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CUANDO LYDIA ABRIÓ SINTIÓ UN LIGERO  dolor de cabeza lo que la hizo cerrarlos de inmediato, pasaron algunos segundos para que los volviera a abrir aunque los mantenía entrecerrados debido a la luz del lugar, luego de acostumbrarse a la luz los abrió por completo y comenzó a observar para diferenciar en donde se encontraba. 

Noto que estaba acostada en una cama vistiendo una bata de color azul, a un lado derecho había una pequeña mesita de noche con una jarra de agua y un vaso de vidrio, al mirar a su lado izquierdo pudo percibir un sofá en el cual se encontraba sentada un hombre de cabello azabache con la cabeza tirada hacia atrás y los ojos cerrados, al parecer se había quedado dormido.

—¿Sirius?

Al escuchar una voz el hombre inmediatamente llevó sus manos a sus ojos para frotarlos y luego abrirlos, dedicándole una dulce sonrisa a la rubia.

—Que bueno que despertaste...—murmuró el chico Black—El sanador dijo podrías tardar un poco más debido a las pociones que te habían administrado.

—¿Donde estamos?—pregunto Lydia en un tono muy bajo de voz—¿Cuánto he dormido?

—Solo ocho horas—Sirius le sonrió—Estamos en el Hospital mágico de Italia, ¿recuerdas lo que pasó?

—Algo así...—asintió levemente—Recuerdo que acabamos de reclutar a una matrimonio, pero solo el esposo iba a participar en las reuniones y misiones de la orden ya que su mujer estaba embarazada y no acercar, luego les dimos la tarjeta para que se comunicaran con Dumbledore y nos salimos de su casa, íbamos por el callejón cuando un grupo de...—pensó—Tres o cuatro mortifagos nos interceptaron y comenzamos a pelear con ellos, luego...—suspiró—Luego sentí un pinchazo en mi estomago y todo se volvió negro.

Sirius estiró su mano para tomar la de su mejor amiga y acariciar su dorso con su dedo pulgar: —Si así fue, un mortifago tiro una daga que estaba hechizada, tenía un encantamiento en ella que actuaba como veneno, era para mi pero..., tu te interpusiste—una lágrima se resbaló por la mejilla del azabache—¿Por qué lo hiciste?, se supone que yo era el que te debía de cuidar a ti, no tu a mi.

—Cuando vi que el mortifago estaba sacando una daga supe de inmediato que estaba maldita por qué se podía percibir un pequeño humo verde rodeandola, así como también supe que la iba a lanzar hacia ti ya que eras tu el que estaba peleando con el y le ibas ganando—la rubia suspiró—Mi primer instinto fue colocarme frente a ti para ser yo quien recibiera aquella daga, eres mi mejor amigo Sirius, mi responsabilidad—Lydia le sonrió—Prefiero morir a vivir en un mundo donde tu no estés. 

Sirius se quedó sin palabras, lo único que podía hacer era mirar a su mejor amiga fijamente a los ojos con una leve sonrisa en sus labios mientras que miles de lágrimas se resbalaban por sus mejillas.

━Nota de la autora:

Holi!!!

Cada vez estamos más cerca del final de esta historia..., ¿están listos para ello?

A pesar de todo lo que sucedió entre ellos hace años, Lydia no dudo en dar la vida por su mejor amigo.

Opiniones y teorías aqui...

Kisses <3