Cap. 2: Rossette
Así fue, pude adoptar al bebe, creí que como en la historia el bebe seria niña, pero resulto ser un chico, le pregunte a la legitima madre como quería que se llamara su hijo, ella, entre varios delirios, dijo que se llamara Rossette, hasta lo escribió... Me lleve al pequeño Rosse a casa conmigo, lo crié como una niña, así me lo pidió su madre legitima, la mujer murió cuando Rosse cumplió los 3 años, esa noche Rosse no podía dormir y se mantuvo muy apegado a mi, gritaba y lloraba, ¿es que acaso ya sabia de la muerte de su legitima madre? Ya han pasado varios años desde eso, mi vida como investigadora paranormal había acabado, el cariño que le di a Rosse fue real y no un simple trabajo como pensé en un principio.
- Me voy al instituto, te amo mamá - me dijo mi niño, él había sufrido por mi culpa, criarlo como niña le ha provocado mucho bulling de parte de sus compañeros, no hay forma de no sentirme culpable, pero el lo ha sobrellevado muy bien, no le importa lo que los demás digan de su crianza y eso me causa gran alivio en realidad.
- cuidate Rosse, ya sabes, mañana iremos a visitar la tumba de tu madre - le dije, pronto se cumplirían 14 años de la muerte de esa pobre mujer, siempre me entristeció el hecho de que no pueda ver a Rossette como la niña que ella quería ver crecer.
- Sip, pero para mi siempre tu seras mi madre, nos vemos - me despidió con un beso en la mejilla y se marcho, siempre tengo miedo de que algo le pase cada vez que sale por esas puertas, especialmente hace un tiempo que llevo soñando con la muerte de Rossette... Tal vez debo de empezar a tomar algo de café para no estar tan distraída durante el día...
Rossette:
Mi vida se ha vuelto una completa rutina, he empezado a experimentar el deseo sexual y las ganas de ser amada, aunque realmente la palabra correcta es amado, hay algunas amigas mías que dicen que me apoyan en estos sentimientos, nadie me molesta en la escuela, las personas creen que sufro demasiado para hacer de mi vida una tortura, me prestan bastante atención... Eso no se si me gusta...
- Hey Rosse! Cuidado! - escuche a la vez que sentí que alguien me sujetaba del hombro parandome, al fijarme al frente note que había un poste a centímetros de mi cara, casi me doy fuertemente contra el - Hombre, ten mas cuidado, los golpes así son bastante fuertes... - voltee a mirar a quien me había parado, un pequeño sentimiento de decepción junto con uno de alegría me invadió.
- Buenos días Saya - dije con una sonrisa en mi rostro, note su mirada alegre y protectora.
- Si, buenos días, ten mas cuidado, te has puesto muy descuidada últimamente - mi sonrisa se borro al escuchar la palabra "descuidada" en parte porque era verdad... - Rosse, ¿me escuchas? - mire nuevamente a Saya quien me miraba algo preocupada.
- Si... Es solo... No quiero seguir fingiendo... Ya no quiero fingir que soy una chica... - susurré esas ultimas frases, simplemente por el miedo a la reacción de Saya.
- Hey, no te preocupes, tienes mi apoyo, vamos a la escuela, puede que haya algo que pueda hacer para ayudarte en ese hecho - Saya me dio una muy alegre y luminosa sonrisa, me agradaba esa sonrisa que me decía que nada malo pasaba, que este mundo era presioso...
- si! - dije con gran entuciasmo, Saya río y nos dirigimos a la escuela, el camino estuvo lleno de risas ya que me llevo muy bien con Saya.
- Hola Rosse - me saludo un chico de nuestra clase, usualmente no suelo hablar con los chicos de la clase ya que me llego a poner algo nervioso al no saber que decir y que normalmente me preguntan cosas como si yo fuera chico o los que no saben demasiado me coquetean...
- H-Hola Tatsumi! - dije con una sonrisa algo tímida, me sentía algo tonto actuando como en un Otome...
- Es bueno saber que recuerdas mi nombre, jeje, oye, te quería hacer una pregunta - mis mejillas se volvieron de un color algo rojo a su natural color rosa pastel natural de mi mismo.
- Te escuchó... - dije acompañándolo de una sonrisa mas seria, pero igual de amigable que siempre.
- Quería preguntarte... ¿Quieres salir conmigo? -
- No - respondí rápidamente en cuanto me di cuenta de sus intenciones - No... No quiero... Realmente lo siento, pero yo no te quiero como tu me quieres a mi... A penas y somos conocidos, no te concierto un amigo mio, esta bien que te acerques a mi... Pero no así, perdón por esto - mi rostro se mantuvo serio, Tatsumi me miraba confundido, probablemente porque esperaba que me sonrojara y le dijera "si" de alguna manera entre palabras enredadas por la vergüenza.
- Yo... Yo soy quien lo siento, debí haberlo meditado por mas tiempo, espero que aun así me permitas estar algo mas cerca de ti - el me sonrió, me alegro de que vea así las cosas.
- Si! Claro que puedes! - sonreí alegremente, como usualmente lo hago cuando estoy con un amigo, es agradable sonreír.
- Muy bien, muy bien, suficiente romance y cosas, vamos Rosse, a sentarnos, jeje - fui empujado por Saya hasta mi asiento... ¿sera que ha Saya de gusta Tatsumi? Me ha empezado a mirar algo mal, aunque luego voltea con un claro sentimiento de culpa... ¿por que no pueden odiarme? Soy alguien que naturalmente es blanco de agresiones...
- Hola Rosse - la clase había pasado muy rápidamente, ya era hora de desayunar aquí en la escuela, voltea a ver a quien me hablaba, mi rostro se torno un poco rojo al notar de que se trataba de Kenchi de segundo año... El es el único chico con el que tengo una relación cercana.
- Kenchi, ah, lo lamento - me disculpe mirando tímidamente a una esquina del salón, por favor has lo que hacen en esas series de televisión...
- Rossette - sujeto mi rostro y suavemente lo giro para que lo viera - he estado algo preocupado por ti... Yo... ¿te gusto? - su pregunta me dejo algo helado.
- Aun si me gustaras... No te podría hacer eso, eres un gran chico, se que solo he visto esto de ti, pero... Se que puedes llegar a ser... Un buen padre... - Keichi pareció sorprenderse con mi respuesta.
- No, Rossette, enserio, no... No se que decir, eres un chico, es verdad... Pero!... Pero... - si, entiendo lo que hay mal aquí.
- me alegro de que entiendas esto... - si para algo soy bueno, es para romper corazones.
- Rossette - acaricio mi cabeza como si fuera un cachorrito que va a abandonar, aunque yo tampoco estaba lejos de sentirme como uno, sujete la mano de Keichi y la pase por mi mejilla.
- ya, no es una despedida, sigues siendo el Keichi que conozco, no dejare de quererte porque no puedes corresponder a lo que siento, no todo sera igual, eso lo se... Pero si te amo es por algo - la campana sonó antes de que Keichi pensara en una respuesta.
- Adiós Rosse, te veré a la hora de almorzar... - se marchó... Lo peor ahora es que tengo hambre...
- ¿Rosse? Te vez algo mal, ¿paso algo malo? - me pregunto Kaede mientras se sentaba frente a mi.
- Si... - dije ocultando mi rostro en el pupitre - Tengo hambre... - volví a decir mostrando mi mirada arrepentida.
- Eso es grave, espera - vi como Kaede sacaba una especie de bolsa plástica de su bolso - toma esto, yo desayune con mi novio así que estoy satisfecha - abrí la bolsa y encontré una leche en caja acompañada de algunas galletas.
- Kaede... - mis ojos se llenaron de lágrimas de agradecimiento - muchas gracias... - recibí un abrazo de su parte, puso una galleta en mi boca y yo sonreí feliz.
- ¡Provecho! - me dijo alegremente mientras me veía comer, me sentí algo avergonzado la verdad...
Las horas pasaban y nos tocaba clase de educación física, no es que me vaya perfecto, pero es uno de mis clases preferidas, especialmente porque puedo usar camisetas de manga corta y shorts en vez de la falda que llevo siempre, aunque me gusta bastante mas sentir la cálida brisa por mis piernas.
- Rosse, ¡aparta! - dijo un compañero mio me moví con rapidez evitando el golpe de una pelota en la cara.
- gracias - dije agradecido, recibí una palmada en el trasero por parte de Saya - ¡S-Saya! Eso dolió... - me queje con Saya, la clase trascurrió normal, trote, carrera de obstáculos, lo típico.
Decidí volver a casa a penas termino la clase, erre le mis cosas y me fui con Saya.
- Adiós Kaede, nos vemos mañana - me despedi de Kaede y continúe con Saya.
- ¡Rosse! - escuche la voz de Keichi llamándome, Keichi se acerco a nosotros.
- ¿Paso algo? - le pregunte, había corrido así que era urgente.
- ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa? - me pregunto directamente.
- Wow, Wow, Wow, realajate Keichi, se que Rosse es muy sexy, pero decirle esas cosas así de directo... - dijo Saya poniéndome detrás de ella.
- ¿Eh? ¡No! Mi madre dijo que va a hacer remodelaciones en la casa y me dijo que fuera a la casa de alguien... Tu eres a quien mas conozco Rosse, además quiero hablar de algunas cosas contigo... - me dijo, me pensé en que responder por unos segundos.
- Esta bien... Vamos chicas - dije con una sonrisa, ambos se rieron.
- Las mas guapas del lugar - dijo Saya abrazandonos a ambos por detrás del cuello.
A mitad del camino nos separamos de Saya y seguimos nuestro camino haciendo bromas entre nosotros, después de todos somos amigos.
- Fue algo raro que me pidieras eso luego de que me confese, realmente me llegue a poner nervioso - le dije al llegar a casa.
- Pues si, aunque no fue una confesión formal, si hubieras sido una chica tendríamos que salir obligadamente, eso no me gustaría ya que es mas divertido salir cuando es real el sentimiento - me dijo con una sonrisa.
- Mis sentimientos son reales... - le dije quedándome en silencio - Mamá, ¡estoy en casa! - grite para que mamá me escuchara - Tal vez no ha llegado -
- Rosse... ¿Puedo besarte? - me pregunto repentinamente.
- ¿Quieres quedarte con la virginidad de mis labios? - le pregunte sonrojado, el tambien se sonrojo.
- si, fue una pregunta tonta, lo siento... - se disculpo, le sonreí y le di una palmada en la espalda.
- No me importa, tampoco quiero morir siendo el eterno virgen, a no ser que violen mi cuerpo muerto, así que si muero virgen tienes permiso de violar mi cadáver - reí ante mi broma
- Eres macabro Rosse, das incluso miedo, jajaja - Keichi revolvió mi cabello.
- Lo se... Vamos, ayudame a preparar una cama, como sera una noche puedes dormir en mi cama, no te preocupes por mi, después debemos algo con mi madre - le dije, Note que Keichi memiraba cada dos por tres el trasero, pero que pervertidos pueden ser los hombres...
Cuando subimos a mi habitación había un periódico con una noticia destacada "Personas Jóvenes Mueres Mientras Duermen, ¿Enfermedad o Suceso Paranormal?" Espero que mamá no haya salido por esto, pero si lo dejo en mi habitación fue para que lo viera.
- Vaya, eso da miedo, espero no morir esta noche, jeje - mi corazón se detuvo por un momento al escuchar a Keichi decir eso.
- No... No vuelvas a decir eso... Por favor... - le pedí, lo amaba aunque el no me amara, perderlo seria un golpe muy duro - No es necesario hacer la otra cama... Podemos dormir juntos... Por cualquier cosa... - dije algo alarmado, no me gustan esas cosas.
- Rosse... Lo siento, no tenemos porque dormir juntos, vamos tranquilo, no moriré esta noche - tomo mi mano y yo lo abrace.
- Eso espero... - le dije cerrando los ojos.
- Bebe, ya llegue cariño - escuche la voz de mamá - ¿Quien es el Rosse? - me pregunto al verme abrazado con Keichi.
- El es mi mejor amigo hombre, se llama Keichi - le dije a mamá.
- Ya veo, niño, no toques a mi pequeña Rosse, el aun es muy joven para tener relaciones sexuales - dijo mi mamá, me sonroje al igual que Keichi.
- Keichi y yo no tenemos ese tipo de relación, además ya tengo edad para tener sexo, soy el único virgen de todo el instituto... - me queje algo avergonzado.
- Bien, pero no hagan mucho ruido - me volví a sonrojar bastante.
- No tenemos ese tipo de relación - volví a aclarar, aun seguía tomado de la mano de Keichi, aun así no me solté.
La noche se aproxima, al final dormí en la misma cama que Keichi, solo por miedo realmente, yo no he dormido en toda mi vida, nací muerto, mi cuerpo nunca necesito descansar, por eso me preocupaba Keichi, yo no necesitaba dormir, pero Keichi si que lo necesitaba, de vez en cuando me abrazaba y me tocaba mientras dormía. Eso me asustaba y me gustaba, me alejaba cada vez que se comenzaba a pasar, dejando sus manos en lugares mas inocentes de mi cuerpo.
Siento que hay algo que no se... Algo va a pasar... No se que sera... Solo quiero sobrevivir a la vida que tendré por delante...
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2174 fuckin palabras... No he dormido desde las 6 de la mañana del día anterior, son las 10 de la mañana... Voy a dormir un poco antes de que me duela mas la cabeza...
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