Los origenes. Parte 2
La de ojos azules conoció al amor de su vida la primera vez que escapó de Épsilon.
Se encontraba vagando por calles que no conocía sin un rumbo fijo, cuando notó como dos tipos sacaban a rastras a una chica de un bar.
Los dos tipos la lanzaron a la acera y con violencia empezaron a insultarla.
La chica perdida vio desde la distancia dos cosas.
La primera, que lo más seguro sería alejarse de ahí antes que el carro rojo pasara para evitar ser herida.
Y la segunda, que si ayudaba a la chica evitaría que ella muriera, pero que sería gravemente herida.
Mientras todo eso pasaba a gran velocidad frente a sus ojos, los faroles de un carro rojo se dejaron ver a la distancia.
Y la chica de ojos azules sin dudarlo cruzo la calle a toda velocidad.
—¡No volverás a robarnos!— Gritó el hombre más grande y sucio a la vez que sacan una navaja de la chaqueta.
La chica en el suelo, trato de parecer casual, pero se notaba la tensión en sus hombros aunque se revisaba las uñas.
—Tampoco es como si fuera mucho— Respondió en burla a la vez que levantaba el rostro y regalaba su miraba rojiza a sus oponentes.
Al ver los ojos rojos de la chica, los hombres titubearon. Y tras cruzar miradas se lanzaron a por la chica.
La de ojos rojos, vio como los dos cuerpos se acercaba a gran velocidad, pero espero al último momento para con rapidez deslizarse entre las piernas de un tipo y levantarse.
Con una velocidad de miedo, giró para darle una patada en la espalda del tipo que uso como puente, lanzándolo de cara contra la acera.
Y sin perder tiempo golpeó en la cara al hombre de la navaja.
La velocidad de los movimientos, de la chica de pelo corto, por un segundo paralizó en su lugar a la de ojos azules. Y mientras el auto rojo pasaba a su espalda se preguntó si su visón había estado mal, esa chica no parecía estar en peligro de muerte; aunque el futuro decía otra cosa.
La de pelo largo y ojos azules despertó de su pensamientos justo a tiempo para ver cómo el tipo en el suelo se levantaba y sostenía a la chica dejándola a mercer de sus compañero.
Rápidamente corrió hasta el hombre que le daba la espalda, que levantaba una navaja en dirección a la chica que luchaba por liberarse.
En el momento que la peli-blanco, puso su mano en la espalda del hombre tuvo por primera vez la vista de la cara de la otra chica.
Con una nariz pequeña, una mueca de disgusto y unos impresionantes ojos rojos, la chica más hermosa a los ojos de la otra, miraba la navaja que empezaba a caer a ella.
Y con más determinación la de ojos azules lo dejo salir.
Su magia recorrió su brazo hasta llegar a su mano y salir como una ráfaga de -30 grados.
El grito del hombre interrumpió la noche y soltó la navaja, que rebotó en el suelo mientras el tipo seguía gritando.
La de ojos rojos aprovechó la sorpresa del otro hombre para soltarse y darle un golpe que lo mando a dormir.
—¡Gracias!— Dijo la de pelo corto, con una sonrisa deslumbrante mientras miraba fijamente a su salvadora.
—De nada— Dijo tranquila aunque sorprendida la chica de ojos azules, después de todo le había causado quemaduras de tercer grado a un tipo -que por cierto continuaba quejándose del dolor- solo con su mano y la chica no parecía sorprendida o asustada.
—Soy Rubí— Dijo la de pelo corto extendiendo su mano morena.
—Yo Zafiro—Le respondió la otra aceptando el apretón de manos con su mano del mismo tono.
Se mantuvieron por un momento en esa posición sonriéndose la una a la otra, hasta que unos brazos grandes separaron a Zafiro y con un brazo en el cuello de la chica, el otro dibujo un cinturón que aterrizó en el ojo izquierdo de esta.
Y con un grito de dolor la chica cayó al suelo.
Rubí reaccionó rápido y con una patada golpeó la navaja ahora ensangrentada de la mano del hombre, lejos.
Dio un par de golpes en la cara del hombre y lo tiro al suelo a unos metros de la chica que lloraba de dolor.
Se subió a su espalda y con su mano izquierda en la espalda del hombre, dejo salir toda su ira.
El olor a carne quemada distrajo por un momento de su dolor a Zafiro y con sus manos en su ojo izquierdo miro como su agresor gritaba de dolor hasta desmayarse.
Zafiro miro como Rubí aún con su mano humeante, se separó del hombre y se arrodilló a su lado.
—Tú también— Dijo atónita la de pelo largo.
La otra ignoro completamente el comentario y con cuidado quito las manos de Zafiro de su ojo.
Observo con cuidado y determinación el ojo destrozado.
—Puedo parar el sangrado—Dijo lentamente — Pero no puedo salvar tu ojo— Continuó muy preocupada, mientras acariciaba cuidadosamente la cara de su salvadora.
Zafiro vio un futuro donde la llevaba a Epsilon y salvaban su ojo.
Pero prefirió quedarse con la chica de ojos rojizos.
—Confió en ti
La chica, con mucho cuidado toco con su dedo meñique el ojo sangrante justo en la pupila, la sangre paró y la pupila quedo irremediablemente dañada pero lo que más le preocupó fue el gritó que soltó Zafiro antes de desmayarse del dolor.
Rubí después de terminar su trabajo se fue de ahí con Zafiro en brazos.
🌹🌹🌹
Soy terca, seguiré subiendo esto hasta que le guste a alguien...
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