[3] La joya de la negacion
Ser descendiente de los fabulosamente ricos tiene sus ventajas ¿pero sus desventajas? Los padres ricos no aceptan menos que la perfección. Es más que entrar a la universidad, es fijar el curso que determinará el resto de tu vida
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Constance Billard School
Park Ave, 8:47 am del Lunes
Corriendo por las instalaciones de Constance Yamila parece tratar de acomodar sus cabellos rubios en una coleta alta y mirarse presentable a la asamblea en donde la Ivy League es el invitado principal para dar información sobre las siguientes entrevistas universitarias, mala suerte para Lévidieb que la almohada ganó esta pelea.
—Uhh, buena pinta la de hoy hermana. Papá no quiso que el chofer esperara por ti, dijo algo como una lección—Nicolo se mofa ahogando un par de risitas al mirar que ni el maquillaje fue capaz de ocultar las ojeras marcadas en su rostro—pero yo diría que vuelvas a los anteojos Chanel, ocultaban bien el sufrimiento de tu rostro
—No me digas que la asamblea de la Ivy League ya terminó—su hermano mueve los hombros respondiendo a lo que ella suspira—¡maldición! ayer fue increíble pero la resaca no me agrada tanto además no pude estudiar nada para mis entrevistas universitarias—explica observando como los alumnos comienzan a salir del domo escolar
—esa chica Macarena te está volviendo a lo que eras hace dos años—presiona ambos ojos aún mareada por su rebelde salida secreta y la mezcla de tiempo
—¿Divertida?
—Destructiva—corrige logrando no más que un bufido de fastidio—es tu ultimo año deberías ponerle más empeño ¿no crees?—el de ojos azules coloca una mano sobre su hombro intentando hacerla entender
—Da igual que te hayas perdido la asamblea apuesto a que estarás en primer lugar en la lista de cualquier universidad que elijas—apareciendo detrás de ambos Ludovica cruza los brazos enarcando una ceja—eso sucede cuando eres una heredera ¿no?
—Ludo, eso no es verdad—Nicolo como siempre intenta estar del lado de la chica que lo mantiene con manos temblorosas aunque nunca sepa cómo hacerlo correctamente
—¿ah no? A qué universidades fueron sus padres—la de ojos verdes espera expectante a una respuesta por parte del varón quien traga en seco quedándose corto
—Harvard y Brown—Yamila decide hablar obteniendo una sonrisa de ironía y un entrecejo molesto cuando ella ya se ha alejado—¿porque me miras así? Ella preguntó y tú te congelaste como idiota
—No debías responder...ademas ¿tu que sabes sobre mi?—confundida hace un ceño por el nerviosismo de su hermano—cuando se trate de Ludovica no te metas—advierte
—Chao—haciendo una seña lo deja ir, dando media vuelta está dispuesta a ir por una dosis de cafeína a la cafetería antes de su primer clase pero tres chicas se entrometen—ugh, ustedes
—Yam, por fin llegas. Conseguimos el yogur con almendras que te gusta, es dairy free y los topics orgánicos—luna extiende la mano con el vaso de yogurt ella lo recibe inspeccionado sobre sus gustos mañaneros
—¿Estas almendras tienen cáscara?—suspiran—Arréglenlo y que sea rápido o de otra manera haré que no las dejen entrar al Mascarade—Jimena golpea a luna mientras Nina suspira arrebatando el vaso de yogur para ir a cambiarlo de inmediato.
