ะ15
Cuando entraron a aquel restaurante, Jungkook se arrepintió un poco de haber ido. Pensando seriamente en qué haría si su novio llegase a saber lo que estaba haciendo.
Creía que era observado por todos y se sintió algo incomodo y asustado. Cualquiera ahí podría conocer a su novio.
—¿Ocurre algo?— Yoongi tomó su mano sobre la mesa, llamando la atención de Jungkook.
El castaño se inclinó hacia él.
—Tengo miedo de que Yugyeom se de cuenta de que estoy aquí contigo...
Yoongi negó con su cabeza.
—No lo hará. Y si lo llega a saber, créeme que no dejaré que te haga daño
Jungkook apartó su mano de la mesa lentamente, y cabizbajo respondió.
—No quiero que rompa conmigo...
Yoongi gruñó.
—Jungkook.— lo llamó suavemente e intentó darle una sonrisa. —Mientras estemos aquí, quiero que trates de olvidar a Yugyeom. Olvida que tienes novio...
—P-pero...
—No te preocupes por lo que pasará. Tu solo confía en mi.— Yoongi tomó las manos de Jungkook para besar sus nudillos.
El castaño suspiró, correspondiendo su sonrisa.
Intentó borrar a Yugyeom de su mente, cosa que le estaba resultando difícil ya que con él, guardaba recuerdos hermosos de cuando apenas salían.
Aquello lo hacía sentir nostálgico.
El castaño sacudió su cabeza, debía probar nuevos peces. Ahora le daría la oportunidad a uno.
Yoongi le pidió a uno de los meseros que andaban caminando de aquí para allá que encendiera las velas que se encontraban en la mesa y que también les dieran el menú.
El mesero se disculpó y prendió ambas velas, Jungkook sonrió fascinado mientras aplaudía suavemente. Yoongi sonrió.
—Aquí tienen.— el mesero les dio los menú y se volvió a disculpar antes de irse.
Ambos abrieron el menú al mismo tiempo.
—Pide lo que quieras, yo lo pagaré
Jungkook levantó su mirada con una sonrisa pensando que era broma. Los ojos de Yoongi chocaron con los suyos.
—Hablo enserió.— el pelinegro no pudo evitar sonreír
—Te estás riendo, mientes.
—¿Te parece lógico invitarte aquí y tratar de ser lindo contigo para que al final tú pagues tu comida?
Jungkook negó, pero aquello sonaba a algo que Yugyeom haría.
Devolvió su vista al menú al igual que Yoongi.
El castaño moría de hambre, no había almorzado y lo único que su estomago había alcanzado a comer era un cereal en el desayuno. Se sentía algo débil y su estomago rugió un poco cuando vio aquellas grandes hamburguesas en el menú, mezclado con el aroma de la comida que paseaba de mesa en mesa y de hombro en hombro de los meseros.
—Por cierto, luego iremos por el postre, así que trata de no llenarte mucho Kook.— el pelinegro volvió a sonreírle, Jungkook asintió.
El castaño mordió sus labios, de verdad deseaba aquella hamburguesa que tenía piña. Jungkook amaba las cosas con piña fuese lo que fuese.
El castaño miró a Yoongi de reojo, su mirada chocó con él y se sonrojó cuando el pelinegro le dio un beso volador. Jungkook sonrió nervioso y se escondió detrás de su menú.
Luego suspiró profundo, debatiéndose si pedir una hamburguesa con piña o, una simple ensalada césar para no parecer glotón ante Yoongi.
—¿Qué pedirás tú?— preguntó Jungkook a Yoongi.
Un mesero se acercó a servirles agua, ambos le dieron las gracias.
—Lo de siempre, un Rib Eye a la parrilla.— Yoongi cerró su menú y le dio un sorbo a su agua. —¿Y tú?
Jungkook buscó el platillo de Yoongi rápidamente en el menú y vio el precio. Ahora le tocaba buscar algo en menos precio que ese.
Asique se decidió por la ensalada cesar.
—Una ensalada.— el castaño también cerró el menú.
—¿Seguro?— Yoongi arqueó una ceja.
—Seguro.— Jungkook suspiró, luego hizo un puchero y miró a su alrededor.
—Jungkook.— lo llamó Yoongi, rozando sus manos con las suyas — ¿puedo decirte Mr Lindo? Perdóname si lo usé y te calló pesado antes...
Jungkook sonrió.
—¡S-si! por favor...— el castaño se sonrojó.
Yoongi acarició su mano con su dedo índice.
—Entonces oficialmente eres Mr Lindo.
El mismo mesero que los había atendido al principio volvió a hacerlo y les tomó las órdenes antes de llevarse los menús.
—Ahora dime, ¿por qué faltaste hoy a clases? Te extrañé...— Jungkook hizo un puchero.
—Bueno.— Yoongi suspiró. —Tenía muchas cosas que hacer, una de esas fue la sorpresa que te preparé
Jungkook arqueó sus cejas.
—¿Una sorpresa? ¿Y que es?
Yoongi rió.
—Si te la digo ya no será sorpresa, ¿no crees?
Jungkook sonrió.
—Ah cierto...
—Mr Lindo, ¿puedes decirme que cosas te gustan hacer o que cosas te gustan? Navidad se acerca y no sé que regalarte...
Jungkook ladeó su cabeza.
—¿Qué dices? Falta como un mes, todavía no se venden arbolitos...
