¡El gran día llegó por fin!

Bueno, el gran día para Fred...

El importante y definitorio examen de química había llegado, pero no solo eso, sino que el resultado de ese examen le llevaría a su perfecta cita con la chica más hermosa y dulce que ha conocido.

"¿Estás listo?", preguntó sonriente la rubia junto al ojiazul.

"Más que listo, nena", se burló el pelinegro.

¡Era muy importante aprobar!
Mas aún, ¡era muy importante triunfar con la mejor calificación!

Entonces, ¿qué sería más conveniente?
¿Confiar en ti y en tus conocimientos o hacer trampa con el espejo que todo lo sabe?

"¿Se te perdió algo, Fred?", fue interrumpido el pelinegro que buscaba en su mochila su adorado espejo de mano por el mismo profesor de la clase de química antes de que empezase el examen.
El hombre mayor le mostró al villano el espejo que éste estaba buscando entre sus cosas con una mirada clara de decepción. Fue así como Fred cayó en cuenta, lo habían atrapado.

El mexicano de la clase sonrió malicioso mientras el profesor le daba unas palmaditas en la espalda, "Gracias Eak por informarme sobre esto, es gratificante ver que aún hay alguien que respeta el código de honor"

Maldita sea, seguramente Eak vio como Fred usaba su espejo mágico en clases. Y gracias a que TownTrap le insistía que debía lograr que los chicos de la Isla de los Perdidos dejaran sus actitudes maliciosas, él lo intentó ayudar a su manera.
Luego el profesor dirigió su mirada al villano, "Te aseguro que mi recomendación será que te expulsen"

Fred estaba preparado para debatir en contra de las decisiones de su maestro, hasta que de pronto la chica sentada a su lado se levantó firme, "¡Eso no está bien! No estaba engañándolo porque no tenía ese aparato mágico-"

"En realidad, es un espejo mágico", interrumpió Fred, a lo que Joy se volteó ligeramente hacia él, totalmente seria.

"No estás ayudando, Fred", a lo que el villano calló y la doncella continuó hablándole al profesor, "Tal vez necesitaba un lápiz o una goma de borrar, o-"

"Yo solo estaba-"

"¡En serio, Fred! Cierra la boca, no ayudes más", nuevamente Joy hizo callar al villano, antes de mirar al profesor con su mirada más tierna y encantadora de forma suplicante, "Maestro..."

"Maestro...", Fred intentó hacer lo mismo después de ver el recurso que utilizó Joy.

El profesor se quedó pensativo unos segundos antes de suspirar resignado, "Si apruebas este examen, te devolveré el espejo y olvidaré toda esta situación"

"¡Gracias, maestro!", celebró el villano, mas por dentro ardía en ira. Doble razón para aprobar el examen a la perfección.
Claro esta, antes de tomar su lápiz para comenzar su examen le dedicó a Eak su mirada más maléfica, traspasándole todo su odio por sus ojos que de pronto brillaron con más intensidad.

Obviamente, al momento de coger su lápiz éste se rompió en dos, gracias a la ira acumulada del villano.

"Agh, toma el mío...", suspiró Joy, bastante molesta, ya que bastante había hecho hoy por el pelinegro sin este merecerlo.

"Gracias linda...", agradeció el villano tímidamente, pues podía sentir el descontento de la rubia.

Así el examen pasó.

Pasada la tarde, el profesor entregó los resultados. Y Fred, apenas obtuvo los suyos, se esmeró en encontrar a la rubia que lo traía vuelto loco para enseñárselos.
La encontró después de unos 10 minutos, sentada en una banca de picnic bajo la sombra de un gigantesco árbol, estudiando para sus otras materias.

El villano se acercó con lentitud, cosa de tomar a la chica por sorpresa, de espaldas a ella dejó su examen frente a sus ojos.
La rubia quedó pasmada al ver una B+ en el examen del pelinegro, y sonriente se volteó al chico que igualmente sonreía, orgulloso de él mismo.

"¡Felicidades, Fred!", exclamó la ojiazul, levantándose de su asiento y dándole un fuerte abrazo al contrario, "Sabía que podías hacerlo..."