—Yamila Lévidieb—ojos en blanco bajo aquel lindo uniforme con accesorios Marc Jacobs la nombrada hace una falsa sonrisa—¿será Brown o Yale? Me encantaría saber si tendré una segunda oportunidad con mi ex novia
—Peter Numan...—borra su sonrisa—será la universidad que esté más lejos de tu presencia, estuvimos juntos a los catorce años es hora de que lo superes—alejándose por el pasillo bajo sus tacones peter la observa soltando un suspiro pues no pierde nada con intentarlo
East Europe Publicity
Low Manhattan, 10:20 am
—¿Un drama político de Michael Mann?—la de ojos cafés sonríe a lo grande mientras disfruta de su primer día en su puesto de publicidad—esa es una noticia maravillosa
—Mi fuente dice que Michael está considerando un varón de Manhattan con descendencia británica para el papel principal—firmando un par de papeles la de ojos claros comparte su emoción así como emilia se encuentra fascinada por el mundo del cine
—La carrera de tu hermano despegará y decían que Hollywood era la capital del cine—ríe un poco mientras teclea frente a su computadora arreglando un par de entrevistas
—Llámalo Yankel, aqui soy su manager, no su hermana—asiente avergonzada—y tú eres su publicista por lo que necesito que encuentres un evento importante al que Yankel tenga acceso y no el resto del elenco en su última película
—De hecho creo que tengo una idea—pensando en más poderosas redes familiares de las que proviene la chica Campbell toma su teléfono siguiendo los pasos de Kenny por todas las oficinas—es una fiesta privada en el New York Palace, habrá políticos de todo tipo y puedo asegurarte que ninguna estrella de cine que opaque a Yankel
—¡Fabuloso!—Davis aclama—pero ahora viene tu trabajo más difícil—abre ambas puertas de madera blanca titanio mostrándose al famoso actor sin camisa y tomando medidas para próximos vestuarios—logra que acepte la fiesta—deja una palmada en su hombro alejándose
—¡Hey! Chica escurridiza, gracias por tu consejo me salvo la poca privacidad que me quedaba aquel día—sonríe hacia ella quien parece responder dejando un par de agendas de lado y acercarse cautelosa—¿trabajas aquí ahora?
—Así parece...—vacila un poco mientras el varon se encuentra sobre un cilindro de mármol acompañado de una mujer que ajusta un saco formal—soy tu publicista
—Genial, ahora dos mujeres me controlan. Que afortunado—sonríe sarcástico
—Entonces estás consciente que te obligaré a asistir al Mascarade en el New York Palace—mirándole el lindo conjunto de diseñador desde el espejo de retoques Davis parece sonreír ante su manera de responder lo cual ahora se ha vuelto interesante—soy Emilia por cierto
—Dime que inicia con el siete, el de la suerte—la chica frunce el ceño confundida—tú número—sin poder evitarlo a lo encantador que parece Emilia esquiva su mirada olvidándose por completo que un chico ya obtuvo su corazón
—Soy tu jefa, créeme te mantendré contactado—el joven sin camisa baja la mirada perdiéndose en sus encantos femeninos—te haré llegar la invitación—sin más sale por las puertas gigantescas dispuesta a continuar con su nuevo trabajo que parece darle más que una satisfacción
565 Broome SoHo
Lower Manhattan, NY
—Debí imaginar que tu estabas atrás de todo esto ¿pero no te da vergüenza caer tan bajo?—sin esperar un momento Gastón entra al último condominio del edificio atacando a su querido mellizo
—Vienes a mi hogar y me atacas ¿porque no me sorprende?—max sonríe mientras revisa un par de papeles sobre su escritorio
—El Mascarade es de los eventos más importantes del año para el negocio de hotelería y tú llegas solamente para destruirlo—parpadea sin comprender una palabra—no conoces la industria por lo que no puedes meter invitados sin mi permiso
—¿Hablas de Luciano Shapiro? El tipo es un magnate de los negocios, creí que necesitabas un futuro inversionista que llevara el negocio a la cima y eso conseguí para ti. Lo menos que merezco es un agradecimiento—Macarena detiene sus pasos pegando la oreja a la puerta para escuchar mejor
—¡No necesito intento de magnates, esto es un evento político! ¿¡Porque crees que el embajador de Italia se hospeda en el Palace!? Luciano Shapiro es responsable por intento de manipulación en las elecciones del año pasado el no nos llevará a la cima sino a la ruina—con el puño golpea tal escritorio de cristal causando temblar algunos adornos
—No tenía idea...sólo quería ayudar por qué tal parece que el único tema por el que puedes dirigirme la palabra son negocios—reprocha causando a la de ojos verdes un ceño fruncido
—Mejor no ayudes tanto, ademas ¿que podría saber alguien como tú de este mundo?—entrecejo—Dedícate a jugar con el balón y deja el legado familiar en mis manos, es el único camino por el cual no vamos a quebrar antes de comenzar
—Un simple futbolista ¿así es como denominas a tu hermano?
