XLIV "Calm down, I'm with You"
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Verónica sintió embriagarse ante la calidez de los labios de Natasha, mientras quería aferrarse a su promesa y dejarse llevar por ella.
Ya no quería seguir huyendo de sus sentimientos, los cuales ya no podía negar, deseaba lanzarse al abismo de sus esmeraldas y tal vez poder recuperarse de ese horrible dolor calado en lo más profundo de su alma...
¿Sería verdad que el amor tiene esa magia?, ¿Lograría recuperar sus emociones?....
Pero...
¿Y si en verdad se había vuelto un caso perdido que sólo arrastraría a la rusa a su melancólica oscuridad?
Sus orbes se llenaron de lágrimas de sólo pensarlo por lo que Natasha al percibir una nota salada en su dulce beso, se separó y encontró sus orbes perdidos en una órbita lejana.
——Cariño——murmura aún atontada por su reciente confesión como su calidez aún presente en sus labios, parecía caminar en las nubes——¿Qué ocurre?
——Tengo miedo Nat——dice con voz temblorosa al morder su labio inferior, en su nulo intento de retenerlo, acción que terminó de regresar a la rusa a la tierra——Ya no quiero seguir sufriendo, simplemente me siento rota y....——solloza en cuanto una lluvia de memorias en mente y cuerpo la recorren——¿De qué sirve un alma sin vida?, alguien así ya no es capaz de vivir correctamente, estar traumada y temerosa de todo sólo me convertiría en una carga, no quiero causar más molestia porque yo no sé si quiera seguir luchando, ya no tengo fuerzas para ello
——Entonces toma la mía——murmura Natasha mientras su pecho se apretaba ante las palabras de la menor, ya no quería volver a ver lágrimas de tormento en sus ojos, ella se encargaría de hacerla tan feliz que podría olvidar sus heridas, estaba dispuesta a buscar y unir cada pieza de su fragmentada alma
Y acercó su mano para secar sus lágrimas con suma delicadeza, como si tratara de la porcelana más frágil, pasando a posar estos en su barbilla, pudiendo encontrar sus miradas.
——Te amaré, te cuidaré, te protegeré y te prometo que haré hasta lo imposible para que tu corazón vuelva a sonreír, tan dulce como cuando me enamoré de ti.
Verónica sintió sus dulces palabras calar su todo su ser, anhelando aferrarse al bello cobijo que el cariño de Natasha le proponía.
Aunque en consecuencia gracias a su corazón probar algo de esperanza que en su mente ya no existía, simplemente se desmoronó, rompiendo sus barreras por completo a la dueña de esmeraldas, llorando por todo el dolor que tuvo que retener en manos de Hawley, el abandono de todos, la traición a Leonor, su estadía en prisión, y sobretodo la sangre de inocentes cargada en su espalda, no sólo los que le mandaron a atacar en su inconsciencia, si no a cada uno que confió en ella y terminaron en tragedia, como Camila Yilmaz...
Ella le había fallado a todos, no era fuerte, no pudo cuidar a nadie, era una inútil...
Y ahora Leo podría estar sufriendo en manos de Ross como un intento de salvarla, si le pasaba algo todo sería su culpa...
Todo, absolutamente todo lo que aguantó por estos años quería salir a flote mediante su llanto.
Mientras Natasha aguantaba sus propias lágrimas, era como si arrancaran su piel con cada sollozo de dolor de la Stark y la abrazó lo más delicado posible, el cuerpo de Verónica temblaba igual que el de un pajarito asustado, tan frágil y vulnerable que en cualquier momento se rompería.
——Calma, estoy aquí, nadie volverá a herirte——aseguró la pelirroja tratando de no romperse en llanto
No sabía como contenerla, ella era una brutal espía rusa, ¿Cómo conseguiría darle cobijo?, ¿Qué se supone que diría?...
Sólo esperaba ser suficiente para lograr sanar su corazón herido.
