—Jungkook te va a odiar.— gruñó Yugyeom entre los barrotes. —Te va a odiar tanto por haberle hecho daño.

Yoongi alzó sus ojos.

—¿De qué hablas?

—¿Crees que no supe todo el show que te armabas, mientras pensabas que no me daba cuenta? Yoongi, no eres el único idiota que maneja equipo de vigilancia.

Yoongi apartó sus ojos de él e intentó concentrarse en el papeleo.

—Y tal vez deberías cambiarle la placa a tu carro.— continuó Yugyeom.

Yoongi maldijo internamente, la placa que usaba su auto la usaban los agentes de la policía.

Ahora Yoongi se sentía idiota.

—Si sabias todo, ¿porqué no hiciste nada?— preguntó.

Yugyeom sonrió.

—Porque, luego de esto, Jungkook te va a odiar por haberle engañado. Reconozco que le he hecho mucho daño a Jungkook, y la verdad no me importa, pero tú no eres muy diferente a mi.

—Cállate antes de que te vuele la cabeza.— gruñó Yoongi.

—El que ha perdido aquí no soy yo Yoongi. Puedo entrar a la cárcel y salir en unos años, pero te digo algo, Jungkook no te va a perdonar jamás y también te quitarán tu puesto de trabajo, todo por ser débil con ese idiota y enamorarte de él...

—¡Cállate!— gritó Yoongi, apuntándole con su pistola.

—¿Cómo puedes amar a Jungkook después de haberse acostado con media Corea?

—Porque es la persona más linda que he conocido y sé que me ama también.— respondió Yoongi entre dientes, con su dedo temblando en el gatillo.

—Hey, tranquilízate. Esto no te favorece en nada.— sonrió Yugyeom.

Yoongi bajó el arma y maldijo entre dientes mientras agarraba mechones de su cabello.

Yugyeom tenia toda la razón. Yoongi había perdido por enamorarse de Jungkook y, con todo lo que pasaba, era difícil que lo perdonará.

Y aun más, con su madre de por medio.

•••

—J-jungkook puedo explicarlo...— tartamudeó su madre, cerrando la puerta en cuanto llegaron a casa.

—¡No me expliques nada! ¡No quiero saber nada de nadie!— sollozó Jungkook, subiendo las escaleras.

Su madre también sollozó y alzó su voz.

—¡Si no hacia esto, Yugyeom iba a seguir maltratándote y yo jamás me daría cuenta!

Jungkook se dio la vuelta.

—¡Prefiero eso a estar lejos de mi novio y  que toda la escuela sepa que era un maldito prostituto con una relación toxica que se enamoró sin saber de un agente de la policía que lo usó!— gritó Jungkook antes de ir a su habitación para encerrarse en ella.

La señora Jeon se tomó el puente de la nariz. Haber llamado a Min Yoongi para esto había sido un error fatal.

Jungkook se sentó detrás de su puerta, escondiendo su rostro entre sus piernas.

Su novio se iba a ir a la cárcel por su culpa.

Yoongi lo había usado. Así como todos aquellos chicos con los que se acostó. Nunca sintió algo por él.

Jungkook no podía creer lo cruel que había sido Yoongi. Lo enamoró e intentó separarlo de su novio solo para dejarlo después. Yoongi había arruinado su vida, había roto su débil corazón que él mismo reconstruyó.

Todo este tiempo trató de convencerlo de que Yugyeom era horrible, cuando el que le hizo más daño fue él mismo por traicionarlo de esa manera y arruinar su vida. Por que luego de aquello, no pensaba volver a poner un pie fuera de la casa con todo el mundo hablando de él.

Sus compañeros de escuela hablarían de él. Incluso los profesores, algunos deben estar decepcionados de él.

El castaño cubrió su rostro con sus manos, ahora agradecía que Yugyeom rompió su celular. Así Yoongi no tenia forma de contactarle.

Jungkook suspiró para tratar de calmarse, el único lado bueno a todo, es que el dolor en su trasero y el sentimiento de asco hacia él mismo luego de cada sesión terminaría.

El castaño permaneció toda la tarde mirando a la distancia, su mente volando e imaginándose que hubiese pasado si nunca hubiese agregado a Yoongi en su celular. Tal vez seguiría dándole clases, acostándose con su profesor de matemáticas o con cualquiera de su colegio en general aunque no lo quisiera, pero eso no le importaba. Desde ese día, donde Yugyeom se mostró cariñoso con él como en un principio, Jungkook supo que su relación con su novio se podía recuperar.

Eso era lo que más le importaba.

Pero ahora Yugyeom estaba por pisar la cárcel. Y todo por su culpa, por no hacerle caso. Por no haber sido cuidadoso.

La luna brilló sobre aquella noche triste y oscura, y a pesar de que el estomago de Jungkook rogaba por algo de comida, el castaño jamás se levantó de la puerta sino hasta que su espalda dolió al igual que su cabeza y decidió recostarse en su cama.

Cama donde había tenido uno de los encuentros más cercanos que tuvo a un amor real y sincero. Romántico, dulce y a la vez, apasionado.

Jungkook sollozó. De verdad había sentido algo en esos hermosos ojos gatunos llenos de brillo cuando Yoongi lo miraba.

El castaño tomó una almohada y una cobija para acostarse en el suelo. Suspiró cuando vio su balcón, recordando esa misma noche donde Yoongi apareció para hacerlo sentir especial.

Jungkook se dio la vuelta y cubrió su cabeza con su cobija. Aquellas noches tenían un lugar especial en su corazón que hacían doler cuando eran recordadas.

El castaño cerró sus ojos luego de varias horas, sintiéndose apagarse por completo. Y como si solo hubiesen pasado cinco minutos, los volvió a abrir cuando no paraba de escuchar los toques de su madre en su puerta, con el sol quemando su espalda.

El castaño se levantó un poco mareado y caminó encorvado hacia la puerta para abrirla. Su madre lo abrazó de inmediato y besó su rostro para luego proceder a rodearlo con sus brazos.

—Jungkook, cariño. ¿Cómo te sientes?— le preguntó con suavidad.

El castaño se encogió de hombros. Su madre se alejó de él para apartar los mechones de cabello que cubrían su frente mientras acariciaba sus mejillas

—Jungkook, dentro de unos minutos van a venir agentes de la policía para llevarte a hacer unas preguntas a la estación...

El castaño hizo contacto visual con su madre.

—¿No quieres comer algo antes de ir?— preguntó la señora, Jungkook negó.

—Bajaré en unos minutos.— contestó el castaño, alejándose de su madre para volver a cerrar su puerta.

Jungkook maldijo entre dientes. Ir hasta allá significaba ver a Yoongi, y eso era lo que menos quería pero, si le llegaban a preguntar sobre su novio, el castaño estaba decidido a negar todo de alguna forma para que dejaran a Yugyeom libre.

1/¿?