—No soy el único—lanza una revista mostrándose la sonrisa brillante de Max en su último partido antes de sus vacaciones—es todo el mundo, ahora si me disculpas debo arreglar tu desastre—sin dudar toma las listas impresas y unos cuantos papeles más
—Dijiste tu hotel...—las piernas de su hermano se detienen a punto de salir—te estas equivocando al creer que vivir en Manhattan te da el derecho a tomar toda la herencia de mamá para ti solo
—¡No eres mi hermano!—macarena ahoga un suspiro consternada y sus joyas que comienzan a hacer ruidos desaparecen de sus muñecas—que te entre en la cabeza de una puta vez, te guste o no el New York Palace me pertenece y no dejaré que tomes lo que es mío...por segunda vez—la de cabello miel abre los ojos como platos pues la historia que Max contó parece ser muy alejada de la realidad—no perteneces aquí
—¿Ah no? ¿Entonces porque Emilia contactó a nuestro padre para arreglar mi vuelta a la ciudad?—niega con la cabeza acompañado de una risa
—Mientes—niega fuertemente con la cabeza
Macarena corre tras el muro más cercano segundos después de unos cuantos gritos evitando ser notada por Gastón quien sale apresurado por el elevador en dirección a la salida del SoHo, por su parte la chica tan solo puede pensar en qué parte del trato es real y cual no pues hasta donde su conocimiento llegaba Max era quien obtendría la mayor parte de la fortuna familiar y al descubrir que cabe la posibilidad de que en realidad sea un fraude al igual que su padre la hace recapacitar sobre qué lado debería tomar.
Una vez dentro de la limusina el chico Campbell recibe el mensaje de Soirse quien suspira dispuesta a investigar antes de decidir si ser la villana o heroica de este cuento.
—Haremos una segunda parada a la residencia de mi hermana—avanzando la limo gaston lleva ambas cejas al techo del vehículo encontrándose en la revoltura de todos los papeles un recibo de una joya bastante comprometedora y de la cual el nombre de la chica no es quien estaba en su mente
NYU University
NY 1003
Caminando por las instalaciones de la cafetería de su nueva universidad Delfina parece bufar al recibir un pequeño aperitivo y buscar un lugar solitario frente al ventanal que muestra la avenida.
—Por fin llegas, he tenido que pararme a la barra cinco veces en los últimos minutos y comer pastelitos caseros con gluten—la castaña acomoda sus accesorios mientras el chico parece tomar lugar frente a ella con entusiasmo—¿porque sonríes?
—Porque esto es fantástico, hace años quería entrar a una universidad y cuando tú madre llamó ayer por la tarde resolvió lo que más me preocupaba. Kenny aceptó que estudie en la NYU mientras no descuide mi carrera—explica robando el pastelito de delfi
—Un actor exitoso en la universidad donde los aspirantes comienzan sus sueños—entrecierra la mirada—los artistas si están locos—ríen un poco hasta que una llamada capta la atención de ambos
—¿Responderás?—Yankel señala su móvil a lo que ella niega de inmediato
—No, pero hazlo tú si quieres—desliza el móvil sobre la mesa de madera oscura mostrándose el nombre y fotografía de una castaña clara—Es mi mejor amiga pero estoy demasiado molesta como para volver a intentar aceptar sus disculpas
—¿Emilia Campbell?—asiente sin problema—es mi publicista ahora, nunca me la presentaste—confuso por la manera en que sus vidas están mezclándose el nuevo alumno de la NYU se cruza de brazos
—En primer lugar no puedo creer que no me haya contado y en segunda, Yankel lo nuestro fue una amistad de verano en los Hamptomps y con tu hermana de manager no tuvimos tiempo ni para definir nuestros signos zodiacales—explica sonriente
—Creí que no eras supersticiosa—enarca una ceja disfrutando del postre
—No, pero me gusta saberlo todo...ay no—eliminando su sonrisa mira tras el ventanal a un par de adolescentes maravilladas por el rostro del actor—no voltees—imaginando lo malhumorado que puede responder Yankel ante sus fans suspira con pesadez—vámonos, mejor te daré un tour sobre la peor decisión de mi vida
