
"Puedo ver que en el fondo sí se preocupa por ella... debe ser un buen sujeto... Supongo que no me queda más que resignarme... solo me gustaría que ella lo admitiera y dejara de mentirme en la cara..."
—Bueno, todo es posible con la ciencia. —Encogió los hombros, con una sonrisa resignada.
—¿Ciencia? ¿Te gusta la ciencia? —Los ojos de Chrome se iluminaron.
—Eh... sí... Soy un científico.
—¡Qué malote! ¡Yo estoy empezando a leer un montón de libros sobre ciencia! Ru... Eh, una amiga me recomendó muchos libros sobre herreros e inventores y comencé a descubrir la ciencia ¡y me parece genial, lo mejor que existe! ¡Siempre había notado que había unas estrellas raras, pero jamás supe que eran otros planetas! —Rio emocionado—. ¡La otra semana cree mi propio telescopio casero... ¡y creo que vi a Saturno! ¡Fue hermoso! Incluso lloré un poco, jeje. —Rascó su nuca con nerviosismo ante su admisión.
—¿Telescopio casero? —La curiosidad de Senku centelleó—. ¿Puedo verlo?
—¡¿Qué?! —La princesa pareció querer desmayarse.
—¿Sabes de telescopios? —Chrome lo miró emocionado.
Sin embargo, Senku ahora estaba mirando a la princesa, de repente recordando que este era el tipo por el cual había estado detestándola tanto los últimos días y ahora... ¡¿cómo es que le estaba cayendo bien?!
—Bueno, sí, de hecho, hace unos meses terminé una réplica del telescopio reflector de Newton, pero en fin, creo que debería volver al palacio y dejarlos...
—¡¿EL TELESCOPIO DE NEWTON?! —Chrome se le abalanzó encima, tomándolo de los hombros y mirándolo con pura emoción mientras saltaba de arriba abajo—. ¡I-increíble, yo también traté de replicar su telescopio, pero no pude! ¡¿Y es verdad?! ¡¿Pudiste comprobarlo tú mismo?! ¡¿Saturno tiene anillos y no un disco?! ¡¿Los viste?!
Muy en contra de su voluntad, Senku rio, encontrando su entusiasmo científico un poco refrescante.
Podía ver por su ropa sucia y descuidada con rastros de quemaduras y cenizas que en verdad era un simple herrero, ¿y aun así se había educado y comenzó a leer sobre ciencia? No podía negar que estaba impresionado.
"Supongo que no es vergüenza perder ante alguien así..."
Lanzó un suspiro resignado, mirando de reojo a la princesa, antes de sonreír.
—Sí, los vi... Tiene anillos, es un espectáculo fascinante.
—¡I-increíble... eres alguien increíble, Senku! ¡¿Cómo lograste recrear el telescopio?! Yo leí cada libro, pero no pude hacerlo bien por más que me esforcé... —Cruzó los brazos, visiblemente frustrado—. Vi a Saturno, pero los anillos me parecieron un disco y por un momento creí que los libros estaban mal, pero... es bueno conocer a alguien que los vio con sus propios ojos. —Sonrió enormemente.
Era sincero, entusiasta, un poco emocional y lleno de energía, de hecho le recordaba... a la princesa...
"¿Es idea mía o se parece bastante a la leona en cierto modo?", pensó, alzando una ceja.
—¡Chrome, ya deja de molestar a Senku! —Y hablando de la leona, ella volvió a jalarle la oreja al castaño—. Te dije que te vayas, ¿recuerdas?
—A-ah, sí, lo siento... ¿P-pero no me puedes decir antes cómo hiciste el telescopio? —Lo miró suplicante.
—¡Chrome! —La princesa volvió a regañarlo, cruzando los brazos.
—Está bien. —Senku rio entre dientes, negando con la cabeza—. Aún tenemos una hora antes de tener que volver al palacio, supongo que puedo ayudarlo a corregir su telescopio. ¿Qué tan lejos está la herrería?
