Primitivo
Jungkook.
Tengo una semana viviendo en casa de Park, los niños están en nuevos hogares, están siendo tratados bien por sus nuevas familias, la señora Rachel se va a jubilar con buena pensión ahora que por fin cada niño tiene un hogar.
Park no me ha molestado, me tiene como seguridad de la casa pero hasta ahí no me habla y no me ha pedido qué me acueste con él, Seongwha es mi compañero de trabajo pero no hemos vuelto hablar al respecto de esa vez, seguimos como hasta ahora.
—¿Algo de que preocuparse?
—Es una amiga, no me contesta el teléfono ni los mensajes, sus padres me piden que le de tiempo, pero me siento ansioso de no saber de ella.
—¿Por qué no vas a buscarla? ¿ya le preguntaste a Jimin de tu día libre? Debe darte uno aunque no quiera.
—Tendré que ir a decirle, aunque no quiera, creo que no lo he visto hoy.
—Hoy inicia su celo, no sale de su cuarto —se me acerco —¿Ya no lo has tocado? —negué—eso es nuevo, bueno puede ser que ya se canso de ti.
—Le herimos mucho el orgullo.
Jimin.
—No puedo —empuje a Namjoon—duele más de lo que disfruto, pensé que al estar en celo lubricaría más, pero solo me lastimas.
—¿Quiere que llame al doctor? —acaricio mi rostro —jamás me había rechazado en un celo.
La fiebre me subía y seguía ansioso, las feromonas de Namjoon no estaban sirviendo para nada, y tampoco podía controlarme. Me siento frustrado.
—No…—iba a pedir que llamara a Jungkook pero me detuve.
Se vistió y salió de mi habitación. Debo de meterme a duchar, es lo único que puedo hacer.
Sabes que no es así…
Lo que jure que no me pasaría Jeon Jungkook lo quebranto, paso sobre de mi y domino a mi lobo, sin embargo no lo aceptare.
—¡SUFICIENTE HAS HECHO YA!
El gruñido de Namjoon más un golpe fuerte se escucho tras la puerta, aun con lo débil qué me encontraba corrí para saber que estaba pasando. Namjoon tenía encañonado a Jungkook que parecía haberle roto el labio a Namjoon.
—Namjoon —me observo — déjalo.
Lo soltó y se fue furioso sin mirarme, Jungkook se levanto sacudiéndose.
—No era mi intención interrumpirlos, aunque por tu aroma y su humor no paso nada.
—¿Qué sucede? —conteste sin una pizca de humor.
—Mañana no vendré, necesito ir a visitar a Nelly.
Esa mocosa.
Solo asentí, estaba apunto de cerrar la puerta cuando metió el pie.
—¿Necesitas algo antes de irme?
—No.
Volví a empujar la puerta pero este no cedía, me empujo haciendo que casi cayera al suelo.
—Pídemelo — su aroma era cada vez más fuerte —quiero escuchar qué lo pidas.
—No tientes a tu suerte Jeon Jungkook.
—No lo hago señor Park, pero debo tomar un mínimo de venganza por lo que me ha hecho hasta ahora, no todos somos Namjoon.
—Lárgate, sufriré mi celo de ser necesario, no necesito de un puto alfa.
—No necesitas de un alfa…cualquiera —volvió a soltar sus feromonas —me necesitas a mi, dilo.
Me caí de rodillas apretando los muslos con necesidad, mi mandíbula temblaba ante el coraje que sentía.
—Jungkook, solo esta vez…
Se agacho hasta mi altura —¿Qué?
—Follame.
Jungkook.
Era lógico que su lobo ahora había tomado el control, su mirada estaba vidriosa por el dolor que le causaba el celo, su respiración despedía vapor debido al calor de su cuerpo.
La vez pasada que estuve con él en su rut no olia ni la mitad de bien de lo que huele ahora, pues no me marea su aroma, me atrae demasiado por eso me ofrecí a ayudarlo, pensé que no suplicaria así que la voz de mando le ayudaría.
Ahora soy yo quien tiene el control, quien va a decidir como se da esto, pero antes debo sentirlo, debo calmar a mi lobo qué esta furioso por no dejarlo tenerlo de inmediato.
Quite el cinturón y baje mi pantalón sacando mi erección, lo alce del brazo para girarlo y penetrarlo, un gemido agudo salió de su garganta haciéndome volver más loco.
Su cuerpo olia tan bien, mientras resbalaba con facilidad en su interior, mi mano apretaba su cadera y la otra sostenía su cuello. Mordí su hombro reprimiendo mis impulsos de marcarlo.
Aunque sería jodido qué se volviera mío después de todo lo que hizo.
—Jungkook, ya casi, ya casi.
—¿Si? —gire un poco su rostro —Puedo sentirlo, siento como me aprietas.
Me detuve y sus manos me arañaron los brazos, quería moverse solo, gimoteaba por su orgasmo.
—Déjame, Déjame correrme, por favor.
Volví a moverme y su cuerpo se tenso, apretando mi polla con fuerza, haciéndome correrme en su interior de manera intensa.
—¿Tus supresores? —Me salí para arrojarlo a la cama— ¿Dónde están?
—Yo…
—No habrá nudo Park, puedes elegir eso o un preservativo.
—En el cajón.
Señaló para acomodarse en la cama, entre sus muslos escurría mi semen y la escena se volvió tan erótica qué mi miembro cobro vida casi de inmediato, tome las pastillas y lo hice tragar una.
Quiero sentirlo completamente, pero no deseo que esto se vuelva un problema.
—Abre las piernas y Muéstrame ese sucio agujero Park.
Mientras me desnudaba, se abrió de piernas separando sus nalgas y mostrándome lo que le pedí, su aroma mezclado con el mío movió cada molécula primitiva de mi ser.
Prácticamente me lance hacia él, entrando hasta el fondo, sus manos se clavaron en mis hombros. Empujaba fuerte, salvaje, viendo como pequeñas gotas de sudor caían de mi frente hacia su pecho.
Mi rostro se acerco tanto al suyo acercando mis labios a su boca, atrapando su aliento caliente. Pero antes de besarlo, volvió a correrse. Recorrí todo su cuerpo con mi mano hasta meterla debajo de su cadera para sostenerme de ahí atrayendolo más y más, como si quisiera fundir mi cuerpo con el suyo.
Sentí que apretó de nuevo y su tercer orgasmo salió justo detrás del segundo, quiero anudarlo, quiero clavarme y no salirme.
Quiero besarlo
Mientras mi clímax llegaba, baje para sincronizar mi respiración con la de él. Escuche mi teléfono sonar.
—Espera, espera no contestes.
—Enseguida vuelvo.
Fui por mi teléfono y conteste mientras me sentaba en la cama, Jimin se levanto besando mi espalda.
—¿Diga?
—Jk, Nelly esta en el hospital
—¿Cómo?
Corrí para tomar mi ropa.
—Tuvo una sobredosis.
—Voy para allá.
Colgué y me vestí con demasiada velocidad.
—¿Jungkook? ¿qué sucede?
—¿Qué sucede? ¡Tu! ¡Destruyes todo lo que tocas! ¡Eso es lo que pasa! No te me acerques.
Su mirada de dolor fue extrañamente incomoda…
Casi, casi se logra el beso pero las acciones de Jimin siguen dando consecuencias.
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