8
—¿Vamos andar más? —Preguntó agotado de tanto andar Jerome.
—Jer, no llevamos ni media hora andando —me gire a un lado para verle, lo mire y si se veía cansado.
—¿Pero hasta donde piensas ir?
—Hasta el centro comercial —le sonreí inocentemente.
—Pero está muy lejos —se quejó como un niño pequeño.
—Si quieres puedes dar media vuelta y vuelve a casa si quieres —le digo tranquilamente.
—No te voy a dejar sola Roxanne, que eso es lo que quieres realmente —bufe.
Seguimos andando tranquilamente, yo iba con mis cascos y escuchando música e ignorando a cierto chico que está al lado mío.
Rayner y Reidar iban un poco más atrás hablando de algo desconocido para mí. Como iba distraída como siempre me tropecé con el pie derecho y casi me caigo como casi todos los días.
—¿Siempre eres tan torpe?
—¿Y tú siempre eres tan idiota? —Le mire que no decía nada y seguimos andando.
Llegamos a la entrada del centro comercial, entramos a todas las tiendas que había ahí dentro. Rayner llevaba las diferentes bolsas que contenían mis compras ya hechas. Me metí en otra de las tantas tiendas que hay. Los tres chicos iban detrás de mí, más aburridos que nunca, me compadecía de Rayner y Reidar pero no de Jerome. Cogí un par de prendas y me fui al probador, ellos venían pegados a mí.
—No pensareis entrar ¿no? —Les pregunte.
—Bueno si tú me invitas entro contigo y si quieres te ayudo a quitarte la ropa —me dice Jerome.
—No gracias Jerome, puedo sola gracias, pero si quieres ayudar a esa chica —señalo a una chica que le está mirando con deseo a Jerome —, que creo que necesita mucho tu ayuda y no solo para quitar la ropa.
—Si quieres voy pero no te pongas celosa, que soy solo tuyo Roxanne — Rayner suelta una carcajada.
—Que chistoso eres Jerome —me doy la vuelta y entro a uno de los cambiadores sin mirar atrás. Me pruebo el primer conjunto y les hablo a los chicos —. ¿Chicos seguís ahí?
—Si Rox, seguimos aquí —me contesto Reidar. Salí y me encontré con los tres chicos sentados en unos sillones que estaban delante.
—¿Cómo me veo chicos? —Doy una vuelta sobre mí mismo eje. Cuando los veo mirarme como bobos sé que es porque me queda bien y les ha gustado.
—Rox, te queda genial. —Dice Rayner y Reidar le apoya. Jerome sigue con su cara de bobo todavía.
—Muchas gracias chicos —les agradecí — ¿Y tú no te habías ido con esa chica que necesitaba tu ayuda? —Le pregunte a Jerome.
—Si fui —me miro con una sonrisa —, me dio su número de teléfono — agito un papelito que contenía el número de la chica —. Tranquila Roxanne que ella es solo de una noche —me guiñó un ojo.
—¿Chicos podéis dejar vuestras charlas para otro momento? —Comentó Rayner.
—Vale. — Conteste cabreada. Rayner se encogió de hombros.
Me metí otra vez en el interior y me sigo probando la ropa que me queda en el probador. Después de unos diez minutos entrando y saliendo del probador para que los chicos me vieran. Cuando acabé cogí todas las prendas que me había probado y salí.
—Ya era hora de que salieras —habló cansado de esperar Jer.
—No te quejes tanto que puedo volver a entrar y probarme más ropa —advertí.
—Rox, mejor vamos a beber algo a la cafetería de abajo — Reidar habló antes que Jerome lo hiciera por si decía alguna tontería y yo asentí en dirección a él —, pero antes vamos a pagar todo lo que llevas ahí — señalo mi brazo, donde estaba toda la ropa que me iba a comprar.
Fuimos directos a la caja a pagar y ahí nos encontramos con la chica con dos amigas que la acompañaban. Se acercaron a nosotros y les hablaron a los chicos.
—Hola —habló coqueta la chica pelirroja a los tres chicos. Antes de que dijera algo la corte.
—Oye perdona chica, pero estábamos tranquilos y no necesitamos más compañía, con la mía les basta — mientras le hablaba me estaba mirando mis uñas. Oí que gruñía y luego seguido escuchar el sonido de los tacones. Levante la cabeza y los tres me miraron asombrados — ¿Que pasa chicos?— Les mire con una mirada interrogativa.
—¿Y si nosotros queríamos pasar un rato con esa preciosas chicas? — Dice Rayner
—De preciosas nada, no tienen nada natural en su cuerpo.
—Que celosa eres, ya te doy yo amor que me parece que lo necesitas — Jerome se acercó a mí con intenciones de darme un beso pero lo aparte.
—Ni te me acerques Jerome si no quieres que te deje sin descendencia —le advierto.
Llegamos a casa después de un día agotador, me tire en el sofá y luego se tiraron encima mío los demás.
—Me aplastáis burros —no sé si me entendieron ya que no podía casi ni hablar.
—¿Nos estas llamando gordos?—Me dice Jerome.
—Yo nunca he pronunciado esas palabras y quitaros de encima, no puedo casi ni respirar —les dije.
Poco a poco sentí que se levantaban y se sentaban bien en el sofá. Yo me puse recta y por fin pude respirar bien.
—Hola chicos, ¿qué tal ha ido el día?—Apareció Kilian en la sala.
—Todo genial Kilian, menos ahora que estamos todos agotados, me iré a dormir — Me levante y avance hasta él y le di un beso en la mejilla. Los chicos se quedaron hablando pero yo subí las escaleras y me adentre a mi habitación, me cambie mi ropa por mi pijama, abrí las colchas de la cama y me metí dentro y me dormí en el instante en que toque la almohada.
Estaba en la cafetería de Allie con Ade, me comentaba que hoy iba a ver otra de las famosas fiestas de Joris. Íbamos a ir todos, cuando digo todos me refiero también a Jerome, Reidar y Rayner. Los dos últimos nombrados no me molestaban que vinieran pero el sí, no lo soportaba, me agotaba la paciencia y por eso muchas veces no hablo cuando está el.
Ya eran las siete de la tarde y ya nos íbamos hacia casa en mi coche, Ade se iba a vestirse aquí pero primero deberíamos cenar algo, a ver si los chicos se acordaban de hacer algo de cena.
Esperemos que sí.
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