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XXX "Play with Fire"


"Jugar con fuego"
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"Enciendo el fósforo para saborear el calor
Siempre me ha gustado jugar con fuego
Jugar con fuego
Siempre me ha gustado jugar con fuego
Monto al borde, mi velocidad va en rojo
Sangre caliente estas venas mi placer es su dolor
Me encanta ver arder los castillos
Estas cenizas doradas se convierten en tierra
Siempre me ha gustado jugar con fuego
Jugar con fuego"

|Play with Fire|Sam Tinnesz|
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Tras las palabras de Verónica Stark envuelta en las fuertes e inmortales llamas de un fénix que ha resurgido de las cenizas, buscando el purificar de su alma como las de sus camaradas y purgar la de sus enemigos.

Donde los vengadores con Verónica siendo la chispa que inició un incendio de discusiones en la sala sobre lo que debían hacer con la joven Stark y su banda.

Había una espectadora en especial que se había envuelto en su propio mundo al ver a su ansiada chica sobresalir entre el fuego con su cuerpo adherido el metal que parecía brillar junto a su actitud soberbia frente a las potencias del mundo entero.

Recordando con ello un momento especial con la menor donde compartió está sensación placentera de apreciar de buena vista el trabajado cuerpo de la joven mientras desafiaba el peligro con una única gracia.

Natasha había llegado recientemente a su misión de un mes de pasar de país en país sin descanso por lo que no vió ni habló con la joven Stark durante todo ese tiempo donde no pudo evitar pensar en ella en cada momento, le resultaba molesto al no poder concentrarse debidamente en sus misiones por pensar si estará bien y no se ha metido en algún problema con su soberbia, ganaba enemigos con una facilidad preocupante pero también con ello la gracia de muchos e incluso la de Fury quien tanto le recalcó que la joven Stark podría ser un problema en su vida de agente aunque no estaba muy lejos del caso.

Cada misión que tenía fuera la sentía más larga y con ello sus reencuentros cada vez eran más notorios frente al mundo, no podía mostrar sus sentimientos frente a las demás personas pero Verónica siempre le terminaba sacando sonrisas dulces y bobas del rostro como también la necesidad de establecer su marca en la joven, diciéndole a través de su piel que ya tenía dueña como también evitar que vieran toda la perfección que traía consigo.

Verónica era su más grande descubrimiento, un tesoro codiciado que quisiera resguardar sólo para si bajo siete llaves.

Como en estos momentos en que la acompañó a sus entrenamientos sobre las telas para acrobacia de las que daría un espectáculo muy pronto. Donde del primer momento en que la vió danzando atravesando de las telas sobre el aire, que no podía creer que no fuera un producto de su imaginación, parecía un Ángel delicado y elegante, acompañado de una singular sensualidad.

Había quedado hipnotizada ante los movimientos agraciados de la joven que imaginó un sinfín de escenarios que involucraban su danza sin ninguna estorbosa prenda para su vista.

Escenarios que quedaron en su mente al la menor evitar llegar a más en cada momento por querer su cuerpo invicto para la presentación.

Pero los días pasaban y su deseo aumentaba como sus acciones en doblegar la actitud de Verónica.

Para tan sólo bastar en dejarla sin escape alguno tras su entrenamiento, donde se aseguró que no la notara asegurar las puertas de la sala ni como se acercaba sigilosamente hasta ella.

—Ronnie——susurró a su oído en cuanto la abrazó por la espalda

——Tasha, no——dijo al ahogar un jadeo repentino en cuanto unos labios se posaron en su cuello por lo que trató de zafarse sin éxito, Natasha tenía más fuerza

——¿Por qué seguir esperando si lo quieres tanto como yo?——dijo ronco para la joven tragar en seco

——Te dije que después de la presentación podemos hacer lo que quieras——insistió la castaña al querer huir de la tentación pero la rusa no estaba dispuesta a dejarla ir sólo porque quería vengarse de su profesor que la humilló en clases por haberse caído frente a todos cuando la confundió con una pelirroja desde las alturas

——Para qué dejar para después lo que puedes hacer ahora——dijo al ladear una sonrisa al hacerla voltear y encontrar sus labios con la pasión retenida por días para acabar con cualquier rastro de aliento como negativa antes de separarse a buscar aire

Para no dejarla responder ni alejarse al volverla a besar y atrapar su lengua con la suya en un beso lascivo mientras recorre su cuerpo sin pudor alguno.

Bastando ver como sus orbes castaños se tornaban oscuros para saber que ya había caído en sus redes.

Terminando por lograr su cometido en disfrutar del placer de estar con la chica luego de tanto tiempo y con ello dejar sus respectivos sellos en la tersa piel a pesar de las quejas.

Donde al otro día en el entrenamiento con vestuario en el gimnasio de la academia, admirar llena de gracia como Verónica trataba de ocultar las marcas rojizas como moradas para decir absurdas excusas entre balbuceos a la lluvia de comentarios y preguntas que la invadieron.

La joven Stark siempre terminaba cediendo y creando nuevos deseos en su placer...

——¿Por qué la sonrisita?——dijo Anthony a su lado por ella no haber hablado en todo este tiempo

La rusa suspiró sin dejar de ver la pantalla que mostraba a la joven sobresalir de las llamas——Deben admitir que tiene el don de sorprender al mundo entero, y además ——su mirada se torna pícara——El metal define tan bien su cuerpo que cuando la tenga conmigo denuevo no le dejaré descanso alguno hasta probar todo lo que tengo planeado, hasta que pierda la voz en gritar mi nombre mientras entierra sus uñas en mi espalda——dijo sin medición alguna al seguir absorta en su mente para Tony literalmente atragantarse con su saliva y tener que ser asistido por Rhodey al no dejar de tocer como el tono morado que se adaptaba a su rostro

Para Bruce no muy lejos de su estado queriendo que la tierra lo trage en estos momentos, con una amarga mezcla de sentimientos por quién una vez le mostró una vida juntos y aunque él fue el primero en querer partir, aún le dolía que Natasha se olvidara completamente de sus sentimientos por estar perdidamente absorta en la Stark.

——Todos estamos discutiendo como la vamos a detener de sus desmanes mientras tú piensas en cómo te la vas a coger?——regañó el moreno exasperado al tener que palmear la espalda de ambos hombres para que recuperen el aliento

——No pienso en como me la voy a coger——dijo la pelirroja al cruzarse de brazos

——¿Ah no?

——Planeo cómo y cuánto le haré el amor cuando vuelva a ser mía otra vez——sonrió al morder su labio inferior y reír ligeramente ante los bellos recuerdos que la invaden

——¿No es lo mismo?——Bufa James, susurrando para si

——¿Estás segura de eso?——dijo Tony al recomponerse mientras se cruza de  para avanzar en su dirección ——Porque a mi parecer la agente Hill piensa lo mismo como su compañerita delincuente ——exclama irónico para la pelirroja querer golpearlo

——Nunca haz sabido cuando callarte, Stark——gruñó la rusa

——Pero tiene razón, esa chica no es la que conociste hace años, es una arpía que acabará con todos, es despreciable, ¿Qué no lo ven?, sedujo a Hill para quedarse con el cargo y aprovechó la relación de ustedes para infiltrarse entre nosotros ——dijo un molesto Bruce para ganar la completa atención del par en disputa

——¿Tú qué sabes?——bramó Natasha al acercársele——Te tengo aprecio Banner pero se me podría olvidar si sigues hablando así de ella——dijo entredientes, nunca imaginó que el adorable hombre que la hizo caer en lo que creyó amor, pudiera expresarse de esa forma con alguien

Nunca lo había escuchado maldecir a nadie y quizás fuera en base a celos su mal actuar pero no era un comportamiento que toleraría si la involucraba a ella, no volvería a permitir que nadie juzgara a Verónica  Stark.

Y aunque ahora le parecía un imposible en defenderla frente a los desmanes que la envuelven, lo haría porque sabía que la menor sólo necesitaba cariño y comprensión para ayudar a su alma atormentada y ella haría todo por dárselo.

——Nadie se acercará a Verónica——gruñó la rusa, donde si las miradas mataran, Bruce ya estaría veinte metros bajo tierra.

——Bueno, ya fue suficiente——se interpuso Rhodey entre el trío——no lograremos nada si nos ponemos a discutir entre nosotros, debemos detener a Verónica——dijo firme y determinado frente a la furia roja——Lo que hagamos para conseguirlo es lo que debemos planear así que no más discusiones

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Mientras a las afueras de La Casa de Papel estaba envuelto en silencio mientras buscaban más refuerzos como la instalación de las guardias de investigación que iba a demorar un tiempo en un nuevo ataque. Era hora de llevar a cabo los siguientes pasos del plan donde Verónica se estaba cambiando para un encuentro con sus nuevas piezas de ajedrez, sin saber que tenía un peculiar espía a sus espaldas.

El joven Maximoff estaba haciendo sus recorridos de guardia cuando vio el atrayente reflejo del cuerpo de la castaña, cuando es notado por Bucky quien venía a buscar a la misma.

Acercándose sigilosamente como un soldado especializado y pegarle a mano alzada en la nuca mientras lo mira con una mueca de burla para Pietro salir corriendo más veloz que la luz y devolverse inesperadamente para hacerlo caer en venganza.

——¿Acaso no le viste venir?——le susurró para salir corriendo ahora con él poseedor de la burla en sus labios

Bucky lo iba a maldecir cuando sintió una afilada punta en su cuello y al levantar la vista encontrar la colérica mirada de Verónica sobre sí.

Notando que aún no se terminaba de vestir por lo que se sonrojó y la menor se tapó para patearlo lejos y cerrar la puerta de golpe.

"Maldito mocoso, ya verás " susurró al levantarse a disculparse con la chica por haber notado como tras su mirada de ira había un destello de miedo como también en las profundas cicatrices que formaban parte de lo que alcanzó a ver de su cuerpo. Recordando inevitablemente a él mismo, Verónica lo hacía sentir identificado por seguramente compartir muchas de las torturas de Hydra y que fuera casi una niña cuando las sufrió lo hacían tener la necesidad de protegerla como ella hizo con él al alejarlo de sus males como recuperar sus memorias y con ello su humanidad.

Nunca terminaría de agradecer la la joven Stark por lo que quería ser su más grande y leal pilar.

Tocó la puerta con tres suaves toques antes de recibir la positiva de entrar.

——Discúlpame yo no quería incomodarte, fue un accidente...

——Ya pasó, déjalo——murmuró la menor sin verlo, su mente divaga en un plano lejano, cargado de repulsivos recuerdos que aún la invaden a pesar de sus esfuerzos en intentar borrarlos——debemos irnos

——yo también tengo cicatrices que me acompañaran toda la vida y no quiero obtener más como tampoco que tú sufras——murmuró al verla voltear——me ayudaste a pesar de todo y sin interés alguno

——Lo hice para reclutar en mis planes, nada más——gruñó la menor, altiva

——Pero con ello también sería mi interés al querer acabar con tus enemigos porque son también los míos

——¿Qué quieres decir?

——Que me salvaste y me sigues salvando por lo que me puedes considerar tu más leal arma

——No eres un arma Rabat, sino un amigo——sonrió la menor al comprobar en su mirar que no mentía——ahora vamos antes que se haga tarde, ya sabes que no es bueno dejarlos solos por tanto tiempo

——Con los hermanos Córdoba nunca se sabe——rió el soldado a su lado

Donde ya iban a salir cuando sintieron unos sollozos por lo que extrañados por la agudeza de estos, siguieron sigilosos el sonido hasta los depósitos de papel donde entre las encimeras encontraron a nada más que un tembloroso niño abrazado a sus rodillas, quien chilló al ser encontrado y más al ver el brazo de hierro del imponente hombre.

"Mierda" maldijo en su mente la castaña, tal parece que los hermanos Córdoba terminarían arruinandola antes que ayudarla.

——¿Cómo llegaste aquí?——dijo en un susurro para el niño temblar—Ve por Roma o Nairobi——le pidió al hombre antes de agacharse a la altura del pequeño

El menor levantó la mirada entre sus rodillas para ver de reojo la salida del soldado y fijarse en la joven a su lado quien también tenía miedo tras sus ojos. Pero en su caso recordando cada uno de esos pequeños que asesinó a sangre fría por la manipulación de la droga en prisión, empezando por la pequeña hindú a quien arriesgó al darle su dirección si necesitaba ayuda, aún recordaba los sollozos de suplica como su mirada de odio en cuanto era retenida por los hombres de Hydra, luego sólo vio sus manos ensangrentadas y el cuerpo inerte de la pequeña a sus pies.

Se odiaba por haber sido el monstruo y arma de esos despreciables a los que no les importaba la vida de un ser puro como lo es un niño, se sentía sucia a pesar de no haber estado consiente de sus actos, sentia cada muerte pesar en su espalda y la sangre de cada inocente la atormentaba cada vez que cerraba los ojos.

Las chicas que podrían ver al pequeño no llegaban y su pecho estaba oprimido como sus lágrimas por lo que tembló ligeramente para retenerla lo más posible y no asustar al menor.

Pero el niño al notar como la mujer se parecía desmoronar, apretó los labios para asentir y juntar el valor de salir de su escondite para rodear sus pequeños brazos alrededor de Verónica quien se estremeció ante el toque y más cuando el pequeño dejó palmaditas en su espalda.

——No temas, yo ya no tengo miedo——aseguró para consolarla y la joven Stark no aguantar más, dejando caer sus lágrimas al separar al niño de su cuerpo

——Entonces no tendré miedo——le sonrió para revolver su cabello y el pequeño sonreír

Dejando de lado las lágrimas en cuanto se fijo en detalle en el menor, no podía ser, mataría a quien lo trajo.

——¡¿Qué hace un niño aquí?!——Gritó Nairobi al llegar para taparse la boca por haberlo asustado al tener un arma colgando——Tranquilo campeón, no te haremos daño——le sonrió al acercarse

Donde Fermir apareció al escuchar el escándalo para el pequeño reconocerlo y gritar al volver a su escondite.

——Y yo que iba a culpar a Tokio——murmuró la menor Stark al acariciar el puente de su nariz, buscando paciencia pero duró poco ante la gravedad del asunto por lo que se acercó echa una furia al español

——En mi defensa tú querías a uno de los hijos del presidente

——Pero un adulto no un niño que no tiene culpa ni entendimiento de esto——brama la castaña

——Siendo un mocoso nos debería servir más, siembra un mayor caos——dijo el español obvio al cruzarse se brazos

——Es un niño en medio de un posible caos donde si tan sólo se llegan a enterar, seremos unas malditas bestias igual que ellos, Entiendes eso, ¿No?——gruñó la menor para agarrarlo de la oreja y retenerla con fuerza——¿Escucharas cumplirás lo que te digo?

Fermir estuvo reacio en responder para la castaña apretar el agarre—si, si——dijo entre gimoteos para su adolorida oreja ser soltada por lo que el niño rió para volverse a esconder cuando el mayor le gruñó

Verónica levantó la mano en su dirección para el español bufar al hacer un puchero e irse.

——¿Cómo te llamas, renacuajo?——preguntó Camila al acercarse y ver como frunce la nariz ante el apodo por lo que recordó a su hermana cuando tenía una edad similar——Y... ¿Cuántos años tienes?

El niño de rizos anaranjados siguió escondido detrás de la castaña mientras asomaba la cabeza hacia la mujer que le hablaba.

——Tranquilo, es una amiga, puedes hablar——le aseguró Verónica para el menor asentir e ir hasta la Turca

——William y tengo estos años——dijo al levantar los cincos dedos de su pequeña mano y sonría mostrando la falta de algunos dientes

——Woo que grande——le sonrió la pelinegra

Verónica por su parte estaba viendo la hora que se le había tarde para su encuentro.

——Debo irme, ¿Puedes cuidarlo?——exclamó la menor para recibir la positiva y acercarse al soldado de invierno quien la esperaba

——¡No quiero!——Gritó el pequeño al abrazarse a las piernas de la castaña mientras miraba al hombre para fruncir su nariz cargada de pecas con claro recelo

——Tranquilo es mi amigo como también de——la castaña se agacha su altura para susurrar algo en su oído

——¡¿Eres amigo del capitán america?!——chilló emocionado al acercarse al pelilargo del cual se sintió incomodo con la nueva efusiva personalidad del menor

——Nairobi te llevará a conocerlo

——No quiero, yo te cuidaré para que no tengas miedo——aseguró el menor al volverla a abrazar, no había caso que la soltara

——Ve junto a Roma y Dc——le dijo al soldado quien asintió para agruparse con los demás y embarcarse en las napas subterráneas con su plano al haberla dejado con diversas trampas en caso de una infiltración

Por lo que la joven Stark tuvo que volverse a cambiar y llevar consigo al menor. Donde Wanda le avisó que la policía ya se había puesto en contacto mientras Elena los distraía en lo que llegaba.

Soltando un suspiro de sólo imaginar lo que la española pudiera estar diciendo, para ver como el pequeño William se quedaba hipnotizado frente a la recién llegada por lo que sonrió al encontrar su escape.

——Doha es muy linda ¿No? ——le dijo para el menor sonrojarse——¿Te quieres quedar con ella mientras hago unas cosas?

Wanda le sonrió dulce para el niño asentir, avergonzado.

Dejándolos juntos para ir hasta la sala de las cámara de seguridad donde tenían los equipos de radio, encontrando a una risueña Elena tras el micrófono.

——Toda mi vida me juré partidaria de la banana pero al caer en prisión me aprendió a gustar la papaya y a la princesa UF... que le he tenido ganas——sonrió la de melena——Oh y hablando de la reina de Roma, creo que dejaremos nuestra conversación para otro día

Verónica no pudo evitar reír con las improvisaciones de la española para sentarse y retomar el micrófono.

——¿Con quién tengo el gusto de hablar?

——¿Eres Verónica?

——Es descortés responder una pregunta con otra pregunta y no querrá que empecemos con el pie equivocado

——¿Nos amenazas abiertamente?

——Sólo digo que no hay que perder los modales, señorita Brenda Hawley——rió la menor ante el silencio desde la otra línea——es un placer y diría lo mismo de su acompañante pero sé que no tengo la gracia del señor Ross en estos momentos

——Esta perra——escuchó maldecir al hombre para sonreír, era tal como había previsto

——Si es tan lista entonces sabrá todo lo que está arriesgando, todas las vidas que se han convertido en una moneda de cambio y todo, ¿Para qué?  ¿Una venganza?, ¿Terrorismo?

——Ustedes son los de las investigaciones——bufa la Stark——averigüenlo, sino esto será muy aburrido

——¿Todo esto le parece un juego?

——Si podría decirse pero uno donde buscamos la justicia que ustedes no pueden establecer hace siglos

——Usted se cree una especie de Dios o la mejor heroína pero no lo es y tarde o temprano la haremos caer junto a todas esas escorias con un sinfín de antecedentes criminales——Gritó un Enfurecido Ross

——Bueno fue una conversación cordial pero debo abusar de su hospitalidad al pedir que manden lo que he puesto en recado a sus hombres, los civiles necesitan medicamentos y demás

——No recibirás ni una mísera migaja de nosotros

——Entonces creo que tendré que pedirlo como es debido——exclamó la menor con fingido pesar y colgar la transmisión

Su nuevo paso la llenaba de ansia como de una reconfortante gracia al tener especiales piezas en su dominio.

La familia de Hawley estaba en sus manos y sufriría el terror de la incertidumbre sobre el bienestar de sus seres amados.