—Y la mejor de la mía—ella niega caminando con la barbilla arriba deseando que este año vuele como lo imagina o de otra manera no soportará aceptar que sus decisiones pasadas si están repercutiendo
—Un actor éxitoso que desea tener una vida ordinaria...si que te gusta el drama Yankel—ríen divertidos alejándose al interior de la universidad
Pierre Taj Residence
Yorkville
—¿Yy...? ¿Me dirías que te sucede?—sentándose en el sofá de textura aterciopelada Emilia acerca una copa de champaña a su novio quien parece aceptarla actuando con normalidad—Estás distante, creí que dijiste que no teníamos secretos después de la última vez
—Mi padre quiere que regrese a Francia—es hora de hablar y ya lo ha hecho, la castaña parpadea perpleja pues a decir verdad esperaba ser más insistente antes de que él se sincerara con ella
—Pero acabas de llegar—Claudio asiente revolviendo su cabellera con la mano libre—una semana no es suficiente además dijiste que en Europa las vacaciones son en este periodo
—Puede que no haya sido completamente sincero contigo—evitando sus ojos el francés decide terminar la champaña de un gran trago mientras Emilia suspira acercándose cautelosa y tomando su mano para acariciarla
—Claudio...
—Deje la universidad—responde sin titubeos y por las facciones de su novia la vergüenza es inevitable—mi padre transfería el dinero de mis estudios a una cuenta privada confiando en que yo pagaría la universidad pero hace meses que utilizo el dinero para vivir—sonríe melancólico—mi hermana llego a paris el mes pasado y no tenía planeado venir a Manhattan, el boleto de avión era para ti pero cuando ella hizo preguntas creí que lo mejor era dejar Francia
—Por Dios Claudio—colocando una mano sobre su mejilla Emilia lo atrae para unirse en un abrazo—sabes que puedes confiar en mi, no puedes dudarlo por un segundo
—En cambio yo si puedo hacerlo—el de chaqueta roja entra sin permiso alguno obteniendo la atención de ambos
—Hola ¿estás drogado?—levantándose con molestia mueve las piernas a su encuentro—no puedes entrar a mi departamento como si fuera de tu propiedad y menos con ideas vagas sobre mi lealtad hermano
—¿Cuando ibas a decirme que contactaste a Max semanas antes que decidiera regresar a Manhattan?—la castaña traga duramente regresando su presencia sobre el sofá—joder Emilia, ¡nosotros somos familia el no!
—¿¡Que esperabas que hiciera!? Mamá no me dará mi parte de la herencia hasta que muera y yo necesito dinero para sobrevivir en esta maldita ciudad—Claudio arrebata la copa de sus manos y decide dejarlos en privacidad
—¿Así que por eso llamaste al estafador, para que te mostrara trucos sobre cómo sacar dinero?—gaston frunce el ceño caminado en círculos y tratando de adivinar que sucede en la cabeza de su hermana
—¡No!—inhala con dificultad y entonces se levanta llegando a su delante—si Max vuelve papá también lo hará y si papá vuelve mamá se verá obligada a hacer lo que él le pida con tal de desaparecer una vez más
—Tú obtienes tu herencia y ella que su secreto siga oculto—no habla y las palabras no son necesarias pues a juzgar por su rostro gaston no puede evitar reír con ironía—te quejas de lo doble cara que es nuestro padre pero lo odias por que eres idéntica a el, te estás equivocando Emilia y lamento decirte que esta vez no haré nada para protegerte...desde ahora estás por tu cuenta
Al mirarlo salir por las puertas de su condominio la castaña no puede evitar el grito ahogado de frustración y tan solo puede salir a su terraza para observarlo desde el último piso subir a su limusina y dejar la avenida. Su subconsciente le ruega que deje su ego de lado pues ahora más que nunca es cuando necesita a Delfina de su lado, pero primero sus dedos teclean la pantalla de su móvil con rapidez presionando la última tecla y el mensaje se ha enviado.
