—G-gracias por todo, nos vemos luego.— Jungkook hizo varias reverencias antes de irse, no podía ser visto con Yoongi otro momento más si no quería enojar a Yugyeom.
Aquel pelinegro le había parecido muy agradable y algo extraño a la vez. ¿Qué quería de él? ¿Por qué trataba de seguirlo y era amable con él?.
Jungkook soltó un suspiro mientras intentaba ocultar la banda que llevaba de la mirada de los demás hasta que se topó con su novio a punto de entrar a su aula de clases.
Corrió junto a él para entrelazar sus dedos y besar su mejilla, haciendo que el contrario frunciera el ceño.
—H-hola bebé.— saludó Jungkook.
Yugyeom apartó su mano cuando entraron.
—Hola.— saludó.
Jungkook mordió sus labios y rápidamente ocupó el puesto al lado de Yugyeom para estar cerca de él.
—¿Cómo te fue en la primera clase?.— preguntó Jungkook con una sonrisa mientras se inclinaba hacia él.
—Bien.— respondió el peliazul con sus brazos cruzados mientras miraba hacia el pizarrón.
Jungkook lo miró por unos segundos, luchando por mantener una conversación con él. Sujetó su banda para enseñársela.
—¡Mira! ¡Me gané otra!.— mostró su sonrisa de conejito.
–Ajam...
Yugyeom seguía sin voltearlo a ver, la sonrisa de Jungkook desapareció y se acomodó en su lugar, mirando hacia el pizarrón con ganas de llorar, pero se contuvo con todas sus fuerzas.
Y en eso, antes de que la profesora comenzará con su clase, Yoongi entró a toda velocidad mientras pedía perdón y se sentaba en los puestos libres de atrás.
El pelinegro saludó a Jungkook, pero el castaño lo ignoró al ver de reojo como su novio miraba de mala gana a Yoongi.
Al igual que en la clase de matemáticas, felicitaron a Jungkook por sus calificaciones excelentes y le dieron la medalla en la materia de biología.
Y no faltaba Yoongi quien era el único además de la misma profesora quienes le aplaudían.
Jungkook ni siquiera se esforzó para sonreír y susurró un "gracias" antes de volver a su lugar mientras suplicaba para que Yoongi dejase de aplaudirle con su novio ahí mirándolo mal.
La profesora les dio unos minutos para que repasaran la prueba que tendrían, pero Jungkook no abrió sus apuntes, solo miró su libreta cerrada frente a él con los hombros caídos y una cara larga en su rostro.
Yugyeom se mostraba cada vez más distante de él, como si ya no fuesen novios y solo fuesen compañeros de clase.
Jungkook tenía un horrible nudo en su garganta que no podía deshacer al tan solo imaginarse a Yugyeom rompiendo con él.
Y con todo lo que sufría, Jungkook aún así le pasó las respuestas durante la prueba a Yugyeom a pesar de que le costaba concentrarse en su propia prueba.
Cuando el timbre del termino de la clase resonó en la cabeza de Jungkook, este salió de su trance nuevamente y se mantuvo alerta a su alrededor.
Yugyeom recogió sus cosas y se acercó a él para tomar su mandíbula y besarlo, tomándolo por sorpresa. Jungkook intentó separar sus labios de él con sus mejillas sonrojadas por la presencia de su profesora y compañeros ahí.
El peliazul frunció su ceño.
—¿Ahora no puedo besarte?.— mantuvo su mano en su cuello, presionando con su pulgar ligeramente en la manzana de Adán de Jungkook.
—A-aquí no.— Jungkook sonrió nervioso mientras lo miraba lleno de euforia.
Yugyeom tomó la mano de Jungkook para sacarlo de ahí y entrelazar su mano con la suya. Había algo que no le gustaba en la mirada de aquel chico llamado Yoongi. No sabía que quería de Jungkook y por qué lo miraba tanto. Tal vez debería hablarle de lo que podía ofrecerle, pero aún no le parecía de confianza.
A pesar de que Yugyeom a veces pudiera tratar muy mal a Jungkook, él no iba a dejar que nadie más ocupará su corazón y cabeza. Jamás dejaría que Jungkook se fuera con alguien más.
Porque él era el único tonto que le haría caso para cualquier cosa, incluso para prestar su trasero y sacar dinero con ello.
Así que Yugyeom se dirigió hacia un lugar donde Yoongi les prestara atención y besó a Jungkook profundamente.
El castaño apretó sus puños en su pecho mientras fruncía su ceño al sentir lo brusco de sus besos y las mordidas en sus labios, queriendo separarse para tomar aire.
Yoongi los miró sin disimulo alguno, frunciendo su ceño. Luego de unos segundos, volvió a concentrarse en su casillero.
Aunque no era lo apropiado, ambos parecían amarse. No había nada raro.
Yoongi sabía que Jungkook recibiría un regaño en su casa por esas muestras de afecto de ese tipo en público, así que prefirió callar.
Siempre actualizando en plena noche y demorando en hacerlo fkfmxk, aquí tienen cachorritos lindos 💕😔
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