Desde hace ya varias semanas estoy muy nervioso, vamos a ir a Londres, el lugar donde conocí a Jerome, donde comencé a trabajar en esto que hago ahora.

Diversión va a ver poca, ya que vamos a estar en constante peligro si nos encontramos con los hombres de Maximus por lo que tengo entendido ya no está en Christchurch sino que está en Londres. Nos habíamos enterado unos días antes que había vuelto allí, pero Jerome y yo pensábamos que íbamos a ir al lugar que habíamos elegido nosotros pero nos ganaron las chicas.

Aunque sean menos siempre tienen más poder para elegir a dónde iremos y que haremos.

Nos quedaríamos en un hotel, eso es lo que habíamos acordado entre todos al final, aunque todos sabían que mis padres tenían casa allí y nos podríamos quedar sin problemas, pero decían que no querían molestar a mis padres.

Y luego las chicas en todo el tiempo que íbamos a estar en Londres querían hacer turismo por toda la cuidad y como no, me tocaba a mi hacer de guía por toda la cuidad.

No les había avisado a mis padres que iba a ir a pasar las vacaciones de invierno allí, iría a visitarlos con Roxy, ya que no la veían hace más de dos años ya que nos habíamos mudado. Les dará una gran alegría verla, le tenían mucho cariño, para ellos era como una hija y cuando vivíamos aquí en Christchurch, la consentían igual que a mí o incluso más.

Ahora estaba en el avión sentado, al lado tenia a Alice y al otro lado tenia a Liroye, detrás nuestro estaban Wayne con Kenth y Rayner en los asientos al lado de ellos, en el pasillo de al lado estaban Reidar con Adele. Y delante nuestro teníamos a Jerome y a Roxy.

Los dos últimos estaban muy juntitos desde hace unas semanas, lo había notado pero no quería decir nada, además que los había pillado durmiendo juntos. Hace una semana en la madrugada escuche un ruido afuera en el pasillo que me despertó, salí a ver que era ese ruido, cuando estaba en el pasillo vi la silueta de Jerome entrar a la habitación de Roxy.

Desde ese día sé que tienen una especie de relación o lo que sea que tengan, lo único que no quiero es que Roxy acabe lastimada por Jerome. El será mi amigo pero Roxy es como si fuera mi hermana.

Estábamos todos esperando a que vinieran los taxis que nos llevarían al hotel más lujoso de todo Londres.

—Chicos —chilló Wayne —ya están aquí los taxis —todos fuimos hasta allí y nos repartimos como pudimos.

—Roxy, Jerome, Liroye y Kenth en un taxi. En el segundo iban Wayne, Rayner, Reidar y Ade en el segundo y en el último íbamos Alice y yo en el que queda —declare yo.

—Tú lo que quieres es estar con Alice a solas — me dijo Jerome con una sonrisa.

—Y tú —lo miré —con Roxy —le señale a ella.

—Eso es obvio ¿no? —Abrazó a Roxy por la cintura.

—Muy obvio sí. Ahora a los taxis, nos vemos en el hotel.

Ya habíamos llegado al hotel y estábamos en la recepción del hotel a ver si nos daban nuestras habitaciones. Habíamos reservado cinco habitaciones, tres parejas; Roxy y Jerome, Ade y Reidar y por ultimo Alice y yo. Después en las otras dos habitaciones estaban Liroye y Wayne. Y por último Kenth y Rayner.

Cuando nos dieron las "llaves "que en realidad eran tarjetas, nos fuimos directos a los ascensores.

Ya en el quinto piso donde estaban nuestras habitaciones fuimos por el pasillo mirando los números a ver cuál era la nuestra, tres de las habitaciones estaban en la derecha y las dos restantes en la izquierda, enfrente de las otras tres. Entramos en la nuestra, colocamos la ropa que estaba en nuestras maletas en los armarios y nos fuimos a dormir, había sido un día agotador el de hoy.

Y como todos los días me desperté temprano, me levante de la cama y fui directamente a la ducha, después de cinco minutos, salgo y me visto con unos pantalones negros y una camiseta blanca.

Bajo a desayunar al comedor dejando sola a Alice en la cama durmiendo. Cuando estaba a punto de entrar en la gran sala donde la gente iba a desayunar me suena el móvil indicando que es una llamada y cuando veo que es de mi madre le cojo enseguida.

—Hola mamá.

—Hola hijo, ¿cómo estás?

—Muy bien mamá, estoy muy bien, ¿y papa?

—Papa está bien, se acaba de ir a trabajar hace unos minutos. ¿Y dónde estás hijo? Se oye mucho jaleo por allí.

—Estoy en un hotel, hemos venidos los chicos y yo de vacaciones a pasar las navidades.

—¿Y a qué lugar habéis decidido ir?

—Aquí en Londres mama, estamos en Londres.

—¿Hasta cuándo vais a quedarnos aquí? ¿Esta Roxanne contigo también?

Se podría ver a kilómetros lo emocionada y nerviosa que estaba, justo vi que Roxanne bajaba las escaleras para dirigirse al comedor junto con Jerome. Cuando me vio vino hacia mí y le hice una señal de que estaba hablando por teléfono y que esperaran que pudiéramos ir juntos.

—Si mama ella está aquí conmigo, a mi lado.

—Hijo pásamela, quiero hablar con ella.

—Si, ahora mismo te la paso.

Le tendí el teléfono a Roxanne y se puso hablar con ella, Jerome le hizo una seña de que nos íbamos a desayunar y nos adentramos en el salón.

El desayuno, la comida y la cena eran bufé libre, cogí mi bandeja y mientras mi amigo llevaba dos, la suya y la de Roxy.

Cuando terminamos de coger todo lo que íbamos a desayunar nos sentamos en una mesa de cuatro para que se pudiera sentar Roxy cuando terminara de hablar con mi querida madre.

—Kilian no te ha parecido raro que te haya llamado tu madre justo cuando hemos llegado aquí.

—Si eso también lo he pensado yo, ha sido muy raro como si supiera que iba a venir a Londres.

—Bueno dejémoslo ahí —él asintió y nos pusimos a empezar a comer el desayuno.

—Hola chicos, ya volví —se sentó al lado de Jerome y le beso.

—Demostraciones amorosas delante de mí no, por favor —aclare.

—Yo te diré lo mismo cuando estés así con Alice, por cierto ahí viene —sonrió burlona.

Vino Alice y se sentó a mi lado como Roxy hizo cuando se sentó junto a Jerome y como dijo mi queridísima amiga nos dimos un beso.

—Demostraciones amorosas delante mío no, por favor —se burló, Jerome se rio y yo bufe.

—Muy graciosa Roxy.

—Lo se gracias, soy un encanto —se alagó ella misma —, además he dicho lo mismo que tú me has dicho a mí ¿no ha sido algo raro o sí? —Negué con la cabeza riendo —Eso pensé.

Estábamos los cuatro que habíamos estado juntos en el gran salón donde se hacían las comidas esperando a los que faltaban en la recepción del hotel, íbamos a ir todos a comer a casa de mis padres por petición de mi amada madre.