—Muy le...
—¡Cerca, tres minutos a caballo! —Chrome interrumpió a la princesa, chillando cuando ella le pisó el pie.
Senku volvió a alzar una ceja.
"¿Por qué tengo la impresión... de que parecen hermanos más que amantes?..."
Se despidieron de Jasper y Turquoise y partieron a la herrería junto con Chrome, Senku y la princesa de nuevo en el mismo caballo y Chrome en el suyo, y Senku estuvo muy atento a ambos en el corto viaje, notando que Chrome todo el tiempo miraba al frente parloteando de su telescopio, mientras que la princesa estaba muy feliz acurrucada en su espalda de nuevo, poniéndolo de los nervios pero además haciéndolo sentir muy confundido porque en serio, no se habían lanzado ni una sola mirada de complicidad ni nada y la princesa parecía más concentrada en abrazarse a él que en cualquier otra cosa.
Finalmente, llegaron a la herrería y solo entonces la princesa pareció ponerse nerviosa.
—¿Kaseki está?
—Ah, no, no te preocupes, fue a hacer un pedido, es por eso que pude terminar mi nuevo invento para... m-mi amiga.
Senku alzó una ceja. ¿Eso era una especie de código para decir que en realidad tenía una sorpresa para Ruri?
—Bien. —La princesa suspiró—. Muéstrale tu tonto telescopio rápido y acabemos con esto.
—¿Y qué invento es ese? —preguntó Senku mientras entraban a la herrería y Chrome comenzaba a buscar entre las cajas de un armario.
—¿Eh? Oh, ¿el que terminé hoy? Es una caja de música, es una sorpresa para mi amiga. Está ahí en el mostrador. —Lo señaló descuidadamente.
—¡Oh! ¡¿Le hiciste una caja de música a... a tu amiga?! ¡Ja, hasta que al fin te pones los pantalones, Chrome! —La princesa corrió a inspeccionar la caja metálica.
Senku la siguió, todo el tiempo manteniendo una ceja en alto por la rara relación de estos dos.
¿Entonces la sorpresa no era para la leona? ¿Y por qué ella hasta parecía emocionada de que le hiciera un regalo a otra chica?
—¡Oye, cuidado con eso! —exigió Chrome al ver a la princesa examinar de cerca la caja—. No la vayas a romper con tu fuerza de gorila.
—¡No soy un gorila, bastardo! —La princesa tomó un engranaje y se lo tiró directo a la cara.
—¡AUCH!
—¿Realmente es una caja de música? Nunca había visto una tan pequeña... —comentó Senku con algo de interés, preguntándose si realmente funcionaba.
—¡Sí, eso fue lo difícil! —Chrome rio, sacando las piezas del telescopio y comenzando a ensamblarlo—. Estuve meses intentando hacerlo más pequeño, es un regalo para... mi amiga, y no quería que fuera pesado de cargar para ella.
"¿Entonces... realmente no es para la princesa? Porque ella no tendría problema en cargarlo, con su fuerza de leona...", y, si era para otra chica, ella tampoco parecía molesta al respecto, eso o era increíblemente buena disimulando los celos...
—Pueden activarla si quieren —dijo Chrome con desinterés—. Solo giren la manivela.
La princesa no dudó en hacerle caso, girándola por un buen rato, hasta que esta se abrió sola y una figura de cerámica se alzó mientras una melodía dulce comenzaba a resonar.
La figura de cerámica era una muñequita, una bailarina de largo cabello rubio, bastante bien esculpida, y la música era bastante típica, pero sonaba bien, todo funcionaba bastante bien, y Senku no pudo más que estar impresionado.
"Una caja musical pequeña podría ser muy vendida como regalo para mujeres de clase alta... Podría hacer una fortuna con esto", pensó, pero prefirió no decirlo.
No estaba seguro de si este tipo quería robarle a la princesa, y hacerlo rico era lo último que necesitaba, mejor dejarlo como un simple herrero y que no tuviera posibilidades de ser aceptado por el rey en caso de que eventualmente quisiera luchar por su amor por Ruri.
"Claro que no es que me moleste que me robe a la leona... solo me molestaría que me robe la corona... s-sí, eso es".
—¡Bien, listo! —Poco después de que la música terminara de sonar, Chrome terminó de armar el telescopio, uno de más o menos un metro y medio de largo—. No es de noche, pero si apuntas al bosque verás que puedes ver los insectos, ¡es mi mejor trabajo! A-aunque claro que... no fue suficiente. —Suspiró.
—Claro que no, es demasiado pequeño —dijo Senku de inmediato—. El que yo construí medía casi cuatro metros.
—¡¿T-tanto?!
—Estuve observando las piezas internas, creo que sé en dónde fallaste...
—¡¿Y puedes ayudarme a corregirlo?! —Lo miró saltando de emoción.
"Genial, Ishigami, viniste a comprobar que te eran infiel bajo tus narices y ahora estás a punto de darle un premio al bastardo que te quita a tu prometida, ¿no quieres darle la corona, también?", pensó con sequedad.
Suspiró, de repente sintiendo una profunda ola de amargura que lo hizo sentir asqueado de él mismo y de toda la situación en general.
—Mira, estoy algo cansado así que quizás sería mejor que... —Fue interrumpido por un repentino tintineo y un jadeo.
Volteó hacia la princesa, viendo que había tomado una pequeña cajita que estaba al lado de la caja musical y que al abrirla del lado equivocado hizo caer un anillo con una perla coronándolo.
Chrome jadeó también.
—¡O-oye, Ko... eh, gorila, no estés tocando mis cosas! —Corrió enfadado y avergonzado a tomar el anillo y devolverlo a la cajita, quitándosela de las manos a la princesa con brusquedad.
—C-Chrome, no me digas que eso es... —La princesa calló, mirando de reojo a Senku, pero sin poder ocultar su sonrisa emocionada.
—N-no le digas nada... —Chrome se sonrojó profundamente, apartando la mirada.
—¿Se lo ibas a pedir hoy? —susurró la princesa, con tono bajo, pero Senku se acercó un poco más para escucharla.
—C-cállate, no es lo que piensas...
—Ja, ¿y entonces qué es? —Ella sonrió pícaramente, pero luego miró de reojo a Senku—. Eh... Danos un minuto. —Jaló del cuello de la camisa a Chrome y lo llevó al patio de la herrería.
Sin poder contener su curiosidad, Senku caminó sin hacer ruido hasta colocarse justo junto a la puerta, queriendo escuchar la conversación.
Solo pudo escuchar algunos pedazos:
—Ya era hora de que... —No pudo escuchar—. Y será mejor que cuides de mi hermana, bastardo.
¿Hermana? ¿Hablaba de la hija de sus tíos?
—No vayas a... —No pudo escuchar—. Y aún no sé cuándo pedirle que se casé conmigo y... —No pudo escuchar—. No podría darle una gran boda...
—Ja, por favor, ¿crees que ella quiere una gran boda? —Esta vez la voz de la princesa se escuchó más clara por su indignación.
—Pero ella...
—Ella te ama y lo sabes, y seguro lleva meses esperando que le pidas matrimonio. Además, hay mucho oro en el palacio, y la familia de la novia debe pagar la boda, así que no te preocupes por esas tonterías y hazla feliz o te patearé el trasero. —Senku asomó la cabeza levemente, viendo la enorme sonrisa en el rostro de la princesa.
—¿Más que de costumbre? —Chrome rio.
—¡Ja, mucho más! Y ahora volvamos e intenta no hacerme quedar mal frente a Senku, el idiota piensa que... —Su voz volvió a bajar, así que Senku no pudo escuchar bien lo último.