"Sabes...", comenzó el villano sin apartarse del abrazo, "...Es la primera vez que siento que... soy mucho más que una cara bonita"

Joy sonrió aún más, "Es lo que trataba de decirte, tontillo", rió levemente, "La verdadera belleza está en el interior"

Fred se separó del abrazo y le dedicó a Joy una mirada sincera, "Gracias... Estuviste genial allá con el maestro. De verdad, no tenías que defenderme"

"Bueno, por como te defiendes tu solo tenía que hacerlo", rió burlona la rubia, antes de tomar asiento nuevamente esta vez junto al villano, "Además, tu también estuviste genial..."

Fred sonrió encantado, "Apuesto a que en el siguiente examen consigo una A"

Joy rió entre dientes, "Ya tienes una cita para la coronación, ¿no? Siempre puedes ir por más", decía ella mientras sujetaba las manos del pelinegro sutilmente, "Si quieres podemos estudiar juntos esta vez"

"Eso suena increíb-"

"¡Aquí estabas!", interrumpidos por un gemelo totalmente desesperado que buscaba a su hermano, "¡Literalmente te estuve buscando todo el día!"

"¡¿Qué ocurre?!", exclamó Fred, intuyendo por el tono de voz de su gemelo que era algo importante.

Freddy se cruzó de brazos y bufó, soplándose el flequillo, "Golden... Me invitó a una... C-Cita..."

Tanto Joy y Fred rieron entre dientes divertidos, mientras Freddy los observaba incrédulo con una mirada de odio puro.
Fred sonrió, "Bien, bien... Tranquilo, hermano. Hay una solución para esto", dicho esto se levantó de su asiento junto a Joy y su examen en mano, no sin antes despedirse de la rubia con un; "Te veo luego, linda" y un beso en la mejilla.

Inmediatamente después comenzó a arrastrar a Freddy hacia su habitación compartida, balbuceando millones de cosas sobre su apariencia que el castaño con mechas verdes decidió ignorar.

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"Estás casi listo", sonrió Fred, "Solo quédate quieto..."

Unas palmaditas en las mejillas del gemelo mayor con loción de afeitar y Fred se alejó un poco de su hermano para admirar su obra maestra, "¡Definitivo!"

"¿Para qué me echas loción de afeitar si ni siquiera me afeité?", se burló Freddy, "Es decir, voy a espantarlo con tanta fragancia... Aunque esté hechizado"

"¡Ay, Freddy, Freddy, Freddy!", se burló el menor mientras arreglaba el cabello de su hermano, "Si tu eres el bueno con la magia en la familia, yo soy el bueno en la apariencia, así que cierra la boca y déjame hacer mi trabajo"

Freddy guardó silencio, intentando procesar las palabras de su gemelo. Había algo que hacía resonar sus pensamientos, "¿Qué quieres decir con eso?"

Fred no detuvo su incesante ajetreo de manos en el cabello de su hermano para peinarlo con estilo para responder, "Bueno... Papá siempre te ha preferido a ti para enseñarte hechizos, magia, maldad... En algo tenía que depositar mi talento, ¿no?"

"¡Pero eres genial encantando espejos!"

"Y cómo crees que aprendí a hacerlo", ambos muchachos guardaron silencio. Freddy no había pensado en ello, de hecho, jamás se lo había cuestionado.
Para él, las cosas son como son y nunca se preguntó el porqué.

"Yo... no sabía eso"

"¿Nunca te diste cuenta? ¿Qué siempre fuiste el favorito de papá?", esta vez Freddy pudo sentir como Fred hablaba con cierto desgano, "Si hay algo en lo que puedo destacar es en esto, pero creo que a fin de cuentas eso no importa"

"Por eso te importa tanto tu apariencia...", comenzó a comprender Freddy, al mismo tiempo que los jugueteos en su cabello cesaron, "...es mi culpa"

"No del todo", rió entre dientes Fred aún con algo de desgano.

"¡¿Entonces por qué me ayudas!?", exclamó el castaño, apartándose del menor bruscamente, alterado, "Deberías tener un rencor terrible contra mí, ¡deberías odiarme!"