Yoongi entrelazó sus dedos con los de Jungkook.
—Intenté preguntar por tus gustos, pero fallé. Aish que pésimo soy para esto...— el pelinegro fingió sentirse dolido, sacándole una pequeña risa a Jungkook.
—¡Oh! ¡Perdón! Ya entendí.— el castaño tapó sus labios con su otra mano mientras reía. —Bueno...— se inclinó hacia Yoongi. —Me gusta leer, leo mucho... También me gusta la música clásica. A veces limpio la casa mientras bailo con música clásica...
Yoongi rió, era tierno.
—¡Oh! También veo muchos documentales. Me gustan los que son históricos, pero me interesan más los que son de tipo investigativo y eso...
—¿Enserio? — Yoongi se inclinó hacia él.
Jungkook asintió.
—De hecho, creo que la carrera de mi madre me interesa mucho. Antes la odiaba...
Los ojos de Yoongi brillaron, ya se imaginaba a Jungkook trabajando con él, atrapando a mafiosos.
—¿La odiabas? ¿Por qué?— preguntó el pelinegro.
—De pequeño la odiaba por que casi nunca veía a mi madre en casa y muchas veces no me dejó invitar a amigos en casa...
—Hey, dijiste que no tenias amigos... — Yoongi hizo un puchero.
Jungkook suspiró.
—Fue hace mucho, creo que tenia como unos doce o trece años. También por culpa del trabajo de mi madre nos teníamos que mudar mucho, por lo que perdí a muchos amigos...— Jungkook ladeó su cabeza. —Como quisiera recuperarlos... Por eso quiero cumplir los dieciocho rápido, para independizarme de mi madre y así visitar a mis antiguos amigos, si es que aun me recuerdan...
Yoongi sonrió.
—Claro que te deben recordar. Alguien como tú no se olvida...
Jungkook le ofreció una sonrisa.
El mesero pidió permiso antes de colocar los platos y bebidas sobre la mesa, sonrió al ver las manos juntas de ambos chicos.
—Hacen linda pareja. Espero estén teniendo una buena noche. Cualquier cosa saben que estoy a la orden.— dijo antes de retirarse.
Jungkook mordió sus labios con una sonrisa mientras se encogía en su puesto.
—Pienso lo mismo.— dijo Yoongi. —Ese chico tiene buen ojo.
Jungkook hizo un mohín y tomó los cubiertos antes de revolver su ensalada.
Ambos dieron el primer bocado, luego Jungkook esperó tragar para hablar.
—Yo no pedí esto.— dijo el castaño, refiriéndose a la bebida que tenia a un lado.
—Oh eso. Es parte de la sorpresa, la hice yo y le puse tu nombre. Ahora es parte del menú de Rose's
Jungkook abrió sus labios en grande y luego cubrió su boca. Sus ojos brillaron.
—¡¿Hablas enserio?! ¡Pero no lo vi en el menú!— dijo mientras sujetaba la bebida entre sus manos para tomar un sorbo.
—Somos los primeros en probarla.— el pelinegro meneó sus cejas.
Jungkook sonrió de oreja a oreja.
—Mmh... Me encanta, esta buenísimo.— dijo mientras tomaba más sorbos. —¿Qué tiene?
—Tiene piñas dulces por que eres dulce, un pajarillo me dijo que te gustaba la piña.— Jungkook sonrió tímido. —También tiene algo de naranja por que me recuerda a tu sonrisa y un poco de alcohol, porque el alcohol todo lo mejora.
Jungkook rió.
—Tienes razón. No tomo, pero me encantaría emborracharme con esto. ¿Cómo hiciste todo esto?
Yoongi se recostó en la silla y le explicó que la novia de su compañera de cuarto era dueña del restaurante, por lo que se había pasado por ahí en la tarde para hacerle ese pequeño presente a Jungkook.
—Esto es muy lindo Yoongi, enserio te lo agradezco.— el castaño colocó una mano sobre la suya, Yoongi besó sus dedos.
—Todo por ti, Mr Lindo...
El resto de los minutos en los que ambos siguieron conversando y hablando, ambos no dejaban de sonreírse al otro y, para sorpresa del mismo castaño, logró olvidarse de Yugyeom.
Amaba sentirse amado, amaba ser el centro de atención de alguien, amaba los mimos y las caricias de Yoongi, pero lo que más le gustaba, eran los detalles que el pelinegro le regalaba.
Cuando terminaron de comer, Jungkook pensó que Yoongi pediría el postre al mesero, sin embargo, el pelinegro le susurró algo al oído y este asintió.
Yoongi se levantó de la mesa y se acercó a Jungkook para tomar sus mejillas, el rubio lo miró asustado, pensando que besaría sus labios en público.
Los labios de Yoongi besaron su nariz para luego susurrarle un 'te amo' antes de ir hacia la pequeña tarima que tenia el restaurante, sentándose en el gran piano.
Jungkook tragó saliva mientras apretaba sus dedos entre sus manos y mordía sus labios. Su corazón latió rápidamente mientras trataba de llamar al azabache para preguntarle que hacía.
—Jungkook, espero que te guste.— habló Yoongi por el micrófono mientras lo acomodaba cerca a sus labios.
Varias personas buscaban al tal Jungkook mientras que otras miraban al castaño y susurraban.
Jungkook sonrió inconscientemente, importándole poco que todos lo miraran. Sus ojos brillaron llenos de emoción.
Yoonkook supremacy🛐
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