-Hyunjin hyung.

-¡Aish! - se quejó - es que con tan solo - verlo me pareció un imbécil.

-Pero no lo conoces del todo Hyung.

-Ya, a mi me cae mal.

-No tienes remedio - Jisung había escuchado todas las maldiciones de su amigo por la forma en como le habló Felix - uhm... hyung

-¿Qué pasó? - una vez ya calmados se dirigieron al patio trasero donde casi la mitad de la Universidad también habitaba.

-Ese chico llamado Minho... creo, creo que es mi Alfa - habló avergonzado.

-¿¡Qué!? - gracias al grito algunas personas lo vieron - par de chismosos - se quejó - bueno, dime como es eso de que crees que es tu Alfa.

Una vez sentados en el césped se acomodaron.

-Es que, mayormente en todos los alfas y omegas percibo dos olores, pero en el percibí tres olores, aparte que...mi Omega se puso alterado y ya quería lanzarse encima de Minho - así es, ya sabía el nombre de su Alfa gracias a Felix.

-Tienes razón pero... ¿No piensas en ir y ya ser su novio, verdad?

-¡N-no! — gritó avergonzado - sé que es mi Alfa pero no lo conozco tanto y no se nada de él, mi mamá me enseñó que por más que encuentre a mi Alfa primero debo conocerlo correctamente.

-Y eso debe ser, así que esperemos que él aparezca - dicho eso se echó en el tronco del árbol.

-Pero también podría hacerlo yo, no siempre los Alfas deben dar el primer paso - dijo Jisung tímido.

-¿Y si piensa mal de ti? - se sentó nuevamente - pensará que ya estás necesitado por obtenerlo y nunca debes dar esa imagen tuya.

-Pero no lo haré con esas malas intenciones, simplemente seré su amigo hasta conocerlo correctamente, anda Hyung, ayudame - Jaloneo del mayor poniendo ojos de cachorro.

-¡Te aprovechas de mi porque no me resisto a tus caras! - gritó con el corazón acelerado.

-¿Siii?

-Esta bien, ahora déjame descansar un rato.

-Y así es como ganamos en esta vida - dijo Beomgyu, su lobo interior.

Jisung sonrió triunfador y también quiso descansar un poco, así que se echó en las piernas de su amigo.

-¿¡Cómo así!? - gritó Minho - ¿Si sabes que recibirás una paliza por ese chico verdad?

-Nah, no lo creo, soy irresistible - Felix acarició su cabello.

-Como no te rompe los huevos por atrevido.

-¡Llegó por quién lloraban! - Chan hizo aparación.

-¿Mi perro? - preguntó Felix ganándose un golpe fuerte en su espalda - ¡Ahhh!

-¿De qué me perdí? - preguntó.

-De mucho - contesto Minho.

-Nuestro Minhonnie ya encontró a su Omega.

–¿¡Qué!? ¿¡Cómo es que me perdí de esto!? - se tocó el pecho dramático - ¡Ya es todo un hombrecito!

-No seas dramático.

-Es mi segundo nombre.

-Si ajá.

En ese momento la campana sonó y cada uno fue a salones diferentes, en todo el transcurso de las horas Minho solo no podía dejar de pensar en el castañito, sus mejillas tan apapachables, esos labios tan provocativos, todo del menor era tan hermoso.

-¡LEE MINHO! - un grito cerca de su oído lo asustó provocando que cayera con silla y todo.

Chan empezó a reír junto a Felix ganándose malas miradas de Lee, quien al levantarse tomó del cuello a Felix y rascó su cabeza con sus nudillos torturandolo.

-¡Yaa! ¡Me dejarás calvo!

-Eso te pasa por ser molestoso.

-¡No lo volveré a hacer!

Una vez fue soltado los tres amigos se fueron juntos a la salida, bueno... Chan se fue aparte con su Omega dejando solos nuevamente a los Lee.

-A veces pienso que nos está dejando de lado poco a poco - dramátizo el menor.

-Pero no ha dejado de ser nuestro amigo.

-Si cierto.

Siguieron su camino hasta darse cuenta que delante suyo se encontraban nuevamente los chicos, pero más se enfocó en oler el aroma de su Omega. Quizá se vuelva adicto a su olor.

-¿Nos unimos a ellos? - preguntó Felix.

–¿Estás loco? - preguntó en voz baja - apenas los conocimos hoy.

-¿Y? - empezó a acercarse a los chicos - ni que nos hicieran algo - una vez cerca tocó el hombro de Hwang.

-¿Pero que mierd-

-Hola de nuevo guapo - habló Felix alzando las cejas en modo coqueto a Hwang.

-Ush ¿Necesitas algo?

-Simplemente me parecieron amigables así que decidí acercarme.

-No gracias.

- Hyung no seas malo - habló Jisung - Hola Felix, soy Han Jisung y el gruñón de mi amigo es Hwang Hyunjin.

-Hasta sus nombres son hermosos, pero más el tuyo - se acercó más al pálido ganándose un golpe en su brazo - ¿Por qué todos me golpean hoy?

-Por idiota - por fin se unió Minho tomando el valor de acercarse, pero al lado de su amigo obviamente.

-Oh, eres el chico de la mañana ¿Minho verdad? - preguntó Hyunjin por su amigo Jisung quién tomó una postura bastante sumisa.

-Si, lamento lo de la mañana, estaba un poco...

-Pendejo - dijo Felix.

–Si es... ¡Espera no! — le gritó a su amigo empezando a reírse.

Jisung junto a Hyunjin presenciaban la escena muy divertidos, nunca habían tenido otras personas a su alrededor ya que mayormente siempre han sido ellos dos, apoyándose mutuamente.

-Bueno, ya que se torno un ambiente bastante amigable y ya nos conocemos ¿No les apetece comer juntos este fin de semana salir para conocernos? - preguntó Felix - ¿Qué dicen?

Hwang y Han se miraron, y como si mediante de ello pudieron hablar, Hyunjin fue quién habló.

-Bien.

-¡Yei! - gritó Felix emocionado.

-¿Cuándo sería?

-¿Este sábado? - propuso Felix.

-Bien.

-Si nos permiten, nosotros nos vamos.

Hyunjin tomó a Jisung de la muñeca llevándoselo, en eso que avanzaban Han volteó y despidió a ambos amigos con la mano y una encantadora sonrisa ante los ojos de Minho.

-Es tan adorable.

-¿¡Por qué no hablaste en toda la conversación!? - una palmada casi fuerte impactó en la espalda del mayor - te encargaste de mirar a Jisung en todo el rato.

-No sabía que decir

-Bueno, eso ya no importa, lo importante ahora es... que te conseguí una cita con él - Minho miró a su amigo fijamente y golpeó su frente.

-¡Ay! ¿¡Y eso por qué!?

-Por ser entrometido.

-¿¡Se te olvida que gracias a mi te conseguí una oportunidad con tu omega!? - exclamó.

-¡No es necesario que grites!

-¡Grito porque quiero!

-¿¡Te callas o te puteo!?

-¡Puteame esta!

-Ahora si te ganas un buen golpe idiota - Minho empezó a corretear a Lix, por dentro si estaba feliz de poder conocer un poco a Jisung y no negaría que todo era gracias a su amigo, claro. Jamás lo admitiría pero así era su forma de demostrar cuando lo apreciaba.

Sin duda tenía al mejor amigo del mundo.