En la afueras de Konoha a dos horas para ser exactos escondida entre los arboles una hermosa casa se encontraban dos mujeres, la primera una mujer mayor y la segunda una niña de 9 años.

Para todos ellas eran Naru y Mikoto Namikaze.

Naru, la madre de Mikoto era una hermosa mujer que aparentaba tener 18 años cuando ella ya tenia 25 años, Naru gozaba de una cabellera pelirroja y unos ojos azules como el cielo de medio día sin nubes, una figura muy bien definida, sus curvas en los lugares correctos, una diosa en simples palabras. Por lo general siempre iba vestida Elegantemente, una medias por encima de sus rodillas en tinos negros y dorados, unas botas negras, una falda pegada a sus muslos color negro, una blusa color azul y un saco color negro en la parte de atrás el logotipo del remolino en su ropa estaba. La razón por la que ella siempre se vestía así era por que la chica era una magnifica escritora y por si fuera poco una excelente Kunnoichi que perteneció a la aldea de Suma, pero ya se había alejado de la vida ninja para cuidar de su pequeña.

Mikoto Kushina Namikaze, una hermosa niña de cabello Negro como la misma noche sin estrellas y sin nubes, unos ojos iguales a los de su madre azul cielo. La piel de la chica era blanca, no tanto como la nieve.

Mikoto por lo general siempre vestía como su abuela Kushina Uzumaki cuando esta era una niña de su edad.

La pequeña niña iba a la escuela ninja y estaba a unos meses de graduarse. Puesto que con solo 9 años ella era un prodigio en los Justsus.

Pero en realidad ellas eran mas de lo que aparentaban, puesto que nadie conocía al padre de la niña, la mayoria sabía que el padre era un ninja que había muerto en combate, y que no supo que su esposa estaba esperando, y si alguien preguntaba por que Namikaze, ellas sólo se limitaban a decir que eran parientes en extremo lejanos del Hokage y con eso las dejaban de molestar. Pero como toda buen familia todos escondían secretos, pero ninguno mas grande que las Namikaze, empezando por los padres y terminando por ella misma.

Como todas las mañanas madre e hijas se dirigían al camino principal donde la niña se desviaba a la derecha para ir a la academia, y la madre iba a la izquierda para ir al pueblo cercano donde tenia una sita con su editor para ajustar los tiempos para su última novela.

Mikoto no odiaba la escuela pero se le hacía demasiado aburrida, para sus compañeros era Miko-chan, para la Hokage y su asistente era Kushina-san, para Suma era Mikoto-sama, y para su madre, y tíos era Miko-san o Sama.

Si una vida tranquila... pero no duro mucho...

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Todo estaba tranquilo en la villa cuando de repente los AMBU vieron una invocación de una especie de perro, y aunque trataron de detenerle no habían podido, cerca del hospital forense de Konoha una invocación mas salio, esas invocaciones eran descomunales, puesto que eran demasiado grandes. Y aunque trataron de deshacerse de aquellas invocaciones todo fue inútil. Los sinobis, trataron de contener a esas dos personas pero no pidieron tarde se dieron cuenta que as personas no tenían vida y que estaban buscando algo.

Uno de los Pain comenzó a hacer Justs de invocación masiva, atacando a distintos puntos, de la aldea.

Muchos shinobiss comenzaron a hacer uso de sus justsus, gente corría y gritaba por aquí y por allá.

- ¡konohamaru- kun!- gritaron los integrantes del equipo de este se hicieron presentes.

- Debemos darnos prisas y proteger a la gente- dijo el nieto del tercer Hokage.

- Si pero, si apenas pudimos escapar- decía uno de ellos, con algo de miedo y vigilando que no los atacaran.

- Naru -Neechan y Naruto-niisan, no esta, y es nuestro deber proteger a la aldea. - cierto, todo mundo creía que ellos dos eran dos personas diferente, bueno casi todos menos el y un grupo reducido.

- Pero nosotros no podemos contra moustros de este tamaño.

- Bueno pondre aprueba el Jutsu que me enseño Naru-neecha.- dijo mientras se perdía en sus recuerdos, de como una mujer pelirroja le enseñaba a el y una niña de 7 años el Rasengan. Al principio pensó que era uno de esos Juutsus pervertidos que le enseño cuando era Naruto. Pero después supo que era diferente puesto que había una niña presente.

- Pero deja te de ridiculeces, no es tiempo de jutsus pervertidos, tenemos que evacuar a los que no saben pelear- dijo la chica y el se vio a si mismo cuando era mas joven como lo evacuaban cuando no podía pelear. Y fue cuando la imagen de Mikoto se le bino a la cabeza, ella era su prioridad y tendría que ayudarla, por mucho que la niña le hayan enseñado el Rasengan, Konohmuru y su equipo se coordinaron para ir a ver si no había civiles y encontrar a Mikoto, su búsqueda fue interrumpida cuando una anciana le llamo puesto que estaba atrapada entre los escombros.

Todo estaba mal, todo mundo estaba en caos, ninjas tratando de hacerle frente a Shinobis mucho mas poderosos, Konohamuru fue testigo cuando uno de sus compañeros chunnin murió sin siquiera mover un musculo por parte del enemigo, pero cuando trato de retirarse hizo ruido y alerto de su posición y el enemigo fue tras el cuando estaba apunto de encontrarlo, pero de la nada un rasengan se impacto en la espalda del enemigo.

- No me jodas no te dejaré hacer cosas malas a la aldea que mi Tío se esforzó en protegen - susurro una niña de 9 años.

- Pero que haces tonta- grito Konohamuru algo asustado saliendo de su escondite.

-te salvo el trasero - dicho eso ella se dio la media vuelta y se marcho dejando a un confundido konohamuru pero antes de poder hacer algo el enemigo se levantó y trato de atacarle fue cuando su profesor apareció y le ayudo.

- ¿Sabes donde esta Naruto uzumaki? Fue la pregunta del enemigo. Su profesor no dijo nada y estaba apunto de caer por el mismo jutsu que había matado a otro, Konohamaru reunió su valor y comenzó a pelear, al principio no fue rival para su oponente, cuando estaba a punto de perder, deshizo el clon de sombras y el ataco junto a un clon con el rasengan.

baka, así que te pusiste los pantalones y pelas - pensó la niña que estaba apunto de intervenir una vez más - bien me alegro haber esperado unos segundos mas- dijo mientras se marchaba a buscar mas personas.

Mientras tanto en un pequeño pueblo lejos de konoha Naru estaba detallando la base de su nuevo libro en honor a su maestro Jiraya, cuando depronto es transportada al monte de lo sapos.

- Que pasa- hablo sin mas al verse enfrente del viejo ermitaño, un sapo pequeño y viejo pero sabio.

- Hay problemas en Konoha. - fue lo único que dijeron para que ella les mirara mal, tenia que ir por su pequeña, pero como traerla y protegerla, su niña un era muy pequeña par hacer algún contrato con alguna vestía, y no podía simplemente aparecer con las ropas que traía puestas.

Fue rápido a cambiarse por unas mas cómodas y después de tanto tiempo pelear.

Mientras tanto en Konoha una devastación se daba, era realmente impresionante, Un gran cráter se formo desde el centro y se expandió destruyendo todo a su paso.

- Naruto... por favor- comenzó sakura- por favor... regresa... - ¡Naruto!- si era cierto que los únicos que sabían la ubicación del varón eran Kakashi, Konohamaru, Tsunade, Sai, y Shizune, La peli rosa no sabia nada del asunto, pues al igual que los demás Naruto deseo solo protegerla (a demás que el sabía que ella no se tomaría muy bien lo que el era y quien era el padre de esa bebe) y para el la mejor forma que pudo que no supiera nada, cuando la gran explosión de bastó a la aldea las Babosas de Tsunade envolvieron a todos sin Excepción manteniéndolos seguros hasta que fue seguro, pero dentro del cráter mismo una nube de humo blando apareció, una ves que comenzó a disiparse de esta aparecieron un humano, y un sapo parados sobre otro sapo que a su vez estaba encima de otro mucho mas grande y detrás de ellos dos sapos más, El humano o mas bien la Humana bestia con unas botas negras de combate, en su muslo derecho atada estaba una pequeña bolsa de armas, ella poseía un pequeño short color naranja, una chaqueta en color naranja y negro, también traía una gabardina en color rojo con pequemos detalles color negro, su cabello rojo amarrado en dos coletas altas, en su frente una banda de ninga con el símbolo de Konoha impreso, su cara tenia tres marcas como si se trataran de bigotes de un gato y en sus ojos de manera natural como si fueran sombras de color naranjas pero estas no eran maquillaje si no que eran naturales, sus ojos estaban de color naranja y una pequeña línea horizontal como si fuera los ojos de un sapo. También traía una correa que sostenía un pergamino que se encontraba en su espalda.

- ¿Dónde estamos? - dijo viendo a su alrededor, pensando que los sapos se habían equivocado.

- ¿Qué pasa ma? - Dijo el mas pequeño de los sapos a una hembra que pareció en frente de Naru y el sapo pequeño - ¿Por qué no nos invocaste en Konoha?- estaba claro que los recién llegados no reconocerían aquel terreno llano, puesto lejos y con el polvo alzado no era fácil ver en donde estaban.

- Están en la aldea de Konoha- hablo la sapo hembra haciendo que algo se quebrara en Naruto/Naru al recibir semejante noticia.

- ¿Qué quieres decir? - hablo uno de los sapos de mayor tamaño.

- Mira bien a tu alrededor - y fue cuando vieron los rostros de piedra de los Hokages, intactos pero en la base de estos una gran cantidad de escombros de hallaba

- No puede ser - dijo uno de los sapos al ver todo a su alrededor

- Y es obvio quien lo hizo - dijo la señora y Naruto/Naru se sentía desfallecer y se trato de concentrar en buscar el Chakra de su pequeña, allandolo, suspiro de alivio pero estaba realmente enojado.

Gracias a clanes muy poderosos y con Jutsus asombrosos ayudaron a la Kage a cubrir a los aldeanos y ningas cercas de ellos. Pero la devastación era tal que se sentían impotentes al ver a su amada aldea en ruinas.

Todos estaban en shock, Hinata estaba a salvo, Kakashi estaba muerto, muchos heridos, algunos muertos.

-Maldito seas Pin - dijo Mikoto una vez que salio dentro de aquella babosa, - gracias por cubrir me - dijo a la babosa y ella solo le dijo si.

- ¿quien es ella?- dijo uno de los del clan Hyuga, que estaba cerca de Sakura.

- ¿Cómo?- preguntó ella con duda viendo hacia dentro del cráter pero sin lograr ver.

- si hay una chica parada sobre unos sapos... - explico al hombre.

- es Naru, Namikase Naru - dijo Mikoto cruzándose de brazos viendo a su madre aparecer.

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