Lo de anoche había sido peligroso, pero lo más peligroso todavía, y para Yoongi en especifico, fue quedarse dormido en la cama de Jungkook con este en brazos hasta la mañana siguiente.

Jungkook abrió sus ojos perezosamente como siempre cuando su alarma sonaba, su vista aun era nublada, por lo que frunció su ceño y tocó los brazos que estaban alrededor de la cintura.

Luego aclaró su vista y se dio el susto de la vida cuando se topó a Yoongi. Se había quedado dormido con él y probablemente su madre los vio.

Jungkook maldijo mentalmente.

Pero eso no era lo que le preocupaba más.

Se había besado y manoseado con Yoongi la noche anterior, había engañado a Yugyeom y eso si estuvo mal. Jungkook se quejó con un puchero, se sentía el peor novio del mundo.

—Y-Yoongi, por favor. ¡Levántate!— Jungkook manoteó su brazo, lentamente el pelinegro se fue despertando.

Yoongi se apartó de Jungkook y se estiró, haciendo tronar varias partes de su cuerpo antes de darse la vuelta para seguir durmiendo.

—Oh vamos Yoongi.— Jungkook se levantó y tomó el borde del pantalón del pelinegro para sacarlo de su cama, se sentía mas culpable con cada segundo que Yoongi permanecía ahí.

Tiró de la tela y solo consiguió bajarle un poco los pantalones. Jungkook se sonrojó, Yoongi tenia buen trasero. Sacudió su cabeza y se concentró en sacarlo de su cama.

—¡Yoongi vamos!

—Mmgh...— el pelinegro gruñó.

Jungkook rodó sus ojos y se acercó a su rostro para levantarlo, pero Yoongi tomó su cintura para hacerlo recostarse sobre la cama y posicionarse sobre él y, con algo de pereza, besó sus labios y mejillas.

—¡Yoongi ya basta!— Jungkook intentó sacarlo de encima.

—Otro besito más antes de irme.— el pelinegro sonrió sin poder abrir sus ojos del todo.

Jungkook frunció su ceño, pero no dijo nada, así que Yoongi lo besó.

—¿Ya viste? No era tan difícil.— Yoongi se apartó y se levantó, estirándose mientras tronaba más partes de su cuerpo.

—Si Yugyeom llega a terminar conmigo por esto...

Yoongi gruñó al escuchar ese nombre, volteó a ver a Jungkook aún sin acostumbrarse a la luz del sol.

—Yugyeom es un idiota que no valora lo que tiene. No sé como puedes seguir amándolo...

—Es mi novio.— contestó Jungkook rápidamente.

Yoongi mordió su lengua. Por más que amara a Jungkook, el castaño amaba a otra persona.

—Está bien. Aún no comprendo.— Yoongi se alistó para salir por el balcón, Jungkook lo siguió.

—¡Yoongi!— lo llamó Jungkook, el pelinegro se detuvo. El castaño tragó saliva, algo nervioso mientras miraba el suelo.

—G-gracias por anoche.— Jungkook sonrió al recordar las caricias delicadas de Yoongi en su cuerpo.

El pelinegro colocó un dedo sobre su barbilla para hacer levantar su mirada.

—Siempre estaré cuando me necesites.—  se acercó y besó sus labios con un pico.

Jungkook quedó ensimismado por unos largos segundos. Luego tragó saliva.

—¿T-te veré en clases?— preguntó.

—Tal vez no, tengo cosas que hacer pero, recuerda que si necesitas algo, puedes llamarme.— dijo Yoongi antes de retirarse con una sonrisa.

Jungkook volvió a su habitación y se dejó caer en su cama. Había amado cada caricia y suave beso de Yoongi, pero no era su novio el que se los daba.

El castaño se sentía horriblemente culpable, necesitaba ver a Yugyeom y decirle que lo amaba.

Así que, cuando se alistó y salió de su casa para ir al colegio, buscó a Yugyeom para abrazarlo y besarlo. El castaño rodeó su cintura con sus brazos y hundió su cara en su espalda.