Fred lo observó unos instantes antes de sonreírle levemente a su hermano. Se acercó a él y de los hombros lo sujetó con delicadeza y lo condujo frente al espejo de pared de la habitación.

"Cierra los ojos", le ordenó. El castaño usualmente le discutiría y lo desafiaría por ordenarle cosas que él no quiere, pero por primera vez el sentimiento de culpa lo venció y obedeció las instrucciones de su gemelo, "Freddy, sin importar lo que pase, eres mi hermano, y algo que he aprendido aquí es que la familia siempre está contigo"

"No siempre podemos decir eso", el castaño arrugó la nariz con los ojos cerrados, "Siempre he sido un necio contigo... y papá... b-bueno, él... é-el es..."

"¿Le tienes miedo?", preguntó el pelinegro.

"Yo... solo quiero que se sienta orgulloso", respondió en un suspiro el de mechas verdes, "Tal vez te pese que yo sea su favorito, pero créeme, no es lo que yo hubiera deseado"

"Te creo", rió por lo bajo el menor, "He de admitir que me da miedo a veces, y es por eso que agradezco tenerte conmigo..."

Freddy solo sonrió ante las palabras de Fred antes de sentir como las manos del mismo le daba palmaditas en sus hombros, "Abre los ojos"

El castaño dio un suspiro antes de obedecer, y en el momento en que se vio al espejo, se quedó pasmado. Fred no pudo evitar sonreír ante la reacción de su hermano, y amistosamente lo abrazó de costado.

"Wow...", dejó escapar el mayor, algo risueño porque estaba incrédulo de lo que el espejo reflejaba, "M-Me veo... ¡Para nada desagradable!"

"Te ves increíble, hermano", corrigió el de puntas azules antes de darle un empujón amistoso y alejarse, para darle unos momentos a Freddy frente al espejo.

Fue en ese instante en el que tocaron la puerta de la habitación de los villanos, y la puerta fue abierta para revelar al príncipe Golden, todo bien arreglado, con dos cascos de moto en mano, aguardando por su cita.
Vaya sorpresa que se llevó al encontrarse con un Freddy que nunca había visto antes, mas conservaba su despiadada mirada. De todas formas, se quedó sin aliento.

"Vaya...", suspiró el príncipe, "Ahora conozco la diferencia entre atractivo y maravilloso..."

Freddy solo se burló ante la frase tan cursi, pero agradeció el gesto.

"¿Te gustan las motos?", preguntó finalmente el príncipe, a lo que el villano sonrió dichoso y en silencio salió de la habitación arrebatándole uno de los cascos de moto a su cita, y con una última mirada de 'sácame de aquí por favor' a su hermano, se adelantó a Golden, quien sonriente se despidió de Fred.
Éste solo se moría de la risa en silencio.

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Un largo y maravilloso paseo en moto. Todo el camino abrazado a la espalda del príncipe, y no podía negar que se estaba divirtiendo, además de que por alguna extraña razón, se sentía realmente cómodo.

Una vez que llegaron a su destino, siguieron caminando para adentrarse a la naturaleza, mientras charlaban de lo que sea, generalmente de lo primero que se ocurría al rubio.
Freddy no podía dejar de sonreír, ¿quién diría que lo estaría pasando tan bien?

"¡Cuéntame algo que nunca se lo hayas dicho a nadie!", pidió Golden, mientras cruzaban un puente de cuerdas bastante movedizo, lo que lo volvía más divertido.

"Hmm...", pensó el villano antes de decidirse por que compartir, "Suelo hablar solo... Bastante de hecho"

"¿En serio?", sonrió Golden, "Eso no es tan raro, yo también lo hago"

"Pero seguro que no imaginas hablar con tu hermano cuando necesitas desahogarte", rió Freddy, autoburlándose, "Cuando era niño solía imaginarme a Fred cuando él no estaba y charlábamos juntos muchas horas"

"¿Tu amigo imaginario era tu hermano?"

"Algo así", confesó risueño el castaño.