—¡¿Eh?! ¡¿Por qué piensa eso?! —Chrome gritó y Senku se escondió rápidamente detrás de la pared, justo un segundo antes de que la princesa volteara.
—¡SHH! Te puede escuchar y... —De nuevo bajó demasiado la voz.
Después de un rato viendo que ya no volvían a alzar la voz, decidió alejarse y volver a acercarse al telescopio, ya que ya había escuchado suficiente.
"Entonces... ¿ella en verdad lo ve como un hermano? ¿La ridiculez del libro era cierta?"
Parecía una completa locura, pero... para ser honesto, esos dos no parecían lo suficientemente inteligentes como para haber planeado fingir una actuación tan convincente como esa.
"Je, o al menos no parecen lo suficientemente inteligentes en el sentido de malicia o astucia... Esa leona es demasiado transparente, y aunque es perceptiva y de pensamiento rápido, es una mala mentirosa... Y ese Chrome parece peor que ella, en cierto modo parece un total idiota, pero por otro lado..." Miró al telescopio, y luego a la pequeña herrería que no parecía contar con muchos recursos. "Chrome es brillante, sumamente inteligente, ha hecho mucho con poco a su disposición..."
Senku realmente no podía negar que estaba impresionado por Chrome y... ahora que la bruma de los celos (que ya le parecía inútil negar) se le estaba pasando, comenzaba a sentir más admiración hacia el sujeto.
"¿Realmente... ya no siente nada por él? ¿O realmente nunca sintió nada verdadero hacia él? ¿En serio lo ve como un hermano? Porque parece sinceramente feliz de que quiera casarse con la hija de sus tíos... Y conozco esa sonrisa en ella... sé que es sincera..."
Su mirada se suavizó mientras observaba como regresaban aún charlando a susurros, y, por primera vez en semanas... sintió como todo su cuerpo se relajaba... como si un peso se levantara de sus hombros.
La princesa lo miró al sentir su mirada fija en ella, y de repente un adorable tinte rosa cubrió su rostro, mientras le sonreía con nerviosismo.
—Eh... Lamento haberlos interrumpido. ¿Ya quieres irte?
—No. —Rio, divertido y aliviado, un poco perturbado por lo raro que era todo y por como algunas cosas aún no tenían sentido, pero... incluso sin sentido... quería confiar en ella... sentía que podía confiar—. Lo ayudaré con su telescopio y... quisiera que me cuente más sobre cómo logró esa caja musical tan compacta... podría ser un éxito de ventas.
—¡¿Tú crees?! —Chrome apretó los puños con emoción y Senku rio otra vez.
Le daba igual si tenía sentido o no, simplemente... confiaba en su leona.
Quería confiar.
.
—¡¿QUÉ?! ¡¿Quieres contratar a Chrome como un asistente científico?! —Gen casi se desmaya cuando Senku volvió al palacio y les contó la noticia a él, Tsukasa y Ukyo, que también lo miraron como si estuviera loco.
—Sí. Es brillante, y tiene ideas creativas, será una buena adición. —Rascó su oído con indiferencia.
—¡Hace un par de horas estabas que te morías de la rabia y el odio que le tenías de solo escuchar su nombre! —reclamó Gen.
—Cambié de opinión, lo conocí y ahora me agrada. —Rio burlonamente.
—¿Estás ebrio? —preguntó Tsukasa directamente.
—¿Eres de esos que tienen un fetiche en que su mujer le ponga los cuernos? —Gen lo miró más perturbado.
Senku rodó los ojos, chasqueando la lengua.
—Miren, la princesa me dio una excusa barata que al principio no creí para nada, pero... —Encogió los hombros— los vi juntos y me recordaron más a mí y a Taiju que a cualquier pareja que haya visto... Honestamente, casi pareciera que se criaron juntos o algo, son inquietantemente similares en ciertas cosas.
—¿No lo conoció hace poco? —preguntó Ukyo.
