Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Octubre 🐺

Octubre
¿Lo vemos desde otra perspectiva?

Isaac Silva

—¡Lo hemos logrado! — escuché desde los aposentos de Jade — ¡Somos oficialmente porristas —añadió.

¿Lo habré escuchado bien? La medio metro de mi hermanastra querría ser porrista sin tan solo consultarme nada al respecto. Eso no quedaría nada así. Soy consciente que su madre es Larissa, pero mientras ella no esté presente soy él encargado de que Jade no se descarrile.

—¿He escuchado bien?—gruñí.

—Así es—contestó de una manera tan indiferente y usual que causó un enfado en todo mi cuerpo incontrolable.

Conté hasta diez antes de decirle cualquier cosa.

—No puedes ser porrista Jade, te lo prohíbo.

—Pues mira por donde seré porrista — río—, no eres mi madre para decidir mi vida, ni ella la decide por mi. Por lo tanto, si nos disculpas seguiremos celebr...

¿Quién se creía para contestarme así?

—No hace falta ser tú madre para prohibirte lo que sea — interrumpí —, no lo harás sin el consentimiento de un adulto, ¿acaso recuerdas que tan solo tienes diecisiete? Y visto que tú madre no esta en Pulana, yo decidiré qué podrás o no hacer.

—Tú no eres nadie para controlar mi vida — se acerco a milímetros de mi troncó —, ¿entiendes? ¡No somos ni familia!

Confieso que oír esas palabras de su boca me dolieron.

— Escúchame bien pequeño Smurf...[1]

Lo que contesté a Félix colmó todas mis cualidades y estaba bastante seguro que recordarlo no me haría ningún, tengo el don de actuar sin pensar y al rato arrepentirme.

En el coche solo podía pensar en el d0lor que estaba causando a estos dos muchachos.

La verdadera razón por la cual no quiero que Jade sea porrista, es por las consecuencias trágicas que pueden haber y nadie habla de ellas antes de ingresar en semejante deporte. Lo cierto es que, este tipo de éntrenos pueden causar tantas lesiones como ser jugador de baloncesto o de fútbol. No obstante, estas pueden causar lesiones para la vida.

» Recuerdo como fue el momento exacto en que aquella chica cayo de una altura de dos metros. En ese instituto no tenían las medidas de seguridad necesarias para este tipo de deportes; ni para ninguno para que mentir.

Lo cierto es que, la chica estaba encima de un chico que sería más o menos de mi estatura,...en el momento que la elevó y ella realizo un mortal para tras y él muchacho no logró cogerla a tiempo...

Todo el instituto ese día se percató de lo que era realmente este tipo de deportes. Cuando estás de público no te fijas lo delicado y preciso que necesitan ser esos saltos para conseguir que sea todo perfecto. Mas, ¿quién dijo que no es menos trágico presenciarlo todo a estar en el campo?

Y en ese instante, todo se desmorono. Cuando yo no conseguí coger a la chica en el aire...

(...)

—No serás porrista, Jade — tragué un sorbo de agua deseando que no hiciera preguntas al respecto —. No quieras tenerme como enemigo.

—El caso es que, no te quiero ni como amigo — se tiró el en el sofá con el mando —, eres simplemente el hijo del marido de mi madre, no eres ni digno del puesto de hermanastro.

—Te guste o no es lo qué somos, así que harás lo que te mandé y sin rechistar — le quité el mando de las manos —. Llamaré a Larissa para que te castigue como es debido.

—¡Te odio! — bien, una más para la lista —, llamaré yo antes a Mike para que sepa cómo es realmente su hijo sin la presencia de su progenitor —se escuchó como cerró la puerta bruscamente.

No podía permitir que lo que le paso a... le suceda a mi hermanastra. Ni que no lo fuera, es el deporte más arriesgado desde mi punto de vista si no tienes control y eres una simple principiante. Y resulta, que Jade lo era. Por lo tanto, lo único que puedo hacer es hablar con su madre en este preciso momento para hacerle entrar en razón.

—¡Hola papá! ¿Cómo estáis?

—Muy bien hijo, ¿ustedes?

—Todo bien...¿me podrías pasar un momento a Larissa?

Se escuchó unos cuantos ruidos del otro lado.

—¡Isaac! ¿Qué tal...?

—Larissa, Jade a entrado en el grupo de las porristas gracias a unas audiciones sin su consentimiento o el de una persona mayor de edad, y por lo tanto venía a pedirle que no le dejara participar, es muy joven para estar en ese tipo de deportes y yo...a mi no me hace caso, por favor ayúdeme a que entré en razón.

—Oh...mi hija ya me había explicado acerca de su nuevo hobbie y le dije que si, ¿sucede algo más cielo?

—¡Entonces prohíbala! No le puede dejar ser porrista por mucho que ella así lo deseé, necesita mucha preparación previa y...¡Vamos, maldita sea!

—¡No se que insecto te ha picado pero desde luego no debes hablarme en ese tono! Es mi hija y decido yo...

—Isaac, ¿qué está pasando?—interrumpió mi padre nuestra discusión.

—Es Jade papá...ha entrado en el grupo de las porristas y yo no estoy preparado para vivirlo dos veces.

—Hijo...lo que le sucedió a Nicole no fue culpa tuya y no tendría porque sucederle a nadie más. Los accidentes en los deportes son normales. No debes prohibirle una voluntad a nadie solo por capricho tuyo.

—¿Capricho mío? ¿Acaso no recuerdas como se lesionó Nicole? ¡Tan sólo porque no fui capaz de mirarla en el aire por culpa de los malditos focos de luz! Debes ayudarme, nunca te pido nada...

—No llores...no puedo hacer nada. Tranquilo hijo, se que eres capaz de superar este trauma y cuidar bien de tú hermana. Te quiero.

Y colgó sin ningún remordimiento.

Lo que le sucedió a...¿acaso hace unos instantes fui capaz de nombrar su nombre en voz alta tras currar años?. Fue culpa mía y jamás seré capaz de perdonármelo. Intenté una y mil veces olvidarme de aquel día y ese instante, pero sigue en bucle atrapado en cada una de mis neuronas.

Cuando eres tú el causante de arrebatar el futuro de una persona, hay la cosa cambia. Tanto internamente como físicamente.

Tirado en la cama, recordé como cambié mi físico después de ese trágico accidente.

» Solía ser más o menos como Félix pero con un poco menos de kilos, no obstante eran notorios en mi cuerpo. Y...por mi miserablemente distracción cause daños a una familia que jamás podré revetirlos. Dejé de comer, durante varios meses la comida me provocaba nauseas por recordar toda la sangre expuesta en el césped. Por no ingerir ningún tipo de azúcar o grasa innecesaria, mi piel mejoró y debido a mi sufrimiento mi padre decidió comprarme ropa nueva para que de alguna manera mi sufrimiento cesará.

No fue así, sigue sin ser de esa manera.

Lo único que cambio en ese entonces fueron los comentarios de los alumnos. Ya no comentaban acerca de mi físico puesto que no tenía ningún problema con nuestro querido canon de belleza. Si bien que, en esos tiempos los rumores fueron acerca del accidente en ese partido. Hubo gente tan desquiciada que incluso dijeron que yo lo había hecho a propósito. Quizás, si fuera un psicopata o un tarado sería así...pero de ninguna manera sucedió porqué así quisiera que fuera. Sucedió porque el universo es completamente irracional y inesperado, y cuando piensas que todo va bien...únicamente te das cuenta de que no. Y lo más trágico, es no saber como puedes negar esos rumores. Son cientos de miradas y bocas que contradicen la verdad, ¿entonces como cesar los demonios que existen dentro de las personas? Desgraciadamente, no existe la manera de hacerlo y tan solo puedes seguir con tú vida diariamente con la esperanza de poder sanar tú corazón algún día.

Aunque, cuando hay un vacío en tu corazón, nada puede arreglarlo.

Quizás un vacío por una pérdida se supera con el tiempo, el hueco en nuestro corazón debido a una ruptura también acaba sanando por encontrar otro amor correspondido, pero el agujero negro provocado por un accidente que no debería de haber sucedido si no fuera por tú negligencia deportiva; no sanará jamás.

Ya pueden pasar años, ser rico, estar casado y con hijos...ese recuerdo me atormentará durante años sin fin hasta que mi cuerpo libere el último suspiró de mi alma.

Y ya me he acostumbrado a vivir con ello, de este accidente hacen cuatro años y todo sigue de la misma manera.

Quizás la gente piense que soy un mujeriego, un controlador y un completo cabron..., eso es tan solo lo que demuestro ser, no lo que realmente es mi persona.

Y entre medio de las lagrimas recordando todo mi pasado, deseé poder revertir mi comportamiento con Félix, encontrar la manera de hacer que Jade entrará en razón , y haber sido capaz de sostener mi mirada unos segundos más.

(...)

Por la noche se me ocurrió la mejor idea de hacer que Jade dejará el grupo, Sam.

Conocí a Sam en el momento que nací, nuestras familias se llevaban muy bien y crecimos juntos. Si bien que, por alguna razón en el momento que nuestros padres nos inscribieron en colegios distintos perdimos bastante el contacto. Y estaba bien, hay amistades que sólo pasan por tu vida tan solo unos segundos; como una brisa de viento en medio del desierto.

Por lo tanto, en el momento que pisé el recinto Marshall y reparé en aquellos ojos verdes y una cara inolvidable supe que era ella. Desde ese instante que volvimos a tener conexión y nos unimos otra vez; como dos niños de preescolar. Me presentó a su grupo de amigos y así equipo de fútbol americano en el cual me aceptaron gracias a mis dotes deportivos.

Si bien que, en la fiesta de carnaval del curso pasado Sam hizo una cosa que usaría para casos de vida o muerte; como es esté. Se que se trata de chantaje y es una horrible manera de llegar a un fin, ¿pero qué importa si de este modo consigo que Jade no corra peligro?

Una vez dentro del instituto, la encontré en el césped del campo calentando para el ensayo.

—Sam, tenemos que hablar —miré fijamente como hacía el split. [1]

—Claro, cuando terminemos el ensayo, ahora no pu...

—Dije ahora, no después — interrumpí —, no quieras negarme una petición.

Sam era consciente de lo que poseía para chantajearla, por lo tanto siempre contaba con su ayuda para casos desesperados.

—¿Qué quieres ahora? —se colocó derecha.

—Tienes de encontrar el modo de hacer que Jade no quiera ser porrista—espeté.

—¿Tú hermanastra? ¿Por qué no debería serlo? Según la entrenadora ella y dos chicas más fueron las mejores y quizás este año podríamos conseguir grandes logros —noté como estaba feliz por la llegada de esas tres chicas al equipo.

—¡Hazlo sin preguntar! Maldita sea Sam, ¿quieres que enseñe ese video a todo el mundo? — cogí el teléfono y le mostré el vídeo que tanto se obligaba a olvidar —, sigo teniendo las pruebas.

—¡Vale, que mierda contigo! No puedes chantajearme de esta manera Isaac, algún día tendré la capacidad de enfrentarme a ese estupido error y entonces ya no tendré que soportarte más.

—Buena suerte con eso — guardé el móvil —, ah, antes de que me olvide; si por alguna razón no eres capaz de detenerla hoy, le harás la vida un infierno tanto en las aulas como en los éntrenos ¿estamos? Hasta que deje de ser porrista, Sam. No te detendrás hasta que niegue a su hobbie—con eso di media vuelta y me dirigí al gimnasio donde descorrería el entreno.

Estaba sucediendo, Sam encontró la manera de que Jade y las otras dos entrometidas no siguieran con el entreno y...¡Qué hace ésa miserable entrenadora! Lo ha arruinado todo. Otro intento fallido.

(...)

Por alguna razón Amy no me paraba de seguir con la mirada, y por una razón no tan obvia en mi vida decidí llevarla fuera de Marshall y conducir sin un destino.

Tras escuchar que seguirían en el grupo sin importar sus dos rivales; decidí besarla.

No porqué este enamorado de ella o me guste, no siempre se besa a la gente por amor.

Simplemente necesitaba oprimir mi rabia en placer.

[1] Split: estar abierta con las dos piernas y el torso recto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro