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REGULUS BLACK CAMINABA DE UN LADO  a otro con desesperación en la sala de espera, su frente y manos sudaban y temblaban al mismo tiempo, hace una hora que no había recibido noticias de Lydia, lo último que había visto fueron a tres medimagas y un sanador entrando a su habitación, luego de cuarenta minutos dos medimagas salieron dejando solo al sanador adentro acompañado de una medimaga, pero ninguna de ellas le había informes sobre su esposa.

—Disculpe—hablo el hombre acercándose hacia una de las medimagas que había entrado anteriormente a la habitación de su esposa—Quiero informes sobre la paciente Lydia Black, el sanador lleva más de una hora con ella adentro y nadie me ha dicho como esta.

La medimaga lo miró con frialdad: —¿Es algún familiar?

—Soy su esposo.

Aquella mujer lo miró de pies a cabeza: —No puedo brindarle información, de eso se encargará el sanador que le asignaron a la paciente, así que puede preguntarle a el en cuanto salga, con su permiso—sin decir nada más, se dio la media vuelta y se retiró. 

Regulus observó con molestia como la medimaga se retiraba, por lo que pasó ambas manos por su rostro con frustración. 

Eran aproximadamente las diez con cuarenta de la noche cuando la pareja había decidido dormir luego de haber pasado la mayor parte del día en la reunión de la orden del fénix de ese día, no pasaron más de diez minutos en la cama cuando de pronto Lydia comenzó a sentir demasiado dolor de su vientre.

Cuanto Lydia intentó ponerse se dió que estaba comenzando a sangrar de su parte intima, no podía moverse demasiado ya que el dolor se volvía mucho más fuerte, tan solo contaba con siete meses y medio de embarazo. Regulus reaccionó demasiado rápido, agradeció que en su estante tenía algunas botellas con poción para reducir el dolor y de inmediato le dio una a su esposa, aquello la hizo sentirse un poco mejor en el camino hacia San Mungo. 

—Reggie...—el azabache escuchó una voz detrás de el, encontrándose con su hermana Sirius, el cual se encontraba vistiendo su pijama de colores de Gryffindor y su chaqueta de cuero, era obvio que salió rápido de su casa y la chaqueta fue lo único que pudo tomar, Regulus no dudo en acercarse a el y abrazarlo—¿Como esta?

—No lo sé—sollozó Regulus mientras escondía su rostro en el cuello de su hermano mayor, tal y como lo hacía de pequeños cuando sus padres los castigaban—Ya pedí informes y no me dan respuesta. 

Sirius le acarició la espalda, estaba a punto de decirle algo cuando vió pasar a una medimaga, con algo de lastima soltó a su hermano: —¡Señora!—la medimaga volteo—¡Si, usted!

—¿Qué necesita, señor?—pregunto la medimaga de mala manera.

—Necesito informes sobre la paciente Lydia Malfoy, si usted no me los puede dar entonces díganme por favor con quien puedo recurrir—hablo Sirius—Él es su esposo—señaló a Regulus—Y yo soy su hermano, tío y padrino del bebé que la paciente esta esperando, necesitamos saber como esta. 

—Como ya le explique al joven...—señaló con su mano a Regulus—El único autorizado para dar información sobre nuestros pacientes es el sanador que se les asigna a ellos una vez que ingresan. Y no hay ninguna Lydia Malfoy en este hospital, solo tenemos el registro de una Lydia Black—Sirius la miró con el ceño fruncido—Con su permiso, tengo mucho trabajo. 

Antes de que alguno de los hermanos Black pudiera decir algo, vieron como el sanador y una medimaga salía de la habitación que tenía una 'L.B' en la puerta, de inmediato ambos hermanos se acercaron al sanador.

—Disculpe, ¿usted es el sanador de Lydia Black?—le pregunto Regulus al hombre—Yo soy su esposo y el es mi hermano, queremos saber como esta. 

—Buenas noches, claro que si—el sanador les hablo cordialmente, aunque sin sonreirles—Tuvimos que adelantar el parto de la señora Black—Regulus abrió la boca para hablar, pero el sanador alzó la mano para indicarle que guardara silencio—A pesar de haber cumplido hace poco los siete meses de embarazo, tiene un cuerpo muy débil para llevar en el una vida, el embrión sintió la debilidad del cuerpo de su madre y como una especie de defensa rompió una de las capas protectoras lo que provocó que comenzara a sangrar, cuando llegó aquí había perdido casi medio litro de sangre.

» Nos vimos en la necesidad de inyectarle una fórmula para adelantar el parto, ya que existía una probabilidad de noventa porciento de que o moriá el bebé, o moría la madre, o tal vez las dos—Regulus se pasó la mano por toda su cara, Sirius al notarlo colocó su mano sobre el hombro de su hermano en señal de apoyo—Afortunadamente ambas están bien, en este momento la madre se encuentra con su bebé en brazos, dentro de cinco minutos entrará una medimaga para quitarle a la bebé ya que tiene que entrar en vigilancia y tratamiento al haber sido una bebé prematura, si luego de tres días la bebé reacciona de forma positiva a la vigilancia y tratamiento podrán llevarsela casa—hizo una pequeña pausa—Y en cuanto a la madre, ella será dada de alta mañana por la tarde, necesita estar un día hospitalizada—miro hacia Regulus—Lo lamento mucho, pero lo mejor sería que no tengan más hijos, ya que en el próximo embarazo la madre podría morir durante el parto, o el bebé puede morir dentro de su vientre, llevándola a ella también hacia la muerte ya que será ahogada por su propia sangre, eso pudo haber sucedido hoy si no llegaban a tiempo al hospital. Pueden pasar a verla solo cinco minuto, con su permiso. 

Regulus limpió la lágrima que se había resbalado por su mejilla al escuchar todo lo que acababa de decir el sanador, soltó un suspiro y se acercó hacía la habitación de Lydia, fue Sirius quién abrió la puerta pero dejó a su hermano pasar primero.

La imagen que tuvo el joven Black frente a sus ojos ha sido la más hermosa que había visto en su vida, incluso más que el día de su boda. Allí en aquella camilla se encontraba su esposa con el cabello atado y levemente sonrojada, su rostro tenía una expresión cansada, pero sus ojos azules brillaban mirando a una bebé en sus brazos. 

Al escuchar luego en la entrada de su habitación, Lydia alzó la mirada y le sonrió ampliamente a los hermanos Black, no dudó en quitar la cobija de la cabeza de la bebé para que ambos hombres azabaches la vieran.

En la cabeza de los tres presentes en aquella habitación solo podía estar un mismo pensamiento, protegerían con su alma a aquella hermosa bebé, no les importaba si tenían que morir en el intento, darían su vida con tal de que la pequeña Mérope Black estuviera a salvo.

━Nota de la autora:

Holi!!!

Lydia casi muere :(

Ly y Reg no podrán tener mas hijos :((

El hecho de que Sirius fue la primera persona en la que pensó Reg para enviarle un patronus y contarle lo que estaba pasando es tan <3 <3

opiniones y teorias aqui...

kisses <3