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LYDIA SE ENCONTRABA EN SU HABITACIÓN  dandolé de comer a su pequeña bebé, aunque su mirada se encontraba en la ventana de aquella habitación observando el paisaje, no pudo evitar soltar un suspiro melancólico. 

Hace casi un mes que no pasaba tiempo de calidad con su esposo, cada que Regulus salía a investigar sobre la misión que Dumbledore le había encargado, o incluso en misiones de los mortifagos, siempre llegaba demasiado tarde, tanto que Lydia ya se encontraba durmiendo, y al día siguiente solo estaba presenta con ella en el almuerzo una o dos veces a la semana.

Luego de unos cuantos minutos su bebé dejo de comer, a lo que Lydia sonrió y dejo un tierno beso en la frente de su hija para luego acomodar la manga de su vestido  y cubrir su seno. 

Estaba a punto de ponerse de pie para llevar a su hija hacia su cuna, cuando de pronto la puerta de su habitación se abrió dejando ver a un hombre ojigris, lucía demasiado cansado, y demacrado, con grandes ojeras debajo de sus ojos. 

—Ly...—murmuró Regulus acercándose a su esposa—Son casi las tres de la madrugada, qué haces despierta?

—Merope comenzó a llorar por que tenía hambre—respondió Lydia sin mirar al hombre, cuando Regulus se quito acercar para darle un beso en sus labios, la rubia desvió su rostro. 

El chico Black frunció el ceño y toma asiento al lado de su esposa mirándola con preocupación: —¿Sucede algo, cariño?

—No sucede nada...—respondió la rubia con un tono frio y seco con la vista fija en su hija, cuando Regulus la tomó suavemente de la barbilla para hacer que esta lo mirará, Lydia se puso bruscamente de pie—No me toques. 

—¡Dime que sucede Lydia!—exclamo Regulus en un tono alto, comenzando a enojarse por la actitud que estaba tomando su esposo.

—Baja la voz, harás que Merope despierte—hablo Lydia mientras dejaba a la bebe en su pequeña cuna.

—¡No me importa que Merope se despierte! ¡dime que he echo mal para que te de la noche a la mañana te comportes así conmigo!

—¡Todo, todo lo has echo mal!

—¿Qué?—pregunto Regulus en un susurro casi inaudible. 

—¡Me has tenido abandonada todo el mes! ¡he ido sola a las reuniones a la orden, he comido sola aquí con mi hija, dormido sola con ella! ¡¿y tu que has echo?! ¡andar divirtiéndote con Kreacher! 

—¡Ya te lo explique Evangeline! ¡estamos buscando información sobre los horrocruxes! ¡creemos haber encontrado uno y estamos seguros de saber en donde esta! 

—¡¿Y que harás con el?! ¡¿vas a ir a donde se encuentra y lo destruirás?! 

—¡Si, eso es precisamente lo que planeo hacer! 

—¡Por Rowena! ¡¿estas escuchando la estupidez que estas diciendo?!—exclamo Lydia molesta.

—¡No es ninguna estupidez, es una misión que Dumbledore me encargó!

La rubia soltó una risita: —Dumbledore... ¡entiende que el solo te esta utilizando! ¡no le importas! ¡nadie de la orden le importa, el solo piensa en el!

—Eso no es cierto—Regulus negó levemente—Dumbledore ve por el bienestar de todos los que estamos en la orden.

—¿Así? ¡¿acaso vio por mi bienestar cuando me envió a Italia?! ¡había dado a luz hace dos meses Arcturus! ¡lo ultimo que quería era ir a una maldita misión!

—¿Que?—el azabache miro a su esposa con el ceño fruncido—¿Fuiste a Italia?

—Si, Dumbledore me dijo que como tu estabas muy ocupado con otra misión, mínimo esperaba que yo lo apoyara con la misión de Italia—apretó sus labios—En pocas palabras me dijo que fuera útil en algo—soltó una pequeña risita—¿También te dijo que me atacaron en Italia?, Sirius le mando un patronus en cuanto paso el incidente, y Dumbledore prometió avisarte lo mas pronto posible para que abandonarás tu misión y fueras a verme. 

Regulus suspiro y miro hacia otro lado: —No, no me lo dijo.

Lydia se acercó hacia su esposo para tomar su rostro en sus manos y hacer que la mirara a los ojos: —¿Lo ves?, el solo nos esta utilizando a todos nosotros. 

—En dos días tengo que ir a la cueva donde se encuentra uno de los horrocrux y ya no puedo decir que no...—Regulus suspiró.

—¿Por que no te puedes negar?, si tanto le importa a Dumbledore ese artefacto entonces que vaya el. 

—Por que Kreacher sabe en donde esta la cueva, se puede teletransportar allá y Dumbledore al no ser su amo no puede hacer lo que lleve—suspiró por segunda vez—Tengo que ir yo, Ly. 

La rubia apretó levemente los labios mientras una lagrima traicionera se resbalaba por su mejilla, tenía un mal presentimiento sobre aquella misión. 

━Nota de la autora:

Holi!!!

me dolió escribir este capitulo.

opiniones y teorías aqui...

kisses <3