Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27

Salgo del callejón bastante oscuro para encontrarme de pleno con la silueta de Adler. Llego hasta él y veo la cara de perro que tiene.

—¿Por qué tienes esa cara de cabreo Adler? —Pregunto sin saber lo que le pasa.

—Si yo tengo esta cara imagínate la que debe de tener el jefe — se quejó este.

—¿Y que hice yo para que el jefe este cabreado?

—No ceñirte al plan, chico. —Me miró muy serio.

—Lo estoy haciendo, pero es algo complicado, ¿sabes?

—Es muy sencillo, en una semana el jefe quiere acabar con todos ellos.

—Te estoy diciendo que no es nada sencillo —me fije en él —. Estoy traicionando a mis amigos.

—Eran tus amigos, después de que se enteren de lo que has hecho seguro que no te perdonaran —sabia a la perfección que llevaba toda la razón, pero era mejor vivir en la inopia.

—¡Eso no es cierto! — Grité.

—No seas tan ingenuo. Chico después de lo que estás haciendo, no te vayas a creer que te vayan a dirigir la palabra —la razón no se la podía quitar ni el más santo.

—Eso no lo sabrás nunca.

—Que inocente eres, Bastian. Pero igual el que no lo sabrá nunca serás tú, porque si haces mal todo esto, tú estarás bajo tierra y yo riéndome de lo penoso que fuiste.

Miro para un lado y veo a Roxanne parada en la acera de enfrente un poco alejada de donde nos encontramos nosotros.

Rezo porque Adler no la haya visto, si no la hemos jodido, irá a por ella.

Giro de nuevo mi cabeza para prestarle atención y para que no se dé cuanta hacia donde van a parar mis ojos.

—¿Has entendido?

—¿Qué? —Pregunto. Me mira interrogante y enseguida le contesto.

—Sí, lo he entendido —aunque la realidad era que no lo había hecho. No s e que tenía que hacer.

Miré otra vez hacia donde se encontraba Rox y justo la vi montarse en un coche bastante familiar para mí, era el de Connor.

No me podía ver aquí y menos con Adler. Veo que se aleja el coche por la avenida y suspiro.

Sigo hablando un rato hasta que me despido de él, se va rápidamente del lugar con su coche y justo veo el de Connor llegar rápidamente y acelero el paso hasta llegar al callejón pero antes escucho un portazo y se perfectamente que es Connor y está más que cabreado.

Oigo a Rox hablarle.

—Connor, vamos.

—No, voy a coger a ese malnacido de Bastian.

—Tú no harás nada, ahora mismo vas a montarte en el coche y vas a conducir hasta casa ¿está claro? —Es lo último que escuche antes de irme por el callejón.

Esta noche habría fiesta en la casa de unos amigos en común e iría para no levantar antas sospechas, aunque ya una persona desconfía totalmente en mí.

Estaba callejeando hasta llegar a mi coche e irme a mi casa antes de que fuera tan tarde y se preocuparan por mí.

Me estaba preparando para ir a la fiesta que me habían invitado esta noche en la casa de unos amigos.

Cuando me estaba terminando de atar la camisa lisa color turquesa se abrió la puerta de mi habitación y por ella entro mi querida melliza.

—¿Dónde has estado toda la tarde? —Pregunta con algo de enfado. Al ver que solo le miro y no responde resopla y vuelve hablar. — ¡Bastian, mírame!

—¡Que! ¿Qué quieres? —Respondo brusco. Ni yo mismo me reconozco en estos instantes.

—Recuperar a mi hermano —lágrimas caían de sus ojos —, estoy viendo que desde hace semanas no hablas conmigo, estas raro, no quedas con los chicos. ¿Qué te está pasando?

—¡Nada! No me pasa absolutamente nada, ¿entiendes?

—Si no me hablas ni me cuentas nada como piensas que voy a entender algo —habla gritando y llorando a la vez. Me acerco a ella y me aparta —. Hasta que no cambies y me expliques que pasa—me señala— no te acerques a mí.

Duele verla así de mal.

—Pero...—intento hablar, pero no me deja, ya que ha salido por la puerta.

Me siento en la cama cabreado y golpeo con mi puño izquierdo el colchón. Todo se está saliendo de control y es solo el principio.

Voy a mi cuarto de baño a lavarme la cara y relajarme algo, en eso suena mi móvil, salgo del baño hacia mi cama, que es donde lo he dejado tirado y lo desbloqueo.

Tengo un mensaje de Roxanne.

Sé que eras tú el de la avenida.

Pude controlar a Connor para que no fuera a partirte la cara.

Razones le sobraran para hacerlo Bastian.

Últimamente estas muy raro y tu hermana también lo ha notado y estamos preocupadas por ti y los chicos cabreados pero aunque no lo demuestren también están preocupados por ti.

Mejor que no vengas a la fiesta de hoy.

Empeorarías las cosas más de lo que ya están.

Cuídate Bastian.

Rox.

Lo leo despacio y unas cuantas veces para saber bien que voy a contestar y al final lo hago.

¿Raro?

No Rox, estoy normal.

Y como tengo la conciencia tranquila, iré a la fiesta y no necesito tu permiso para ir, a mí también me han invitado al igual que a vosotros.

Tengo derecho a ir.

Bastian.

En cuanto mandé el mensaje, apague directamente el teléfono, para no recibir más llamadas ni mensajes.

Guarde mi móvil en el bolsillo de atrás de mis vaqueros y cogí las llaves de mi coche y salí de mi habitación, cruce todo el pasillo hasta llegar a las escaleras, las baje y me dirigí hacia la puerta principal e iba a salir hasta que mi hermana me detuvo.

—¿A dónde piensas que vas? —Me preguntó desde las escaleras, donde se encontraba bajándolas.

—Pues voy a la fiesta donde me han invitado, ¿algún problema con eso?

—¡Oye! —Me grita —Mírame Bastian. La miro y sigue hablando —. No soy uno de tus amigos que tienes ahora y le puedes ir hablando como te da la gana. Soy tu hermana y a mí me respetas —coge aire y sigue hablando —. Yo que tú no iba a la fiesta y si vas, mantente lejos de nosotros, no quiero discusiones esta noche.

Pasa de largo y sale por la puerta.

Estaba a las afueras de la ciudad en un descampado pero una llamada de Adler me hizo volver a la ciudad.

Me encontraba esperándolo en el mismo lugar que a la tarde, miro hacia las dos direcciones para ver si viene y nada, hasta que una sombra me alerta.

—Chico, no te asustes tanto, soy yo —me ha dado un susto de muerte, joder.

—No me he asustado —mentí.

—Eso no te lo crees ni tú.

—¿Para qué querías que viniese?

—Pues el jefe te quiere ver ahora mismo.

—¿Se encuentra aquí?

—Si, llegó hoy — me quedo en blanco y seguramente percibe mi miedo —. ¿Tienes miedo, Bastian?

—N-no. —Tartamudeo. Estoy cagado.

¡Mierda!

—¡Vamos! Iremos en mi coche, sube —en que me habré metido yo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro