Querido Taeho:

Daegu jamás me había parecido tan vacío como después de haber visto tantos colores a tu lado. Los días se volvieron repetitivos. Las tardes entre flores coloridas, se volvieron grises. Ni siquiera estaba animada. Ni siquiera sentía que tenía ganas de vivir. Quizás era una locura, ¿tanto se sufría por amor? Pero era imposible saberlo hasta que te enamorabas de verdad. Era consciente de que tú solo habías sido un pequeño porcentaje de mi vida. Yo era una persona de pies a cabeza, con sus pros y sus contras, y tú eras igual, otra persona completa, sin necesidad de nada más. Pero juntos nos complementábamos. Tú me dabas lo que yo no tenía. Yo te daba lo que tú no tenías. Y mágicamente, nos convertíamos en personas completas que se unían a otra persona completa y formaban una combinación especial. Algo que nadie más podía tener. Y los días se volvían felices. Las imágenes se coloreaban con intensidad. Y todo parecía tener más sentido. Podía vivir sin ti pero ¿era en realidad feliz si no te tenía?

Suponía que tendría que vivir así hasta que se me pasara, hasta que nuestro amor dejara de estar latente en mi corazón. Porque yo sabía que cuando ese día llegara, quizás podría volver a sonreír y otra persona formaría parte de esa intensidad. Aún cuando tú fomarías parte de mí para siempre.

Siempre tuya,

Miyeon