5
Estoy en la sala de estar de mi casa con Alice, mi pequeña mejor amiga estaba arriba en su cuarto cambiándose de ropa, la estábamos esperamos para saber que íbamos hacer.
Oímos los pasos de unos pies descalzos bajando las escaleras y sabemos que es Roxy la única persona aparte de nosotros que está en esta casa.
Se tira en el sofá perezosamente y nos mira a los dos.
—¿Parejita que vamos a hacer?
—¿Ver una película?— Propuse.
—¿Cuál veremos?
—Ahora miramos Roxy, paciencia.
—Vamos a mirar ahora cual vamos a ver, Rox — pespondió Alice a mi lado. La miré con una sonrisa.
Al final vimos una de miedo, a Roxy le aterraban las películas de miedo y soñaba por las noches que le pasaba lo mismo que a los protagonistas de la esta.
—Rox — susurre. Me miró —, ven —se levantó de su lugar y se sentó al lado mío y la abrace.
Por otro lado Alice no tenía miedo estaba muy tranquila viéndola, hasta que le susurré en el oído y pego un bote en el sofá.
—Pero que haces, ¿me quieres matar de un susto? —Me pego en mi brazo con su delgada mano.
—¿Cómo crees que te vas a asustar? — Me reí. Alice se quedó viendo mi sonrisa embobada, susurro algo que no entendí pero lo dejé pasar.
Como todas las veces que veía algo en la televisión con Roxy se durmió. Es una dormilona de primera. Duerme más que los osos que hibernan.
Como el buen amigo que soy la lleve a su cuarto y la tape con las mantas, eran las ocho de la tarde y ya estaba anocheciendo y ya se notaba que hacía un poco de frío. Al salir de la habitación me encuentro con Alice.
—¿Te vas a quedar a dormir? — Pregunté.
—Supongo, mi primo no me ha avisado de que me venía a recogerme. — Se encogió de hombros.
—Suerte la mía — susurré. Pero creo que ella lo escucho por su sonrisa.
—¿Qué has dicho?
—Nada.
—Por esta vez te creeré.
—Escoge una habitación entonces —señalo a todas las habitaciones que hay. Señala una y va hasta allí y pone su delgada mano en el pomo de la puerta y me dice.
—Elijo esta — si supiera que esa exactamente es la puerta de mi habitación no diría eso. Me río internamente por eso.
—Si quieres dormir en mi habitación adelante.
—¿Cómo que tu habitación? — Me mira sorprendida. Asiento con la cabeza y avanzo hasta situarme al lado de ella.
—Abre la puerta y observa por ti misma — hizo lo que le indique, entro en mi habitación y la observo unos minutos. Luego se dio la vuelta para salir a escoger otra habitación para dormir esta noche pero no la deje. Ya había elegido esta y no se iba a ir a otra, esta noche dormía conmigo.
—Si yo duermo aquí, ¿tu donde duermes?
—Aquí por supuesto, no me voy a ir a otra si esta es mi habitación.
—Pues me voy con Rox a dormir, no pienso dormir aquí contigo.
—Oye que no muerdo —me acerque a ella —, bueno solo a veces — le susurré en el oído.
—Mi primo te mataría si te viera.
—¿Ves a tu primo aquí?— Pregunte con gracia.
—No — Bufó enfadada —, está bien dormiré contigo ya que no me dejas ir con Roxy a dormir —sonrió —. Ni se te ocurra abrazarme ni acercarte mientras duerma.
—Cómo puedes pensar que voy hacer eso, soy un angelito —puse cara de bueno.
—Tú tienes de todo menos cara de angelito. Solo te soporto porque Rox y mi primo son tus amigos.
—Seguro que es por eso porque me soportas ¿no? — Asintió — Pues no te creo fíjate.
—Me da igual que no lo hagas, no me importa.
—Ya veremos — fue lo último que dije antes de dirigirme a la puerta de mi armario para abrirla y entrar por ella para coger mi pijama que consistía en unos bóxers. Salí de ahí y me fui a la última puerta que había, la del baño, me deshice de todo y me metí en la ducha, abrí el grifo y me metí debajo del agua.
Después de estar diez minutos en la ducha despejándome, me puse una toalla alrededor de mi cintura y me puse en frente del espejo que tenía ahí.
Me puse los bóxers que me había traído y salí del calor que desprendía el baño a mi habitación, Alice estaba recostada en mi cama y justamente en mi lado. No se percató de que había salido. Me acerque a mi mesilla al lado de mi cama a coger mi móvil que estaba encima y me recosté en el lado contrario donde estaba ella, es ahí cuando se dio cuenta de que estaba ahí y solo en calzoncillos.
—¿Qué haces solo en bóxers Kilian? — Me miro con ojos grandes.
—Duermo así hermosa. — Sonrisa inocentemente.
—Pero hoy vas a dormir conmigo en la cama y quiero que te pongas algo más. — Me repaso de arriba abajo y se quedó mirando mis abdominales.
—Y yo que pensaba que eras un chico, Alice. — Me fulminó con la mirada. Se giró en la cama, dejo el móvil en mi mesilla que estaba en su lado y me dio la espalda. — Oye sabias que ese es el lado de mi cama ¿no?— La oí bufar. Como me encantaba y me divertía hacerla rabiar.
Estuve revisando mis mensajes que me había mandado Jerome. El mensaje ponía que había averiguado algo muy importante y que mañana tenía que estar primera hora en mi empresa para verme y contármelo y los otros integrantes de nuestro equipo de investigación, que no éramos pocos. Me había pasado un documento que tendría que descargarlo en el ordenador. Me levante de mi cama y fui hacia la mesa que tenía encima mi ordenador portátil.
Mientras se encendía el ordenador me iba fijando en los mensajes. El documento iba sobre algo relacionado con Maximus de eso no cabía duda.
En el mensaje que me había puesto mi amigo y compañero era el siguiente.
Maximus ha vuelto a Christchurch, algo debe de estar tramando. Tienen una entrega mañana en el muelle de la roca. A media noche es la entrega.
El ordenador se encendió, puse la contraseña, de mientras busque en uno de los cajones de la mesilla cogí un cable para conectar el móvil al portátil. Descargue el archivo y lo mire atentamente.
Maximus Hall.
Ha viajado desde Londres a Christchurch para supervisar la llegada de diez kilogramos de cocaína a la madrugada del veintitrés de septiembre del dosmildieciseis al muelle de las rocas.
Viene con quinientos hombres para respaldarle.
Se hospedara en uno de los hoteles más caros de la cuidad en este momento, el hotel fue comprado por Maximus el año pasado en uno de los viajes que hizo al venir a este lugar.
El hotel se llama The white hause y está ubicado en 428 Lymington Rad, Highcliffe On Sea, Christchurch.
Eso era lo que contenía el documento que me había mandado Jerome, lo guarde en la carpeta que tenía para las informaciones que me mandaban de la agencia.
Apague el portátil y lo deje en su sitio, justo cuando iba apagar la luz suena mi móvil indicando que había llegado un mensaje, me imagine que era Jerome.
No te lo había comunicado pero vamos a trabajar con la agencia de Rusia, han llegado hace unos días y ya se han instalado en la agencia y trabajaran con nosotros en este caso y los que vengan a partir de ahora.
Lo demás te lo comunicare mañana.
Mire ceñudo al teléfono, a mí no me comunicaron nada de que venían los agentes de Rusia para ayudarnos en las investigaciones que vinieran a partir de este preciso momento.
Si, necesitábamos toda la ayuda posible pero por ahora no la habíamos solicitado.
Sin responderle, bloqueo el móvil en la mesilla y ahora si me dispuse a dormir, por que mañana sería un día largo y muy duro.
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