"Todo va como lo planeamos, no hagas que me arrepienta"
NYU University
NY 1003, 5:40 pm
—Ya charlamos sobre mi vida ahora te toca a ti—sentados sobre las bancas del patio trasero Yankel sonríe hacia una Delfina confusa que se mantiene ingiriendo un pequeño batido de fresa en su horario libre antes de volver a su última clase del día—¿porque NYU?
—Me da vergüenza...—suspira pesadamente observando a su alrededor—las personas de aquí creen que soy una niña de papi a quien le cae todo del cielo y como puede darse el lujo de elegir decide venir a definir en vivo y en directo las clases sociales
—¿Y no fue así?—ceño—no te juzgaré yo si elegí hacer eso—habla sincero logrando sacarle una sonrisa
—Te lo dire pero solo porque mi sexto sentido nunca falla y algo sobre ti no me provoca escalofríos—asiente tomándolo como un cumplido—mi sueño era Yale, siempre supe que mi lugar estaba ahí, me preparé para obtenerlo aún que el dinero no era problema
—¿pero...?
—Pero—suspiro—cometí un error al dormir con mi profesor de economía...perdí a todas las universidades de la Ivy League por un maldito error y con ello la confianza de mi padre—Davis parpadea perplejo—era la numero uno ¿entiendes? Lo tenía todo pero ahora debo tragarme mis errores y cumplir mi condena de permanecer en Manhattan
—Lo lamento mucho, se que fuimos amigos de verano pero puedes contar conmigo y no necesitas hacer amigos que vienen del Downtown cuando tienes a un actor potencial que puede llevarte a conocer las mejores estrellas de Hollywood
—Gracias por no juzgarme—habla entre risas con tranquilidad—pero antes de empezar una amistad debería encontrar la manera de arreglar otra primero
—¿Que tal comenzando ahora?—con un bolso Prada en mano Emilia sonríe a sus espaldas obteniendo ambos ojos asombrados—obtuve un pase por una hora, yo creo que es tiempo suficiente para recuperar a mi amiga—sonríen
{...}
—Y cuando mencionaste a mi padre en nuestra pelea eso me destruyó...—Emilia juega con sus manos y el mentón abajo—todos harían cualquier cosa por sus hijos, Nathaniel por Yam y Nicolo, tu padre por ti pero él nunca cambiara
—Debiste hablar conmigo Em, sabes que habría dejado la estupida pelea de lado—acercándose toma sus manos—tu padre te ama
—¿Entonces por qué huye de mi?—sin saber que responder delfi recuesta la cabeza sobre el hombro de su amiga en un suspiro inevitable—debería aceptarlo de una vez y ser consiente que seguir insistiendo solo va a destruirme
—Creo que las decisiones que nos destruyen son lo que más tenemos en común—la castaña parpadea queriendo una explicación—entre nuestra pelea, el embarazo de mi madre y Max yo--
—¿Max?—la chica Campbell enarca una ceja con intriga así como Middleton responde con un asentimiento de cabeza y algo de vergüenza—¿te estás viendo con Max?
—Me hizo un regalo para el Mascarade—Emilia frunce el ceño confundida—nos besamos hace un par de noches y ahora no se si podré controlarme al estar cerca de él el próximo viernes
—Delfi...eso está mal—con las manos la nombrada revuelve sus mechones—tienes que prometerme que no lo veras ni hablaras con el sin primero consultarme—luciendo más nerviosa de lo que debería la castaña se acerca a abrazarla y presionar los párpados pidiendo que ella no salga lastimada a mitad de lo planeado
—Lo prometo—sonríen
—Si se quieren besar no contará como infidelidad pero deben apresurarse porque el horario de visitas ya terminó—las risas son inevitables al observar a un Claudio mostrando el pase universitario
Lotte New York Palace
Madison Ave, 7:00 pm | Loft Presidencial
—Yamila no metas la mano en la fuente de chocolate—Nicolo señala con repugnancia mientras la rubia ríe divertida saboreando el caramelo derretido en la yema de sus dedos—para ser la reina del constance tus modales dejan mucho que desear...
