XXXVII "Game of Survival"
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"Juego de Supervivencia"
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"¿Quién está en las sombras?
¿Quién está listo para jugar?
¿Somos los cazadores
o somos la presa?
No hay rendición,
y no hay escapatoria.
¿Somos los cazadores
o somos la presa?
Este es un juego salvaje de supervivencia.
Este es un juego salvaje de supervivencia.
Este es un juego salvaje,
este es un juego salvaje, juego de supervivencia.
Este es un juego salvaje,
este es un juego salvaje, juego de supervivencia.
Este es un juego salvaje de supervivencia"
Ruelle |Game of Survival|
——Ya está, cariño, puedes soltarlo, ya pasó——decía mientras acariciaba su espalda y dejaba un beso en su coronilla.
Verónica era un mar de lágrimas envuelto en el cuello de la mayor, quien la había contenido antes que pudiera armar una verdadera catástrofe.
——Camila está muerta——solloza la menor y Natasha sigue dejando círculos en su espalda mientras tiene la mejilla apoyada en su cabeza——No debí proponerle involucrarse en esto, si no lo hubiera, Hawley hubiera usado su vida como una pieza que se puede desechar
——Nada de esto es tu culpa, Ronnie——murmura al separarlas ligeramente y poder encontrar su mirada cristalina, acuñando sus mejillas——¿Entiendes?, ese despreciable ser es quien la tiene y me encargaré de liquidarla——asegura mientras su mandíbula se tensa por su imagen venir a su mente ——sólo necesito asegurarme que estés a salvo para ello, no quiero que sufras más ni ensucies tus manos de sangre, no más cariño
Verónica sintió cada palabra dicha en lo más profundo de su pecho, mientras estas parecían embalsamar su alma en una acogedora calma.
La abrazó para esconder su cabeza en su cuello y poder sentir su esencia de jazmín, invadirla, notando los latidos de la rusa que parecían estar en sincronía con los suyos. Y cerró los ojos, queriendo dejarse llevar por la calidez que Natasha le brindaba, tratando de olvidar la horrible presión dentro de su pecho ——Quédate así un segundo——pidió la menor en un susurro casi inaudible, la rusa la había oído en su mayor regocijo
—Cariño, si me lo pidieras podría quedarme una eternidad así contigo—murmura la pelirroja, sonriendo feliz
El tiempo pareció estancarse y el caos que las rodeaba esfumarse para tan sólo ser ellas, envueltas en su propia nube de paz reconfortante, como si fuera su propio cuento de hadas, donde los problemas no tenían lugar de ser.
Pero como en todo cuento, hay una bruja con el potencial de acabar con todo a su paso...
Y en este caso era una mujer mucho peor que cualquier monstruo que los escritores pudieran crear, su corazón era frío, y parecía tener hambre de sufrimiento de los inocentes, por los cuales no tenía remordimiento alguno.
Los hombres de Hawley lograron tras incontables intentos, infiltrarse en la señal de la Stark, pudiendo tomar el control de su micrófono y romper su burbuja rosa, vilmente.
Verónica tembló al reconocer su voz...
——Ya te lo había dicho, nunca podrás llegar a mi——murmura burlesca y la menor se tensa, mientras el terror va tomando poder de su cuerpo
Natasha al notar su desconcierto la abrazó más fuerte y pudo oír con rabia de quien se trataba. Esa despreciable mujer.
——¿Sabes la mejor cualidad de un arma?, Que no tienen misericordia al matar, sólo asesinan a la orden——exclama para suspirar agitada——Y me encargaré de modificar ese error en ti, eliminando cada conocido y ser amado que tengas ——dijo para la castaña ahogar un sollozo de pánico cuando la imagen de Lilith la invade——Porque si no apareces en una hora, seguiré marcando esa carne y torturare la mente de tu querida amiga, tanto, que me pedirá a gritos que la maten——advierte antes de cortar la transmisión y Verónica marearse ante la angustia
——No vayas——Natasha le pidió asustada——no debes ir, no porfavor, te hará daño——suplicó al abrazarla más fuerte, no queriendo soltarla nunca mientras su corazón desenfrenado parecía subir por su garganta
Verónica inhaló y contuvo el aire unos segundos antes de separarlas, para encontrar las cristalinas esmeraldas al acunar sus mejillas entre sus manos, robándole así el aliento a la desconcertada rusa.
——¿Sabes?, Quise odiarte y olvidarte pero desde lo que ocurrió que ningún maldito día pude hacerlo——suspira al dejar pequeñas caricias en su piel——y creo que al regresar queriendo cumplir mi misión de odiarte——murmura al morder su labio inferior——no sé si fueron tus palabras de cariño, coqueteos, actitudes dulces....o simplemente el brillo de tus ojos pero pude enamorarme de ti otra vez
Dijo para Natasha no caber dentro de si mientras sentía que alcanzaba las nubes.
——Te amo——suspiró la pelirroja al sonreír embobada mientras apoyaba sus manos en las de la menor y su euforia fue peor al ver la dulce sonrisa que le dirigía, habían sido tantos años sin poder admirarla que casi había olvidado lo hermosa que era y como tenía el efecto de llegar al elixir en vida
En ambas sus lágrimas corrían por sus mejillas, donde Natasha le secó las suyas con el más delicado gesto mientras hacia presión en juntar sus frentes.
——¿Por qué esto me huele a despedida?——suspira al cerrar los ojos——No te dejaré ir, debo cuidarte——exclamó al aferrarse a su cuerpo
——Debo hacerlo——Verónica murmura al separarla suavemente de si, secando las lágrimas de la rusa—— por mi la tienen y por mi podrían...——Su voz se quiebra
——Nada de esto es tu culpa Ronnie, sólo fuiste herida de la peor forma——suspira al tratar de retener sus lágrimas ——todo lo que necesitas es cariño, apoyo y comprensión, déjame dártelo
——Si no lo hago nunca seré libre de este rencor y todo el daño que sufrí en sus manos me seguirá persiguiendo y atormentado
——Entonces iré contigo, te ayudaré en todo lo que necesites y más
Verónica se siente en el más grande regocijo al oírla, cuanto le gustaría olvidarse de todo lo que la rusa le proponía, pero no podía, ella debía ser quien pusiera fin a Hawley y sus secuaces de una vez por todas, fuera donde tuviera que llegar, porque no le importaba morir con tal de lograrlo, estaba dispuesta a hacerlo de hecho, y eso no iba a arrastrar a nadie consigo a ello, menos al Hawley usar a quienes le importan en su contra.
——No te voy a arrastrar a esto——asegura la castaña——y si hay algo que pueda hacer, al menos que sea mantenerte a salvo——dice al besar la comisura de sus labios por última vez, queriendo que el efecto de su dulce escencia perdure, atesorandolo hasta su posible futuro fin——Y estoy segura que podrás encontrar a quien si pueda amarte como mereces
Verónica la noquea antes que pueda reaccionar, para darle una última mirada cargada de nostalgia mientras acariciaba sus rizos rojos y se va rápidamente junto a Wanda quien venía con Abel Hawley, traído anteriormente por Carol, a quien dejaron a cargo de retener a los vengadores que quedaban y poder partir.
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Verónica llega hasta las instalaciones con el corazón en la mano mientras retiene por el cuello al nieto de Hawley como llave de paso, separándose de Wanda quien mandó a volar a todos los guardias con su energía escarlata para buscar a Lilith.
Abel chillaba asustado a cada paso que daba, arrastrándolo consigo.
Hasta que al llegar a una sala, ésta se iluminó al punto de encandilar sus ojos, para al recuperar la vista, notar que en la pared había una gran pantalla en la que se muestra la imágen más ruin que pudiera imaginar.