—Dos años, se supone, pero... supongo que convivieron mucho. —Encogió los hombros—. Además, él se va a casar con la hija de sus tíos y ella parecía más feliz que él. No vi nada de celos ni nostalgia, y creo que ella hasta le dijo que yo pensaba que había algo entre ellos y él encontró la idea ridícula.
Gen, intrigado, se acercó un poco más, una ceja en alto.
—Dime, ¿exactamente qué excusa dudosa fue la que ella te dio?
Senku no dudó en contarle todo con detalle, queriendo la opinión de Gen en caso de que la suya estuviera sesgada por su debilidad a las sonrisas bonitas de la princesa, pero Gen, después de que le contara también la personalidad de Chrome y el modo en el que convivía con la princesa (y como los dos parecían casi niños con un secreto en vez de amantes apasionados), acabó diciendo que no sonaba tan loco.
—¿Cómo que no? A mí me parece muy raro que ella diga que confundió su afecto hacia él con afecto hacia un personaje de un libro —opinó Ukyo.
—Pues a mí no me lo parece, muchas chicas jóvenes se enamoran de personajes de libros más o menos a esas edades de entre doce a dieciséis años, tiene algo de sentido. —Encogió los hombros—. Además, esto reafirma algunas de mis hipótesis de que, primero: la princesa es una mala mentirosa. Y, segundo: ella está enamoradísima de Senku-chan~. Desde el principio ese amor por Chrome me pareció raro, esto podría ser una explicación.
—Hay algunos huecos... —murmuró Ukyo.
—Sí, pero hay más huecos en que no esté enamorada de Senku-chan, lo mira como cachorrita enamorada~. —Rio divertido—. Me iré con la teoría más probable. Puede que ella esté mintiendo sobre algo, pero dudo que la mentira sea amor por otro hombre, debe ser otra cosa.
—¿Y qué podría ser? —preguntó Tsukasa.
—Me da igual —dijo Senku, y los tres voltearon a verlo con sorpresa—. Es una pésima mentirosa, eventualmente voy a descubrirla. —Rio por lo bajo, casi con ternura—. Ahora, si me disculpan, le prometí que cenaríamos juntos.
Se marchó del laboratorio con una sonrisa suave, justo a tiempo para no ver las miradas resignadas que intercambiaron los tres.
—Bien, nos preocupamos por nada, qué perdida de tiempo. —Tsukasa negó con la cabeza—. Continuaré forjando amistades para cuando me convierta en general. —Se dirigió a la salida.
—¡Y yo iré pensando en qué bellezas escogeré para mi harem cuando me convierta en el principal consejero real!~ —Gen también se dirigió a la puerta canturreando para sí mismo.
Ukyo solo rio, divertido.
Ya no había duda de que se casarían y Senku sería el rey, eso era un alivio, pero más alivio le daba ver que ese matrimonio sí estaría lleno de confianza, fidelidad y, sobre todo, amor.
—Byakuya-san estará feliz de saber que su hijo y la princesa al final sí se enamoraron —murmuró el joven Saionji, saliendo del laboratorio para escribirle una carta al padre de Senku y darle las buenas noticias.
Lillian ya había dado a luz, así que seguramente Byakuya, ella y su hijita Rei recién nacida podrían visitar el palacio dentro de un mes cuando la bebita fuera más grande para viajar, justo a tiempo para el baile que se realizaría.
Desconocido para Ukyo, para Senku e incluso para la misma Kohaku, Lillian era el mayor terror de Ruri cuando aceptó el plan del intercambio, porque era una de las pocas personas que podría reconocerla... y la única a la que no sabía cómo evitar.
Y ahora su regreso al palacio ya estaba a la vuelta de la esquina.
Continuará...
Holaaaaa :D
Actualización rapida gracias a mi querido Aigamy que comisionó tres capítulos más para el fic *o*
Los iré subiendo poquito a poco porq tengo otros pedidos uwu
No se desesperen y gracias por su apoyo! *w*
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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