—Que idiota—con los dedos deja una marca de chocolate en su mejilla mientras su hermano se queja con molestia y su padre quien prepara panqueques para la cena pone ojos en blanco ante sus hijos
—Yam, deja a tu hermano en paz—sentada sobre los bancos decorativos de la barra principal ella levanta ambas cejas incrédula
—¿porque? Si no he comenzado a nombrar a Ludovica—Nicolo suspira con pesadez mirándola con una ceja enarcada a lo que ella ríe abrazándolo por la cintura en símbolo de perdón mientras el continúa limpiando los restos de chocolate en su mejilla
—Hola...—una chica de ojos verdes interrumpe la escena familiar y ahora todos se concentran en ella—gaston me pidió que--
—Aquí no—apareciendo de la nada Campbell la toma por la muñeca obligándola a subir las escaleras del loft y mi llegar a su habitación. Yamila frunce el ceño intrigada por lo sucedido así que se levanta del banco dispuesta a escuchar tras la puerta
—Sentada...—Nathaniel ordena al notar sus intenciones por lo que ella bufa volviendo para robar un pas de fresas y untarlas con chocolate
* * *
—Gracias por responder a mi mensaje—Macarena habla mientras un retrato de los tres hermanos parece tomar toda su atención. Gaston toma asiento en el sofá decorativo mientras frunce el ceño
—¿Es por Max que querías hablar?—tomándola desprevenida ella lo observa de inmediato así como el sonríe irónico—te vi cuando estaba de salida, sabía que era cuestión de tiempo para que pidieras explicaciones
—¿Entonces es verdad?—sentándose a su costado la chica muestra un rostro de asombro por lo que gaston toma el retrato de sus manos con melancolía
—Es un embaucador...verás cuando entramos a la preparatoria mi padre volvió por primera vez desde que nos dejó, pero no solo sino que traía consigo un chico de 16 años con el nombre de Maximiliano. Dijo que era nuestro hermano, un hijo que había tenido con otra mujer por culpa de un amorío
—Adivino, era todo mentira—asiente
—En los primeros meses la familia lo aceptó, el matrimonio de mi madre con Nathaniel era muy reciente por lo que él aceptó que se quedaran un tiempo en el hotel, meses después la cuenta bancaria de Max ya estaba repleta de dinero, pagos mensuales y demás se suponía que era lo que la familia debía darle por tener el apellido. Lo que no sabíamos es que nuestro padre estaba quedándose con la mayoría del dinero y Max resultó no ser más que un adolescente con sueños de futbolista que en el primer año viviendo en Manhattan se volvió realidad...conoció a delfi ella se enamoró y hasta el día de hoy no tiene idea que es un estafador, le rompería el corazón
—No puede ser—perpleja lleva un mechón tras su oreja—¿Quieres decir que el no puede tocar ni un billete de la fortuna de los Campbell?
—Por supuesto que no, porque no es un Campbell. Mi padre engaño a Lily para que firmara unos papeles y cuando menos lo supimos ya había cambiando su nombre y todas las identificaciones ya eran legales—recordando presiona los párpados con molestia—siempre quiso tener esta vida, una familia y mi padre solo deseaba obtener la herencia que a él claramente no le tocaría
—Por eso inventó un hijo, si tú madre no se compadecía de él...lo haría por un adolescente que no pidió nacer—sonríe sintiéndose como una tonta—Max está quebrado, no tiene ni un maldito centavo
—Se llevaron todo lo que pudieron y ahora han vuelto porque seguramente sus recursos se terminaron. Ahora lo que no entiendo es que figuras tú en todo esto...—entrecejo y Macarena inhala con nerviosismo aún sin saber qué lado tomar
—No figuro en nada, solo soy una tonta que se enamoro de él y aceptó un viaje de pareja en el que no sabía que era para mudarse—mintiendo una vez más decide pensar en sus opciones y si Max decidió utilizarla ¿porque no devolverle el favor?
¿Que imaginan que vendrá en el famoso Atelier...? ¡Los leo!
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