—Buenos días Yugyeomie.— saludó el castaño.

Yugyeom lo tomó del brazo para apartarlo, el corazón de Jungkook latió a toda velocidad.

—No hagas eso.— gruñó, Jungkook se sonrojó y asintió, caminando a su lado.

Mordió sus labios y luego le susurró un "te amo"

—¿Qué dijiste? Habla alto.— Yugyeom se inclinó hacia él con el ceño fruncido.

—Q-que te amo, mucho.— Jungkook se abrazó así mismo, sonrojándose aun más ante la mirada de Yugyeom.

El peliazul se detuvo para tomar el cuello del castaño con ambas manos para acercarlo a sus labios y morderlos con fuerza. Jungkook sonrió, soltando un quejido ante su mordida. Colocó sus manos sobre sus mejillas para acariciarlas, pero Yugyeom se apartó.

—Te veo en el primer receso.— habló el peliazul, Jungkook sonrió.

—¡Te amo!— gritó el castaño, Yugyeom le dió la espalda.

Escuchó susurros a su alrededor, eran muchos al mismo tiempo por lo que pudo escuchar su nombre.

Varios de los que se encontraban ahí, últimamente hablaban de la toxica relación que ambos tenían, aunque Jungkook no aceptaba que fuera tóxica.

...

—Estás jodido, te veo muy jodido. Si conozco mejor a ese Jungkook, puede que no estés tan jodido pero desde aquí, te veo muy jodido.— habló Lalisa con el ceño fruncido mientras cruzaba sus brazos

—Si, ya lo sé.— el pelinegro se estiró en el sofá. —Sé que no puedo meterme con el hijo o hija de algunos de nuestros compañeros por seguridad, pero me es imposible no enamorarme de Jungkook hasta el punto de querer protegerlo enserió.— Yoongi se tomó el puente de su nariz, luego se reincorporó y se sentó en el sofá. —¿Puedes creer que Jungkook le suplicó a su novio para que fuera a solo abrazarlo pero el idiota le dijo que iban a comprar sabanas?

Lalisa abrió sus ojos como platos mientras reía, luego tapó sus labios.

—¡Oye! Eso es cruel!

—¿Y aun así sabes que me respondió Jungkook esta mañana cuando le pregunté porque lo amaba?

—¿Qué te dijo?— Lalisa se sentó a su lado.

—"Es mi novio"— Yoongi imitó el tono de voz de Jungkook, sacando más risas de la castaña

—¡¿Enserio te dijo eso?!— preguntó Lalisa con algo de diversión al ver toda aquella situación muy ridícula. —Jungkook es un idiota.

—Ya lo sé.— suspiró Yoongi. —Pero haré que deje de serlo.— se levantó del sofá.

—¿A donde vas ahora? Recién llegas, desayuna o come algo por lo menos.— Lisa apuntó hacia la cocina.

—Tengo trabajo por hacer. Te llamo si es urgente. Desayunaré por afuera.— habló Yoongi mientras se dirigía hacia su habitación para ducharse, arreglarse y salir.

No había dormido lo suficiente, pero las bebidas energéticas lo ayudarían en algo.

Ya casi era hora de salida en el colegio y según la ubicación del teléfono de Jungkook y el auto de Yugyeom, ambos irían a comprar sabanas.

Yoongi debía seguirles los pasos. Que salieran solo a comprar aquello le parecía algo ridículo al pelinegro, teniendo en cuenta cómo es Yugyeom. 

El pelinegro sospechaba de un segundo motivo para que Yugyeom fuera a comprar sabanas para Jungkook.

Y sus sospechas se hicieron aún más fuertes cuando vió que Yugyeom ya estaba manejando algo lejos, saltándose varios centros comerciales que quedaban más cerca

—¿A donde demonios quieres ir pequeña mierda?— susurró Yoongi mientras le daba un sorbo a su tercera bebida energética.

Tengan lindo fin de semana 💕