10
Me desperté con un dolor de cabeza impresionante, no sé qué hora era pero no sería muy temprano, intente moverme un poco para salir de la cama y buscar mi móvil pero un cuerpo que pesaba más que el mío me lo impedía. Me intente deslizar para un lado pero mis esfuerzos fueron en vano porque me cerraba el paso un brazo. Intente empujarla para un lado despacio, pero como no podía ni siquiera moverlo un poco le di una patada en la pierna y un golpe en el hombro para que se despertara.
—Eso me ha dolido Rox —me habló Jerome medio dormido —, duérmete otra vez.
—Quiero buscar mi móvil, que no sé dónde está.
—Está en la mesilla Rox.
—¿En cuál? En la que tengo al lado no está porque si no lo hubiera visto.
—Aquí lo tienes —se quitó de encima mío para poder llegar a la mesilla que estaba al lado de él y cogió mi móvil y me lo pasó.
—Gracias Jerome — Intente encender el móvil pero fue en vano, no tenía batería y se había apagado. Salí de la comodidad de mi cama y me puse a buscar entre los cajones mi cargador, lo encontré en el último cajón y enseguida lo enchufe para que mi móvil tuviera vida de nuevo.
Me quede absorta mirando como cargaba mi móvil hasta que una voz me trajo otra vez a la realidad.
—Rox vuelve a la cama, quiero dormir un poco más —le hice caso y volví con él a mi cama.
—Más tarde me tendrás que explicar porque has dormido hoy conmigo.
—Sí, pero ahora vamos a dormir un ratito más —se pegó a mi cuerpo y me rodeo con sus brazos, por esta vez no iba mentir, me sentía a gusto.
Era ya la tarde, había salido con Ade a dar una vuelta y despejarme un rato, la fiesta de ayer me sentó un poco mal.
Estuvimos hablando de cómo fue la fiesta ayer, hasta que a mi preciosa amiga le dio por preguntarme lo que yo no quería responder.
—Te fuiste de la fiesta pronto ¿no? —Hice un gesto afirmándolo — ¿Y quién te llevo? —Le lance una mirada.
—¿Alguna pregunta más?
—Si hay unas cuantas más —abro mucho los ojos y resople —quiero saber lo más importante — ¿Dormisteis juntos? — Mire hacia otro lado sonrojada — ¿Eso quiere decir un sí?
—Si Ade, dormimos juntos — pega un chillido que me deja sorda y me aparto un poco de su lado. — Me vas a dejar sorda.
—Lo siento ha sido la emoción —se disculpó.
—Bueno y tú en la fiesta, ¿dónde estuviste?— Le pregunte.
—Con los chicos menos con Alice y Kilian que no los vi en toda la noche hasta que nos fuimos.
Mientras seguíamos hablando me llego un mensaje de Jerome, que teníamos que volver a casa que ya estaba oscureciendo, le dije que nos fuera a buscar y eso mismo hizo.
En dos semanas íbamos a tener vacaciones y todos nos íbamos a ir juntos alguna ciudad turística y bonita para visitar.
Los chicos querían ir a Suiza y nosotras queríamos ir a Londres. Por supuesto que ganamos las chicas, era muy obvio.
—Si. Nos vamos a Londres gritaron las chicas —observe a todos los chicos gruñendo porque no iban al sitio que ellos querían, también me di cuenta de las miradas que intercambiaban Kilian y Jerome, eran muy sospechosas, antes de que me descubrieran observándolos, me gire a celebrar con las chicas.
Celebramos el triunfo con bailes muy raros y nos burlábamos un poco de los chicos, ellos nos miraban y bufaban, más tarde nos fuimos a mi habitación para hablar de temas que los que estaban sentados en la sala no los podían escuchar.
De un momento a otro se nos hizo tarde, Alice se iba a casa de su primo y Ade a su casa también.
Bajamos las tres las escaleras y fuimos a la sala a que ellas se despidieran de los chicos.
—Hey, nos vamos, mañana hablamos para hacer algo — Informó Ade a todos.
—Si queréis os llevo chicas, para que no vayáis solas —mencionó Reidar.
—Nos harías un gran favor, gracias —dijo Alice. Este se levantó del sofá, cogió las llaves que estaban en la mesa y salió de la sala dirección a la puerta de la calle.
Me senté en el lugar donde hacia minutos estaba sentado Reidar, los chicos estaban viendo un partido de futbol y yo me aburría, antes me gustaba, pero ahora me canse de verlo, encendí mi móvil y me metí en mis redes sociales hasta que me harte de ver noticias y fotos de famosos y me fui a dormir. Pase delante de los chicos, Jerome me guiño miró y Kilian me habló.
—Roxy mañana tendremos que hablar, ya sé que he estado desaparecido y no he estado contigo, mañana pasaremos todo el día juntos.
—Si —grite eufórica, desde hace tiempo no teníamos un día para nosotros solos y ya necesitábamos hablar de muchas cosas. Fui a donde él y le di un abrazo y un beso en la mejilla y me levante.
—¿Y para mí no hay abrazo ni beso? —Me dijo Jerome.
—No para ti no hay ni buenas noches.
—Qué mala.
—Contigo siempre.
Me removí incomoda en la cama, no podía dormir, me quite las mantas de encima y las aparte hacia un lado y salí de ella, me puse mil calcetines de estar por casa y me encamine a la cocina.
Cuando llegué a la cocina, busque mis pastillas para poder dormir, también busque un poco de agua.
Escuche un ruido pero no le preste atención.
Me sobresalte cuando alguien me rodeo con sus brazos para luego apoyar su barbilla en mi hombro.
—¿Qué haces aquí a estas horas, querida Rox?
—Como no me podía conciliar el sueño, he venido a tomarme esto —y le enseño la caja de pastillas.
— ¿Pastillas? ¿Tomas pastillas?
—Si. Pastillas y son totalmente naturales, tranquilízate.
—Bueno... ¿y si vamos a dormir?
—A ver si ahora puedo.
—Ya verás que sí, encima ahora tendrás buena compañía —me miro sonriente.
—¿Y quién ha dicho que dormiré contigo?
—Nadie ha dicho que iba a ser yo quien iba a dormir contigo.
—¿Y quién va a ser si no? Kili está dormido en su habitación, y somos tres personas durmiendo en esta casa y las dos restantes estamos aquí, ósea que por deducción eras tú quien tenía intenciones de dormir conmigo.
Estábamos los dos tumbados en la cama, cada uno mirando para un lado y yo empezaba a tener frio, me di la vuelta y me acerque a la espalda de Jerome y lo abrace.
—¿Estás despierto?— Susurré —Me aparte un poco para que se girara y quedarnos uno en frente del otro.
—Sí, estoy despierto —se pasó una mano por la cara para luego pasarla por mi cintura para acercarme a él. Nos quedamos uno frente al otro y su cara se estaba acercando a la mía. Me estaba poniendo nerviosa y no sabía qué hacer. Se acercó más y sus labios rozaron con los míos y yo suspiré.
—Jerome —susurre en sus labios.
—¿Que?
—Bésame ya.
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