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LILY EVANS SE ENCONTRABA EN LA BIBLIOTECA  acompañada de James Potter, su amigo con derechos, ese era el único título que la pelirroja le podía dar a la extraña relación que tenían, ya que por más que le preguntaba al chico Potter si eran una pareja, este cambiaba de tema inmediatamente, evitaba contestar o respondía lo mismo de siempre; 'Somos amigos que se la pasan bien de vez en cuando'. 

Y Lily estaba bien con eso, estaba de acuerdo en ser simples amigos que se besaban todos los días, que estudiaban juntos y convivian las veinticuatros horas del día. 

Pero la noche anterior había ocurrido algo que hizo que todo cambiará, mientras estaban en una sesión de besos en su torre de premios anuales, el calor comenzó a inundar toda la torre, sus ropas comenzaron a estorbar y se las quitaron de inmediato. 

James besó cada parte del cuerpo de Lily, dejó moretones sobre sus caderas y clavícula, fue una sensación que la pelirroja jamás había experimentado, esa noche vio las estrellas, en su estómago volaban miles de mariposas, por su boca salían sonidos que jamás había escuchado. Y mientras el chico Potter hacía su trabajo encima de ella, se acercaba al oído de la pelirroja y con voz ronca murmuraba 'Ly'. 

Sus padres la llamaban 'Ly', incluso Severus y Petunia en su momento también lo hicieron, la chica Evans no pudo evitar sentirse feliz, James estaba sintiendo placer y amor al estar con ella en un momento tan íntimo. 

—James...—el azabache dejó de escribir en su pergamino para mirar a la pelirroja—Fue hermoso lo de anoche. 

—Lo sé—el chico Potter sonrió—Jamás había visto una película de Disney, me encantó. 

—No me refería a eso...—murmuró Lily—Me refiero a lo que sucedió luego de la película. 

El chico Potter la miró con el ceño fruncido: —¿Qué sucedió luego de la película?

Lily estaba a punto de hablar cuando se dió cuenta que James no podía de dejar a un estante que se encontraba detrás de ella, la pelirroja miró sobre su hombro y se dio cuenta que era lo que el Gryffindor no podía de ver, o más bien, a quién.

—Disculpame Evans, en un momento regresó—dijo James mientras se ponía de pie y se acercaba a aquel estante—Ly—la llamó. 

Por acto de reflejo, la rubia se dio la media vuelta encontrándose cara a cara con su primer novio, primer amor, su primera vez en todo, mirarlos directamente a los ojos fue como si algo dentró de ella se incendiara, pero por alguna razón, ya no existían mariposas revoloteando en su estómago, y eso la hizo feliz. 

—Buenos días Potter, ¿como ha estado?—habló respetuosamente Lydia, con ese tono de voz de dama que su madre y Narcissa le habían enseñanza—¿No cree que esta siendo un hermoso día?, si seguimos así las flores comenzaran a brotar para dentro de dos días.

—Si, es un hermoso día, me encuentro pues ya sabes, con altas y bajas como cualquier adolescente, ¿y tu? ¿como va todo con ese... digo Black?

—Regulus es adorable—Lydia sonrió ampliamente—Es un hombre maravilloso.

James no pudo evitar cerrar su mano en un puño al escucharla hablar tan bien de el, y no solo eso, si no que se percató que en cuanto dijo su nombre, un extraño brillo apareció en sus bellos ojos azules.

—Así que sigues sin cambiar de opinión. 

—¿Por qué debería de cambiar de opinión?—preguntó la chica Malfoy mientras sacaba un libro del estante y lo comenzaba a hojear—No tengo ni un solo motivo válido por el cual yo deba renunciar a casarme con un hombre tan excepcional como lo es Regulus Black. 

—Ly  por favor, no me hagas esto, no me rompas el corazón otra vez—susurró James con los ojos cristalizados.

—Mejor debería regresar con su novia, Potter—dijo la rubia mirando de reojo como Lily no apartaba la mirada de ellos—No se ve contenta de que usted esté aquí conmigo, y si le soy sincera, yo tampoco me siento cómoda al tenerlo cerca de mi. 

—¡No es mi novia! ¡no somos nada! ¡ni siquiera la quiero como te quiero a ti!—habló en un tono alto, no demasiado para llamar la atención de la bibliotecaria, pero si lo suficiente para que la chica Evans que estaba a pocos metros de ellos los escuchará. 

La pelirroja empacó rápidamente sus cosas y desapareció de la biblioteca intentando que las lágrimas no se escaparan por sus ojos esmeraldas. 

—¿Viste lo que ocasionaste?—dijo Lydia—Ya no me busques James, dejame en paz, soy feliz, estoy tratando de sentir algo por Regulus y creo que lo estoy consiguiendo—sonrió, y nuevamente un brillo apareció en sus ojos—Me voy a casar con Reg, y voy a ser muy feliz, mas de lo que ya lo soy, ve y arregla las cosas con tu novia.

La chica Malfoy se dio la media vuelta con aquel libro entre sus manos y se acercó con la bibliotecaria para pedirlo prestado, y en cuanto se lo anotó en la lista, salió de la biblioteca, todo esto teniendo la mirada de James sobre ella, y la rubia lo sabía, pero en ningún momento lo volteo a ver.

Las mariposas revoloteando que en algún momento había sentido cada que estaba con él o lo veía, ya no existían. 

MARX.BLACK

━Nota de la autora:

hello!

Odie a James en este capitulo.

Por mas que Lily ya nos caiga mal, no se merece lo que le esta haciendo James.

Opiniones y teorias aqui...

Kisses! <3