——Tranquila pequeña——escuchan la voz de la señora a sus espaldas y Natasha puede sentir como los sollozos como temblores se detienen en el cuerpo de Verónica, pero lo tensa por completo mientras se aferra casi enterrando sus uñas en su espalda, mientras su corazón parecía salirse de su pecho en cualquier momento——Te traje un té de Melissa con azúcar
——No se acerque——chilló la menor y la rusa sólo pudo hacer un poco más de presión en su abrazo para que sintiera que estaba con ella, el cuerpo de la Stark comenzó enfriarse y luego calentarse hasta el punto de casi quemarla
Su cuerpo se había tornado de metal, y se separó de ella para acuñar sus mejillas entre sus manos, notando como su mirada perdida adoptada destellos de azul, dorado y blanco.
——Verónica vuelve, mírame, estás a salvo——murmura Natasha mientras reparte suaves caricias en su piel que poco a poco se torna normal, aunque al hacerlo se desmoronó en sus brazos
——¿Cariño?——murmura angustiada la pelirroja
——Hizo mucho esfuerzo, necesita descansar, tranquila
——Disculpe por...
——Descuida, linda, está asustada
——Debo llevármela, a un lugar que esté tranquila y no se altere——espeta la pelirroja mientras acariciaba la mejilla de la menor——además como fugitivos podríamos arriesgarlos a ustedes
——¿Estás segura?, aquí podemos tratarla, nadie sospechara de unos ancianos
——Cariño, ella sabe lo mejor para la niña——murmura su marido al posar una mano en su hombro antes de voltear a Natasha——Yo te haré un plan de nutrición, remedios y los cuidados necesarios, y si necesitaran algo pueden llamar o buscar a Edith
——Gracias——exclama la rusa, deseando que la Stark pudiera ver como las personas la querían
——Traeré mi libro de recetas——exclama la enfermera con una sonrisa ——no tienes cara de ser amiga de la cocina——se ríe antes de desaparecer de la sala
——Ojalá lo hagas mejor que ella, aquí entre dos, a veces es intragable——le susurró el doctor a la pelirroja
——¡Te escuché James!
——Son bromas, mi cielo, cocinas como un ángel——subió el tono el señor para la mujer solo bufar
Natasha al verlos tan unidos a su edad, se imaginó llegar a vieja estando al lado de Verónica, y la idea de envejecer juntas podría ser un paraíso en tierra, estar toda una vida a su lado; pero era demasiado pronto para pensar en ello aunque fueran sus más grandes deseos, Verónica recién la había aceptado de vuelta, ahora tenía que encargarse de encantarla y cuidarla.
El doctor James le entregó una libreta con cada detalle del tratamiento al igual que cajas de analgésicos, vitaminas como demás remedios junto a un botiquín; al igual que la enfermera con las recetas saludables y ricas en nutrientes, mientras ella trataba de asimilar la gran cantidad de ingredientes, de los cuales no tenía idea como cocinar más que en sándwiches y ensaladas.
¿Sería capaz de cuidarla?...
——Necesito su auto——pidió con algo de pena, luego de todo lo que la pareja de ancianos le dio por nada a cambio——tengo el dinero para que puedan comprar uno nuevo y mucho mejor
——No tienes porque pagar tanto——dice la señora en cuanto la Rusa le pasa un manojo de dinero
——Es lo mínimo que puedo hacer por su ayuda, sin ustedes no sé qué podría haber pasado con ella
——Tranquila, ella ya nos dió mucho con nuestro hijo, le debemos el favor, necesitarán ese dinero——dice el doctor con una sonrisa amable mientras le da palmadas en su hombro——Pueden ir a nuestra cabaña, es pequeña, pero está retirada de la ciudad y los árboles ayudan a ocultarla
——Pero, no puedo aceptarlo
——No seas testaruda, es por el bien de la señorita Verónica
——Gracias——murmura nuevamente la pelirroja, pero esta vez no pudo evitar las lágrimas de emoción que la invadieron
Y la encaminaron al auto, acomodando a la menor entre una improvisada cama en los asientos traseros tras ponerle un calmante para estar durmiendo durante el trayecto.
Ella les agradeció una vez más antes de partir, nunca olvidaría la hospitalidad de ellos y quizás un día en que todo se arreglara y la Stark esté mejor, los visitarían.
Manejó con su corazón en incógnito de la nueva etapa que tenía que enfrentar a ojos cerrados por no tener idea sobre cómo cuidar a alguien, pero con tratarse de Verónica haría todo su esfuerzo y más, ella recuperaría la estabilidad que le ayudó a borrar al amor que tanto le costó obtener.
Desde hoy sería la protectora de Verónica Stark...
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——Me aseguraré que sufras lo que sintió mi Dimitri, y no creas que te daré el regalo de morir ahora que haz vuelto a mis manos——gruñó la rubia mayor al incrustar las uñas en su barbilla mientras sus hombres la retengan como los collares inmovilizadores, los que incluso tenía en sus muñecas, tobillos y cintura——estando completamente estática——Y luego de ti, tus queridas vendrán para sufrir el mismo destino, serán mis juguetitos para que me obedezcas, probemos cuánto puedes resistir——sonríe siniestra antes de chasquear los dedos y sus agentes amarrar a la Stark a unas cadenas que elevaron su cuerpo, para luego rasgar su ropa hasta hacerla manojos de cintura para arriba.
Verónica ahogó un grito de pánico al no poder cubrirse, estando completamente vulnerable a todos los retorcidos planes de la rubia.
Su rostro era neutro, impacible, pero aunque se esforzó en no mostrar el miedo que la atormentaba, su cuerpo tembloroso la delató por completo.
——¿Te acuerdas cuando te mandé esa docena de prisioneros para violarte?——sonríe al delinear su espalda——esa fue la única vez que te doblegaste a mi, si no hubiera estado Leonor tal vez no tendrías la misma suerte, quizás podríamos repetirlo un día, ahora que estás inmovilizada no podrás matar a nadie, ¿No?——ella ríe en cuanto las lágrimas de la Stark salen sin poder contenerla más
——Pero tranquila, por hoy me conformo con perforar tu espalda——Hawley gruñó antes de enterrar el cuchillo de golpe en la espalda de Verónica, quien gritó al sentir el filo incrustar en su carne hasta chocar con su hueso, el dolor fue indescriptible, todo parecía quemarla mientras sentía su propia sangre bañar su espalda
Una acción abominable que ella misma le había hecho a una persona, un monstruo horrible que mató a billones de personas, pero sentir en carne propia el dolor sufrido por este, cayó en la dura consciencia que no era diferente a ellos.
Se había convertido en un ser que no merecía ningún tipo de clemencia, merecía todo el dolor que ahora parecía aniquilarla ...
——¡Devuélvemelo!——gritó la mujer enfurecida al retirarlo de golpe y volverla a enterrar
Sus gritos desesperados quisieron amortiguar algo del sufrimiento sin parar, el cuchillo no dejó de traspasar su cuerpo sin piedad...
——Tienes buena resistencia, aún no haz caído inconsciente, ¿Será que tu querida Natasha lo podrá resistir o perecerá cuando llegue a mis manos?, porque te aseguro que la voy a capturar y te voy obligar a torturarla tal como yo hago contigo ahora y como también harás con Leonor y cada persona que quieras
La menor despertó agitada y sudando, mientras recorría la desconocida habitación con la mirada nebulosa ante las lágrimas, no era la sala de enfermería de antes y no había rastro alguno de Natasha.
Estaba oscuro, todo su ser tembló con ello, aún más con el recuerdo latente en su pecho, ¿Y si lo de Romanoff fue sólo un producto de su imaginación y había caído en la demencia?, ¿Si nunca mató a esa horrible mujer y aún está en su custodia?....
Su corazón se apretó y al verse liberada, inconscientemente se levantó para huir, mareadose al hacerlo, junto a una horrible punzada en su pierna, no podía moverla.
Y se iba a hundir en ese sentimiento de frustración cuando escuchó un grito de Natasha, logrando levantarse e incluso correr envuelta en la adrenalina que el pánico le causó.
¿La habían capturado?.... no por favor no, a ella no...
El miedo la dominó hasta llegar a la cocina donde Natasha estaba lamiendo su dedo mientras tenía el cabello amarrado en una coleta desordenada como el verdadero caso que estaba convertida la cocina, habían restos de comida de desconocida preocedencia por todos lados, manchas incluso regadas en su ropa y rostro.
——Verónica——murmura asustada——¿Qué haces en pie?——dice al correr a su lado y chequear su rostro——Estás sudando, ¿No es fiebre?, ¿Te duele la cabeza?
–—¿Qué hacías?——exclama la menor queriendo desviar el tema, sólo buscando distraerse en escuchar la voz de la rusa, confirmar que este momento era real
——Cocinaba sopa de pollo y una crema de verduras, o al menos lo intentaba——La pelirroja explica con una sonrisa aún nerviosa, aún no procesaba que la menor estuviera a su lado, mucho menos por decisión propia, era como un dulce sueño del cual no quería despertar jamás
——¿Cocinabas?, porque más bien parece la escena de evidencia luego de una masacre——Se burla la Stark y Natasha frunce el ceño antes de perderse en su risa, hace tanto que no la oía
——Natasha——volvió a hablar Verónica algo cohibida ante las penetrantes esmeraldas, las cuales parecían traspasar más allá de su alma——¿Puedo probar?
——¿El qué?——preguntó la rusa con sutil picardía al acercar su rostro al suyo, posando inconscientemente su vista en sus labios
La castaña tuvo que retener un sonrojo y corrió la vista al no poderla mantener en la pelirroja, seguía algo abrumada en procesar cada cambio, los cuales parecían no dejar de aparecer.
——Tengo hambre
——Podría besarte
Exclaman al unísono y en ambas el rojo se apodera de sus mejillas, y aunque fuera por diferentes motivos, las dos compartían ese tono avergonzado.
Donde la rusa fue la primera en devolver la vista y topar la encantadora escena de una nerviosa Verónica, deseando ver aún más de ello.
——Aunque si quieres podrías saciar tu hambre con mis labios, yo no me opondré ——sonríe ladina y el rostro de la menor se torna un poema de notas carmín, corriendo la vista nuevamente, por lo que Nat se regañó mentalmente, quizás se estaba apurando demasiado——Vamos, ya debe estar lista la sopa de——exclama y siente un olor a quemado——¡El pollo!
Natasha corrió hasta la olla y apagarla, pero fue demasiado tarde, el pollo estaba café oscuro, casi negro y... ——¡¿Qué le pasó a la sopa?!, hace un momento había y ahora...
——¿Cuánto tiempo lo dejaste cociendo?——murmura Verónica al llegar a su lado saltando en un pie, por lo que la pelirroja la tomó suavemente de la cintura, "No debes hacer esfuerzo", regañó
——Casi dos horas
——¿Qué?
——En el libro de recetas decía que con más tiempo de cocción el pollo se pondría más blando, esto son ciencias ocultas——bufa indignada por lo que la menor no pudo evitar reír de su cara
——Pero sin excederse más de una hora, rusa, definitivamente la cocina no es tu fuerte ——dice para ver la crema de verduras a su lado, era marrón, completamente marrón——¿De qué es?——murmura antes de meter una cucharada en su boca, gran error, sabía horrible y ni tenía idea a qué era exactamente, siendo demasiados ingredientes juntos
——Tiene espinaca, zanahoria, cebolla, ajo, limón, guizantes, manzana, zapallo, banana, lechuga, brocoli...——comienza a nombrar mientras ella trata de tragar y no escupir
——¿Le pusiste todo lo que encontraste?
——Edith me escribió las propiedades de cada una y no supe cual elegir——explica al ver la mueca de la menor——¿Tan mal sabe?
——Es un sabor nuevo, interesante——se limitó a decir la castaña
——Lo sabía, sabe horrible, no sirvo para esto, ¿Cómo podré cuidarte sin saber cocinar?——murmura Natasha e inconscientemente le sale la voz quebradiza, se sentía impotente, por muy absurdo que le sonara, pero si no podía hacer algo tan básico no podría ser capaz de cuidar a Verónica, su desnutrición era importante y si no comía llegaría a ser fatal, todo sería su culpa, no quería perderla, le aterraba siquiera pensar en ello y con lo débil que estaba, sus errores le podrían costar la vida.
La Stark al verla al borde de las lágrimas tomó sus manos por impulso, siendo muy agradable, eran tan suaves y cálidas, había olvidado cuanto le gustaban——Podemos cocinar juntas, te enseñaré——propone dulcemente y Natasha ahoga su sollozo con una sonrisa
——Pero antes voy a buscar la muleta, debes dejar de forzar tu pierna——regañó antes de irse y volver rápidamente con el artefacto
——¿De dónde sacaste tantas cosas?——cuestiona la menor al ver la cocina llena de verduras y frutas, más en la mesa de centro que había visto los implementos médicos, sin contar la casa tan equipada
——El matrimonio de doctores que te salvaron, quisieron darte este regalo, nos dejaron quedar estar en su casa de playa, ni siquiera pidieron algo algo cambio ni aceptaron mi dinero, aseguraron que querían devolverte la mano luego de lo mucho que hiciste por su hijo ——explica la pelirroja con una sonrisa
Mientras la castaña no supo como sentirse al respecto, recordaba a los Smith, George fue un joven que le ayudó a preparar las instalaciones para el atraco de la casa de papel, pero si él hubiera asistido, quizás ya no estaría con vida, tal como Camila. Ahora sus familias peligran por haber sido cercanos a ella, si algo les ocurría a los seres queridos de él como de otros, sería su culpa y nunca podría perdonarse por ello.
No podía aceptar la hospitalidad de ellos, sería un riesgo como una hipocresía de su parte al ser un monstruo, no lo merecía.
——No está bien, ellos podrían caer en mano de Ross y no dejaré que más personas sigan sufriendo por mi causa——termina de decir en un hilo de voz por lo que Natasha acarició su mejilla al verla
——Tú mereces esto y mucho más, ellos estarán a salvo, yo me encargaré, pero antes debes comprender que no eres una carga, no tienes la culpa de todo lo que sufriste y si hay personas que mataron y te obligaron a herir, no son muertes que te pertenezcan——murmura al secar una lágrima traicionera de los orbes castaños ——Hace años tú fuiste quien me sacó de la oscuridad que era mi vida, e inclusive mucho antes cuando eras solo una niña, sólo tardé demasiado en darme cuenta de ello y será algo que nunca podré perdonarme, pero desde ahora no habrá día que no te demuestre todo lo que me importas
Verónica se sintió abrumada ante la lluvia de emociones que le provocaron sus palabras una vez más, sin saber que responder, y cuando intentar hablar su voz no salió, entre esa mezcla de bruma de pensamientos como la posibilidad que todo este dulce momento le fuera arrebatado.
Natasha la notó temblar ligeramente mientras sus mejillas sonrojadas decoraban sus ojos cristalinos y se acercó cautelosa para al ver que no se alejó, rodearla en sus brazos, terminando en besar su frente.
——¿Qué me enseñarás primero?——sonrió y la castaña respondió de igual forma sólo que en un gesto sutil, casi imperceptible
Y así sus clases de cocina empezaron, aunque dejó de escucharla al perderse en admirarla, su amargura parecía lejana mientras Cocinaba, explicando cada proceso, tip o detalle, estaba en calma al fin luego de que despertó tan agitada, siendo una momento realmente mágico a pesar de lo común, lo que la hacía desear estar toda su vida disfrutando de ello con la Stark, sólo ellas dos compartiendo el bello lado de lo ordinario .
——Deja de mirarme así, no estas prestando atención
——Cariño, lo que más estoy haciendo es ponerte atención, pero no a tus palabras——sonríe con picardía
——Ya terminamos, Concéntrate rusa——murmura nerviosa, partiendo a la mesa mientras una risueña Natasha llevaba los platos servidos a sus espaldas
——Esto si es comida——suspiró la pelirroja al probar la sopa, sonriendo al acordarse de la vez que se conocieron y Verónica le preparó una igual como remordimiento por larzarla a una piscina de noche, como de todas las veces que volvió de una pesada misión y la cuidaba como si fuera su más grande tesoro, quería poder tratarla con todo ese cariño y más
Aunque a diferencia de la gustosa pelirroja, la menor removió el caldo de un lado a otro, solo pudiendo tomar unas cucharadas en que todo el estómago se le revuelva, no había comido en semanas.
——Debes comer un poco más al menos——murmura Natasha preocupada——o a menos que quieras que te la de yo——sonríe socarrona——mejor si te sientas en mi regazo, será más cómodo——le guiña una de sus esmeraldas
Verónica levantó la vista completamente desconcertada por lo que la ojiverde rió.
——Quizás más adelante——susurra Nat para si——pero mañana deberás comer más, ahora vamos al cuarto debes descansar——comentó al llevar a una castaña aún abrumada hasta la cama, ayudando a arroparla—Trata de dormir, iré a limpiar y luego estaré en el cuarto de al lado, cualquier cosa me llamas, Ronnie, ¿Está bien?——exclama para la menor asentir y ella partir a la puerta
——Natasha——dijo La Stark antes que saliera, haciéndola voltear
——¿Si, cariño?
——Gracias, por todo——exclama y ella responde con una sonrisa
——No es nada, te amo——dijo antes de salir y dejar a Verónica con el frenesí de su corazón abierto
Quien trató de relajarse a pesar que su cuerpo doliera en cada partícula, pero debía recuperarse, debía obtener fuerzas para sacar a Leonor de prisión y un plan ya se estaba desarrollando en su mente para hacerlo.
Mientras Natasha por su lado limpiaba con una sonrisa boba en el rostro, nunca imaginó que podrían avanzar tanto en tan sólo un día con la menor, al fin la había recuperado para ya no volver a soltarla nunca.
Aunque su victoria se vio envuelta en un terremoto al escuchar sus gritos y ver como la puerta de su habitación salió volando, para al entrar con el corazón en la mano, encontrarla llorando abrazada a sus rodillas.
——¿Qué ocurrió, lyubov?——murmura suave al acariciar su cabello y ella saltar asustada, hasta verla, tardando unos segundos en regresar de su propia nube de tormentos que aún desconocía y lanzarse a sus brazos donde la sintió temblar
——Duerme conmigo, porfavor——pidió Verónica al abrazarse más a su cuerpo, sus recuerdos la estaban persiguiendo cada vez que cerraba los ojos, Lilith era quien le ayudaba en sus crisis al acurrucarse juntas mientras se quedaban hablando hasta poder consolidar el sueño, pero ella no estaba y Nat lograba ponerla nerviosa tan solo al sentir su aroma, por lo que su petición salió en dilema
Mientras que Natasha tenía el rostro al mismo tono de su cabello, no se había imaginado esta propuesta tan rápido, sentía como su corazón subió hasta su garganta mientras las mariposas en su estómago revoloteaban, esta vez Verónica se lo había pedido y no era ella quien la llevaba en medio de su inconsciencia a su cama porque aunque fuera para cuidarla, lo hacía imponiéndose, por lo que el hecho que ahora la Stark le abriera tanto su confianza la llenaba por completo.
——Claro, cariño——murmuró y la menor se movió, haciéndole un lugar, con todos sus nervios golpearla en cuanto se sentó a su lado
Verónica no había dejado de temblar, limitándose a acariciar su cabello de la distancia, no quería incomodarla, pero la menor terminó acurrucandose en sus brazos, escondiendo su cabeza en su cuello, provocándole escalofrío como una lluvia de sensaciones gratificante que hicieron su corazón acelerar como si hubiera escalado una montaña corriendo, sentía ahogarse por emoción.
La castaña trató de concentrarse en el aroma y latidos de Natasha, y fue como el más dulce bálsamo para su alma, viendo como poco a poco las horribles escenas de su mente se disipan, sólo abarcando la esencia de la pelirroja a su lado.
Para su corazón hacer competencia con el de la rusa, hasta que sintió sus ojos pesar y junto a unas tímidas caricias en su rostro, terminó consolidando el sueño, los cuales esperaba que fueran tan buenos como su momento con Nat.
La pelirroja al sentir su respiración pausada despejó su rostro de los rebeldes mechones castaños, sonriendo al ver su rostro sereno y besó su frente suavemente, aún sin poder procesar que estaba en sus brazos. Y no tardó en caer a su lado, manteniendo la sonrisa mientras apoya su frente en su nuca, deleitándose con su natural perfume de café y chocolate caramelizado
Los rayos de sol golpearon sus ojos, quedándose mientras voltea buscando el calor de la castaña, pero a pesar de estirarse como su brazo, no sentirla en ningún lado.
Y al su vista recorrer la habitación rápidamente, notó que las muletas no estaban, por lo que la llamó, quizás había ido al baño, pero no obtuvo respuesta alguna.
Natasha se levantó mientras se encaminaba a buscarla, tratando de no entrar en pánico, pero fue imposible al no encontrarla en ningún lado de la casa.
——¡Verónica!
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