Las personas que la ayudaron, cada alumno de ingeniería, cada madre y padre, cada familia que apoyo su causa... un gran grupo de ellos estaba reunido en un estadio, rodeados por guardias encapuchados y armados...
Estando apresados y amarrados juntos, tal como animales en un matadero...
Y su corazón se detuvo en cuanto los tiros iniciaron, ahogando sus gritos desesperados mientras los veía caer muertos, uno por uno.
Podía sentir una estaca traspasar su alma a cada fallecido por su culpa...
——¡Basta!——Gritó desesperada——¡Déjalos en paz!, tú problema es conmigo, ¡Ven a dar la cara maldita!
Tan sólo menciono para la rubia de edad y sádica sonrisa entrar junto a su grupo de guardias y ella formó su mano en una punta filosa de metal, rozando el cuello de un tembloroso Abel.
——¿Ves cómo los sentimientos terminan por condenar?——su sonrisa torcida se torna perversa y sus ojos tan inexpresivos que sentía el hielo desprender de ellos——Esas personas no son más que gallinas y puercos, matarlos no afecta en nada, son inservibles, ordinarios y aún así... estas angustiada como una tonta, dolida por sus pérdidas, es realmente patético——exclama entredientes y la joven Stark gruñe
——Déjalos o te juro que disfrutaré cortarle el cuello a tu querido nieto——amenaza al dejar un hilo de sangre en éste que lo hizo gritar
——Por favor, Yo no soy como tú—— musita Hawley al encogerse de hombros y antes que pudiera exclamar algo, le quita la pistola a uno de sus guardias y le dispara en la frente al chico, sin mostrar rastro alguno de sentimiento u emoción en su acción
Verónica tiembla ante la frustración de ver que no tenía ningún efecto en ese ser sin alma. Asesinar a sangre fría a su propio nieto, podía superar sus expectativas una vez más.
Hawley era un monstruo...
Su rabia contenida lograba nublar su juicio ante la sed y el deseo de vengarse con la sangre de la senil mujer, encendiéndose en llamas azules hasta sus ojos literalmente echar chispas, con un único objetivo.
Pero justo cuando iba a atacar, quemando los guardias en su custodia y tratar de actuar antes del aviso, escucho un grito de una conocida voz.
Volteando a encontrar la pantalla en una nueva vista, mostrando como torturaban a Lilith Sambler, chillaba adolorida por estos romperle la espalda a latigazos de hierro mientras la tenían colgada por las muñecas que sangraban, incluso peor que su espalda a carne viva...
Verónica se quedó estática con un gemido de lo más profundo de su pecho que hizo salir un sin fin de lágrimas con su corazón detenerse por segundos.
——Arrodillate y tu amiga como las personas que quedan, serán libres——exclama Hawley al sonreír sádica——No querrás ver sus tripas decorar las calles, ¿O sí?
Verónica sollozó aún presa de su trance y se agachó entre lágrimas, y sus ojos sin vida como su alma parecía estar, para cumplir su petición cuando la levantan de un brazo, quedando perpleja ante la ilusión que parecía mostrarle su precaria situación
Porque no podía tratarse de otra cosa sino de eso.
Ella....
Su vista se nubló ante sus lágrimas y su corazón se apretó en un nudo de dolor, con la culpa en forma de esfera, instalada en su garganta.
En estas circunstancias su mente agitada le podría estar jugando una mala pasada, se decía buscando calmar su conmoción.
Pero al escuchar su voz terminó de desmoronarse y si no fuera por estar agarrada hubiera perdido contra la gravedad.
¿Leonor?....
Quiso preguntar pero su voz no salía de sus labios y se perdía en ese mar zafiro con clara nostalgia.
En la pantalla apareció una nueva imagen donde se veía a la inspectora Brenda socorriendo a los oficiales heridos.
——Instalé una bomba en su carpa de campaña, su cuerpo volará en pedazos y tú favorita ya no podrá hacer nada más por ti——sonrió la pelinegra
——No lo harías——gruñó Hawley
——¿Te alteraste?——Leonor alza una ceja——no querrás perder a tu hija predilecta, o más bien a la perrita que sigue y cumple cada una de tus artimañas
——Maldita rata traidora, ¡Deberías estar muerta!
——Cierto——exclamó para voltear su mirada y encontrar la de la abrumada menor, quien se sintió desfallecer al ver los orbes que creía extintos ...
——Los salvaré si vienes conmigo sin protestas——exclama y la menor muerde su lengua, tratando de ahogar el grito como las lágrimas de frustración y confusión ——si no, morirán, poco me importa lo que ocurra con ellos——murmura——Tú decides—dice al acariciar su mejilla para la menor sentir que se quemaba ante el tacto, sintiéndose ahogar por la ola de emociones que la golpeaban sin piedad
——Interpreto tu silencio como un "si"——musita al voltear a Hawley quien gruñía, mientras su cuerpo estaba tenso y podían apreciar desde la distancia como la vena de su cuello estaba hinchada como las de su frente
——Ya lo comprendiste, los dejas en paz y no sólo Brenda no morirá, sino que te perdonaré la vida——sonríe——claro, tan sólo por está vez
La rubia apretó la mandíbula hasta parecer romperse en cualquier segundo, para mandar la orden a sus guardias.
Verónica al salir de su trance iba ir a por ella pero la presión de su brazo aumentó.
——Hicimos un trato, Verónica ——dice para quedarse estática al su cuerpo temblar, aún no podía asimilar su voz...
Y se dejó llevar mientras su mirada estaba pérdida, al igual que su corazón.
Llegando a la salida, en lo que aparece una desesperada Natasha a evitar el momento donde la pelinegra no demoró en apuntarla como la peliroja a ella.
Y si Verónica se sentía su alma desfallecer, ahora parecía estar al borde de un verdadero abismo.
——Sueltala——exigió la rusa al sacar el seguro del arma y la pelinegra rió
——Ella viene por su cuenta, ¿No es así, cariño?——sonrió al acariciar su cintura mientras miraba desafiante a la rusa
Y liberó a la abatida Stark quien no se alejó mientras bajaba la mirada, mordiendo su labio inferior hasta hacerlo sangrar.
Natasha se le iba a acercar cuando Leonor apunta a su cabeza y la menor alcanza a reaccionar en empujarla, desviando el disparo.
——No la toques, o te juro que te odiaré por siempre y nunca te perdonaré——exclama para Leonor sentirse hervir en cólera y sólo aumentando sus deseos en liquidar a la pelirroja, las primeras palabras que Verónica le dirigía desde su reencuentro y era para defender a esa...
——No me desafíes——gruñó al apretar su quijada
——No le pongas un maldito dedo encima——gruñó la pelirroja
——Cállate de una vez——exclama para dispararle en la pierna y la menor gritar, queriendo alcanzarla por lo que la drogó para dormirla
——Podría desconsiderar la petición de Verónica en no matarte y créeme que sería el más grato placer cortar tu cuello para que no interfieras más en nosotras, pirque debes entender ella es mía y siempre lo será——exclamó sin abandonar la sonrisa burlesca por la rusa, Natasha no le podía disparar por la alta posibilidad de herir a la Stark,peor al su mano estar temblorosa por el dolor, no podía arriesgarse...
Leonor se subió para sus hombres asegurar a la menor, mientras la pelirroja se quedó abatida de ver al amor de su vida irse en manos del peligro.
Sentía como si parte de su alma le fuera arrancada sin piedad y gritó desesperada, no por el dolor de la herida sangrante de su pierna, sino de la frustración de no poder hacer nada para salvar a Verónica.
Haría lo imposible por encontrarla y acabar de una vez por todas con Leonor Sean...
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