"Hmm", comprendió el príncipe, "El mío se llamaba Pepi"

Siguieron caminando por aquella naturaleza hasta encontrarse con una bella laguna, que era rodeada por un montón de ruinas al parecer de un viejo templo. En medio de esas ruinas, un día de campo los aguardaba.
Los tenues rayos del sol apenas se filtraban a través de la arbolada, y la cálida atmosfera volvían a ese lugar casi como un rincón de cuento de hadas. 

"Wow, Golden...", suspiró sonriente el villano, "...Es hermoso"

"Sabía que te gustaría", sonrió el príncipe, "Ven, vamos"

Después de un rato, Freddy se encontraba en el verdadero paraíso. Jamás había probado tanta comida deliciosa. Una infinidad de sabores nuevos y exquisitos que volvían loco a su paladar.

"¿Es la primera vez que comes una dona con jalea?", le preguntó Golden, curioso por ver tanta ansiedad por la comida.

El de mechas verdes algo avergonzado dijo, "¿Se nota mucho?"

Golden solo rió en ternura, antes de limpiar las comisuras de los labios del mayor con delicadeza, causando un sonrojo en las mejillas del contrario.
Freddy solo trató de desviar su atención para evitar su sonrojo, por lo que comenzó a reír nervioso, cosa que Golden tampoco había visto en él, y le encantaba.

"¡Hey, yo he hablado todo el rato!", protestó el príncipe, dándose cuenta que Freddy estaba algo incómodo, "Es tu turno... En realidad, no sé mucho sobre ti"

"¡Oh, bueno!", rió el villano, "¿Qué quieres que te diga? Soy un enigma para muchos", bromeó el de mechas verdes, a lo que ambos rieron juntos, "¿Pero que podría contarte sobre mí? Bueno, tengo 16 años, tengo un hermano gemelo y siempre he vivido en el mismo lugar"

"¡Vaya, yo también!", jugueteó igualmente Golden, "Excepto lo del hermano... ¡Pero tenemos mucho en común!"

Ahora sí Freddy dejó escapar una carcajada completamente burlona, "¡JA, créeme! Somos muy distintos..."

"Eso no es verdad", exclamó Golden.

"Sí lo es", insistió el castaño, "Tú serás el nuevo rey de FNAF, y yo solo soy un villano que vive encerrado en la Isla de los Perdidos"

"Pero tu en realidad no has hecho nada malo", justificó el rubio, "Ser un Fazbear no te convierte en malvado, al igual que, la corona no te convierte en rey"

Freddy bufó burlesco, "De hecho, son exactamente esas cosas lo que te vuelven lo que eres, ¿sabes?"

"Yo no lo veo así", sonrió Golden, "Yo creo que somos nosotros los que elegimos quienes queremos ser... No somos dictados por un apellido o por una tradición, a fin de cuentas, es quienes somos realmente lo que importa"

"Suena fácil decirlo"

En una jugada arriesgada, Golden sujeta tiernamente las manos del villano, causándole un fuerte sonrojo, "¿A sí? Jamás he dicho que lo fuera, todo depende de nosotros mismos..."

El color carmesí fue extendiéndose por las mejillas de mayor, "Siempre sabes que decir, ¿no?"

"No lo sé", aseguró Golden, sin romper miradas con el castaño, "Pero lo que sí puedo asegurar, es que puedo verte a los ojos y saber que en realidad tu no eres un villano"

Aquellas palabras resonaron tan fuerte en la mente de Freddy, que hasta las vibraciones llegaron hasta su pecho, sintiéndose más cálido de lo normal, y bastante acelerado. Y la mirada sincera del príncipe directo a sus ojos más sus manos entrelazadas tampoco ayudaba mucho.

"Ven, vamos a nadar", fueron sus pensamientos interrumpidos por la insistencia del príncipe por ir a nadar, algo que puso muy nervioso al villano.

"¿Q-Qué? ¿A-Ahora?", exclamó incrédulo el ojiazul, "N-No, mejor ve tú, yo me quedaré a probar una fresa"

El príncipe solo rió y antes de irse a nadar le dijo, "Guárdame una"

Cosa que el castaño ignoró totalmente al verse hipnotizado por el exquisito sabor de las fresas. Mas un increíble estruendo de un chapuzón llamó su atención. Dejó las fresas de lado y corrió a ver como Golden hacía payasadas en el agua.
Algo que simplemente lo hacía reír, y verse aún más envuelto en ese alboroto de emociones mezcladas en su interior.

A million thoughts in my head~
Should I let my heart keep listenin'?~

¿Qué es lo que sentía?
¿Por qué se sentía tan bien pensar positivo?

I can't decide what's wrong what's right~
Which way should I go?~

Pero, ¿qué hay de su padre? ¿Y conseguir el Amuleto Mágico?
¿Pero por qué se sentía tan bien estar cerca de Golden?

If only I could read the signs in front of me~
I could find the way to who I'm meant to be, uh oh~

Charlar con él, reír con él, estar con él.
¿Por qué se sentía así? Si el hechizo era solamente para Golden.

Am I crazy? Maybe we could happen, yeah~
Will you still be with me when the magic's over out?~

¿Será realmente... amor?

If only I knew what my heart was telling me~
Don't know what I'm feeling~
Is this just a dream?~

Y si no es magia, ¿entonces cómo pasó?
Pero, para él si es magia...

If only~

No lo sabe, él no lo sabe.
Está confundido.

Silencio...

Pero, demasiado silencio...

¿No que Golden estaba nadando?

"¿Golden?", llamó Freddy mientras veía al agua por alguna señal de vida angustiado. Mas no podía ver, y con la angustia a flor de piel sin pensarlo dos veces se lanzó al agua para buscar a Golden.

Mala idea para alguien que no sabe nadar.

Por suerte, Golden de la nada salió del agua para ayudar al pobre chico. Lo cargó en sus brazos y lo dejó en la orilla. Mas el daño ya estaba hecho.

"¿¡En dónde carajos estabas!?", exclamó iracundo Freddy, sus ojos tornándose verdes.

"¿No sabes nadar?", preguntó incrédulo el príncipe, "¡Pero vives en una isla!"

"¡Sí, que tiene un campo de fuerza!", volvió a gritar el villano hecho furia.

"Aún así intestaste salvarme...", se sorprendió Golden.

Pero Freddy enloqueció aún más, "¡Sí, ¿y qué consigo con eso?! ¡Empaparme por completo! ¡Increíble!"

Golden en consuelo intentó abrigar al de mechas verdes con su chaqueta como un caballero, a lo que este lo rechazo aún furioso, "¡Déjame, no soy una chica indefensa! Puedo cuidarme solo"

El príncipe entonces lo acogió en sus brazos y ambos se sentaron en silencio hasta que se calmasen las aguas.
Mientras Golden solo observaba a Freddy, y acariciaba su cabello de forma tierna, algo aturdido...

"Freddy...", comenzó lentamente el rubio, captando la atención del villano, uniendo sus miradas a una distancia muy pequeña, "...Yo te había dicho que te amaba... Tú... ¿Tú me amas a mí?"

Pobre Fazbear, ¿no?
Patético y débil Fazbear, se decía a si mismo.
¿Qué es lo que te está pasando que ni siquiera puedes apartar la mirada del chico que te conquistó?

"Y-Yo... No conozco el amor en realidad..."

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¡Ahí está, chicxs!

¡Después de 1000 años, les he traído el capítulo (creo yo) más esperado por todxs!

Pero bueno, esperemos no me tarde tanto en escribir el siguiente.

Para compensar la espera, ¿qué tal un preguntas y respuestas?
(No, no para los personajes sino para mí, ya que una vez lo intenté y tarde aún más que en sacar capítulo)

-Déjenme sus preguntas aquí, y próximamente las contestaré.

Ciao, nos leeremos pronto.

Pdt: Para los que me preguntaban, YA NO ESTOY EN EL FANDOM DE #FNAFHS.
Solo quiero terminar estos fics, no es que haya vuelto.
Nunca volveré, ya que ya NO me gusta #FNAFHS.

La magia de los AU's son así.
A veces me olvido de quién estoy escribiendo XD

Bueno, ahora sí, nos leeremos.

-Natta