01. the snart family
01. capítulo uno
La familia Snart.
(🛠️🎳)
LOS DÍAS PASARON EN UN NEBULOSO CÚMULO DE CONFUSIÓN Y CRÓNICO DOLOR. Scarlett no había esperado volver a despertar, pero contra todo pronóstico lo hizo. Tenía cortos periodos de conciencia, sin embargo, la mayor parte del tiempo era como si siguiera en un interminable sueño.
Fue hasta que la cara de un hombre se cernió sobre ella con el ceño fruncido, que Scarlett sintió despabilarse. Como si la minuciosa inspección del desconocido le estuviera concediendo la virtud de la alta sensibilidad de la conciencia, Scarlett paulatinamente lo sintió todo. La fría mesa de metal que la soportaba se encajaba en las partes de piel desnuda que estaban en contacto con ella. La luz detrás de la cabeza del hombre lastimaba sus ojos, blanca, fuerte y perforante. Había monitores a su alrededor que pitaban y generaban un zumbido constante, pero fuera de eso, silencio.
—Esto no era exactamente lo que esperaba... —dijo el hombre de ojos azules.
Su boca estaba completamente seca y su garganta se raspó al pronunciar lo siguiente:
—¿Qué me ves?
El hombre mantuvo un semblante imperturbable. Sacó un pedazo de papel arrugado de sus bolsillos y lo sostuvo a un lado de la cabeza de la joven, comparando la visión de ésta con la fotografía. Finalmente, soltó un sonido gutural de afirmación.
—Encantadora —murmuró con sarcasmo y se giró a una parte de la habitación fuera del campo de visión de la castaña—. Es ella.
—¡Pero...! —Una voz aguda quiso refutar, corriendo a su encuentro para comprobarlo ella misma—. Joder... Pensé que recogeríamos un... Cuerpo.
Ahora era una pelirroja quien la observaba atentamente, ojos abiertos de par en par denotando una absurda excitación. Scarlett comenzaba a fastidiarse. Con fuerza que ella misma desconocía tener, se incorporó sobre la mesa, tomó los hombros de la pelirroja, la giró y enganchó un brazo alrededor de su cuello para doblegarla. La desconocida soltó un gritito de sorpresa, pero su acompañante no parecía sorprendido. De hecho, su semblante de calma con ojos analíticos y sútil irritación no había cambiado ni un poco.
—¿Buscabas... Esto, campeón? —El hombre preguntó a una tercera persona.
De las sombras emergió una fornida figura, hombros cuadrados y ropa oscura. Sus atónitas facciones se definieron poco a poco, mientras más se acercaba a la única luz que caía sobre la mesa de observación en la que la habían encontrado.
—¿Fia? —pronunció en un golpe ronco.
De la mera sorpresa, Scarlett soltó a la mujer que rápido corrió lejos de su alcance. Su pecho subió y bajó en una lucha de resguardar el aire suficiente para sopesar la avalancha de emociones traídas por la visión de su hermano.
—¡Blake! —chilló, abalanzándose sobre él de un salto—. ¡Regresaste! ¡Sabía que volverías, joder, lo sabía!
Sin pensarlo dos veces, el aludido rodeó a Scarlett en sus brazos, sosteniéndola con más fuerza de la necesaria. Se aseguró de que fuera real, que ella verdaderamente se encontrara ahí, abrazándolo de vuelta.
—¿Tú...? ¿Cómo...? —balbuceó el castaño, separándose para buscar alguna herida visible en su hermana.
—Sí, sí. Hurra. Tenemos que irnos, niños —adelantó el hombre que pacientemente había observado la escena.
Los mellizos intercambiaron unas miradas que incomodaron a los otros dos, como si estuvieran teniendo una conversación a sus espaldas. La pelirroja tuvo que intervenir, tendiéndole una mano a la recién rescatada.
—Lisa Snart, cariño, un gusto.
Scarlett no tomó su mano, sino que enarcó una ceja en su dirección.
—¿Snart...?
—Y Leonard Snart —interrumpió nuevamente el hombre, cada vez más visiblemente exasperado—. Ahora, ¿quieren quedarse a tomar el té o podemos salir de aquí de una buena vez?
Como una planeada coreografía, una ruidosa alarma se disparó, perforando sus oídos. Leonard alzó una ceja y señaló la salida con un gesto de la cabeza. Una maliciosa sonrisa se extendió en el rostro de Scarlett, mientras observaba a sus tres rescatadores. Lisa la miró como si fuera un bicho raro, pero supo que no había duda de que era una Snart.
𝄐 𝄑
—ENTONCES... —Scarlett chasqueó la lengua, mirando a las dos personas que estaban en el asiento del piloto y copiloto de la van que ahora montaban—. ¿Tú eres Capitán Frío y tu Golden Glider?
—Ajá —afirmó Lisa, revisando su maquillaje en el espejo de su asiento.
—Y se llaman así por sus pistolitas.
Lisa juntó sus labios para untar uniformemente su labial rojo y repitió:
—Mmmh, ajá.
—Y tú mataste a nuestro padre —recalcó, dirigiéndose directamente al conductor.
—Recientemente, sí.
—Te encarcelaron, pero ahora estás fuera.
—Muy observadora —le dijo sarcásticamente, mirándola por el espejo retrovisor—. Ahora que parece ser que resolvimos todas tus preguntas, lo justo sería que tú contestes las nuestras, porque nuestro campeón aquí presente... —Blake rodó los ojos, cruzado de brazos a un lado de Scarlett en la parte trasera—. Nos comentó que estaríamos recogiendo un cuerpo para tu funeral.
—Si quieres los detalles del proceso, no los tengo —estableció de primera—. Morí. Regresé. No sé qué sigue. Supongo que Blake te contó todo lo demás.
—¿Sobre su adorable porvenir en Arkham? Sí, mencionó algo al respecto —Leonard fijó su mirada al frente—. ¿Algún efecto secundario que quieras comentar?
Scarlett frunció los labios en una fina línea y miró de reojo a su hermano, quien solo asintió.
—De hecho, creo que me están dando náuseas... ¿Podríamos detenernos un segundo?
—¿Detener el escape de una ciudad que los busca? No, hermanita. No podemos.
—Leo, vamos, hombre. Un segundo —replicó Blake, poniendo una mano de apoyo en la espalda de su melliza.
—¿Dejarás que se vomite en la van? Oríllate aquí —secundó Lisa con severa convicción—. La pobre resucitó de los muertos, dale un respiro.
Leonard rodó los ojos y obedeció a regañadientes. Buscó refugió en un callejón de las calles de Gotham y quitó los seguros para que Scarlett pudiera precipitarse hacia afuera, seguida de cerca por su hermano. Los sonidos de las arcadas de la castaña no tardaron en resonar, sacándole una mueca de disgusto a Lisa. Leonard los miró por el retrovisor, la figura encorvada de Scarlett vomitando y de Blake recogiendo su cabello lejos de su cara. Cuando los sonidos cesaron y las figuras en el reflejo se congelaron en una posición, los Snart dentro de la van se alertaron.
—Lisa, ve y revisa que esté bien.
La pelirroja asintió. Bajó de la camioneta y la rodeó para observarlos.
—¡Hey! ¿Qué les...? —Lisa calló, cuando la visión de los mellizos comenzó a desvanecerse como si fuera soplada por el viento—. ¡Leo, era un jodido glamour!
Leonard salió del asiento de piloto con rapidez.
—¿Un qué...?
El hombre se vio interrumpido por unas sonoras carcajadas que los hicieron subir la mirada a la copa de las escaleras de incendios del edificio que los encubría. Scarlett y Blake se retorcían en risas.
—¡Adiós, hermanitos!
Scarlett les sopló un sonoro beso y Blake les mostró el dedo de en medio, antes de desaparecer en las azoteas de la ciudad de Gotham.
Lisa pateó el suelo con frustración.
—Son insportables.
Leonard ladeó la cabeza con una mueca de resignación.
—Son Snart.
n/a:
los hermanitos snart.
¿qué opinan hasta ahora?
¡ojalá les guste, porque yo
le estoy agarrando cariño
a esta historia!
besos,
nia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro