Después de decirme que yo estaba allí por una venganza que no sabía ni de que se trataba salió del cuarto cerrando con un portazo.

Si mi familia no era la única que estaba implicada en algo turbio, seguramente habrán intentado retener aquí también a Connor, Edouard y a Roxanne.

Roxanne por suerte está en casa y no estaba en algún tipo de peligro, estaba cerca mi familia, la suya y la de Connor y Edouard.

Me fije que tenía un corte profundo en el brazo, tenía sangre seca por toda mi vestimenta, me lleve una mano a la cabeza por el dolor punzante que tenía en ella.

Llevaba muchas horas sin comer ni beber nada de líquido, llevaba desde las doce de la noche aquí encerrado y por lo que podía ver por una pequeña ventana era de día ya, Wayde se lo tendrá que haber dicho a las chicas y a nuestras familias.

Si los chicos creen que somos tontas y no nos hemos dado cuenta de que no han llegado a casa se equivocan, desde que se fueron sospechamos que estaba pasando algo muy grave, pero no sabíamos hasta qué punto era la gravedad de ese asunto.

Todas estábamos nerviosas, no habíamos dormido casi ninguna hora, estábamos muy cansadas, pero necesitábamos respuestas de dónde demonios se encontraban los chicos, el único de ellos que estaba en casa era Wayde. Este estaba muy misterioso y muy inquieto por la mañana, parecía que estaba debatiendo algo con el mismo, me acerque a él para ver que le pasaba y ya de paso interrogarle para saber dónde diablos estaban estos chicos que eran las once de la mañana y no llegaban.

—Wayde, ¿te pasa algo? —Me puse en frente suyo para que me viera —Te noto nervioso.

—No, no estoy bien la verdad, estoy muy preocupado —habló con nerviosismo.

—Dime ya que pasa Wayde —me estaba empezando a cabrear y no era nada bueno —. Te voy hacer una vez la pregunta —le observe —. ¿Dónde están los chicos?

—No están.

—No me cabrees, Wayde... ¿Dónde están?

—Mejor vámonos a sentarnos y reúne a todos antes —asentí a con la cabeza y fui hacer lo que me mando.

Ya estábamos reunidos todos, estaban las chicas, Wayde, los padres de Connor, Kilian y mis padres. También había venido mi hermano, que muy extrañamente no se había ido con ellos.

—Ya puedes decirnos, estamos todos —le dije.

—Bueno, Roxanne primero prométeme que no te vas alterar —asentí —. Prométemelo —suspire.

—Lo intentare —me mira mal.

—Esto no es una broma Roxanne, prométemelo —habló demasiado serio.

—Te lo prometo —hablo bajito.

—Bueno ayer habíamos salido por la tarde los chicos y yo porque Kilian quería pensar un rato. Cuando ya estábamos lejos de aquí, un coche nos dio en la parte de atrás del coche y de pronto empezaron a dispararnos —estaba muy sorprendida por lo que había pasado ¿Y si los chicos no se encontraban bien? —. Cuando intentamos despistarlos Kilian reconoció al piloto del otro coche, al final pudimos despistarlos yendo por unos callejones. Cuando paramos unos minutos, Kilian recibió una llamada de un hombre, la llamada le altero demasiado —Wayde se estaba poniendo demasiado nervioso conforme iba narrando, lo conocía a la perfección. Le observaba fijamente a los ojos y el me devolvía la mirada —. Quería que nos fuéramos a casa en un taxi, pero le exigimos que nos explicara y que nos íbamos a casa y no le íbamos a dejar solo —ahora Wayde tenía una mirada de tristeza y pena —. Nos contó que un tal "Maximus" tenía a Jerome y que a media noche tendría que ir el solo a las afueras de París a encontrarse con él, el intercambio seria, Kilian se quedaba con ellos y Jerome se venía con nosotros, pero algo malo ha sucedido. Me dijo Kilian que si no volvían antes de la hoy que os lo dijera todo. —terminó de narrar todo Wayde.

—¡No por dios no! Esto no puede estar pasando —Hable en un susurro, casi no tenía voz para hablar.

—Necesitamos la mayor ayuda que podamos para ir a rescatar a los chicos, hay que ir lo antes posible a rescatarlos.

Íbamos camino hacia donde nos había indicado Wayde, contra más nos acercábamos más me ponía nerviosa, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar allí pero lo que sabía era que no era nada nuevo.

Habíamos podido conseguir ayuda de varias personas en tan poco tiempo, llegamos al sitio que al parecer están los chicos secuestrados.

Nos habíamos quedado un poco apartados para poder vigilar y poder idear un plan ya viendo el panorama.

—Chicas —habló mi padre —. Hemos estado hablando entre nosotros —señala a mi madre, a los padres de Kilian, los padres de Connor, Edouard, Wayde y mi hermano gemelo —y no vamos a entrar todos. Vais a entrar Ade, Rick y Camille. Vosotros iréis por un costado de la casa y entrareis por ahí fácilmente, ya que no hay ningún hombre de Maximus vigilando esa parte de la casa destruida —les explica —, pero aun así tenéis que ir con cuidado —les advierte serio —. Y por otro lado iréis Alice, Wayde, Bastian y tu Roxanne. Vosotros entrareis por el otro extremo de la casa, ahí cada cierto tiempo vigilan, no obstante cuando vayáis vosotros en ese tiempo no estarán por ese lado de la casa, andarán por la parte trasera y adentro de ella.

—¿Cómo habéis obtenido toda esa información? —Pregunto Wayde.

—Contactos —Dijo Bastian con una sonrisa malévola.

Será el hermano de Cecile, pero no me da buena espina. No era el mismo de hace unas semanas.

Me metí a al grupo que estábamos los chicos y yo menos Bastian y escribí por ahí.

¡Chicos tened cuidado!

Bastian no me da buena espina.

Quizás nos entregue al tal Maximus.

Tener los ojos bien abiertos.

Rox.

Todos leyeron el mensaje, pero no contestaron. Cuando los miré, me asintieron estando de acuerdo conmigo.

Nos encaminamos despacio hacia la casa destruida, observando la casa me quede pensando cómo no se derrumbaba.

—Suerte chicos —nos deseamos todos.

Iba junto a Bastian, Wayde y Ade, cada paso que daba me daba más miedo. La casa estaba en ruinas y miraba por los ventanales sin ventanas para adentro y veías todo negro. De repente vi una sombra acercarse al ventanal.

—Chicos agacharos —hable susurrando en un grito.

—¿Hay alguien fuera? —Hablo una voz desconocida para mí.

—Aquí no suele venir nadie Wagner —intercepte una segunda voz —, esto esta desierto.

—Vamos, tenemos que ir a donde Ilan. Nos ha dicho que fuéramos, tendremos que hacer un trabajito.

¿Ilan? Ese nombre me sonaba mucho aunque ya casi no lo recordaba, es el nieto de la Señora Allie.

¿Qué podría estar haciendo el aquí?