Se dirigió a la sala principal donde estaban todos los rehenes reunidos al comer mientras su atención pasaba a un grupo en especial de una mujer con un adolescente que tenían un mayor resguardo.

Keira y Abel Davis, la hija predilecta y el nieto preferido de Hawley.

Verónica se acercó como un león al acecho de su presa, rodeandolos a una distancia considerada mientras sus pasos eran suaves y delicados mientras su mirada neutral como un témpano de hielo, los analizaba.

——Hasta que das la cara  ¿Qué no sabes quién soy?——chilló el joven para su madre pegarle en el brazo a que guardara silencio, él hizo caso omiso obviamente

——Abel, se muy bien quienes son ustedes y en especial con quien se familiarizan——dijo la chica al detener su andar y quedar enfrente del joven, cruzándose se brazos

——Ella te hará pagar por esto, no pondrás tocarnos un solo cabello antes que vengan a matarte o encerrarte nuevamente——dijo arrogante para la castaña verlo sin expresión alguna en el rostro

——Me contaron de ti, como desafiaste a quien te convirtió en lo que eres hoy, ¿Sabes que es de mala educación morder la mano de quien te dio de comer?——dijo Abel al levantarse y los compañeros de Verónica ponerse en guardia en caso de cualquier imprevisto

——Pero tranquila, tú y tus amigas son muy lindas, quizás le pida que sean benevolentes contigo si me complaces ahora, ¿No lo habías hecho antes ya?——encarna una ceja mientras sus labios muestran una mueca burlesca como arrogante——Cuando metieron una docena de hombres a tu celda, le tomaste el gusto, ¿No es cierto?

Verónica se quedó estática mientras apretaba sus puños ante la horrible película de memorias que proyectaba su mente, la sala se tornó un mar de murmullos y sus amigos se acercaron hechos una furia hacia el arrogante rubio pero la joven alzó la mano para que se mantuvieran al margen, en cuanto volvió en sí.

Su mirar castaño se tiñó de una colérica frialdad que fulminó a Abel, acercándose a pasos firmes mientras sus puños aún apretados dejaban sus nudillos blancos ante la presión como su mandíbula que parecia que en cualquier momento se rompería.

El joven antes altivo, tragó en seco y su mirada se tornó cargada de pánico, cayendo al suelo en cuanto la mujer se acercaba.

——Tranquilo, no te haré daño——dice Veronica con una inquietante serenidad mientras limpia el overol del aterrado chico quien comenzó a sollozar levemente——dime, ¿Te gusta el cine?

Él no respondió ante la mezcla de angustia, temor y sobretodo confusión por lo que la joven disparó al suelo donde todos los rehenes saltaron y Pietro la tomó del brazo pero esta se zafó, volviendo a guardar el arma en lo que los demás trataban de calmar a la gente.

——Si, mucho——responde entre hipos mientras su cuerpo temblaba

——Entonces habrás visto como en las películas de terror siempre hay alguien que es estúpido y arriesgado, así como tú——alza una ceja al esbozar una sonrisa——tu te dices "UF este huele a muerto", y después pasa, ¿No es cierto?——susurra al acercarse a su oído

El joven asiente asustado

——Pues déjame decirte Abel que tú apestas a la maldita morgue——dice para el menor comenzar a sollozar y gritar en cuando su brazo fue tomado bruscamente por Pietro

——¿Qué hacen?——Chilló

——Tranquilo, estamos hablando del cine, ¿No?, Ahora vamos a actuar y para cada actuación hay un disfraz——Sonríe la Stark en cuanto las chicas le pasan un modelador y un brasier con relleno más una peluca castaña——Eres delgadito, no será difícil que el cambio pase desapercibido, gracias por ser un voluntario

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——Señor Stark, ha llegado una pericia de audiencia del secretario Ross——avisa Jarvis en cuanto los vengadores discutían sobre si debían entrar a hurtadillas en la casa de papel o reclutar refuerzos

El mencionado suspiró antes de poner al hombre en pantalla.

——Deben hacer algo al respecto con la joven Stark,pronto

——Hola a ti también, Ross——dijo el millonario al cruzarse de brazos—no creo que nos quieras hablar de lo mismo que la consejera de Estado porque sólo perderías saliva

——Entre los rehenes hay personal de prioridad

——Todos deberías ser de prioridad——exclamó Rhodey

——Secuestraron a la hija y nieto de la consejera de estado como familiares de muchos empresarios de alto cargo e incluso tenemos la alta sospecha que tienen al hijo menor del presidente en su poder, desapareció ayer temprano de su escuela, tan sólo a una hora de diferencia en que se tomaran la Casa de Moneda y Timbre

——Ella no involucraría a un menor en esto——asegura la rusa entredientes para el hombre tras la pantalla reír

——Una asesina a mano fría defendiendo a otra——aplaude——creo que los números rojos en su lista se asemejan

Natasha apretó la mandíbula como sus puños al retener un temblor que la quiso recorrer.

——Hagan algo al respecto rápidamente o sino iremos por ustedes——demandó al cortar la transmisión

Comenzando la lluvia de discusiones frente al caso de Verónica Stark por los diferentes puntos de vista, hasta que Tony se levanta y se adhiere a su traje.

——Es mi hermana menor quien está causando este caos, yo seré quien la traiga de una oreja hasta aquí——dijo ya decidido para abrirse camino entre el grupo y darse media vuelta a emprender vuelo antes que alguien lo pudiera detener

Había ido cegado en su impulsividad de acabar con todo de una vez pero sin planes ni una estrategia clara, no tendría chance alguno de adelantarse a los veloces pasos de su hermana.

Como en estos momentos de ir en su encuentro la haber lanzado su Az frente al mundo.

Un grupo de encapuchados de rojo y caretas iguales, se agruparon en la azotea, todos poseían armas donde la que estaba en el medio de todos, levantó una metralleta al aire, convirtiéndose en el centro de atención como de la luz láser de las armas de los tiradores.

——Es ella——dijo el millonario entredientes para salir del edificio que se escondía a mirar para emprender vuelo en su dirección antes que le pasara algo, teniendo el corazón en la mano

Ross presenciaba en primera fila la clara muestra de desafío a él y sus hombres, no sería algo que le dejaría pasar como si nada, se dijo cargado en una impulsividad ira para acercarse a su tirador.

——Disparale——gruñó la orden para el hombre obedecer y disparar a quemarropa

Bastando impactar en su hombro para la chica caer de espaldas.

Anthony sólo alcanzando a gritar de un pánico y angustia malditamente conocidos, recordando cuando Happy le informó sobre el suicidio se su hermana. Con el terror y pánico invadiendo como esa vez, tal como la rusa tras la pantalla de la torre, quien estaba a punto de perder contra la gravedad al tener la presión de la lluvia de emociones que la golpeaba con fuerza.

No podía terminar aquí, no podía morir, no de verdad...

Para ambos presos del pánico volver a la vida en cuanto la careta reveló que contrataba de ella sino de un desconocido.

Sintiendo como el aire volvía a sus pulmones, suspiraron aliviados mientras intentaban calmar el frenesí de sus corazones.

Verónica sonreía tras su máscara mientras el dron mostraba a Abel herido por la mano propia de Ross, viendo de ante mano la reacción de Hawley por ver a su nieto bañado en su propia sangre mientras solloza aterrado, angustiado y sobretodo adolorido, donde imaginó que sería una sensación gratificante pero nunca creyó que tanto.

No quería recurrir a correr sangre pero sintió su alma mecer en su propia purificación al recordar las incontables veces que esa mujer la dejó en situaciones incluso peores. Recordando cuántas heridas dejaron en su cuerpo, las que ahora gritaban súplicas por ser vengadas de una u otra forma.

Quizás si había perdido la cabeza y convertido en un monstruo después de todo...

Quizás siempre lo fue...

Y quizás sea como una enfermedad que la terminaría por dominar por completo...

Una enfermedad a la que le gusta jugar con fuego, sin temer quemarse a sí misma con tal de calcinar a sus enemigos.

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